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Piel Seca
Piel Seca
Piel seca.
La piel seca, es aquella que se identifica por su falta de lípidos, agua... o ambas cosas. Se distingue
por su tacto áspero ya que la principal causa de que exista es por su falta de oleosidad.
La edad: A medida que vas envejeciendo, la piel se hace más delgada y va perdiendo su
capacidad para retener agua. También se reduce su producción natural de grasa,
provocando que tanto tu cuerpo como tu cara estén más secos.
Las hormonas: Cuando los niveles hormonales se desequilibran a causa: del estrés, el
embarazo o la menopausia, aumentan las posibilidades de desarrollar una piel seca.
Los factores ambientales: Si hay poca humedad en el aire (por la calefacción, por ejemplo),
la hidratación de tu piel se ve afectada.
Los radicales libres también son culpables, al agredir la barrera protectora de la piel.
Hacen que sea más difícil mantener un cutis bien hidratado y aceleran su envejecimiento,
provocando la aparición de arrugas y líneas de expresión. Los radicales libres pueden
provenir de la exposición a la contaminación y a los rayos solares, así como del humo del
tabaco.
La dieta: Los ácidos grasos esenciales (como el omega 3 y el omega 6) potencian el proceso
natural de la piel de producción de grasa y mantienen las células en buen estado. La piel
seca puede tener su causa en un déficit de estos nutrientes.
La piel seca, es un problema para nuestro diario vivir, ya que ésta hace que se vea tu rostro
apagado, grisáceo y con residuos en la piel. La solución es tener un cuidado adecuado, que nos
proteja de sus causas y las minimicen; para que se vea sana y deje de ser un problema.
CUERPO
Si cuidas bien tu piel, eliminarás y reducirás los efectos de este tipo de piel, convirtiéndola en un
piel sana e hidratada, y podrás observar cambios radicales en: la sensación, el aspecto y el
acabado del maquillaje y así podremos evitar las temidas arrugas.
Hoy aprenderás a tener todas las ventajas del cuidado de una piel seca, y tener el acabado
deseado en tu rostro. Para obtener estos resultados debes cuidar tu rostro de una manera
eficiente, e humectarlo mucho. La humectación es la clave.
Recuerda que para que esta rutina funcione debes tomar mucha agua, porque el cuidado también
es interno. Y así veras un cambio radical en tu piel.