Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción. El diagnóstico de ictus en ocasiones puede ser difícil. Existen numerosas condiciones simuladoras que pue- Servicio de Neurología;
Unidad Clínica de Neurociencias
den dar lugar a falsos diagnósticos. (F.J. de la Torre-Laviana, F.
Objetivo. Estudiar falsos diagnósticos de ictus agudo. Moniche-Álvarez, A. Palomino-
García, M.D. Jiménez). Servicio
Pacientes y métodos. Revisamos las historias con diagnóstico de ictus agudo –isquémico, hemorrágico y accidente isqué- de Documentación Clínica
(A. Cayuela-Domínguez, E. Vigil).
mico transitorio (AIT)– durante tres meses. Ante ictus dudosos (sin criterios de ictus según la Organización Mundial de la Hospital Universitario Virgen del
Salud) se establecieron diagnósticos alternativos. Rocío. Sevilla, España.
Resultados. El total fue de 358 pacientes: 110 AIT, 191 isquémicos y 57 hemorrágicos. Se seleccionaron 65 falsos diagnós- Correspondencia:
ticos, correspondientes al 18,2% del total (el 41,8% de los AIT) y al 31,8% de los ictus de alta en urgencias (el 46,4% de los Dr. Francisco Javier de la Torre
Laviana. Servicio de Neurología.
AIT). Los subtipos de falsos diagnósticos fueron: 46 AIT (70,8%), 18 isquémicos (27,7%) y uno hemorrágico (1,5%). Los diag- Hospital Universitario Virgen del
nósticos alternativos fueron: síncope/presíncope en el 10,8% de los casos (n = 7); síndrome confusional/desorientación en Rocío. Avda. Manuel Siurot, s/n.
E-41013 Sevilla.
el 21,5% (n = 14); disminución del nivel de conciencia en el 27,7% (n = 18); debilidad generalizada en el 6,2% (n = 4); ma-
reo/vértigo en el 3,1% (n = 2); disartria aislada en el 10,8% (n = 7); crisis epiléptica en el 6,2% (n = 4); y otros en el 13,8% E-mail:
(n = 9). Fue atribuible a causas sistémicas el 71,7%. La edad media fue de 79 años y el 64,6% eran mujeres (n = 42). Se javilaviana@hotmail.com
realizó tomografía computarizada craneal al 70,8% (n = 46). El 7,7% fue valorado por el neurólogo (n = 5). El destino en el Presentado como comunicación
momento del alta fue: atención primaria (53,3%), consultas de neurología (31,7%), consultas de medicina interna (6,7%), en la LXI Reunión Anual de la
Sociedad Española de Neurología
hospitalización en neurología (1,7%), hospitalización en otras especialidades (1,7%), traslado (1,7%) y fallecimiento (3,3%). (Barcelona, noviembre de 2009).
Conclusiones. Los falsos diagnósticos de enfermedades cerebrovasculares son frecuentes. En los servicios de urgencias Aceptado tras revisión externa:
casi la mitad de diagnósticos de AIT pueden ser erróneos. La mayoría de los falsos diagnósticos corresponden a AIT (70%), 14.01.10.
son pacientes ancianos, atribuibles a causas sistémicas, no valorados por neurología y remitidos a atención primaria. Los
Cómo citar este artículo:
registros hospitalarios de ictus que incluyen pacientes de urgencias pueden estar sobreestimados, principalmente los AIT. De la Torre-Laviana FJ, Moniche-
Álvarez F, Palomino-García A,
Palabras clave. Diagnósticos de urgencias. Errores diagnósticos. Falsos diagnósticos. Registro de ictus. Simuladores de Cayuela-Domínguez A, Vigil E,
ictus. Stroke mimics. Jiménez MD. Falsos diagnósticos
de ictus en los servicios de urgencias.
Rev Neurol 2010; 50: 463-9.
Tabla I. Síntomas principales y síntomas no adecuados para el diagnóstico de accidente cerebrovascular, Tabla II. Patologías simuladoras de ictus más frecuentes (stroke mimics)
según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Manual de la OMS para la vigilancia paso a paso de (modificado de [2,3]).
accidentes cerebrovasculares [1].
Hipoglucemia o hiperglucemia
Síntomas principales para el diagnóstico de accidente cerebrovascular
Crisis epiléptica parcial, parálisis de Todd
Deficiencia motora unilateral o bilateral (incluida la falta de coordinación)
Deficiencia sensitiva unilateral o bilateral Mareo, vértigo, síndrome de Menière
Síntomas no adecuados para el diagnóstico de accidente cerebrovascular Intoxicación enólica o por monóxido de carbono
Mareo, vértigo
Pérdida de conciencia, síncope
Cefalea localizada
Neuropatía
Visión borrosa en ambos ojos
Diplopía Miastenia grave
sin embargo, no se ha logrado establecer las claves Los objetivos planteados en el trabajo que se
definitivas que conduzcan al diagnóstico inequívo- presenta han sido: establecer la frecuencia de falsos
co de ictus. En estudios de pacientes consecutivos diagnósticos de ictus en un hospital de tercer nivel,
se ha determinado una frecuencia de stroke mimics en función de los subtipos de ictus (isquémico, he-
del 19 al 31% de todos los diagnósticos de ictus o morrágico, AIT), diferenciando los diagnósticos al
AIT. La mayoría de ellos estaba relacionada con es- alta de urgencias; individualizar los casos y plantear
tados poscríticos, infecciones sistémicas, tumores diagnósticos alternativos al ictus; estudiar las ca-
cerebrales y alteraciones toxicometabólicas [6,7]. racterísticas demográficas de los pacientes con fal-
Un estudio realizado sobre los diagnósticos de los sos diagnósticos, los datos aportados por el estudio
códigos ictus ha revelado una frecuencia de stroke de neuroimagen, la valoración por el neurólogo de
mimics del 21% [8]. guardia y el destino al alta.
Es conocido que en la patología neurológica ur-
gente puede haber discrepancia entre los diagnós-
ticos emitidos por los componentes de urgencias y Pacientes y métodos
de neurología hasta en un tercio de los casos [9].
Además, cuando se realiza un registro de los diag- Se realizó un estudio transversal descriptivo de to-
nósticos de ictus en urgencias, se percibe una gran dos los casos diagnosticados de ictus agudo durante
frecuencia del diagnóstico de AIT, especialmente tres meses consecutivos (de enero a marzo de 2009)
en los casos que no han sido valorados por el neu- en el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla). La infor-
rólogo. Por lo tanto, se plantea la posibilidad de que mación se obtuvo mediante la revisión de todas las
las enfermedades cerebrovasculares estén sobrees- historias clínicas de pacientes con el diagnóstico fi-
timadas en los servicios de urgencias hospitalarios. nal de ictus agudo, tanto los que son dados de alta
Crisis epiléptica
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Convulsión (n = 4)
(n = 4)
Otros (n = 9) 0 0 0 0 0 2 (22,2%) 0 0 0 0
Total 5 (7,7%) 9 (13,8%) 8 (12,3%) 1 (1,5%) 1 (1,5%) 11 (16,9%) 7 (10,7%) 10 (15,4%) 1 (1,5%) 1 (1,5%)
AINE: antiinflamatorio no esteroideo; BRD: bloqueo de rama derecha; FA: fibrilación auricular; HTA: hipertensión arterial; IAM: infarto agudo de miocardio. a Síntomas neurológicos aislados
(mareo, disartria) asociados a crisis hipertensiva, reversibles al controlar cifras tensionales.
epilépticas (88 años de media) y la disartria aislada frente al 21,4% en mujeres) y la debilidad generali-
(84 años). En cambio, la edad media de los pacien- zada (el 13% frente al 2,4% en mujeres).
tes con ictus, excluyendo los falsos diagnósticos, Se realizó TC craneal en el 70,8% de los casos de
fue de 73,5 años. falsos ictus (n = 46), con mayor frecuencia si el diag-
Hubo diferencia en cuanto al sexo: el 64,6% de nóstico era de AIT (73,9%) que de ictus isquémico
los falsos ictus fueron mujeres (n = 42), la mayo- (61,1%). En todos los pacientes con verdadero diag-
ría diagnosticadas de AIT (el 76,2% de las mujeres nóstico de ictus se realizó prueba de neuroimagen.
frente al 60,9% de los hombres); como diagnóstico La valoración por el neurólogo de guardia se rea-
alternativo destacó en las mujeres el síndrome con- lizó en todos los pacientes con verdaderos ictus y en
fusional/desorientación (el 23,8% frente al 17,4% el 7,7% del subgrupo de pacientes con falsos ictus
en hombres), la disartria aislada (el 14,3% frente al (n = 5). Estos últimos eran pacientes con diagnósti-
4,3% en hombres) y las crisis epilépticas (los cuatro co dudoso, en los cuales se reflejó en el diagnóstico
únicos casos fueron mujeres); en hombres destacó de alta la posibilidad de que hubieran sufrido un ic-
la disminución del nivel de conciencia (el 39,1% tus o AIT. Estos pacientes fueron seguidos en con-
sultas de neurología, concluyendo que se trataba de los simuladores más frecuentes. Estos pacientes no
una patología verdaderamente simuladora de ictus. fueron finalmente diagnosticados de ictus, a dife-
El destino en el momento del alta fue: médico de rencia del estudio actual, que se basa en los diag-
atención primaria en el 53,3% de los casos (n = 32), nósticos finales en el momento del alta.
consultas de neurología en el 31,7% (n = 19), con- En el estudio que se presenta, si se excluyen los
sultas de medicina interna en el 6,7% (n = 4), hospi- pacientes con falsos diagnósticos de ictus, los resul-
talización en neurología en el 1,7% (n = 1), hospita- tados muestran una menor frecuencia de AIT (de
lización en otro servicio en el 1,7% (n = 1), traslado un 31 a un 21,8%). Además, la tasa de ingreso de
a otro centro hospitalario en el 1,7% (n = 1) y falle- pacientes con AIT pasa del 73% al 82,3%, mientras
cimiento en el 3,3% (n = 2). que en el caso de los ictus isquémicos y hemorrá-
gicos no varía (el 72,7 y el 99%, respectivamente).
Aun así, llama la atención que el 27% de todos los
Discusión pacientes con ictus isquémicos y el 18% de todos
los AIT sean dados de alta en urgencias. Esto se
El diagnóstico de ictus es clínico, apoyado en prue- explica por la presencia de guardias de neurología
bas complementarias como la neuroimagen (TC o de 24 horas, en las que se realiza estudio Doppler
resonancia magnética craneal). Cuando el síndrome de troncos supraaórticos y transcraneal a la gran
clínico es claro, el diagnóstico no presenta muchas mayoría de pacientes con patología cerebrovascu-
dificultades, pero hay ictus con presentación clínica lar isquémica. Por lo tanto, los pacientes valorados
no habitual y numerosas enfermedades no vascu- por neurología dados de alta son en su gran mayo-
lares con presentación clínica similar a un ictus, lo ría aquéllos con síntomas de más de 24-48 horas de
que se han denominado simuladores o stroke mi- evolución, con déficit leve estable o en resolución
mics. Sin embargo, el objetivo de este estudio no ha o AIT, de etiología conocida y con estudio ultraso-
sido identificar las condiciones simuladoras de ic- nográfico normal; considerando que están estables,
tus, sino aquellos pacientes que son diagnosticados se puede aplicar el tratamiento desde urgencias y
de ictus o AIT y en quienes, tras ser revisada la his- pueden ser revisados precozmente de manera am-
toria por un neurólogo experto, no se encuentran bulatoria (revisión en menos de 10 días). Hay que
datos suficientes para establecer este diagnóstico, considerar estos resultados en el contexto de un re-
lo que se han denominado falsos diagnósticos de gistro de ictus que incluye pacientes de urgencias,
ictus. Si bien muchos de estos casos corresponden por lo que no son comparables con otros registros
a verdaderos stroke mimics que fueron diagnostica- de pacientes hospitalizados.
dos de ictus, en otros casos se trata simplemente de Los datos obtenidos en este estudio en cuanto a
errores diagnósticos. número de pacientes totales y subtipos de ictus son
Según los datos del estudio, los falsos diagnósti- similares a los datos del registro de ictus del mis-
cos de ictus pueden constituir casi el 20% de todos mo hospital del año 2006, en el mismo período de
los pacientes diagnosticados de ictus en un hospi- tiempo (354 pacientes atendidos por ictus, el 59%
tal de tercer nivel. Considerando sólo los pacientes isquémicos, el 9,3% hemorrágicos y el 31,1% AIT).
dados de alta en urgencias con diagnóstico de ic- Se deduce así que la incidencia de ictus según regis-
tus, los falsos diagnósticos pueden llegar a ser más tros en los que se incluyen pacientes de urgencias
del 30% y casi la mitad de los diagnósticos de AIT. puede estar sobreestimada, lo que hay que tener en
Estos datos concuerdan con el estudio de Moeller cuenta al realizar estudios epidemiológicos en base
et al [9], en el que se encontró una discrepancia de a registros hospitalarios (información procedente
alrededor de un tercio de los casos en el diagnósti- del CMBD y registros de urgencias).
co de la patología neurológica entre el servicio de De hecho, en las bases metodológicas del estu-
urgencias y el diagnóstico final, principalmente por dio de incidencia de ictus en España, Iberictus, de
considerar ictus o crisis epilépticas otras patologías, base poblacional, se establecen unos niveles de cer-
como síncope, vértigo, cefalea o síndromes psicó- teza diagnóstica en función de la información clí-
genos. En el estudio de Hand et al [7] se estimó en nica disponible [10]: sin ictus ni AIT, ictus posible,
un 31% la frecuencia de stroke mimics, comparando pero con datos insuficientes, ictus definido, posible
el diagnóstico inicial a la cabecera del paciente con AIT y AIT definido. Asimismo, se indica que hay
el diagnóstico final tras evaluación por un panel de síntomas neurológicos sospechosos de ictus que
expertos con acceso a las pruebas complementarias; si aparecen aislados no se consideran indicativos
fueron las crisis epilépticas, sepsis y alteraciones de ictus: pérdida de conciencia, síncope, mareos
toxicometabólicas (principalmente hipoglucemia) inespecíficos o lipotimia, disartria, diplopía, debi-
lidad general, vértigo, desequilibrio, crisis convul- Estos datos conducen a la idea de que los pacien-
sivas, cuadros psicógenos o episodios de amnesia tes ancianos con patología sistémica pueden sufrir
global transitoria. También se plantea la revisión síntomas neurológicos que se confunden frecuen-
por un neurólogo de los casos dudosos y un estu- temente con ictus, lo que puede dar lugar a error
dio de concordancia interevaluador. Siguiendo esta diagnóstico en los servicios de urgencias, en espe-
metodología, se ha realizado un estudio piloto, pu- cial si no son valorados por neurología.
blicado recientemente [11], donde el 71,1% de los Llama la atención que no se realizara TC de crá-
casos se obtuvieron del CMBD y el resto a través de neo o cualquier prueba de neuroimagen en algunos
los servicios de urgencias; los resultados en cuanto pacientes con falsos diagnósticos de ictus, como se
a probabilidad diagnóstica de ictus fueron: el 31% recomienda en las guías de práctica clínica; tan sólo
AIT definido, el 60% ictus definidos y el 8,7% ictus en el 70% de los casos (a diferencia de los pacientes
posible con datos insuficientes; el 11,7% fueron ic- con verdaderos ictus, en los que se hizo neuroima-
tus hemorrágicos. Estos resultados son muy simila- gen a todos ellos). Si el falso diagnóstico fue de ictus
res al estudio actual. isquémico, sólo se realizó TC al 60% de los pacien-
Analizando los subtipos de ictus, en el presente tes. Esto se puede explicar en relación con la gran
estudio la mayoría de los falsos diagnósticos corres- frecuencia de falsos diagnósticos de AIT en pacien-
ponden a AIT (70%). Este dato obliga a hacer un tes ancianos no valorados por neurología: quizá no
análisis sobre la veracidad y seguridad de algunas se realiza TC urgente en algunos pacientes por estar
de las estimaciones epidemiológicas establecidas. asintomáticos, o hay tendencia a emitir el diagnósti-
Hubo un ictus hemorrágico que posteriormente fue co de AIT si la TC es normal. Este dato es importan-
diagnosticado de metástasis cerebral hemorrágica. te, porque, si bien, dependiendo de los casos, podría
Como diagnósticos alternativos destacan la dis demorarse el control radiológico de los pacientes,
minución del nivel de conciencia, el síndrome con para el diagnóstico del episodio es indispensable la
fusional/desorientación, el síncope/presíncope y la realización de un estudio de neuroimagen.
disartria aislada. Por otra parte, los falsos diagnós- En cuanto al destino al alta, la mayoría de los
ticos de ictus fueron atribuibles a causa sistémica pacientes con falsos ictus fueron derivados a su
en más del 70% de los casos. Se identificaron como médico de atención primaria, probablemente por
datos clave más frecuentes la descompensación de tratarse de pacientes ancianos, muchos de ellos plu-
hipertensión arterial, insuficiencia renal, leucocito- ripatológicos o con comorbilidades importantes. El
sis, anemia, hipotensión y fiebre. La hipoglucemia, resto fueron remitidos principalmente a consultas
a pesar de ser una condición frecuente como simu- de neurología (más del 30%). La mayoría de pacien-
ladora de ictus, se identificó tan sólo en un pacien- tes con verdaderos ictus o AIT que no fueron ingre-
te, probablemente porque se reconoce con más fa- sados, en cambio, fueron derivados a consultas de
cilidad y el diagnóstico final no suele ser ictus. neurología de alta resolución.
La valoración por el neurólogo de guardia se rea-
lizó en todos los pacientes con diagnóstico de ictus, En conclusión, podemos afirmar que en los pacien-
excepto el subgrupo de falsos diagnósticos, en el tes con enfermedad cerebrovascular aguda, existen
cual únicamente fueron valorados cinco pacientes errores diagnósticos en un porcentaje nada despre-
(menos del 8%). Éstos correspondieron a diagnósti- ciable. Esto se evidencia principalmente en los ser-
cos dudosos, dejando abierta la posibilidad de que vicios de urgencias, donde casi un tercio de todos
se trataran de ictus o AIT en el informe de alta. En el los casos diagnosticados de ictus y casi la mitad de
seguimiento en consultas se determinó que se trata- los diagnósticos de AIT que son dados de alta pue-
ba de patología verdaderamente simuladora de ictus. den ser erróneos. La mayor parte de los falsos diag-
La diferencia en cuanto al sexo es poco signifi- nósticos ocurren en pacientes ancianos con alguna
cativa, dado el escaso número de pacientes, aunque enfermedad sistémica, que no son valorados por
cabe destacar que el 65% de los falsos diagnósticos neurología y son remitidos al médico de atención
ocurrió en mujeres, con mayor frecuencia de AIT primaria con el diagnóstico de AIT. Los registros
que en hombres; destaca la disartria aislada y las hospitalarios de ictus que incluyen pacientes de ur-
crisis epilépticas como diagnósticos alternativos gencias pueden estar, por tanto, utilizando valores
más frecuentes en mujeres. La edad media de los pa- inexactos y sobreestimando la incidencia de ictus,
cientes con falsos diagnósticos fue alrededor de 80 principalmente de AIT. Los valores estarán tam-
años, mientras que la edad media de los pacientes bién sesgados si la muestra utilizada es tan sólo la
con verdaderos ictus (excluyendo los falsos diag- de aquellos pacientes que han sido hospitalizados,
nósticos) fue de 73 años. como sucede en muchos registros de ictus. Hay que
contar con la variabilidad en la práctica clínica y las 5. Norris JW, Hachinski VC. Misdiagnosis of stroke. Lancet
indicaciones y criterios de ingreso hospitalario. A 1982; 1: 328-31.
6. Libman RB, Wirkowski E, Alvir J, Rao TH. Conditions that
pesar de todo, son indispensables los registros de mimic stroke in the emergency department. Implications
base hospitalaria con pacientes consecutivos y los for acute stroke trials. Arch Neurol 1995; 52: 1119-22.
estudios poblacionales realizados por neurólogos, 7. Hand PJ, Kwan J, Lindley RI, Dennis MS, Wardlaw JM.
Distinguishing between stroke and mimic at the bedside:
teniendo en cuenta los resultados y consideracio- the brain attack study. Stroke 2006; 37: 769-75.
nes realizadas en el presente estudio. 8. Hemmen TM, Meyer BC, McClean TL, Lyden PD.
Identification of nonischemic stroke mimics among 411
code strokes at the University of California, San Diego,
Stroke Center. J Stroke Cerebrovasc Dis 2008; 17: 23-5.
Bibliografía 9. Moeller JJ, Kurniawan J, Gubitz GJ, Ross JA, Bhan V.
Diagnostic accuracy of neurological problems in the
1. Organización Mundial de la Salud. Manual de la OMS para emergency department. Can J Neurol Sci 2008; 35: 335-41.
la vigilancia paso a paso de accidentes cerebrovasculares. 10. Díaz-Guzmán J, Egido-Herrero JA, Gabriel-Sánchez R, Barberà
URL: http://www.paho.org/Spanish/AD/DPC/NC/steps- G, Fuentes B, Fernández-Pérez C, et al, en representación
stroke.pdf. [17.10.2009]. del Proyecto Ictus del Grupo de Estudio de Enfermedades
2. Martí-Vilalta JL, Martí-Fàbregas J, Gil-Peralta A. Ataques Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.
isquémicos transitorios. In Martí-Vilalta JL, ed. Enfermedades Incidencia de ictus en España. Bases metodológicas del
vasculares cerebrales. 2 ed. Barcelona: Prous Science; 2004. estudio Iberictus. Rev Neurol 2008; 47: 617-23.
p. 249-60. 11. Díaz-Guzmán J, Egido-Herrero JA, Fuentes B, Fernández-
3. Arboix A. Infarto cerebral. In Martí-Vilalta JL, ed. Enfermedades Pérez C, Gabriel-Sánchez R, Barberà G, et al, en representación
vasculares cerebrales. 2 ed. Barcelona: Prous Science; 2004. del Proyecto Ictus del Grupo de Estudio de Enfermedades
p. 261-77. Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología
4. Yew K, Cheng E. Acute stroke diagnosis. Am Fam Physician (SEN). Incidencia de ictus en España: estudio Iberictus.
2009; 80: 33-40. Datos del estudio piloto. Rev Neurol 2009; 48: 61-5.
Introduction. Diagnosing a stroke can sometimes be difficult. There are a number of mimic conditions that can lead to
false diagnoses.
Aim. To examine false diagnoses of acute stroke.
Patients and methods. We reviewed the medical histories with diagnoses of acute stroke –i.e. ischaemic or haemorrhagic
stroke and transient ischaemic attack (TIA)– for a three-month period. Alternative diagnoses were established in doubtful
stroke cases (without meeting the World Health Organisation stroke criteria).
Results. Altogether there were 358 patients: 110 TIA, 191 ischaemics and 57 haemorrhagics. In all, 65 false diagnoses
were selected, which represented 18.2% of the total number (41.8% of the cases of TIA) and 31.8% of the strokes admitted
in the emergency department. The subtypes of false diagnoses were: 46 TIA (70.8%), 18 ischaemics (27.7%) and one
haemorrhagic (1.5%). The alternative diagnoses were the following: syncope/pre-syncope in 10.8% of cases (n = 7);
confusional syndrome/disorientation in 21.5% (n = 14); lowered level of consciousness in 27.7% (n = 18); generalised
weakness in 6.2% (n = 4); dizziness/vertigo in 3.1% (n = 2); isolated dysarthria in 10.8% (n = 7); epileptic seizure in 6.2%
(n = 4); and others in 13.8% (n = 9). A total of 71.7% could be attributed to systemic causes. The mean age was 79 years
and 64.6% were females (n = 42). Computerised tomography of the head was performed in 70.8% of the cases (n = 46).
A neurologist assessed 7.7% of them (n = 5). The destination on being discharged was: primary care (53.3%), visit to
neurology department (31.7%), visit internal medicine department (6.7%), hospitalisation in neurology department (1.7%),
hospitalisation in other specialties (1.7%), transfer (1.7%) and death (3.3%).
Conclusions. False diagnoses of cerebrovascular diseases are common. In emergency departments almost half of the
diagnoses of TIA may be wrong. Most false diagnoses refer to TIA (70%) and occur in elderly patients, can be attributed to
systemic causes, have not been assessed by a neurologist and are referred to primary care. Hospital stroke registries that
include emergency patients may be overestimated, especially in the number of cases of TIA.
Key words. Diagnostic errors. Emergency diagnoses. False diagnoses. Stroke mimics. Stroke registry. Stroke simulator.