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Órganos legislativos utilizan estos comités cuando quieren un grupo temporal para centrarse en
un tema en particular y formular recomendaciones legislativas. Suelen ser vástagos de comités
permanentes y tendrá sus resultados a la Comisión más grande por lo que puede abordar la
cuestión en el piso. Por ejemplo, si un legislador tiene una Comisión de empleo y derechos
laborales, podría formar un Comité ad hoc para analizar el empleo de personas con discapacidad
como parte de un esfuerzo del gobierno para promover las oportunidades para personas con
discapacidad.
Recursos disponibles para un Comité ad hoc pueden variar. Algunos tienen financiamiento
substancial y pueden recurrir a expertos externos y fuentes de información para lograr sus
objetivos. Otros no pueden tener bases de grandes recursos para aprovechar y podrían ser más
limitados en alcance. Las organizaciones caritativas a menudo limitan fondos a los comités
temporales para evitar la creación de un drenaje en sus finanzas. Comités podrán solicitar
subvenciones o financiación de fuentes externas para compensar los déficit de financiación.
El poder de una Comisión ad hoc también es variable. Un Comité que tenga la capacidad de fijar
normas, desarrollar un marco para la aplicación y adoptar otras medidas concretas. En otros casos,
sólo puede hacer recomendaciones a un Comité u organización mayor. El cuerpo más grande
decidirá qué acciones a tomar, en su caso, después de considerar presentaciones e informes de la
Comisión. Procedimientos pueden ser abierto o cerrado. Algunos comités prefieren trabajar a
puerta cerrada para centrarse en temas complejos y desarrollar un informe exhaustivo pulido para
el público. Otros pueden estar abiertos y podrían bienvenida testimonio público y la entrada ya
que trabajan sobre un tema de interés e importancia.