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La dación en Pago

Don Luis Claro Solar, señala que la dación en pago es


el “acto en que el deudor da al acreedor, en
ejecución de la prestación a que está obligado con el
consentimiento del acreedor, una prestación distinta
de la debida”.

Agrega que hemos visto que por regla general el pago


de una obligación debe ser hecho bajo todos respectos
en conformidad “al tenor de la misma obligación”, no
pudiendo ser obligado el acreedor a recibir otra cosa
que la que se le debe aunque sea de igual o mayor
valor lo ofrecido y no pudiendo ser obligado el
deudor a entregar una cosa distinta de aquella a que
se refiera la obligación aunque sea de mayor valor
que la debida (principio de la identidad del pago).

“La dación en pago importa una convención entre


deudor y acreedor que permite al deudor liberarse y
que extingue la obligación, ejecutando una prestación
distinta a la debida”.

Se dice por otros autores que la dación en pago o


“datio in solutio” es “la entrega que el deudor hace
al acreedor que la consiente, de una cosa diversa de
la que le debe o una prestación distinta a la
prometida, con ánimo solvendi y que el acreedor
tolera”.

La dación en pago consiste según el profesor René


Abeliuk, en que “por un acuerdo entre acreedor y
deudor la obligación se cumple con un objeto distinto
al debido”, al respecto el art. 1569 inciso segundo
dispone que, "El acreedor no podrá ser obligado a
recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a
pretexto de ser de igual o mayor valor la ofrecida",
pero si bien no puede ser obligado no hay problema
para que él voluntariamente lo acepte en virtud del
principio de la “autonomía de la voluntad”.

La dación en pago implica en consecuencia, un


cumplimiento de la obligación pero no en la forma
como ella fue estipulada y consecuencialmente
extingue la obligación, es luego, un modo de
extinguir obligaciones equivalente al pago ya que el
deudor se ve liberado de su obligación y el acreedor
si no exactamente con lo debido, obtiene la
satisfacción de su crédito y es por ello que se dice
que la dación en pago es un “sustituto del pago”. Lo
que pasa es que constituye un “cumplimiento por
equivalencia voluntario de las partes”.

Al igual que en la mayoría de las legislaciones en


Chile, no se encuentra reglamentada armónicamente,
salvo en algunas disposiciones de las cuales puede
desprenderse, arts.1569 inciso segundo, 1545, etc.
Tanto doctrina como jurisprudencia aceptan
ampliamente la aplicación de la dación en pago,
aunque discrepan en cuanto a las disposiciones que
aluden a ella, por ej. arts. 2382, 1913 N°2, 1773,
2397, 2424 del Código Civil, art.125 del Código de
Comercio, art.12 de la Ley de Letras de Cambio y
Pagarés, art. 76 N2 y 245 de la Ley de Quiebras,
art. 499 y 500 del Código de Procedimiento Civil.
Naturaleza jurídica de la dación en pago

Este problema tiene importancia para determinar en


qué casos ella existe y cuáles son sus efectos, pues
a falta de reglamentación legal, si se la asimila a
otra institución se le aplicarán las normas de ésta.
Las principales doctrinas son las siguientes: 1.- se
dice que habría una compraventa entre acreedor y
deudor seguida de una compensación, 2.- otros opinan
que la dación en pago sería un caso de novación
objetiva, 3.- por otro lado se dice que es una
modalidad del pago, 4.- otras doctrinas señalan que
es un acto complejo mixto, etc.
1.- Para algunos autores en la dación en pago habría
una compraventa entre el acreedor y deudor con
respecto al objeto dado en pago

En virtud de esta compraventa el acreedor pasa a ser


deudor pues debe el precio de venta a su propio
deudor, en consecuencia, ambas partes pasan a ser
recíprocamente deudoras y acreedoras, produciéndose
la extinción de las obligaciones por “compensación”.
Críticas a esta doctrina:
a.- Jamás las partes han tenido en mente una
compraventa, sino el cumplimiento de la obligación de
un modo distinto al convenido inicialmente, no se ha
pretendido celebrar un contrato generador de derechos
y obligaciones, sino de extinguirlas.
b.- Limita la dación en pago a obligaciones
dinerarias únicas en las que habría precio para la
supuesta compraventa, si bien el legislador no limita
el ámbito de la dación en pago, no tendría por qué
limitarse a este tipo de obligaciones. Luego la
doctrina en cuestión tendría que ir variando de
posición según los casos. Así si lo debido y lo dado
en pago fuera un objeto se hablaría de permutación y
si lo dado en pago es el goce de una cosa habrá
arrendamiento y si se tratare de un hecho sería un
arrendamiento de servicios.

c.- Además se utilizan dos argumentos de texto para


rechazarla: 1).- El art.245 de la Ley de Quiebras, el
cual señala, "Si el deudor tuviere la libre
administración de sus bienes, podrá entregar desde
luego al acreedor, en pago de su obligación, los que
comprendan la cesión, apreciados de común acuerdo. Si
entre los bienes cedidos hubiere algunos de la clase
que se menciona en el inciso segundo del art.1801 del
Código Civil, el acuerdo deberá reducirse a escritura
pública", esta última exigencia sería innecesaria si
el legislador considerara a la dación en pago como
compraventa ya que no habría tenido que decirlo
expresamente. 2.- El art.1773 del Código Civil en
materia de liquidación de la sociedad conyugal, de
acuerdo a esta normativa si a la mujer se le adeuda
algo en la liquidación de la sociedad conyugal, ésta
tiene derecho a deducirlos previo a la liquidación.
No siendo suficientes los bienes sociales podrá la
mujer hacer las deducciones que le correspondan sobre
los bienes propios del marido, elegidos de común
acuerdo. No habiendo acuerdo elige el juez. Cuando la
mujer recibe bienes sociales hay adjudicación, porque
tenía un derecho preexistente sobre ellos, pero si
recibe bienes del marido, hay quienes sostienen que
habría una “dación en pago legal”. Por otro lado el
art.1796 prohibe la compraventa entre cónyuges no
divorciados perpetuamente y en cambio el art.1773
aceptaría la dación en pago a la mujer con bienes
propios del marido, sin distinguir la causal por la
cual se ha disuelto la sociedad conyugal, pues podría
no haber sido por divorcio perpetuo, y la dación en
pago valdría y la compraventa sería nula. Nuestra
jurisprudencia ha rechazado reiteradamente la
asimilación de la dación en pago a la compraventa y
es por ello que es perfectamente válida entre
cónyuges aun cuando no estén divorciados
perpetuamente. Además resulta improcedente la lesión
enorme, que sí procede en la compraventa, pero aunque
la dación en pago no sea compraventa se asemeja a
ella en cuanto ambas constituyen títulos
translaticios de dominio y se le aplican a ambas
reglas comunes como la obligación de garantía, pues
actualmente no se discute que haya obligación de
garantía frente a todo traspaso oneroso.
2.- Otros autores (Aubry, Rau, Alessandri) ven en la
dación en pago un caso de novación objetiva

Ya que en definitiva la obligación se cumplirá en


forma distinta a la estipulada. Se sostiene que en la
dación en pago hay una novación objetiva con la única
diferencia que no se contrae una obligación a
cumplirse posteriormente. El profesor Arturo
Alessandri señala que la nueva obligación sobrevive
un instante, pero la verdad es que hay una diferencia
fundamental, la novación extingue la obligación
anterior y nace una nueva obligación llamada a
cumplirse con vida jurídica propia, y en la dación en
pago no nace obligación alguna, sino que es la misma
obligación que se cumple de manera distinta a la
convenida inicialmente. En la novación hay animus
novandi y en la dación en pago el animus es solvendi.

La discusión se plantea en Chile a propósito del


art.2382 del Código Civil, ubicado en materia de
fianza, el cual señala "Si el acreedor acepta
voluntariamente del deudor principal en descargo de
la deuda un objeto distinto del que este deudor
estaba obligado a darle en pago, queda
irrevocablemente extinguida la fianza, aunque después
sobrevenga evicción del objeto". Para los partidarios
de esta doctrina el art.2382 es una aplicación del
art. 1645 del Código Civil, el cual señala que "La
novación liberta a los codeudores solidarios o
subsidiarios, que no han accedido a ella".

Los detractores de esta teoría señalan por su parte


que, si el legislador lo señaló expresamente en la
fianza es porque la dación en pago no extingue
irrevocablemente los accesorios si se produce la
evicción del objeto dado en pago, en cambio esta
extinción sí que se produce en materia de novación y
por lo tanto la solución legal distinta probaría que
la dación en pago no constituye novación.

El profesor Claro Solar, señala que en su sentido


estricto la dación en pago no importa novación,
porque no se realiza con intención de substituir a
una obligación antigua, sino simplemente de efectuar
un pago.
3.- Se dice por otros que la dación en pago es una
modalidad del pago

Ella constituye un pago con una variante por lo cual


debe considerársele una modalidad del mismo y la
consecuencia es que se regirá por las normas del
pago. La dación en pago importa un cumplimiento con
una diferencia pues es un cumplimiento por
equivalencia, y por pacto entre las partes. En la Ley
de quiebras hay un argumento de texto en favor de
esta tesis, es el art. 76 N2 el cual señala que "Son
inoponibles a la masa los siguientes actos o
contratos ejecutados o celebrados por el deudor desde
los diez días anteriores a la fecha de la cesación de
pagos y hasta el día de la declaratoria de quiebras:
N°2 todo pago de deuda vencida que no sea ejecutado
en la forma estipulada en la convención. La dación en
pago de efectos de comercio equivale a pago en
dinero".
4.- Otras doctrinas

Algunos autores como Colin y Capitant, señalan que


sería un acto complejo, debido a que tiene
características de compraventa, de novación y de
pago. Otros dicen que sería una convención onerosa de
enajenación, destacando el carácter translaticio de
la dación en pago. El profesor Abeliuk señala que la
dación en pago tiene una individualidad propia, que
es un cumplimiento de la obligación por equivalencia
libremente convenido entre acreedor y deudor.
Requisitos de la dación en pago

Son varios, a saber, una obligación preexistente, que


se cumpla con una prestación distinta a la debida,
consentimiento y capacidad de las partes, animus
solvendi, y solemnidades legales,
1.- Una obligación primitiva, la dación en pago
supone una obligación preexistente llamada a
extinguirse, sea una obligación de dar, hacer o no
hacer, sea contractual o extracontractual, sea civil
o natural.
2.- Una prestación distinta a la debida, la
obligación debe cumplirse en una forma distinta a la
debida, esto es, que en la prestación varíe un
elemento esencial con respecto a lo anteriormente
establecido, por ej. una cosa mueble o raíz en lugar
de otra, o en lugar de dinero un hecho, o un hecho
positivo o negativo en lugar de otro hecho, o de una
cosa o de dinero. Con respecto al contenido de la
prestación algunos autores ocupan un criterio amplio
y dicen que podría darse en pago un hecho o una
abstención y aun efectuarse una dación en pago sujeta
a una modalidad. La verdad es que no puede quedar
pendiente el cumplimiento de la obligación porque
entonces habría novación objetiva, pues para que haya
dación en pago la ejecución de la obligación debe ser
inmediata.
3.- Consentimiento y capacidad de las partes, es
esencial la voluntad de ambas partes, se trata de una
convención, un acto jurídico bilateral, no hay dación
en pago si el acreedor se ve obligado a aceptar (es
por ello que el profesor René Abeliuk señala que en
el caso del art.1773 del Código Civil no hay dación
en pago). Las reglas que se aplican referente a la
capacidad van a depender de la doctrina que se acoja,
si se la considera novación, el acreedor necesita
capacidad para renunciar al crédito primitivo y el
deudor necesita capacidad para contraer una nueva
obligación. Al parecer sería mejor aplicar las reglas
del pago, luego el deudor debería tener capacidad
para transferir el dominio y el acreedor para
adquirirlo. La mayoría de los autores rechaza la idea
que la dación en pago pueda hacerla un tercero
extraño sin conocimiento del deudor, aunque sí
aceptan que la haga un tercero interesado en que la
obligación se extinga. En cuanto a los mandatarios,
no será suficiente el mandato para pagar o para
recibir el pago, sino que se requiere mandato
especial “para dar en pago o para recibir en pago”.
4.- Solemnidades legales del acto, la dación en pago
en sí misma no está sujeta a solemnidad alguna, es
consensual, pero si se trata de dar una cosa es
título translaticio de dominio. Así lo ha declarado
reiteradamente la jurisprudencia, pues seguida de la
tradición, opera la adquisición del dominio por el
acreedor o de otro derecho real que se transfiera,
luego deberá en ese caso cumplir con los requisitos
del acto de que se trate. Por lo que sí se trata de
bienes raíces o de derechos reales constituidos en
ellos, deberá otorgarse la inscripción respectiva,
única manera de que pueda efectuarse la tradición.
5.- Animus solvendi, esto es lo que caracteriza a la
dación en pago, la intención de las partes de
solucionar, extinguir la obligación preexistente, y
en esto se la diferencia de los contratos reales que
se perfeccionan con la entrega de la cosa y tienen
por objeto crear obligaciones, la intención de las
partes es la que determinará el efecto extintivo. Con
respecto a la dación en pago de un crédito, hay que
indagar cuál es la intención de las partes, pues si
la intención de ellas es no dar por extinguida la
obligación mientras el crédito no sea efectivamente
pagado, no habrá dación en pago sino que novación
objetiva.

Efectos de la dación en pago

Como ella equivale al cumplimiento, produce los


efectos propios de éste, (tanto si la asimilamos a
una compraventa o permutación como si la asimilamos a
una novación o si creemos que es una modalidad del
pago): extingue la obligación y sus accesorios. Si la
dación es parcial subsiste la obligación en parte, en
la forma establecida anteriormente a menos que las
partes dispongan otra cosa.
Pero, ¿qué sucede cuando el acreedor sufre evicción
del objeto recibido en pago?

Es decir, cuando aparece un tercero reivindicando el


objeto dado en pago sobre un derecho anterior a la
dación y obtiene en el pleito. Se ha dicho que ello
no afectará a la dación pues los actos sobre bienes
ajenos no son nulos sino sólo inoponibles al
verdadero dueño, pero ¿qué responsabilidad tiene el
dador en pago con respecto al acreedor evicto?

Hemos dicho que actualmente no hay duda, en doctrina,


que en todo traspaso oneroso existe obligación de
garantía y que se aplican por analogía las normas
dadas por el legislador en materia de compraventa (lo
que no implica asimilar la dación en pago a la
compraventa). Luego en virtud de la acción de
garantía el acreedor reclamará las indemnizaciones
correspondientes contra el deudor que dio en pago una
cosa ajena, pero luego surge el siguiente problema:
¿qué ocurre con la obligación primitiva, ella renace
o no? Esto es, ¿podrá el acreedor evicto no sólo
ejercer acción de garantía sino que también la de la
obligación primitiva que se había dado por extinguida
mediante la dación en pago?

Esto tiene especial importancia en relación a las


garantías y accesorios que puedan haber accedido a
ella, el Código solucionó expresamente el problema en
materia de fianza, la cual no renace si el acreedor
es evicto de la cosa dada en pago (art.2382), pero
¿qué ocurre con los demás accesorios?

Aquí cobra relevancia determinar la naturaleza


jurídica de la dación pues si pensamos que es
novación, no renacería pues hubo una obligación
anterior que se dio por completamente extinguida para
dar paso a una nueva obligación, y si pensamos que es
una modalidad del pago, la obligación primitiva
renace pues según el art.1575 el pago no es eficaz si
quien lo hace no es dueño de la cosa pagada.
Apuntes preparados por las profesoras Ximena Moreno
Concha y Cecilia Orellana Alfaro.

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