Está en la página 1de 4

Nombre: Lisbeth Loayza Silva

¿Qué es la Investigación Operativa?

La Investigación Operativa es una disciplina moderna que utiliza modelos matemáticos, estadísticos
y algoritmos para modelar y resolver problemas complejos, determinando la solución óptima y
mejorando la toma de decisiones. Esta materia también recibe el nombre de Investigación de
Operaciones, Investigación Operacional o Ciencias de la Administración.

Actualmente la Investigación Operativa incluye gran cantidad de ramas como la Programación


Lineal, Programación No Lineal, Programación Dinámica, Simulación, Teoría de Colas, Teoría de
Inventarios, Teoría de Grafos, etc.

Aunque su nacimiento como ciencia se establece durante la Segunda Guerra Mundial y debe su
nombre a las operaciones militares, los verdaderos orígenes de la Investigación Operativa se remontan
mucho más atrás en el tiempo, hasta el siglo XVII (desde el punto de vista matemático). Incluso se
puede considerar que el problema de hacer un uso óptimo de los recursos disponibles ha existido
siempre y con el que la humanidad ha ido tratando a lo largo de su historia. Sin embargo el auge de
esta ciencia se debe, en su mayor parte, al rápido desarrollo de la informática, que ha posibilitado la
resolución de problemas en la práctica y la obtención de soluciones que de otra forma conllevarían
un enorme tiempo de cálculo haciéndolos inviables (Avila Romero, 2016).

Debido al gran éxito obtenido por la Investigación Operativa en el campo militar, ésta se extendió a
otros campos tales como la industria, física, administración, informática, ingeniería, economía,
estadística y probabilidad, ecología, educación, servicio social, siendo hoy en día utilizada
prácticamente en todas las áreas imaginables donde se pretenda mejorar la eficiencia (ver ejemplos
de casos reales y beneficios del uso de la Investigación Operativa).

Historia de la Investigación Operativa


A lo largo de la historia es frecuente encontrar una estrecha colaboración entre científicos y
militares con el fin de dictaminar la decisión óptima en la batalla e intentar obtener la victoria. Es
por esto que muchos expertos en la materia consideran el inicio de la Investigación Operativa en
el siglo III A.C., durante la II Guerra Púnica, con el análisis y solución que Arquímedes propuso
para la defensa de la ciudad de Siracusa, sitiada por los romanos. Entre sus inventos se encontraban
la catapulta, y un sistema de espejos con el que incendiaba las embarcaciones enemigas al
enfocarlas con los rayos del sol (Viejo, 2012).
En 1503, Leonardo da Vinci participó como ingeniero en la guerra contra Pisa ya que conocía
técnicas para realizar bombardeos, construir barcos, vehículos acorazados, cañones, catapultas, y
otras máquinas bélicas.

Otro antecedente de uso de la Investigación Operativa se produce durante la Primera Guerra


Mundial en Inglaterra, con el estudio matemático de Frederick William Lanchester sobre la
potencia balística de las fuerzas opositoras. Además desarrolló, a partir de un sistema de
ecuaciones diferenciales, la Ley Cuadrática de Combate de Lanchester, con la que era posible
determinar el desenlace de una batalla militar en función de la fuerza numérica relativa y la
capacidad relativa de fuego de los combatientes.

Thomas Alva Edison también hizo uso de la Investigación Operativa, contribuyendo en la


guerra antisubmarina, desarrollando técnicas para que los navíos pudiesen evadir y destruir los
submarinos enemigos, dotándolos de una protección anti-torpedos.

Desde el punto de vista matemático, en los siglos XVII y XVIII, Newton, Leibnitz, Bernoulli
y Lagrange, trabajaron en obtener máximos y mínimos condicionados de ciertas funciones. El
matemático francés Jean Baptiste-Joseph Fourier esbozó métodos de la actual programación lineal.
Y en los últimos años del siglo XVIII, Gaspar Monge asentó los precedentes del método Gráfico
gracias a su desarrollo de la Geometría Descriptiva (Suárez, 1971).

A finales del siglo XIX, Frederick Winslow Taylor realizó un estudio que permitió maximizar
el rendimiento de los mineros, en el que se determinaba que la única variable realmente
significativa era el peso combinado de la pala y su carga. De esta forma se diseñaron palas según
los diferentes tipos de materiales con los que iban a utilizarse.

Janos Von Neumann publicó en 1928 su trabajo "Teoría de Juegos", que proporcionó
fundamentos matemáticos a la Programación Lineal. Posteriormente, en 1947, visionó la similitud
entre los problemas de programación lineal y la teoría de matrices que había desarrollado.

En 1939, el matemático ruso Leonid Vitálievich Kantoróvich y el holandés Tjalling Charles


Koopmans, desarrollaron la teoría matemática llamada "Programación Lineal", por la que les fue
concedido el Premio Nobel de Economía (Martín, 2016).

En 1945, George Joseph Stigler planteó el problema de la dieta, a raíz de la preocupación del
ejército americano por asegurar unos requerimientos nutricionales básicos para sus tropas al menor
coste posible. Se trataba de determinar la cantidad, entre 77 alimentos diferentes, que debería
ingerir diariamente un hombre mediano de aproximadamente 70Kg de peso, de modo que las
necesidades mínimas de nutrientes fuesen iguales a las recomendadas por el Consejo Nacional de
Investigación norteamericano. El problema fue resuelto manualmente mediante un método
heurístico con el cual se examinaron 510 diferentes posibilidades de combinación de alimentos, y
cuya solución difería tan sólo unos céntimos de la solución aportada años más tarde por el método
Simplex.

Durante los años 1941 y 1942, Kantorovich y Koopmans estudiaron de forma independiente
el problema del transporte por primera vez, conociéndose este tipo de problemas como problema
de Koopmans-Kantorovich. Para su solución, emplearon métodos geométricos que están
relacionados con la teoría de convexidad de Minkowski.

Se cree que Charles Babbage es el padre de la Investigación Operativa, debido a sus


investigaciones acerca de los costos de transporte y clasificación del correo realizada en la
Uniform Penny Post de Inglaterra en 1840.

Sin embargo no se considera que ha nacido una nueva ciencia llamada Investigación
Operativa o Investigación de Operaciones hasta la II Guerra Mundial, durante la batalla de
Inglaterra. La Luftwaffe, Fuerza Aérea Alemana, estaba sometiendo a este país a un fuerte acoso
aprovechando la reducida capacidad aérea británica debido a la política de desarme, aunque
experimentada en el combate. El gobierno británico, buscando algún método para defender su país,
convocó científicos de diversas disciplinas para tratar de resolver el problema y sacar el máximo
beneficio de los radares de reciente invención de que disponían. Gracias a su trabajo determinando
la localización óptima de las antenas y la mejor distribución de las señales consiguieron duplicar
la efectividad del sistema de defensa aérea y evitar que la isla cayera en manos de la Alemania
nazi (Avila Romero, 2016).

También en 1942, la U-Bootswaffe alemana con su flota de submarinos U-Boot inició un


bloqueo a Gran Bretaña atacando convoyes de barcos cargados de suministros procedentes de
Estados Unidos e impidiendo que alcanzaran su destino. El Grupo de Investigación de Operaciones
de Guerra Antisubmarina de Estados Unidos (ASWORG, Anti-Submarine Warfare Operations
Research Group en inglés) realizó representaciones matemáticas de dichos convoyes, teniendo en
cuenta una serie de restricciones y condiciones impuestas por la realidad, tales como la velocidad
máxima a la que podían desplazarse los navíos, la cantidad de suministros que debían transportar,
y el combustible necesario para alcanzar su destino. Aplicaron estos modelos también sobre los
U-Boots: el tamaño de su flota, el alcance de los submarinos, sus torpedos, etc. Con base a esta
información fueron capaces de modelar la guerra naval, y determinar si era mejor una estrategia
basada en convoyes formados por un gran grupo de navíos de carga escoltados por muchos
destructores, o por el contrario pequeños grupos más difíciles de localizar para el enemigo, e
incluso la manera de causar un mayor daño a los submarinos U-Boot. Cuando la armada de los
Estados Unidos de América puso en práctica esta estrategia, disminuyó de forma considerable la
cantidad de barcos hundidos mientras se incrementaba la destrucción de submarinos alemanes
(pasando del hundimiento de apenas una treintena al año a rondar los 250 anuales en 1943 y 1944)
(Suárez, 1971).

Bibliografía
Avila Romero, M. F. (2016). Estudio de un Sistema Basado en Identificaión por Radio Frecuencia
(RFID) para la Gestión de stocks e Inventarios de Existencia en Empresas PYMES de
Telecomunicaciones (Doctoral dissertation, Universidad de Guayaquil. Facultad de Ciencias
Matemáticas y Físicas. Carrera de Ingeniería en Networking y Telecomunicaciones).

Martín, S. F. (2016). Investigación operativa. Documentación Administrativa, (6).

Suárez, A. S. (1971). Investigación operativa y economía de la empresa. Boletín de Estudios


Económicos, 26, 941.

Viejo, A. S. (2012). La investigación operativa: una herramienta para la adopción de decisiones (Vol.
7). Univ Pontifica Comillas.

También podría gustarte