Está en la página 1de 7

Trabajo de:

Crisis políticas latinoamericanas – Grupo 14.


2019-2.

Presentado por:
Sergio Ospino Camacho.
Osmel Contreras Estrada
Yair Comentador Lorduy
Julia Antequera Rico
Anderson Hernandez Gloria
María Zuluaga

Prof. Blas Zubiria Mutis.

Universidad del Atlántico.


La aplicación del modelo neoliberal en Venezuela, como en buen parte de América
Latina, no fue un proceso fácil, por el contrario, produjo fuertes conflictos y
contradicciones. Asimismo, el periodo iniciado en 1999 con la llegada de Hugo
Chávez al poder está cargado de dificultades y obstáculos, pero sin lugar a duda ha
sido un proyecto contra el neoliberalismo. Por ello el objetivo de este trabajo es
revisar el proceso venezolano hacia el socialismo.
En la década de 1970, mientras en los demás países se hace insostenible la crisis
de agotamiento del modelo de sustitución de importaciones, periodo de
decrecimiento y sucesivo estancamiento, en Venezuela, por el contrario, se vivió en
medio del desenfreno que produce el alza en los precios del petróleo, en 1974 los
precios del barril pasan de cuatro a doce dólares y en 1979 llegan a 30 dólares en
promedio.
En década de 1970 se profundizan los males del modelo rentista y se convierte en
la principal fuente de la crisis generalizada en Venezuela desde 1983. Así, tenemos
los dos principales problemas a comienzos de los 80: como lo son la caída de los
ingresos petroleros y la deuda externa. De 1973 a 1983, el ingreso petrolero creció
350% y los gastos aumentaron 540%; la deuda externa a corto plazo aumentó en
un 2000%, llegando al cierre del periodo a unos 29 millones de dólares, divididos en
partes iguales entre los gobiernos de Carlos Andrés Pérez (1974-1979) y Luis
Antonio Herrera Campins (1979-1984) y de los cuales 60% tenía vencimiento entre
1983 y 1984.
En el periodo de 1983–1988 se producen medidas económicas que nunca quisieron
reestructurar modelo rentista, a pesar de que su debilitamiento era muy visible, sólo
se aplicaron medidas a corto plazo. La década de 1980 en Venezuela se inserta,
igual que el resto de la América Latina, en lo que se ha hecho llamar "década
perdida". En general, el PNB cae, de –5.6 en 1983 y –7.1 en 1989.
En este periodo histórico inicia la transformación del pensamiento y cultura política
del venezolano. Una renta petrolera que sucumbió en el viernes negro de 1983, un
país que pasa de una prosperidad económica gracias a ser una potencia en la
exportación del petróleo a una deuda de 30 mil millones de dólares, la cual empieza
a generar un aumento en la pobreza y poca calidad en los servicios de educación y
salud.
“No existía la forma de salir de esa situación y los sectores empresariales y el poder político
no daban respuestas. La sociedad civil que había tenido su mayor auge en 1936, a la muerte
de Juan Vicente Gómez, fue controlada por el poder del Estado y los partidos políticos gracias
a la administración y distribución de la renta petrolera. El apoyo popular al bipartidismo de
Acción democrática y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI) —
que caracterizaron el periodo 1958–1989— se manifiesta con el bajo índice de abstención
en las elecciones, máximo símbolo de la democracia representativa venezolana”.
Política y Cultura, otoño 2010, núm. 34, pp. 189

La crisis de los 80 produjo los primeros efectos de movilización y de despertar de la


sociedad civil, la cual pedía reformas abruptas al Estado. Pero, a pesar de los
intentos de la "Comisión para la Reforma del Estado" (Copre) desde 1986, las
propuestas de reformas educativas y sociales no tuvieron éxito en el vecino país.
Por el contrario, en 1989, Carlos Andrés Pérez es reelegido como presidente y dos
semanas después de posesionarse, anuncia un paquete de medidas de liberación
económica, cuyas consecuencias produjeron la movilización más grande vivida en
la historia del país, en contra no sólo a las medidas violentas y desequilibradas, sino
como producto de un dio acumulado y rechazo dado a las desigualdades e
injusticias históricas. En 1989, Carlos Andrés Pérez ocupa su segundo periodo
presidencial, teniendo como colchón su primer gobierno, en el cual el país tuvo
cierta mejora gracias a la buena economía del petróleo mundial. A demás, el hombre
le vende al pueblo una imagen de Venezuela tercermundista y que él es el indicado
para sacar a Venezuela de esa deuda externa que se venía acarreando tiempo
atrás. Recién tomado el cargo el 2 de febrero de 1989 comenzó a implementarse
un plan económico completamente opuesto al que había prometido en campaña y
que se parecía más al que su contrincante Eduardo Fernández había expuesto en
su propia campaña, por lo cual el presidente fue acusado de plagio.

“Los acuerdos con la banca internacional (2 de febrero) y el anuncio de la aplicación del


programa popularmente conocido como "paquete económico", vinieron inmediatamente
(16 de febrero), pero igual de rápido fue el rechazo popular que en rebelión tomo las calles
durante el 27 y 28 de febrero, sin que las fuerzas armadas del Estado pudieran controlarlos.
Sólo la represión y la matanza indiscriminada lograron poner fin a este suceso único en la
historia contemporánea del país. A decir de Aníbal Romero:
<<Ya para 1992, al momento de los intentos de golpe, el país se había radicalizado en contra de las
estructuras vigentes, adquiriendo de paso un compromiso psicológico con cualquier opción,
incluyendo la violencia, que ofreciera alternativas a lo existente>>.”
Política y Cultura, otoño 2010, núm. 34, pp. 191

Las medidas económicas eran muy similares a las que se llevaban a cabo a
principios de los 80: privatización, reconversión industrial, disminución del gasto
público, eliminación de los aranceles de aduanas, liberación de los precios y de las
regulaciones cambiarias. Las propuestas propias del neoliberalismo (tan presente
en Latinoamérica), que buscaban estabilizar la economía nacional venezolana e
impulsarla a entrar en la economía mundial.

Su popularidad se fue a los suelos a los pocos días de llegar al poder: la toma de
posesión de Pérez en febrero de 1989 fue una exhibición de lujo y derroche
coincidente con consignas de austeridad económica a rajatabla. Menos de un mes
después, los venezolanos, en un levantamiento popular conocido como el caracazo,
protestaron sonoramente contra el nuevo presidente y su programa. Murieron
cientos de personas. Carlos Pérez estaba definitivamente acabado, y así se lo hizo
saber su propio partido, Acción Democrática. Ni siquiera las dos intentonas golpistas
de febrero y noviembre de 1992 o los buenos resultados de su dura política
económica sirvieron para que mejoraran sus cotas de popularidad a nivel nacional.
El 4 de febrero de 1992 se lleva a cabo el primer intento golpe de Estado hacia el
gobierno de Pérez, en el cual participaron 5 tenientes coroneles como cabezas
visibles del movimiento, seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65
suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados. Los participantes,
pertenecientes a 10 batallones y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales
encabezados por Hugo Chávez Frías y Francisco Arias Cárdenas, así como también
Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Jesús Miguel Ortiz Contreras, los cuales
tenían ideas políticas revolucionarias mezcladas con el pensamiento de Simón
Bolívar. Pero gracias a un rumor de supuesta insubordinación dentro del ejercito el
presidente Pérez logra gracias a la actuación miembros de la Escolta Civil
presidencial refugiarse exitosamente en el Palacio de Miraflores. Gracias a Hernán
Fernández y Jesús Barrientos (ex jefe del grupo de Escolta Civil en el primer
mandato del presidente Pérez), el presidente Pérez consigue llegar a la estación de
televisión Venevisión, desde donde se dirigió al país en dos ocasiones para informar
sobre la situación. El asalto al palacio presidencial se inició a las 12 de la
medianoche del 4 de febrero. Al mismo tiempo militares al mando de Miguel
Rodríguez Torres asaltaron la residencia presidencial (La Casona) y otras
importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron intensos en algunos
casos. Fracasado el intento de toma de la ciudad capital, Caracas, los insurgentes
se rindieron luego que las guarniciones del interior del país fueran recuperadas por
las fuerzas del gobierno constitucional. Chávez fue arrestado y privado de su
libertad por fuerzas de seguridad de la DISIP, aunque poco antes se le dio la
oportunidad de dirigirse al país en una alocución transmitida ante los medios de
comunicación, en donde asumía la responsabilidad del alzamiento y ordenaba a los
insurgentes que aun luchaban en Aragua y Valencia que se rindieran para evitar
mayores derramamientos de sangre, a la vez que pedía a sus partidarios deponer
las armas.
Nueve meses después, el 27 de noviembre de 1992 se lleva a cabo un segundo
intento de golpe de Estado en Venezuela contra el gobierno del entonces presidente
Carlos Andrés Pérez. El movimiento de las tropas rebeldes se inició a las 11pm del
día anterior, jueves 26 de noviembre, con el objetivo principal de capturar al
presidente constitucional Carlos Andrés Pérez, y de establecer una junta cívico-
militar como gobierno de transición. También estaba planeado liberar a Hugo
Chávez, encarcelado luego de su fallido golpe de estado de febrero. Por su parte,
el presidente Carlos Andrés Pérez se comunicó con la nación a través de la señal
de Televen, la única televisora nacional en su poder, donde anunció que este intento
de golpe era un "coletazo" del de febrero de 1992, y que el gobierno tenía la
situación controlada. A las 3:30 de la tarde, los rebeldes se rindieron, luego de un
enfrentamiento con las fuerzas constitucionales que dejaron un saldo de nueve
muertos, todos personal de la televisora VTV, a manos de los insurgentes quienes
eran comandados para ese momento por el teniente, como Jesse Chacón. A las
cuatro de la tarde varios revolucionarios se rindieron, aunque muchos escaparon a
Perú, donde fueron recibidos en calidad de perseguidos políticos por el presidente
Alberto Fujimori.
En la noche, aunque la situación se encontraba controlada en el plano militar, se
reportaron enfrentamientos entre la policía y el pueblo en rebelión en las parroquias
caraqueñas de Caricuao y 23 de enero. En el retén de Catia ocurrió un motín y
varios presos lograron escapar, muriendo varias decenas en enfrentamientos con
la Guardia Nacional de Venezuela.
En marzo de 1993 el fiscal general, Ramón Escobar Salom, introdujo una solicitud
de antejuicio de mérito en contra de Pérez por el delito de «peculado doloso» y
«malversación» de 250 millones de bolívares (17 millones de dólares en esa época)
de la partida secreta por cuyo manejo era responsable. El 20 de mayo de 1993 se
conoció la ponencia solicitada por la Corte Suprema de Justicia al presidente
magistrado Gonzalo Rodríguez Corro, declarando con lugar la solicitud de antejuicio
de mérito. Al día siguiente, el 21 de mayo, el Congreso Nacional autorizó el juicio,
separando a Carlos Andrés del cargo de la presidencia. Durante el proceso se
reveló que dicho dinero había sido utilizado para ayuda internacional a la presidente
Violeta Chamorro en Nicaragua.
El juicio tuvo diversas irregularidades. Los apoderados jurídicos señalaban que este
juicio tenía un carácter político irrefutable. En un artículo del Diario de Caracas de
1993 se señaló que la investigación estuvo viciada en sus orígenes, sus
motivaciones fueron políticas, las primeras decisiones se dictaron bajo presión y se
desconocieron garantías fundamentales en el Estado de Derecho. En el juicio no se
respetaron los derechos consagrados en los artículos 361, 367 y 369 del Código de
Enjuiciamiento Criminal y la Corte rechazó la petición de defensa, a pesar de lo
señalado. El presidente venezolano fue destituido de su cargo en mayo de 1993.
En 1993 Rafael Caldera llega por segunda vez al poder, aprovechando su posición
en el intento golpe de Estado de 1992, se gana al pueblo con un discurso en el que
plantea dejar a un lado ese modelo neoliberal que llevaba su predecesor Carlos
Andrés Pérez; pero a pesar de eso y debido a la crisis económica y a la terrible
situación política y social luego de la salida de Carlos Andrés Pérez y en el gobierno
provisional de Ramón J. Velásquez, Caldera se ve obligado a aceptar los acuerdos
con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Caldera recibe el gobierno con un déficit comercial de 2000 millones de dólares; las
reservas internacionales en 12 mil millones de dólares; caída de la demanda interna,
–6.6%; disminución de la inversión pública, –7.4%; caída de la demanda externa,
39.8%; inflación, 46%; un dólar a 100 bolívares, decrecimiento del PTB, –2.1%;
déficit fiscal, 7%; es decir, una crisis generalizada. Todo esto llevó a que ese
gobierno a una fuerte política impositiva, lo que llevó a que los ingresos ficales
recibidos por actividades no petroleras fueran mayor a lo que se recibieron por el
petróleo, la primera vez en 50 años.
En 1994 se produce una devaluación cotizándose el dólar a 170 bolívares. A partir
de 1996, se da continuidad a la política económica neoliberal, el dólar llega a
cotizarse en 1998 a 750 bolívares, la inflación supera el 100%, un récord para la
nación y a pesar del crecimiento en las exportaciones petroleras el PTB cayo –2 %.
Lo más criticable del gobierno de Caldera fue la eliminación de las prestaciones
sociales a los trabajadores y la profundización de la política de apertura petrolera
que, básicamente, que era un retroceso a la época del predominio de los grandes
trust petroleros sobre el país, llevando paulatinamente hacia la privatización de
PDVSA y la disminución intencionada del protagonismo de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como regulador del mercado petrolero
mundial.
“El 6 de diciembre de 1998 el pueblo venezolano vota nuevamente en contra del
neoliberalismo y apoya a quien hasta entonces era un militar desconocido, el protagonista
del alzamiento militar de febrero de 1992, Hugo Rafael Chávez Frías, quien estuvo preso por
dos años y fue perdonado por el gobierno de Caldera; posteriormente salió a la calle y en
cuatro años pudo conquistar la mayoría del apoyo popular y llegar al poder que no pudo
obtener por la fuerza.

Chávez llega al poder con un discurso nacionalista rechazando el neoliberalismo; pero, la


muerte del neoliberalismo en Venezuela ha sido un proceso permanente, pero nada sencillo.
Es fácil decir que se ponen fin al neoliberalismo de un país porque a partir de un momento
determinado se disminuye la preponderancia de las políticas de libre mercado, pero poco se
hace para revertir los malos hechos en los años anteriores, desde privatizaciones de
empresas, eliminación de protección arancelaria hasta convenios de entrega de los recursos
naturales y estratégicos del país. Cuando ese mal estructural está hecho, si nada se hace
para revertirlo radicalmente lo demás es discurso manipulador, neopopulismo con disfraz
de democracia y economía social. Buena parte de esto es lo que ha sucedido en América
Latina y de una supuesta crisis del neoliberalismo.”
Política y Cultura, otoño 2010, núm. 34, pp. 195.

Bibliografía
https://elpais.com/diario/1993/09/02/opinion/746920808_850215.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Primer_intento_de_golpe_de_Estado_de_Venezuela_de_199
2#Golpe_de_Estado
https://es.wikipedia.org/wiki/Segundo_intento_de_golpe_de_Estado_de_Venezuela_de_1
992
https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Andr%C3%A9s_P%C3%A9rez#Fin_de_su_primer_go
bierno_y_nueva_presidencia
Política y Cultura, otoño 2010, núm. 31, pp. 187-211
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-77422010000200009

También podría gustarte