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El gobierno destaco que la clave de eta ley es que obliga a fabricantes e importadores de seis

productos prioritarios a recuperar un porcentaje de sus productos una vez que terminan su
vida útil es decir cuando se transforman en residuos .Ese porcentaje será fijado anualmente
por el ministerio del medio ambiente y si no se cumplen esas mentas se exponen a multas de
10 UIT.

¿Qué es la Ley de Reciclaje?

Es un instrumento económico de gestión de residuos que obliga a los fabricantes de


ciertos productos, a organizar y financiar la gestión de los residuos derivados de sus
productos.

¿Por qué es necesaria esta Ley para Chile?

Porque desde el punto de vista ambiental, la disposición final de basura en vertederos o


rellenos sanitarios, no es la mejor alternativa y por ello es necesario redefinir el enfoque
de la gestión de los residuos en nuestro país. De esta manera, la norma se enfoca en la
prevención y la valorización de los residuos, en todos sus aspectos.

¿Qué establece para ello la norma?


Que todos los productores o importadores de “productos prioritarios” deben hacerse
cargo de los bienes, una vez que terminan su vida útil. Es decir, estos productos
“inservibles” deben volver a las industrias donde fueron fabricados, o a las bodegas donde
comenzó su distribución. Para esto, la ley establece metas de recolección y valorización
diferenciadas por producto.
¿Cuáles son los productos prioritarios?

Son seis:

 Aceites lubricantes,
 Aparatos eléctricos y electrónicos
 Baterías
 Pilas
 Envases y embalajes
 Neumáticos.

¿Por qué estos son productos prioritarios?

Porque son de consumo masivo, de volumen significativo, la mayoría (tres de ellos) son
residuos peligrosos, son factibles de valorizar y se puede generar una regulación
comparada con ellos.
¿Qué regula el proyecto?

Crea la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), reconoce legislación sanitaria


existente en materia de gestión de residuos y establece nuevas competencias al Ministerio
para la gestión de residuos:

 Certificación, rotulación y etiquetado.


 Sistema de depósito y reembolso.
 Ecodiseño.
 Mecanismos de separación en origen y recolección selectiva.
 Mecanismos para manejo ambientalmente racional de residuos.
 Mecanismos para prevenir la generación de residuos.

¿Qué actores considera la Ley?

A los empresarios y fabricantes, a los consumidores de productos prioritarios y a los


gestores de residuos de productos prioritarios, que son las empresas, los municipios y los
recicladores de base.
¿Cuáles serán las principales obligaciones de quienes producen y/o importan los
productos prioritarios?
 Registrarse en un catastro público de empresarios y/o fabricantes.

 Organizar y financiar la recolección y tratamiento de productos recolectados a través


de un sistema de gestión.
 Asegurar que el tratamiento de esos residuos se realice por personas autorizadas.
 Cumplir las metas de recolección y de valorización de estos productos.

¿Cuál será la obligación del consumidor de producto prioritario?

Separar y entregar el residuo de un producto prioritario a un gestor de este producto,


contratado por un sistema de gestión.

¿Cuáles serán las obligaciones de los generadores base?

Principalmente, estar autorizados para el manejo de residuos y declarar -al menos- la


naturaleza, volumen o cantidad, costos, origen, tratamiento y destino de los residuos, a
través de un “Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes”, según la
normativa vigente.

¿Qué beneficios y obligaciones obtendrán los recicladores de base?


Contarán con una definición especial que les reconocerá como gestores para la Ley de
Fomento al Reciclaje. Además, tendrán la obligación de registrarse para participar en la
iniciativa por cinco años y, la necesidad de certificarse en el marco del Sistema Nacional
de Certificación de Competencias Laborales.

¿Qué rol tendrán los municipios?

Desde los municipios se podrán celebrar convenios con sistemas de gestión y con
recicladores de base. La Ley les permitirá pronunciarse sobre solicitudes de permiso para
establecer la instalación y/u operación, de sitios de recepción y almacenamiento de
productos. Además, tendrán la obligación de separar los residuos en origen, cuando así lo
determina el Decreto Supremo. También, promoverán la educación ambiental sobre
prevención y valorización, diseñarán e implementarán estrategias de comunicación,
sensibilización y medidas de prevención.

¿Qué obligaciones tendrá el MMA al implementar la Ley?

Principalmente deberá dictar un reglamento que fije el procedimiento para dictar decretos
de metas, implementará y gestionará un sistema de registro y plataforma de información.
También, deberá revisar y autorizar planes de gestión, diseñar e implementar programas
de educación ambiental, fiscalizar a través de la Superintendencia de Medio Ambiente,
entre otras materias.

¿Qué multas contemplan las sanciones?

Se otorga competencia a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) para fiscalizar


y sancionar infracciones en esta materia que incluyen multas y amonestaciones por
escrito.

¿Qué montos contempla el presupuesto de la norma?


El presupuesto contempla 6 Mil Millones 113.340 pesos (M$6.113.340) en régimen
(unos 8.7 millones de dólares).
En su quinto año, contempla M$3.962.990 (cerca de 4 Mil Millones de pesos) para
gastos de operación (personal, bienes y servicios), M$2.100.000 (más de 2 Mil Millones
de pesos) para el Fondo de Reciclaje y M$50.350 (50 Millones de pesos) para gastos
transitorios.
Los desafíos que tendrán las empresas ante la
nueva Ley de Reciclaje
En junio de este año entrará en vigencia la Ley de Fomento al
Reciclaje, conocida también como la Responsabilidad Extendida
del Productor (REP). Organizaciones ecologistas y expertos
analizan las claves para entender su impacto en el mercado
chileno del reciclaje.
Rodrigo Barrera
Sábado 18 de marzo 2017 14:53 hrs.
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La Ley de Fomento al Reciclaje promulgada por la Presidenta Michelle Bachelet


en mayo de 2016, que será implementada en junio de este año, será un desafío
importante para las empresas o importadores, quienes deberán hacerse cargo de
los bienes producidos una vez que terminen su vida útil.

La normativa establece que una lista definida como productos “inservibles” -


aceites lubricantes, aparatos electrónicos, baterías, pilas, revistas, diarios,
envases, embalajes, medicamentos, neumáticos, vehículos y plaguicidas- deberán
volver a las industrias donde fueron fabricados o a las bodegas donde comenzó
su distribución.

Además de valorar la ley, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, indicó


que los precios de estos productos aumentarán, ya que las empresas no asumirán
los costos, traspasándolos directamente al consumidor: “Ellos deben presentar un
plan de recuperación, puede llevarlo adelante una empresa en particular o, por
ejemplo, todas las empresas que importan neumáticos en conjunto pueden hacer
un sistema de reciclaje, compañías que van a ponerle un sobrecosto de 300 pesos,
mil o dos mil pesos con el objeto de que el mismo consumidor pague lo que
significa el reciclaje”, detalló.

Sara Larraín valoró igualmente el rol que tendrán que jugar los actuales
recicladores informales, que con la ley deberán ser normalizados y trabajarán en
conjunto con los municipios, que a su vez contarán con un fondo económico
exclusivo destinado a transporte de productos “inservibles”.

Para la directora de la Fundación Terram, Flavia Liberona, el punto de conflicto


será la exportación de residuos por parte de empresas que buscarían de esta
forma ahorrarse los costos del proceso. En ese sentido, precisó que el caso más
posible será el de las baterías en desuso, donde incluso se podrían violar acuerdos
como el Convenio de Basilea: “Tiene que ver con el movimiento trasfronterizo
de residuos peligrosos y eso nos puso en alerta, porque nosotros encontramos que
este reglamento violaba el Convenio de Basilea, suscrito y ratificado por Chile”,
subrayó.
La norma internacional, a la que Chile está adscrito mediante decreto del
ministerio de Salud, señala que “se prohíbe el movimiento transfronterizo de
baterías de plomo usadas desde Chile a terceros países, en tanto existan en el país
instalaciones con capacidad para procesar estos residuos peligrosos”.

Según Raimundo Bordagorry, investigador del Centro de Energía de la


Universidad Diego Portales, la implementación de la ley significará un avance,
además de un negocio para empresas que se dedicarán exclusivamente a procesar
desechos. Sin embargo, puso en duda la capacidad fiscalizadora del Estado para
que las compañías cumplan con la tarea que los obliga la normativa: “La parte
fiscalizadora es compleja y eso yo lo he visto durante los últimos 20 años en
diferentes industrias, donde muchas se arriesgan a que no las revisen o pagan la
multa, infracción que con la ley puede incluso incurrir en cierre temporal o
definitivo de la empresa, así que es un desafío para las compañías en el país,
sobre la base de un problema nacional, ya que no tenemos vertederos adecuados.
En Santiago existe un colapso, los niveles de reciclaje de la población son muy
bajos. Comparado a países con similar ingreso, estamos muy lejos de tener una
solución al tema de los desechos”, sentenció.

Según cifras del ministerio de Medio Ambiente, en nuestro país se recicla menos
del diez por ciento de los residuos domiciliarios y se producen cerca de 17
millones de toneladas de residuos cada año, de los cuales cerca de siete millones
de toneladas corresponden a residuos domiciliarios. Esto implica que la tasa de
generación de residuos es de poco más de un kilo diario por habitante, la que
además crece cada año.

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