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2 DE NOVIEMBRE DIA DE LOS DIFUNTOS

Cada 2 de noviembre en
Ecuador las calles
cercanas a cementerios
se inundan de cruces,
coronas, estampas y
flores; para recordar a
nuestros seres queridos
que han partido a la vida
eterna. Este día es un
masivo encuentro entre
quienes rezan y aquellos
que se marcharon al
inevitable encuentro con
la muerte. A pesar de ser una fecha muy difundida entre toda la sociedad,
es especialmente importante para los pueblos indígenas Quichua.

La fe y la religión son elementos que toman vida en estas fechas, personas


restaurando y decorando tumbas son algunas imágenes cotidianas en los
cementerios. Cada 2 de noviembre además genera otro aspecto de orden
culinario: la elaboración de la colada morada, preparada en base de frutas
y hiervas, acompañada de las tradicionales guaguas de pan, una
preparación laboriosa que por tradición une a la familia ecuatoriana.

¿Cómo se celebra el día de los difuntos en Ecuador?

Por más de 400 años, ritos católicos y andinos se han fusionado para dar
vida a esta particular celebración. Las tradiciones, que vienen de los
abuelos de nuestros abuelos, dictan que las familias deben reunirse en el
cementerio con las ofertas de comida para recordar a nuestros seres
queridos.

Personas arreglando las tumbas de sus seres queridosen el día de los


difuntos

Normalmente las personas acuden desde el 1 de noviembre al cementerio


para limpiar, pintar y arreglar la tumba de sus seres queridos, para
recordarlos, ofrecerles una oración, un cántico o una flor.

Algunos alimentos ceremoniales incluyen colada morada, que se consume


con guagua de pan, hecho a base de harina de trigo. Además en algunas
regiones, la comida favorita del difunto es traída para ser compartida por
todos, y así homenajear a quienes ya no pueden disfrutarla en vida.

En los alrededores de los cementerios se ubican las tradicionales


vendedoras de flores, tarjetas y puestos de comida típica como la colada
morada y las guaguas de pan.
3 de Noviembre - Independencia de Cuenca
Los patriotas cuencanos
recibieron la noticia de que
Guayaquil alcanzó la
independencia el 9 de octubre
de 1820. Este hecho les
impulso a preparar un plan
para reunir un Cabildo Abierto
y jurar en él, la Independencia
de Cuenca.

Cuenca alcanzó la
independencia el 3 de
noviembre de 1820
Las primeras iniciativas tomadas por Tomás Ordóñez, quien fuera teniente
de infantería , fallaron cuando un grupo de patriotas fue reprimido en la
Plaza Central. Luego de fracasar en este primer intento los patriotas
decidieron conversar directamente con la principal autoridad de la cuidad,
el gobernador de la provincia de Cuenca, Antonio Díaz Cruzado,
manifestándole que como Guayaquil había obtenido ya la independencia,
la de Cuenca sería un hecho en los días próximos, a lo cual el gobernador
accedió apoyando a los patriotas. Sin embargo, momentos antes de
entregar el cuartel o Plaza, su pacto fue descubierto y no se lo pudo
concretar. El Gobernador Díaz fue llevado preso a Quito.

Con la ausencia del Gobernador, debió asumir sus funciones el alcalde


constitucional José María Vázquez de Noboa, quien vino a facilitar de
sobremanera la causa, ya que él era a su vez Jefe de los Patriotas.

3 de Noviembre de 1820

Los patriotas idearon un plan para abastecerse de armas, el mismo que


fue ejecutado el 3 de noviembre de 1820 y consistió en desarmar a la
escolta militar. Ya con las pocas armas en su poder y comandados por
Tomás Ordóñez, los patriotas se atrincheraron en la Plaza de San
Sebastián junto con gran cantidad de habitantes que los apoyaba y de
esta manera proclamaron la libertad e independencia de la provincia de
Cuenca. Los españoles por su lado se replegaron con todas sus municiones
en los alrededores para tratar de vencer a los “rebeldes”.

Al día siguiente, 4 de noviembre, las autoridades y realistas españoles


viéndose aislados y sin apoyo público deciden entregar las armas a los
patriotas y el gobierno a la revolución. Los triunfantes patriotas
emprendieron camino hacia la Plaza Central en medio de vítores, gritos y
aclamaciones de libertad. Ingresaron por la calle, hoy llamada Juan
Jaramillo, y que antes, debido a este acontecimiento, se la denominó calle
de La Victoria.

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