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Viajes22 de Noviembre 2016

Turismo sustentable: destinos


con opciones que respetan al
medioambiente
Aunque aún escasa, la oferta de ecoturismo en la Argentina se va cristalizando en
distintas y creativas propuestas a lo largo del territorio.

Por Clarisa Herrera






El concepto “ecoturismo” emerge con fuerza en la década de los ’90, pero


desde entonces ha ido mutando. Hoy ha sido remplazado por el concepto de
“Turismo Activo Sostenible” (TAS), con nuevas características: “TAS se
redefine con relación al turismo convencional. Se trata de un turismo
participativo, dinámico, de grupos reducidos, con guías altamente
especializados, y en perfecta comunión con la naturaleza y cultura del lugar
donde se lleva a cabo. Es para viajeros que ya han experimentado todo tipo de
turismo convencional y que buscan nuevas alternativas y vivencias directas
combinando adrenalina con el contacto pleno con una naturaleza prístina”,
explica Hugo H. Vecchiet, de la Fundación Ecoturismo Americana. Entre las
actividades más alineadas con TAS se encuentran birdwatching e
interpretación de naturaleza, trekking de travesía y senderismo de
interpretación, mountain bike, cabalgatas, rafting y canotaje, y fly fishing o
etnoturismo.

“Todavía falta mucho camino por recorrer en lo que hace a la consolidación de


la Argentina como destino turístico sustentable”, afirma Rosario Sallaberry
Cousté, de la agencia de turismo sustentable Ammanik. Por ejemplo, a escala
estatal, todavía sigue muy fuerte la visión del turismo como una actividad
netamente económica. “El debate que hoy se da es mayormente sobre ingresos
y salidas de turistas versus ingresos y egresos de divisas. Es muy poco lo que
se escucha acerca de la capacidad de carga de los destinos, es decir, si los
puntos turísticos están preparados a nivel de servicios cloacales o gestión de
residuos, entre otras variables, para recibir una cantidad determinada de
visitantes”.

Entre otras opciones, la agencia propone la “Experiencia sustentable en el


Delta”, un día completo navegando en una canoa isleña y en compañía de guías
naturalistas locales, habitantes de la primera sección del Delta. “Se recorren
aproximadamente 40 km visitando las casas de los lugareños, artesanos
mimbreros y junqueros, y conociendo el trabajo de cooperativas locales”,
comenta Sallaberry Cousté.
Según la OMT, el TAS moviliza 90 millones de viajeros por año que realizan
distintas actividades en países de América latina, Asia y África. En relación a
la situación en la Argentina, Vecchiet señala que no se ha avanzado mucho
desde 2002 a la fecha, cuando se realizó la Cumbre Mundial del Ecoturismo en
Quebec, Canadá. “El turismo masivo sigue siendo el foco en la Argentina, los
operadores y prestadores de servicios se las deben arreglar solos, no obstante
lo cual tenemos excelentes profesionales y propuestas. Se han debido
readecuar tarifas, independientemente que los costos operativos se han
incrementado en los últimos seis años de manera alarmante”, reseña.

En dos ruedas

Entre las diversas propuestas que ofrece la Argentina se encuentra


Bike&Trek, que desde hace 22 años organiza salidas de cicloturismo con
mountain bike desde Buenos Aires a distintos puntos del país, en formato de
salidas cortas y especiales. “El turismo en bicicleta es no contaminante. La bici
no hace ruido ni humo, permite hacer actividad física y llegar a lugares con el
propio esfuerzo, lo que brinda una gran satisfacción a la persona”, cuenta
Gustavo González, que organiza las salidas.

El impacto ambiental del cicloturismo es muy bajo. “Si se realiza por caminos,
huellas y/o senderos, solo quedan las marcas de las ruedas y nos llevamos
fotografías del paisaje. Por otro lado, apuntamos en nuestros tours visitar
pequeñas localidades, pulperías, museos, dando vida y movimiento a dichas
poblaciones consumiendo productos locales. También elegimos pequeños
alojamientos, atendidos por sus dueños, consumimos gastronomía regional y
contratamos guías de la zona beneficiando a las comunidades locales”, agrega.
No menos importante es la concientización del participante en cuidar y
apreciar el medio natural. “Que no arroje basura, que respete a otros
visitantes, que no se salga del sendero”, subraya.

Las dos ruedas también son la propuesta de “Usa la Bici”, iniciativa con foco en
la organización integral de salidas de cicloturismo en las zonas rurales de los
alrededores del Partido de las Flores (a 2000 km de CABA). “Combinamos
nuestra pasión por las travesías en bicicleta con el conocimiento de los caminos
rurales florenses. La experiencia es única para los amantes de esta actividad,
desde el armado y diseño del programa, relevamiento del recorrido, guiada y
coordinación, hasta el transporte, traslado de bicicletas, alojamiento y
comidas, siempre manteniendo un estilo artesanal”, cuenta Ricardo Lapadula.
Considera como “idea matter” un respeto irrestricto por el ambiente. “Esto es
implementación de prácticas adecuadas, sostenibles en cuanto al manejo de
recursos naturales, el agua y los residuos. Buscamos además presentarnos
como el circuito más seguro y completo de la provincia de Buenos Aires”.
aclara.

La zona también ofrece hospedaje “verde”. Yamay (nombre mapuche que


significa "estar bien") es un proyecto de ecoturismo social y responsable.
Ofrece un espacio para reconectarse con la naturaleza y la vida sustentable:
permacultura, construcción natural, techos vivos, huerta orgánica integrada a
bosques comestibles, colmena de abejas respetadas son algunos de los
atractivos del espacio. “La propuesta es disfrutar de un día de campo de
manera distinta, alejándonos de la rutina, sumergirse en los silencios y
contemplar el horizonte, amasar y hornear pan en nuestro horno de barro,
conocer un pueblo de menos de 200 habitantes y observar la vía láctea como
nunca se vio”, explica Marcelo Giuggioloni. Las opciones actuales para estadía
incluyen carpas y cabaña de adobe. “Estamos desarrollando un nuevo proyecto
de glamping, con todo el confort de una vivienda vacacional pero en el silencio y
la paz del corazón de nuestra pampa”, completa.

El relax del agua

Para el lado del Río de la Plata se amplía la oferta. Desde Kayak Río de la Plata
proponen el kayakismo como una nueva tendencia dentro del turismo
sustentable. “Se trata de una nueva alternativa, una propuesta de
acondicionamiento físico en contacto con el medio natural”, resalta Damián
Montagna. La clave es relacionarse con el ambiente de manera cuidadosa. “Es
un deporte silencioso que al desarrollarse sobre el agua se le suma un plus de
relajación por los sonidos del río. La actividad permite una experiencia directa
con la flora y la fauna en cada lugar en el que navegamos, potenciamos sentidos
y sensaciones. No dejamos rastros, ya que adherimos al programa internacional
de ética outdoors”, agrega. Con base en San Isidro, los paseos se extienden
por la ribera y el Delta mientras que “el paseo de atardecer más luna llena” es
uno de los programas mas solicitados.

Otra interesante opción es la Ruta de la Yerba Mate, que une a las provincias
litoraleñas de Corrientes y Misiones, donde se cultiva y se elabora este
producto. “Se trata de un itinerario cultural, productivo y gastronómico único
en el mundo, que atraviesa campos de tierra roja y vegetación abundante,
maravillas naturales y Patrimonios de la Humanidad (como las Misiones
Jesuítico Guaraníes y las Cataratas del Iguazú)”, señala Alejandro Gruber,
presidente de la Asociación Ruta de la Yerba Mate Argentina.

La Ruta conduce a los viajeros a recorrer establecimientos artesanales,


ecológicos e industriales, en los que se puede conocer el proceso completo de
producción, desde las extensas plantaciones pasando por la cosecha, el secado,
la molienda y el envasado del producto final, inmersos en un paisaje único. “El
visitante podrá realizar degustaciones de distintas variedades de mates y hay
numerosos emprendimientos gastronómicos en los que se puede probar toda la
diversidad de platos, postres y bebidas que, en esta zona, se preparan y
aderezan con yerba mate. También hay posibilidad de realizar cabalgatas,
paseos en bicicleta y caminatas por las plantaciones. Y, para pasar la noche, se
puede optar por antiguos cascos de estancias yerbateras o casas de colonos, en
los que puede compartir la vida típica de las familias rurales de nuestra región,
o bien por posadas, hoteles y fantásticos ecolodges armónicamente integrados
al entorno natural, donde la posibilidad de ser uno con el paisaje es una
realidad”, agrega.

Una joya del turismo sustentable es Tacuapí Lodge, en Misiones. Las


instalaciones son linderas al Parque Provincial Salto Encantado (ruta 14) y se
ubican a 550 metros sobre el nivel del mar. Sus 50 hectáreas de reserva
natural le permiten al turista recorrer cómodos senderos de distintas
dificultades, cascadas y puentes a lo largo de la selva, permitiendo el avistaje
de aves y el contacto con la flora y fauna local. “La diferencia más notoria
entre nuestro concepto es que nos dedicamos a la conservación y al respeto por
el entorno. El huésped siente naturalmente que es parte de un proyecto
ambiental. Les brindamos recomendaciones para la adecuada conducta del
viajero en favor del ambiente, desde no recolectar especies nativas a disminuir
los desechos que produce durante su visita”, cuenta Alejandra Pautasso.

Diversos estudios ambientales les sirvieron para determinar el modelo de uso


eco turístico ideal para impactar lo mínimo posible en el ambiente. “Frente a las
quejas de los vecinos, erradicamos de la zona las plantaciones de tabaco que se
venían realizando durante muchos años. Ellos hoy trabajan con nosotros directa
o indirectamente. Además, brindamos capacitación y entrenamiento, contamos
con un Programa de Voluntariado disponible y realizamos compras a
proveedores conscientes. También minimizamos el uso de embalajes y utilizar
biodegradables”, agrega.

En armonía

En los Esteros del Iberá, Rincón del Socorro emerge como otro gran atractivo
del turismo ecológico. Se trata de una reserva privada de 12.000 hectáreas
donde se llevan adelante diferentes proyectos de restauración y
reintroducción de especies, actividades a cargo de la fundación The
Conservation Land Trust (CLT). Con ese marco, la hostería cuenta con seis
habitaciones dentro de la casa principal y tres cabañas ubicadas en el jardín.
“Ofrecemos un servicio todo incluido, es decir que nos ocupamos de las comidas
y actividades de nuestros huéspedes, entre las que se destacan la navegación
por la laguna Iberá, safaris nocturnos, trekkings, cabalgatas. Al estar inmersos
en un lugar dedicado a la conservación, el avistaje de flora y fauna es
increíble y nos orientamos a brindar a nuestros huéspedes un mayor
entendimiento del ecosistema local y una mayor apreciación de la importancia
del rol que cumple cada uno de sus ambientes naturales y su conservación”,
cuenta Ana Laura Rodriguez Esquercia.

Con influencia en el norte argentino, el desierto de Atacama en Chile y el


altiplano boliviano, Norte Trekking ofrece hacer recorridos en 4x4 por sitios
remotos, parando para hacer algunos trekking y seguir camino. La alterativa
que propone es totalmente sustentable. “No hacemos off road, es decir,
huellas nuevas en la montaña con el vehículo que destruya la armonía del
paisaje. Toda la basura que generamos durante el viaje la regresamos a la
ciudad donde partimos”, comenta Federico Norte, quien sostiene que los
pueblos no están preparados para la disposición final de sus residuos y mucho
menos para la de los visitantes. “Tratamos de comer en los pueblos, en
comedores familiares, evitando los picnic salvo en aquellos lugares donde no
hay absolutamente nada. Es la forma de integrar el turismo a las comunidades
locales, no solo comprándoles artesanías” concluye.

Destinos clásicos con óptica sustentable

 Buenos Aires: se puede hacer turismo sustentable en plena Capital Federal. En


Palermo, la propuesta es la de un hotel ecológico, con diseño y servicio de alta
calidad. Su principal búsqueda fue y es el uso responsable y conciente de los
recursos naturales desde el mismo día que se inició su construcción e
infraestructura. Respondiendo los estándares de “hostería verde”, el objetivo
cotidiano del alojamiento es la reducción sustentable de emisiones de carbono,
reducción de gasto en energías, combustibles, agua y materias primas,
climatización e iluminación y la incorporación de techos verdes con huerta
orgánica.
 Cataratas del Iguazú. Ammanik ofrece estadía de cuatro días en Puerto Iguazú y
se visita el Parque Nacional Iguazú con un guía naturalista con quien se recorren
los circuitos tradicionales, pero con una mirada interpretativa del entorno con
paseo ecológico a bordo de balsas a remo incluido. Además, la posibilidad de
descubrir y conocer la vida de la selva a través de sus pobladores nativos, los
guaraníes, quienes aún hoy trabajan para conservar un importante remanente de
selva autóctona. El objetivo de este programa es poner en valor la función
biológica y social del ecosistema de selva, la “paranaense”, en un país donde el
avance de la frontera agro-industrial hace peligrar su persistencia.
 Bariloche: Carol Jones Cabalgatas (nieta del tejano Jarred Jones, pionero de la
zona) organiza desde 1985 cabalgatas en el extenso territorio del Parque Nacional
Nahuel Huapi. Las cabalgatas, de dos días o más, tienen lugar en la zona de
precordillera y atraviesan valles, montañas de hasta 2000 m, ríos, bosques de
lengas y ñires, estepa, donde los únicos lugares habitados son las estancias de cría
de ganado. Durante las cabalgatas largas, se hace campamento durmiendo en
carpas con el objetivo de acercarse a la vida cotidiana del hombre de campo.

o llegan, genera puestos de trabajo en todo el país e impulsa el arraigo».

Tanto el Ministerio de Turismo nacional como las provincias, el sector privado y expertos
internacionales estuvieron dialogando y presentando sus experiencias, acciones y
resultados en torno al turismo sostenible.

Un mapa de los casos argentinos que se presentaron


El Impenetrable, que se viene realizando en el recientemente inaugurado Parque
Nacional y donde destaca el modelo de desarrollo ecoturístico y la posibilidad de
cogestionar proyectos junto a las comunidades locales.

Salta habló del renovado Tren a las Nubes y su importancia para las comunidades de la
Quebrada y la Puna por las que pasa el recorrido de este atractivo turístico. San Juan, del
programa para emprendedores turísticos y el desarrollo sustentable.
En Chubut, destacan las prácticas responsables en áreas naturales protegidas y la técnica
patagónica de avistaje: actualmente es modelo para el avistaje de ballenas en otras
partes del mundo y la actividad se basa en un criterio sustentable y en pautas
conservacionistas del recurso.

En Jujuy, el megaproyecto del tren turístico de la Quebrada se está trabajando como


factor de desarrollo local sostenible: recorrerá los paisajes jujeños en plena Quebrada de
Humahuaca y serán muchas las comunidades en las que el turismo será una oportunidad
de crecimiento.

Neuquén presentó los geoparques, un potencial lugar exclusivo con sello Unesco.
Mientras que en Mendoza se está trabajando en el plan de turismo sustentable en alta
montaña, tema con el que estuvo presente en el foro. En San Luis, están el Proyecto
Ambiental Cuenca del Morro y el Complejo La Pedrera, un espacio público en Villa
Mercedes donde conviven deporte, cultura, el cuidado ambiental. En Tucumán, las
Econsendas como camino a la sustentabilidad: desde la selvática vegetación de las
Yungas hasta los pastizales de altura de las cumbres, resguardan sitios arqueológicos y
conviven con una cultura ancestral latente.

Misiones, por otro lado, compartió la experiencia que viene desarrollando en turismo rural
comunitario. Córdoba participó con ecoinnovación en hotelería, tema que también trató
la Asociación de Hoteles de Turismo, con «Hoteles más Verdes»: hay más de 80 hoteles
certificados para este programa, que requiere demostrar una gestión eficaz que reduzca
los impactos sobre el patrimonio natural y cultural de las comunidades.
Como detalle extra: el foro se hizo bajo pautas de sustentabilidad, que plantearon
reutilizar los elementos empleados en la organización y evitar el uso de papel para las
comunicaciones.

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