Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Se calcula que incluye unas 2.000 palabras de uso común y otras 5.000 que casi no se
utilizan pero que se entienden. Se caracteriza por:
Abundancia de adjetivos.
Hacer énfasis en cantidades imprecisas (muchísimos) o exageraciones (hacer más
calor que en un horno).
Uso de metáforas (anoche cayó rendida).
Abundancia de oraciones incompletas (si tú supieras…).
Uso frecuente de refranes y proverbios.
Predomina la función apelativa del lenguaje.
Lengua vulgar
Es el lenguaje utilizado por personas de un bajo nivel de instrucción o con un vocabulario
escaso. Por esta razón, se utilizan gestos para complementar el sentido del mensaje.
Es un tipo de lenguaje que no se adapta a las situaciones. Es muy común de las jergas, o
tipo de lenguajes circunscrito a determinadas profesiones, oficios, deportes, etc..
Se caracteriza por:
Desconexión de la situación comunicacional.
Abuso de expresiones locales o regionales.
Uso de oraciones cortas.
Abuso de muletillas.
Uso de palabras incorrectas o incompletas.
Inversión de los pronombres personales.
Uso de obscenidades para describir la mayoría de las situaciones.
Ausencia de un orden lógico.
Uso de vulgarismos y barbarismos.
Abundancia de errores fonéticos, sintácticos y léxicos.
NIVEL ESTÁNDAR
Al hablar de nivel estándar se habla de un dialecto que se utiliza en un territorio
determinado. Se concibe una forma de hablar y escribir como correcta, y se rechazan otras
formas de hacerlo.
Se trata de una lengua común a muchos individuos, pero con normas ortográficas
específicas.
NIVEL COLOQUIAL
Es un nivel del lenguaje que se usa en ambientes de suma confianza para el hablante como
en su entorno familiar, comunitario o de amistades muy cercanas.
Es el nivel más hablado por las personas en el mundo, independientemente de su idioma.
En el lenguaje coloquial se relaja la fonética y se cuida menos la sintaxis.
Se caracteriza por:
Es de uso común y regular en la cotidianidad de la mayoría de las personas.
Es espontáneo.
Admite algunas incorrecciones.
Está colmado de expresiones afectivas, sensitivas y expresivas.
Incluye interjecciones y frases hechas.
Uso de repeticiones.
Uso de diminutivos, aumentativos y despectivos.
Admite improvisaciones
Es efímero.
NIVEL SUPERESTÁNDAR
Es un nivel que no es común para muchos hablantes. Se subdivide los lenguajes culto,
técnico y científico:
NIVEL CULTO
El nivel culto del lenguaje es uno con mucho apego a las normas gramaticales y fonéticas
de una lengua.
Es hablado normalmente por las personas más instruidas de la sociedad o en situaciones
de carácter tan formal que no admite errores, como una clase magistral o una conferencia,
por ejemplo.
Esta lengua otorga cohesión y unidad a un idioma. Es normal encontrar este tipo de
lenguaje en exposiciones científicas, humanísticas y en trabajos literarios.
Se caracteriza por:
Riqueza de vocabulario.
Precisión.
Dicción clara y entonación moderada.
Orden lógico de las ideas.
Tiempos verbales adecuados y precisos.
Abundancia de cultismos (palabras en griego o en latín).
Se cuida la pronunciación en el lenguaje oral.
La sintaxis y la gramática son impecables.
NIVEL CIENTÍFICO-TÉCNICO
Se trata de un lenguaje utilizado para hablar o escribir en un campo específico de la
ciencia o la cultura.
Responde a las exigencias de cada disciplina científica y su uso es una convención. Sus
rasgos se definen por el uso y se basan en el léxico.
Su característica fundamental es que es compartido por la comunidad que lo usa, casi de
forma exclusiva. No obstante, algunos términos se popularizan.
También se caracteriza por:
Ser objetivo.
Ser preciso.
Tener orden lógico.
Apelar a la función referencial del lenguaje.
Poseer un sistema de símbolos propio.
Uso de helenismos, anglicismos y acrónimos.
PARÁFRASIS
La paráfrasis (derivado del latín paraphrasis del griego
παράφρασις,—(παρά-) para junto a; (φρασις) phrasis
dicción, expresión— significa "forma adicional de
expresión"). (coloquialmente parafraseo) es la
explicación con palabras propias, del contenido de un
texto para aclarar y facilitar la asimilación de la
información contenida en ese texto.
La paráfrasis consiste en decir, con palabras más sencillas y con menos tecnicismos, las
ideas propias obtenidas de un texto predeterminado. Así, se facilita su comprensión, ya
que se expresa la información original extraída de una forma diferente, bajo el mismo
código de comunicación. La paráfrasis es también una forma rápida y sencilla de adquirir
conocimientos ya que parafrasear un texto facilita el recordar lo leído.[cita requerida]
Ejemplos de paráfrasis
Texto original
"La iglesia estaba ya vacía. Dos hombres esperaban ya en la puerta a Pedro Páramo, quien
se juntó con ellos y juntos siguieron el féretro que aguardaba descansando encima de los
hombros de cuatro caporales de la Media Luna."
Paráfrasis mecánica:
"El templo había sido ya desocupado. Un par de hombres aguardaban ya en la entrada a
Pedro Páramo, que se unió a ellos y en compañía siguieron el ataúd que esperaba
descansando en los hombros de cuatro capataces de la Media Luna."
Paráfrasis constructiva:
"La iglesia ya estaba vacía. En la puerta dos hombres esperaban a Pedro Páramo; los tres
siguieron el féretro que descansaba sobre los hombros de cuatro caporales de la Media
Luna."
LAS PALABRAS SEGÚN SU SIGNIFICADO
Las palabras se clasifican en sinónimas, antónimas, homófonas, homónimas y parónimas,
según el significado que encierran. Con un poco de práctica, vamos a dominarlas. ¿Te
parece?
Significan lo mismo. Ejemplos:
boda y matrimonio
valioso y preciado
volver y regresar
Las palabras antónimas
Significan lo opuesto. Ejemplos:
boda y divorcio
valioso e insignificante
volver y partir
Las palabras homófonas
Se pronuncian igual, se parecen en su escritura, pero significan cosas diferentes.
Ejemplos:
alhambra (palacio) - alambra (de alambrar, colocar alambres)
abrazar (rodear con el brazo) - abrasar (quemar)
bello (bonito) - vello (pelo)
Las palabras homónimas
Se pronuncian igual y se escriben igual. Pero significan cosas diferentes. Ejemplos:
banco (entidad financiera) - banco (asiento)
vela (de embarcación) - vela (para alumbrar)
esposa (cónyuge) - esposa (manillas)
Las palabras parónimas
Se parecen en su escritura, pero significan cosas diferentes. Ejemplos:
apto (idóneo) - acto (celebración)
diferencia (distinto) - deferencia (cortesía)
espiar (acechar) - expiar (borrar las culpas)
ANALOGÍAS ENTRE PALABRAS
Se conoce como analogía a un fenómeno de la lengua castellana que establece algún tipo
de semejanza entre dos cosas, hechos o conceptos.
Podemos definir la analogía como lo que esta al revés, pues su etimología deriva del
griego “ana” y equivaldría a “al revés” y “logia” que se traduciría como letra.
Se aplica a las semejanzas que tienen una misma cosa, hecho o concepto, y se pueden
utilizar haciendo alusión a la posición, la función o coincidencia
En términos lingüísticos, las analogías son aquellas palabras que desempeñan una misma
función, se pueden crear nuevos vocablos o modificar los ya existentes como los
pretéritos tuve, estuve, anduve creados con analogía con hube.
Se pueden separar las analogías en varios tipos:
• Sinónimos
• Antónimos
• Elemento
• Conjunto
• Género
• Especie
• Causa-efecto
• Acción; entre otras.
Otros ejemplos:
1. Prender la luz = prender el foco
2. Escribir un artículo = Escritor de textos
3. Tormenta = Lluvia fuerte
4. Dormir = descansar
5. Comer = engullir
6. Robar = hurtar
7. Escapar = huir
8. Idealizar = Imaginar
9. Comida = Alimento
10. Muestra = Ejemplo
11. Ruido = Sonido
12. Sofoco = Calor
13. Miedo = Temor
14. Saqueador = ladrón
15. Luz = visión
16. Trabajo = remuneración
17. Golpe = dolor
18. Chofer = conductor
19. Lector = libro
20. Vendedor = tienda
21. Construcción = obrero
22. Diseño = ingeniero
23. Abogado = Litigio
24. Guitarra = sonido
25. Sonido = música
PREFIJOS Y SUFIJOS
Prefijos
Para explicar qué son los prefijos y los sufijos con
ejemplos claros, comenzaremos por hablar
detenidamente de los primeros. La prefijación es
el mecanismo de formación de palabras que
consiste en anteponer un afijo a la raíz de una
palabra. Este afijo recibe el nombre de prefijo.
Estrictamente hablando, los prefijos como tal no pueden ser considerados como palabras
propiamente dichas, puesto que en sí mismos no poseen un significado completo sino
que, al unirse a una palabra ya existente en el sistema lingüístico español, dan lugar a la
creación de un nuevo vocablo.
Ejemplos de prefijos
Algunos de los prefijos más comunes en español son los siguientes:
"A-/ An-": amoral, apolítico, asimétrico, analfabeto, anaeróbico.
"Anti-": anticuerpos, anticonstitucional, antimateria, antirrobo.
"Auto-": autodeterminación, autogobierno, autogestión, automóvil.
"Bi-/ Bis-, Biz-": Bianual, bilabial, bicampeón, bisabuelo, biznieto.
"Co-": coautor, cooperar, codirector.
Los sufijos:
Junto a la prefijación, la sufijación es otro de los procesos de formación de palabras más
recurrentes en lengua castellana. Al contrario que los prefijos, los sufijos son son
partículas que se posponen a la base de una palabra, modificando de esta manera el
significado original de dicho lexema. Al igual que los prefijos, los sufijos de manera
aislada no poseen un sentido pleno, por lo que necesariamente deben ir unidos a una base
léxica. En cambio, los sufijos se organizan según dos tipos distintos:
Sufijos derivativos
Aquellos morfemas que se emplean para crear una nueva palabra diferente al lexema
original. Por ejemplo, a partir del sustantivo nación al agregarle el sufijo "-al" obtenemos
el adjetivo nacional. Por tanto, el adjetivo "nacional" deriva de "nación".
Además del sufijo "-al", otros sufijos derivativos son, por ejemplo:
"-able" (amable, agradable)
"-ario/a" (revolucionario, destinataria")
"-ero" (panadero, ingeniero)
"-or" (resplandor, temblor)
"-oso/osa" (nervioso, furiosa)
Sufijos flexivos
Aquellos sufijos que se añaden a las raíces verbales para dar lugar a las distintas personas
verbales. Es por esto por lo que se denominan flexivos ya que señalan las flexiones
verbales o bien los cambios de género. Por otra parte y a diferencia de los sufijos
derivativos, los sufijos flexivos no modifican la categoría gramatical del término al que
modifican, de manera que si al verbo cantar le añadimos el sufijo que indica primera
persona del plural "-mos" obtendremos la forma cantamos, que no deja de ser un verbo,
igual que la forma en infinitivo.
Más ejemplos de sufijos flexivos son los paradigmas verbales: canto, cantas, canta,
cantamos, cantáis, cantan. Junto a estos, también tenemos ejemplos de sufijos flexivos
que señalan género: bonito - bonita, rubio - rubia, alto - alta.
ELEMENTOS DE LA COMUNICACIÓN:
Los elementos de la comunicación son emisor, receptor, código, mensaje, canal de
comunicación, ruido y retroalimentación.
Los elementos de la comunicación son aquellos que intervienen en cualquier tipo de
comunicación. Cada elemento aporta un valor al proceso ayudando a detectar fallas o
mejoras en la comunicación.
Los elementos de la comunicación tienen las siguientes características:
Emisor
El emisor es el punto de partida de un proceso de comunicación. Es aquél que emite el
mensaje.
Receptor
El receptor es a quien es enviado el mensaje, o sea, es aquél que recibe el mensaje.
Código o lenguaje
El código o lenguaje es el conjunto de signos con el que se cuenta para transmitir un
mensaje. El código puede ser transmitido verbal o no verbalmente.
Mensaje
El mensaje es el contenido que se quiere transmitir desde el emisor hacia el receptor. El
mensaje está compuesto por una combinación de sistema de signos o símbolos que
transmiten un concepto, idea o información que son familiares tanto para el emisor como
para el receptor.
Canal de comunicación
El canal de comunicación es el medio físico por donde se transmite el mensaje del emisor
hacia el receptor. El aire es el medio físico más común de comunicación. Otros canales
usados son, por ejemplo, el teléfono, el celular, el correo electrónico, la voz, entre otros.
Ruido
El ruido es toda señal que distorsiona el mensaje original que el emisor quiere transmitir.
El ruido puede ser ambiental, del canal, del emisor, del mensaje o del receptor.
Es importante saber reconocer de dónde viene el ruido en la comunicación para poder
disminuirlo o eliminarlo para crear un proceso de comunicación claro y efectivo.
Retroalimentación
La retroalimentación es un mecanismo de control del mensaje por parte del emisor.
Debido a que la comunicación es circular y tanto el emisor como el receptor están
constantemente cambiando de papeles, la retroalimentación determina la efectividad de
los mensajes enviados por el emisor.
REGLAS GENERALES DE LA ORTOGRAFIA
Delante de p y b siempre se escribe m y nunca n.
Ejemplo: Bombilla, lámpara.
Se escribe d a fin de palabra cuando el plural lo hace
en des.
Ejemplo: De bondad, bondades.
Se escribe z a fin de palabra cuando el plural lo hace en ces.
Ejemplo: De juez, jueces.
Se escribe y a fin de palabra cuando no sean agudas terminadas en esta vocal.
Ejemplo: Muy, rey, ley, hoy, doy, voy.
Excepciones: Colibrí, manatí, hurí.
Después de las consonantes l-n-s y al principio de palabra, se escribe r aunque se lea como
rr.
Ejemplo: Alrededor, honra, Israel, rabia.
Se escriben con mayúscula los nombres propios, al empezar un escrito y después de
punto.
Ejemplo: José, Morelia, Ebro, Ibérica.
Las palabras derivadas se escriben con la misma ortografía que las primitivas de donde
proceden, menos las siguientes:
De hueco, oquedad.
De huérfano, orfandad, orfanato.
De hueso, óseo, osario, osamenta.
De huevo, oval, ovoide, ovíparo.
De huelva, onubense.
De huesca, oscense.
Reglas de la h
Se escriben con h:
Las palabras que empiezan por hipo-hidro - hiper, como: hipócrita - hidrógeno -
hipérbola.
Las palabras que empiezan por hue - hui - hia - hie, como: hueco - huida - hiato - hielo.
Las palabras que empiezan por hu más m más vocal, como: humedad - humano.
Todos los tiempos de los verbos haber, hacer, hablar, hallar y habitar, como: hubo - hago
- hallo - hablo - habito.
Reglas de la g
Se escriben con g:
Las palabras que empiezan por in, menos: injerto - injertar, como: indígena - ingeniero.
Las palabras que empiezan por gen, menos: Jenaro - jenable - jengibre, como: genio -
gente.
Las palabras que terminan en gen - gente, menos: comején - jején, como: imagen -
urgente.
Las palabras que terminan en ger - gir - igerar, menos: mujer - tejer - crujir - desquijerar,
como: proteger - afligir - aligerar.
Reglas de la j
Se escriben con j:
Las palabras que empiezan por aje - eje, menos: agencia, agenda, agente, como: ajedrez,
ejercer.
Las palabras que terminan en aje - eje, menos: protege, como: coraje, hereje.
Las palabras que terminan en jero - jera - jeria, menos: aligero-flamígero-belígero-ligero.
Las palabras que terminan en jear, como: canjear - cojear.
Reglas de la m
Se escribe m a fin de sílaba cuando la sílaba siguiente empieza por na, ne, ni, no, como:
columna - alumno - solemne - amnesia, menos: perenne, y los compuestos de las
preposiciones en - in - con - sin, como: ennoblecer, innovar, connatural, sinnúmero.
Reglas de la ll
Se escriben con ll:
Las palabras que empiezan por fa - fo - fu, como: falleba - folleto - fullería.
Las palabras que terminan en illo - illa, como: ovillo - pastilla.
Reglas de la x
Se escriben con x:
Las palabras que empiezan por extra, menos: estrada – estrafalario, estragar, estrangular
– estratagema, estraza, como: extraño - extravío.
Delante de las sílabas pla - ple - pli – plo - pre - pri - pro, menos esplendor y espliego,
como: explotar, expresar, exprimir.
Reglas de la b
Se escriben con b:
Las palabras que empiezan por al, menos: Álvaro - alvéolo - altavoz - altivez, como:
albañil, alboroto.
Las palabras que empiezan por es, menos: esclavo - esclavina - esclavitud, como: esbelto,
escarbar.
Las palabras que empiezan por ab - ob, como: abdicar, objeto.
Las palabras que empiezan por bu - bur - bus, como: bujía, burbuja, busto.
Las palabras que empiezan por bien, menos: Viena -viento - vientre, como: bienvenido,
bienestar.
Las palabras que terminan en bilidad, menos: movilidad - civilidad, como posibilidad.
Las palabras que terminan en bundo - bunda, como: meditabundo, moribunda.
Las palabras que terminan en probar, como: aprobar, comprobar.
Las terminaciones del pretérito imperfecto del indicativo de los verbos, que en infinitivo
terminan en ar, y también el mismo tiempo del verbo ir (iba - ibas - iba - íbamos - ibais -
iban), como: amaba, rezábamos, llorabais, iban.
Reglas de la v
Se escriben con v:
Las palabras que empiezan por di, menos: dibujo - dibujar - dibujante, como: divino,
diversión.
Las palabras que empiezan por vice-villa, menos: billar - bíceps, como: viceversa,
villanía.
Las palabras que empiezan por ad, como: adverbio, adversario.
Las palabras que empiezan por lla - lle - llo - llu, como: llave, llevar, llover, lluvia.
Las palabras que empiezan por pre - pri - pro - pol, menos: prebenda - probar - probeta -
probo, como: prevenir, privar, provecho, polvo.
Las palabras que terminan en venir, como: convenir, prevenir.
Las palabras que terminan en tivo - tiva - tivamente, como: caritativo, activa,
positivamente.
Las palabras que terminan en ava - ave- avo; eva - eve - evo; iva - ive - ivo, menos: haba,
jarabe, cabo; prueba, debe, sebo; arriba, caribe, recibo, y algunas más.
USO DE LOS PRONOMBRES LO(S), LA(S), LE(S). LEÍSMO, LAÍSMO,
LOÍSMO
Para usar adecuadamente los pronombres átonos de 3.ª persona lo(s), la(s), le(s) según la
norma culta del español general, debe tenerse en cuenta, en primer lugar, la función
sintáctica que desempeña el pronombre y, en segundo lugar, el género y el número
gramatical de la palabra a la que se refiere. En el siguiente cuadro se muestra la
distribución de formas y funciones de estos pronombres:
1En el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española (RAE, 1973) se condena el
leísmo referido a cosa, pero se permite el referido a persona masculina singular; el leísmo
plural siempre ha sido censurado por la Academia, ya que su baja incidencia desde los
textos castellanos más antiguos atestigua que tampoco lo ha sancionado nunca
mayoritariamente el uso de los hablantes cultos.
A continuación se expone de forma sucinta la norma que rige el empleo de estos
pronombres:
Cuando el pronombre desempeña la función de complemento directo, deben usarse las
formas lo, los para el masculino (singular y plural, respectivamente) y la, las para el
femenino (singular y plural, respectivamente):
¿Has visto a Juan? Sí, lo vi ayer.
¿Has visto a Juan y a los niños? Sí, los he visto en el parque.
Compré la medicina y se la di sin que nadie me viera.
¿Has recogido a las niñas? Sí, las recogí antes de ir al taller.
[Dada la gran extensión en el uso de los hablantes cultos de ciertas zonas de España de la
forma le cuando el referente es un hombre, se admite, únicamente para el masculino
singular, el uso de le en función de complemento directo de persona: ¿Has visto a Jorge?
Sí, le vi ayer en el parque].
Cuando el pronombre desempeña la función de complemento indirecto, deben usarse las
formas le, les (singular y plural, respectivamente), con independencia del género de la
palabra a la que se refiera el pronombre:
Le pedí disculpas a mi madre.
Le dije a su hermana que viniera.
Les di un regalo a los niños.
A pesar de la aparente simplicidad del sistema, existen casos excepcionales o
aparentemente excepcionales dentro de la norma, así como una enorme variedad en
cuanto a los usos efectivos en las distintas zonas hispanohablantes. Si se desea
información pormenorizada, pueden consultarse los artículos leísmo, laísmo y loísmo del
Diccionario panhispánico de dudas, así como las entradas dedicadas a verbos que plantean
problemas a los hablantes en cuanto a la selección de los pronombres átonos de tercera
persona (avisar, ayudar, curar, disparar, escribir, llamar, molestar, obedecer, pegar,
saludar, etc.).
FIGURAS LITERARIAS
Las figuras literarias, también conocidas como
figuras retóricas, son formas no
convencionales de emplear las palabras para
dotarlas de expresividad, vivacidad o belleza,
con el objeto de sorprender, emocionar, sugerir
o persuadir.
Las figuras literarias son típicas del discurso
literario y de sus distintos géneros (poesía, narrativa, ensayo, drama), en los cuales el
lenguaje es un fin en sí mismo, y es transformado para potenciar sus posibilidades
expresivas.
No obstante, las figuras literarias no son exclusivas de la literatura, sino que también se
emplean en nuestro lenguaje coloquial, incluso algunas están ya asimiladas a este, en
ciertas expresiones o giros.
A continuación, referiremos algunas de las figuras literarias más utilizadas
1. Metáfora
2. Símil o comparación
3. Hipérbole
4. Metonimia
5. Sinécdoque
6. Anáfora
7. Prosopopeya o personificación
8. Epíteto
9. Alegoría
10. Aliteración
11. Hipérbaton
12. Ironía
13. Paradoja
14. Oxímoron
15. Onomatopeya
16. Sinestesia
17. Pleonasmo
18. Perífrasis
19. Etopeya
20. Prosopografía
21. Polisíndeton
22. Elipsis
23. Antítesis
24. Asíndeton
25. Descripción
26. Calambur
27. Apóstrofe
28. Gradación
29. Retruécano o conmutación
30. Quiasmo
LAS ESCUELAS LITERARIAS
El concepto de “escuela literaria” está estrechamente ligado a parámetros y requisitos que
han sido bien definidos por la crítica literaria. Sin embargo, algunos autores incluyen
como escuelas literarias algunos movimientos que por su trascendencia se consideran
importantes aunque no cumplen con dichos requisitos. A una escuela literaria se le
atribuyen las condiciones que se mencionan a continuación: normas estéticas aceptadas
por todos sus seguidores, perdurabilidad (debe extenderse en el tiempo por más de
cincuenta años), número considerable de escritores, carácter universal, existencia de uno
o varios escritores considerados por los demás como “maestros”. Con base en lo anterior,
nos referiremos a los cuatro movimientos literarios que a través de la historia, se han
desarrollado como escuelas literarias propiamente dichas.
1. Escuela clásica: Cuya aparición corresponde con el desarrollo de las dos grandes
culturas occidentales de la antigüedad, Grecia y Roma. El clasicismo nos ofrece modelos
literarios prototípicos, armonía entre el lenguaje (culto, refinado y cuidado) y la
grandiosidad de los temas tratados; por ello se dice que existe un equilibrio entre el fondo
o contenido y la forma o expresión. Las obras clásicas son modelos dignos de imitar; la
connotación de “clásico” se ha extendido a todo aquello que por su perfección, perdura a
través del tiempo. Algunos de escritores clásicos: Homero, Esquilo, Sófocles, Eurípides,
Anacreonte, Safo, Virgilio, Ovidio, Menandro, Terencio, Aristófanes, Plauto, Tito Livio,
entre muchos otros del período greco-latino.
2. Escuela neo-clásica: El neoclasicismo apareció en Europa a fines del siglo XVII y se
extendió durante el siglo XVIII. A pesar de que imita los modelos clásicos como se puede
percibir en el teatro clásico francés, el cual retoma los temas de la mitología y los héroes
de la antigüedad griega, se puede observar que existe originalidad en la manera como los
mismos se tratan. Además, el ideal pedagógico que prevalece en el neoclasicismo, lo hace
especialmente singular. La escuela neoclásica se apegó a los postulados racionalistas. Su
ideal era enseñar a través de la literatura.
3. Escuela romántica: El romanticismo como una nueva visión del hombre y del mundo
es el resultado de la apreciación subjetiva, individual que hace el hombre del siglo XVIII
y XIX infundido por las ideas del Iluminismo, del enciclopedismo, y sobre todo, por las
ideas de libertad que dieron origen a las revoluciones burguesas. Libertad de pensamiento,
de expresión, de creación, se oponen a las reglas y normas propias del neoclasicismo. El
contenido, el mensaje se impone a la expresión; el espíritu de rebeldía en contra de todo
lo anterior, prefigura la posición del romántico: la angustia, la preocupación por la muerte
y el más allá, la impotencia del hombre frente a las fuerzas de la naturaleza, la mujer como
ideal, el amor, son algunas de sus preocupaciones. El romanticismo no es sólo una
posición estética; es también una posición vital del hombre frente a sí mismo, su entorno
y sus ideas. Prevalece el contenido sobre la forma.