En la música instrumental destaca el ricercare, antecesor de la fuga, que aparece

también en este periodo. En la fuga, una idea musical, llamada sujeto, es imitada en el
tono de la dominante (respuesta). Un segundo material melódico, llamado contrasujeto,
normalmente escrito en contrapunto invertible, aparece como contrapunto. El sujeto y la
respuesta aparecen sucesivamente a lo largo de la pieza, que incluye también recursos
como los divertimentos (episodios), estrechos, nota pedal, etc.

La canzona dará lugar a la sonata, un término que en esta época posee un significado
poco definido. Las formas instrumentales provenientes de la danza se agrupan formando
suites: alemanda, gallarda, rondó, pavana, minué, sarabanda, giga, etc. La forma de aria
da capo, y en general las formas binarias, son la estructura más común en los diferentes
movimientos de la suite. Las variaciones son un recurso común también, y fueron
explotadas en pasacaglia y en la ciaccona, que a menudo usaban un basso ostinato.

Mientras que en la música camerística abundan las texturas en trío, como el trio sonata,
en la música sinfónica el género predominante en el barroco tardío será el concerto
grosso, en el que los instrumentos solistas se alternan con el tutti, que a menudo adopta
estructuras de ritornello.