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Características de La Asociació1
Características de La Asociació1
La asociación se encuentra definida por el art. 80 del Código civil como una organización estable de personas
naturales o jurídicas, o de ambas, que a través de una actividad común persiguen un fin no lucrativo.
La asociación tiene dos órganos principales: la asamblea general de asociados y el Consejo directivo
La asamblea general
La asamblea, como bien indica el art. 84 del Código civil, es el órgano supremo de la asociación. Es, como se
ha señalado, el órgano “dominante”, aquél que decide la vida, el destino y todo cuanto tenga que ver con la
actividad y fines de la organización.
Como órgano es el medio de expresión de la voluntad colectiva de los miembros de la asociación y, a su vez,
individual.
. El Consejo directivo
La condición de asociado es personalísima, ya que en línea de principio es inherente a la persona que hace parte
de una asociación y no se transmite, salvo que el estatuto disponga lo contrario (art. 89)(17).
La transmisión puede ser como consecuencia de la sucesión a título universal o bien a título individual, o bien
puede ser producto de un acto inter vivos que esté permitido por la norma estatutaria.
Para ser asociado, el interesado debe ser admitido por el órgano al cual el estatuto haya atribuido la
responsabilidad de evaluar, calificar y afiliar a terceros que se integran en un momento posterior a la constitución
de la asociación.
La ingerencia y grado de participación de los asociados en las decisiones que se adopten al interior de esta persona
jurídica no depende, como ocurre con las sociedades mercantiles, de su permanencia en la organización
El deber más resaltante de los asociados es el de pagar los aportes ordinarios y extraordinarios que el estatuto
señale.
También se considera un deber el participar en las elecciones que se realicen para la designación de los
administradores.
LA FUNDACION(20)
5. Concepto y características
El art. 99 destaca por la referencia a la organización instituida por el fundador a través de la afectación de bienes
para realizar fines de interés social.
En primer lugar, con ello se descarta la concesión de la personalidad a los bienes aportados por el fundador. En
verdad, la fundación es un acto de organización para la administración del patrimonio afectado(23). De esta
manera el patrimonio pasa a tener un fin instrumental y no un papel primordial como se creía(24), poniéndose
énfasis sobre el elemento personal que da vida a este ente(25). Por ello no se puede centrar la definición de la
fundación en la masa patrimonial sino en la concurrencia de los hombres que se encargan de la gestión y aplicación
de los bienes entregados a ella (26) (27) (28) (29).
La fundación, en este sentido, nace de un negocio jurídico unilateral que puede ser otorgado por uno o más
sujetos. En el caso en que se constituya por más de una persona, dado que los fundadores quedan al margen de
la fundación, entre ellos no se constituye ninguna relación contractual o asociativa(
rganos de la fundación
Siquiera brevemente debemos precisar que la fundación es dirigida por un grupo de administradores que se reúnen
en una Junta.
La Junta de Administradores, al no ser titular de la fundación, pues, solamente, es el órgano que gestiona el
patrimonio aportado por el fundador para el cumplimiento de los fines de la institución, es un “órgano dependiente”
de la voluntad del fundador expresada en el acto constitutivo.
Como bien ha sido señalado, en la fundación la administración de los bienes corre a cargo de personas que no
han contribuido a la formación del patrimonio de la organización y que no son beneficiarios de ella. El fundador,
generalmente, no tiene ingerencia en las decisiones. Además, la fundación puede ser creada por testamento, en
cuyo caso se presenta la imposibilidad de la participación del fundador dada su inexistencia al instituirse la
fundación.
Como ya hemos anotado, la fundación no puede ser disuelta por los administradores. En verdad tampoco podría
ser extinguida por voluntad del fundador.
Para que se disuelva una fundación es indispensable que ella no pueda cumplir sus fines. Lo contrario sería atentar
contra la estabilidad de las funciones de interés social que aporta a la colectividad.
. EL COMITE
El artículo 111 del Código civil define al comité como la organización de personas naturales o jurídicas, o de ambas,
dedicada a la recaudación pública de aportes destinados a una finalidad altruista.
El comité es una de las novedades que trajo el Código al ser promulgado. La ley de 1936 no lo contemplaba como
una de las personas jurídicas del derecho civil.
También se asemeja a la asociación (y se distingue, por ende, de la fundación) por ser una organización abierta
a la afiliación. Cualquier persona puede integrarse a ella siempre que cumplan con las previsiones estatutarias
para la admisión de nuevos miembros.
El comité se distingue de las demás personas jurídicas por su existencia efímera. Después de la recaudación de
fondos del público y de aplicar los recursos captados a un fin altruista, se disuelve. Se organiza para una colecta
pública y nada más.
Al comité no le importa tanto tener un patrimonio propio formado por los instituyentes (promotores) y miembros del
mismo, cuanto recaudar dinero u otros bienes del público.
En verdad, su patrimonio proviene del público y se destina a un fin altruista, aspecto que lo diferencia de la
asociación por cuanto en ésta es formado en base a los aportes de sus integrantes y es aplicado a satisfacer fines
de ellos mismos(62).
El comité presenta algunos rasgos similares con la estructura orgánica de la asociación, en cuanto cuenta con una
asamblea y un Consejo Directivo.
El Código se ha cuidado en no señalar que se trata de una asamblea de “asociados”. Pese a ello se trata del
órgano máximo del comité que está integrado por los promotores y por quienes se integren con posterioridad.
La asamblea del comité no goza de las mismas libertades de las que puede gozar la asamblea de una asociación.
Una muestra del claro acercamiento del Código de 1984 hacia la experiencia jurídica se da con la novedosa
regulación de las asociaciones, fundaciones y comités no inscritos. La observación de la realidad no podía tener
otro resultado que el de dispensar a estas organizaciones un tratamiento especial.
La asociación no inscrita
El art. 124 del Código civil establece que el ordenamiento interno y la administración de la asociación no inscrita
se regula por los acuerdos de sus miembros, aplicándose las reglas de los artículos 80 a 98 en cuanto sean
pertinentes.
La norma en cuestión no debe dar a pensar que sólo bastan los acuerdos de los asociados para establecer el
régimen de administración y su estructura interna. La referencia a los “acuerdos” es una forma de dar fuerza al
deseo y compromiso que deriva de haber dado nacimiento a la asociación. Los “acuerdos”, además, no son
cualquier convenio o pacto.
La fundación no inscrita
Es infrecuente pero no imposible la existencia de una fundación no inscrita. En todo caso, la previsión del Código
civil reviste suma importancia por ser el primero en la legislación comparada. Ha sido conveniente adoptar un
marco legal en este tema sobre todo para el caso de aquellas fundaciones que inician sus actividades antes de
alcanzar el registro y que, por tanto, no son aún personas jurídicas.
El comité no inscrito
En la realidad hemos advertido que la iniciativa individual de organizar colectividades para satisfacer fines altruistas
es común, especialmente en el caso de objetivos abiertamente nobles (colectas para niños carentes de recursos,
para beneficiar a personas afectadas por desastres climatológicos, realizar una excursión científica, construir un
puente derribado