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Universidad de Nariño – Dpto.

Arquitectura
Teoría del Patrimonio de la Arquitectura y la Ciudad

RENOVACION URBANA EN CENTROS HISTÓRICOS


Compiló Arq. Oswaldo Mesías

1. Presentación
El rápido crecimiento de la población urbana de la segunda mitad del siglo XX y las
profundas transformaciones ocurridas en los últimos 20 años en la economía de las
ciudades de América Latina y el Caribe ofrecen innegables oportunidades y a la vez
generan complejos problemas. Todo ello ha potenciado el desarrollo de la economía de los
países y la mejoría de las condiciones de vida de la población. Sin embargo, junto al
aumento de la productividad de empresas y trabajadores, la urbanización ha concentrado
espacialmente la pobreza y ha agudizado los conflictos sociales. La contrapartida de la
mayor disponibilidad de infraestructura, viviendas y servicios para la población ha sido el
rápido crecimiento en extensión del área urbanizada, con graves efectos sobre el medio
ambiente.

Los cambios en las preferencias de los grupos de población de mayores ingresos y las
necesidades de las actividades económicas más dinámicas han promovido el crecimiento
periférico de las ciudades y el creciente abandono de áreas centrales por causa de la
decadencia de sus actividades económicas y el deterioro de los activos inmobiliarios que
contienen. Este segundo proceso, al tiempo que representa un problema de subutilización
de activos, ofrece la oportunidad de alojar parte del crecimiento urbano futuro en áreas
centrales, reduciendo así la presión de crecimiento sobre la periferia.

La imagen que la ciudad proyecta hacia adentro a sus propios habitantes y hacia fuera a
visitantes y turistas es un elemento muy importante a tener en cuenta como una de las
capacidades y fortalezas que a través de la renovación de los centros históricos puede
reforzarse o dado el caso cambiarse. En el artículo se presentan elementos iniciales de
discusión en este aspecto que cada vez cobra más importancia en la discusión de la
renovación de centros históricos en Latinoamérica.

1. Actualidad

Las ciudades de Latinoamérica se encuentran en un proceso irreversible que abarca tanto


crecimiento demográfico, crecimiento económico y crecimiento de la extensión urbana.
Mientras que existen áreas de expansión en las periferias que apenas comienzan a ser
incorporadas con usos urbanos, y áreas que inicialmente fueron periféricas pero que se
encuentran ya completamente consolidadas y urbanizadas espacial, estructural y
funcionalmente, en muchas áreas centrales y especialmente en muchos centros históricos se
presentan unos procesos de desarticulación, degradación y subutilización que impiden un
aprovechamiento efectivo de tales áreas. La renovación urbana hoy día se produce en el
centro de una ciudad en desarrollo o en sus proximidades, dado que en estas zonas es donde
se localizan los barrios más envejecidos e inadaptados a las estructuras económicas y
sociales actuales.

El valor del suelo viene determinado, entre otras cosas, por la calidad de la vecindad, lo
viene ha denominarse “efecto contagio”. Por lo tanto si en un área con casas bien
mantenidas un propietario submantiene la suya obtendrá un rendimiento superior. Por el
contrario si el propietario mantiene bien el estado de la edificación en un entorno
deteriorado, los rendimientos que obtendrá por este mantenimiento serán muy inferiores.
Por lo tanto, solo resultará rentable mantener en buen estado una vivienda si el resto de las
edificaciones mantienen un buen nivel de mantenimiento.

Esto nos lleva a afirmar: que solo es posible avanzar hacia una renovación urbana que
vaya más allá de la densificación individual, de la transformación de la vivienda
unifamiliar al edificio multifamiliar, si y sólo sí el sector público asume el coste del
contagio privado y sustituye el funcionamiento del mercado por una mezcla de inversiones
públicas y privadas. Las subvenciones del gobierno minimizan los costes para los
promotores inmobiliarios, que se ve retribuido por un aumento de los ingresos fiscales para
los gobiernos locales a través de impuestos a la construcción de nuevos edificios, mediante
compensaciones por sesiones públicas, pago por la licencia de construcción y valorización
predial, entre otros. Este tipo de actuaciones a gran escala implican necesariamente la
intervención de la administración pública, dado que la mejora de las estructuras y los
equipamientos de una zona se trata de una empresa que requiere grandes desembolsos de
capital que no serán recuperados necesariamente.

2. La Renovación de los Centros Históricos:

El patrimonio es un elemento clave que determina la cultura de nuestras localidades. Para la


mayoría de los ciudadanos y visitantes, el carácter de una ciudad está determinado por la
calidad de sus edificios y la configuración de los espacios entre ellos. En muchas ciudades
la estructura urbana, e incluso muchos elementos del patrimonio, se han visto destruidos
por planes inadecuados de reorganización espacial, construcción de vías y acciones
incontroladas de la industria inmobiliaria.

En el futuro debería existir un esfuerzo concentrado y concertado para proteger los recursos
patrimoniales y promover prácticas más adecuadas de conservación e interpretación de los
mismos. Estas acciones, junto a una estrategia espacial adecuada, son esenciales para el
bienestar de la ciudad del futuro y la expresión de su identidad y carácter particulares. Las
tendencias actuales de la presión que ejerce la especulación inmobiliaria sobre mayores
índices de habitabilidad sobre las zonas centrales no son sustentables y amenazan la cultura
y el entorno de los centros históricos.
Una de los inconvenientes que presentan tanto las áreas centrales de las ciudades y en
especial los centros históricos, para poder ser aprovechados en cuanto a su capacidad de
absorber parte del crecimiento de la ciudad y de servir como polo de desarrollo urbano es la
mala imagen que poseen, en cuanto a condiciones de calidad de vida y confort que ofrecen,
en cuanto a condiciones ambientales y recreativas como también en cuanto a aspectos
sociales (seguridad, infraestructura social, redes de servicios públicos deterioradas, etc.).

3. El deber ser de la renovación urbana y la recuperación de los


centros históricos
En las últimas décadas el enfoque netamente cultural de la renovación de centros históricos,
tanto de organismos internacionales como de las autoridades regionales y locales, ha
registrado una modificación sustancial, incorporando cada vez más criterios de rentabilidad
económica, surgiendo así la necesidad de espacios o instancias para concertar y buscar
solución a los conflictos de intereses que se puedan generar entre todos los actores.

La renovación, recuperación, conservación, restauración del patrimonio arquitectónico,


urbanístico y del paisaje histórico y cultural de los centros históricos no puede lograrse con
políticas y acciones aisladas, sino que debe concebirse de manera integrada con políticas y
acciones públicas (por ejemplo soluciones de vivienda, transporte masivo, empleo,
recreación, etc.).

La renovación y/o conservación del centro histórico no se refiere entonces solamente a los
aspectos arquitectónicos y urbanísticos sino al contexto amplio de la ciudad en la que está
inserto. El centro histórico como un todo, forma parte de la ciudad y así la renovación y
conservación del centro histórico se obtiene, también, a través del desarrollo de su
economía y mejoramiento de la calidad de vida y de las condiciones sociales de sus
habitantes.

Si a través de la renovación del centro histórico, se mejora la calidad de vida de sus


habitantes, el propio centro histórico se puede convertir en un instrumento de potenciación
de la comunidad y de apropiación de sus medios de desarrollo. En la ciudad se evidencian
entonces las representaciones y las formas de pensar, las relaciones y desencuentros, los
acuerdos y decisiones de sus habitantes que se han ido plasmando en el espacio y en el
tiempo, dando como resultado los espacios que son sus centros históricos y la ciudad
misma.

La renovación de los centros históricos de manera integral exige la interacción de todos los
diversos actores sociales, de todos los estamentos de la comunidad y de todas las
disciplinas para lograr una planeación estratégica eficiente. Si además pensamos aun más
en el detalle, en la escala zonal y barrial es desde donde se percibe mejor la relación entre el
patrimonio arquitectónico, histórico, cultural y ambiental y la cotidianidad de vida de los
habitantes. Esta relación es un referente único e invalorable de la identidad y apropiación
que los habitantes hacen del centro histórico de una ciudad.

Precisamente los programas de renovación de los centros históricos buscan entre otras
cosas poder revertir dicha mala imagen, para que a partir de una reidentificación y una
revaloración de los centros históricos se dé una apropiación social de éstos, respondiendo a
intereses diversos como la preservación del patrimonio arquitectónico, histórico, cultural, la
recuperación ambiental y la búsqueda de la reactivación económica entre otros.

4. Conclusiones:

Los procesos de deterioro del centro por cambios de uso dejan abandonadas o subutilizadas
instalaciones, edificios y tierras centrales. La existencia de estos activos centrales
abandonados o subutilizados hace posible una forma de crecimiento a través del
redesarrollo de áreas ya urbanizadas que han perdido funcionalidad o se encuentran
deterioradas y la saturación de áreas vacías o bolsas de terreno enquistadas en medio del
área urbana consolidada, está alternativa a la vez que permite crecimiento a través de la
densificación de las áreas centrales, evita la continua expansión del área urbana.

Sin embargo, es poco probable que esta alternativa de crecimiento surja en forma
espontánea de la simple dinámica de las fuerzas de mercado. Si bien el crecimiento basado
en el redesarrollo de las áreas internas o la saturación de los espacios intersticiales es más
eficiente desde la perspectiva de la sociedad, el crecimiento en extensión lo es desde el
punto de vista privado. Por tanto, solo mediante la acción decidida de los gobiernos locales,
mediante alianzas público privadas, la concesión de incentivos tributarios, la adecuación
normativa, y un control rígido para la conservación de lo que aún queda de inmuebles de
valor patrimonial es posible adelantar este tipo de actuaciones urbanas que tanto necesitan
nuestras ciudades.

Bibliografía:
 Rojas, Eduardo (2004). Volver al centro la recuperación de áreas urbanas centrales. Banco
Interamericano de Desarrollo - BID. Washington.
TAREA:

Fruto del trabajo en binas, en forma gráfica, sintética y legible (textos cortos ya sea en mapas
conceptuales, cuadros sinópticos, etc.) en un solo archivo tipo Power Point, responda a las
siguientes preguntas:

1. ¿Cuál es la tendencia que presiona la perdida continua de nuestros contextos


patrimoniales?
2. ¿Cuáles son los peligros que aquejan visiones parcializadas de renovación urbana de los
centros históricos y a que obedecen?
3. ¿Qué razones sustentan que se hace necesaria la intervención de la administración pública
cuando se trata de adelantar proyectos en contextos patrimoniales?
4. ¿Cuáles son los nuevos criterios que deben caracterizar a los procesos de renovación
urbana de los centros históricos en particular?

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