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El sábado en el campamento

Dios finalizó toda la creación en seis días y descansó el sábado. Además de ser un día
de descanso, Dios instituyó el séptimo día como día santo y monumento de la creación.
Ese debe ser el pensamiento de los directores del Club al planificar un campamento que
incluye el día sábado, lo que ocurre en casi el 100% de las veces.

Se debe tener en mente que el campamento es una oportunidad maravillosa para


inculcar en la mente de los menores y adolescentes el verdadero significado de la
observancia del sábado. Para el niño que no es adventista, es la oportunidad de explicar
sobre la santidad del séptimo día y de la diferencia con los demás seis como un día
especial. El niño adventista generalmente ya conoce el deber de la observancia del
sábado; sin embargo, en algunas familias, este es el día del “no puedes”, transformando
el sábado en una carga, en vez de ser una delicia para el conquistador.

El mandamiento no cambia su alcance o su significado si estamos en medio de la


naturaleza en vez de la ciudad. Las reglas no son más flexibles si no estamos en la
comodidad del hogar, los mismos principios que se aplican cuando estamos en casa
deben aplicarse también en el campamento.
El culto de recepción de sábado no se debe descuidar, los límites del sábado deben
respetarse. Se debe ser puntual tanto en el momento de recibir el día santo como para
despedirlo.

Muchos clubes provocan una gran enemistad con la Junta de Iglesia por no respetar el
sábado; después, lamentan la falta de apoyo de la iglesia, pero no ven que la situación
desagradable es consecuencia directa del pecado que están cometiendo e induciendo a
los Conquistadores a cometer.

Según lo que menciona Elena de White, nadie debe servir de consciencia a otros, pero
algunos principios son innegociables, el sábado es uno de ellos. Siguen algunos
ejemplos de lo que NUNCA debe suceder:

 Salidas a campamentos u otras actividades campestres en sábado.


 Salidas al campamento el viernes de tarde que incluyan armar el campamento el
viernes de noche.
 Caminatas agotadoras.
 Instrucciones de actividades que no sean de carácter espiritual (por ejemplo: nudos,
orden cerrado, fogatas).
 Juegos en el agua.
 Juegos tipo “sociales”.
 Práctica de cualquier tipo de deporte.

La práctica de esas actividades en sábado hará que el conquistador pierda de vista el


significado del sábado, por lo tanto no debe suceder.

Los Conquistadores deben aprender que el viernes es el día de preparación, y por lo


tanto, todo debe prepararse antes. En el desierto, el viernes se recogía el maná para el
sábado. En el campamento se debe preparar antes todo lo que sea posible. Por eso, se
debe tener una buena organización para evitar al máximo:

 Juntar leña.
 Armar carpas.
 Conseguir agua potable.
 Cocinar alimentos de preparación complicada.
Al abstenerse de hacer esas cosas el sábado se gana tiempo para hacer la actividad
principal que debe desarrollarse ese día: pasar tiempo con el Creador. Por lo tanto, se
sugiere aprovechar las horas del sábado para:

 Cantar cánticos alrededor de la fogata.


 Contar historias de la Biblia.
 Estudiar la lección de la Escuela Sabática.
 Hacer juegos que incluyan la naturaleza.
 Cumplir requisitos de la parte espiritual de las Clases.
 Descansar (los niños en esa fase necesitan de poco tiempo para eso, pero lo
necesitan. Una o dos horas después del almuerzo ya son suficientes).
 Hacer un culto especial y atractivo.

Lo más importante es hacer del sábado un día especial y agradable para los niños; ellos
tienen que volver a su casa con la fuerte impresión de que Dios pensó en ellos al crear
ese día.

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