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EL TRASPLANTE DE HÍGADO INFANTIL: TODO LO QUE USTED NECESITA SABER

11 Apr 2019 05.48PM

Entérate de todo lo relativo al trasplante de hígado infantil, las causas que lo provocan, el
diagnóstico, el proceso y más, de la mano de dos especialistas, el doctor Pedro Rivas V., fundador
de Fundahígado América y la doctora Mercedes Martínez, profesora de la Escuela de Medicina
de la Universidad de Columbia en Nueva York, en este interesante webinar creado
especialmente para ti.

La doctora Mercedes Martínez, profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad


de Columbia en Nueva York y directora de trasplante intestinal en dicho programa y el doctor
Pedro Rivas V., presidente y fundador de Fundahigado América, estuvieron conversando a través
de video llamada, sobre el trasplante de hígado en niños, labor que la fundación viene llevando a
cabo en Latinoamérica y el Caribe desde hace varios años.

El primer punto que abordaron fue sobre las razones que pueden acarrear un trasplante de
hígado a un niño, siendo la primera causa la atresia biliar, enfermedad de etiología desconocida,
que consiste en el mal desarrollo de los conductos biliares del hígado, resultando en la
obstrucción del flujo de bilis a la vesícula.

La doctora Martínez especificó los signos que indican a los padres que deben acudir a un
hepatólogo:

-Tono amarillento en la piel y ojos del niño, que persiste luego de las dos semanas de nacido.

-Heces de color muy claro, casi beige.

-Orina muy oscura.

Las enfermedades metabólicas son otras de las razones por las que un niño puede necesitar un
trasplante hepático. Se trata de un compendio de padecimientos en los que al hígado le faltan
enzimas para metabolizar los alimentos que el pequeño consume.

La tercera razón son las enfermedades colestásicas, que presentan los mismos síntomas que la
atresia biliar, pero a diferencia de esta última, en ellas se conoce su origen. Señaló la doctora que
la causa de las mismas es una mutación genética.
En las enfermedades colestásicas progresivas, uno de los padres transmite el gen al niño. En
otros casos el gen muta por sí solo, lo que llaman una mutación nueva; y hay una tercera clase,
las enfermedades intra hepáticas recesivas, en las que los dos padres son portadores de la
mutación y se la transfieren al niño.

En el caso de las enfermedades intra hepáticas recesivas, continuó la doctora Martínez, existen
tres tipos:

-La tipo 1. Se caracteriza por estar generalizada en el cuerpo, provoca problemas de crecimiento,
pulmonares, pancreáticos y de entendimiento. Se puede trasplantar el hígado, pero los otros
problemas sistémicos se mantendrán.

-La tipo 2. Está limitada al hígado. Puede ocasionar cirrosis y carcinoma hepatocelular. A
diferencia de la Tipo 1, una vez trasplantado el hígado, el paciente se cura por completo.

-La tipo 3. Se manifiesta durante la adolescencia y la adultez, y es de curso más benigno que las
anteriores.

La cuarta causa son los tumores hepáticos benignos y malignos. En este punto la perito aclaró
que la primera clase de tumores anteriormente mencionados, son llamados así porque resultan
“benignos” para el hígado, pero generan problemas cardíacos porque por lo general son de tipo
vascular. Pueden requerir trasplante hepático muy temprano en la vida (entre los dos y los tres
primeros meses de nacido el bebé).

Los hepatoblastomas (un tipo de tumor maligno) solo se manifiestan en niños menores de 4
años. Su progresión es rápida y uno de sus síntomas es la distensión del abdomen del infante.
Requieren atención multidisciplinaria y son tratados de entrada con quimioterapia; de no
responder favorablemente a la misma, es necesario el trasplante.

Otro tipo de tumor maligno es el carcinoma hepatocelular, mucho menos frecuente que los
anteriores. Suele ser de origen metabólico y existen a su vez 2 tipos: uno que deviene de una
cirrosis producto de una hepatitis C o de vías biliares obstruidas, y otro llamado hepatoma
fibrolamelar, que se presenta en menores de 5 a 15 años de edad que toda su vida han tenido un
hígado completamente saludable y de repente se ven afectados por el crecimiento de una masa
muy grande que no responde a la quimioterapia, por lo que el trasplante se convierte en la única
solución de no poderse extraer.
El fallo hepático agudo, provocado por una hepatitis A o por la ingesta excesiva de acetaminofén,
también puede hacer que el trasplante de hígado sea necesario.

Cómo se decide qué paciente pediátrico es prioridad a la hora de un trasplante hepático.

El doctor Pedro Rivas V. comentó que existen dos scores basados en la sumatoria de un
algoritmo que consta de 3 variables cuantitativas, que son la bilirrubina, el factor de coagulación
en sangre y la albúmina.

Las dos primeras variables se usan en el algoritmo llamado Mell, aplicado a todas las personas
mayores de 12 años, y sirven para determinar la función hepática inmediata.

Ahora bien, las tres variables son usadas en el algoritmo Pell, aplicado a los menores de 12 años,
pues además de determinar la función hepática, también se debe calcular el grado de nutrición
de su organismo, lo cual se hace por medio de la albúmina.

Existen otras variables de tipo cualitativo que básicamente son observadas como complicaciones
de la enfermedad, apuntó el doctor Pedro Rivas V., que son las hemorragias digestivas, la
encefalopatía, el prurito y el retardo del crecimiento.

Evaluación: determinando al candidato.

La evaluación consiste en un proceso informativo en el que los doctores determinan las


indicaciones del trasplante, confirmando su necesidad.

Además se descartan las posibles contraindicaciones que podrían hacer que el procedimiento
sea inconveniente para el paciente y se evalúa también el factor social, familiar y económico del
niño.
Esto último es debido a que luego del trasplante se deben afrontar gastos que son de por vida,
como la toma de ciertos medicamentos, la alimentación específica, la higiene, la asistencia a
consulta y la capacidad y tiempo con el que cuentan los padres para atender las necesidades de
un niño trasplantado.

La doctora Mercedes apuntó que el trasplante de hígado es un procedimiento que convierte una
enfermedad aguda y letal, en una crónica que se puede controlar, mejorando la calidad de vida
del paciente y en el caso de los niños alargando su expectativa exponencialmente siempre y
cuando el factor social sea positivo, por eso es tan importante esta variable a la hora de la
evaluación.

Posibles complicaciones luego del trasplante.

La doctora las dividió en dos grupos: las complicaciones agudas, que se presentan de 2 a 3
semanas luego de realizado el trasplante y son típicas de cualquier procedimiento quirúrgico,
como el sangrado intestinal, las infecciones y los problemas vasculares propios del trasplante
hepático, como por ejemplo las fugas biliares. Estas complicaciones agudas son llamadas
también inmediatas o a corto plazo, pero existen otras que pueden surgir a mediano y largo
plazo y las más importantes en este grupo son las producidas por infecciones virales que se
manifiestan luego de las 3 o 4 semanas de la operación y a las que hay que tenerles especial
atención porque con los inmunosupresores el organismo no cuenta con las defensas necesarias
para afrontarlas y el tratamiento se dificulta.

Resultados: éxitos palpables.

Sobre los resultados del programa de trasplante, la doctora Mercedes se remitió a pruebas
fácticas basadas en estadísticas: la sobrevivencia a un año de la operación está por encima del
90%; a los cinco años es de 85%.

El producto final de todo este esfuerzo conjunto son niños que pueden llevar un vida normal y
llegar a ser adultos capaces de formar su propia familia. Concluyó la doctora Mercedes que los
resultados son extraordinarios.
Lisayde de Jesús Santamaría

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