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EN DEFENSA DE LA JUSTICIA INDÍGENA ORIGINARIA CAMPESINO

Gonzalo Gosalvez
La Paz, 27 de febrero de 2012

1. En el caso de Rebeca Cutamurajai la joven ayorea que fue asesinada en Santa Cruz, lo
primero que debemos tener claro es que este caso no está bajo la jurisdicción de la justicia
indígena originario campesina, es la justicia ordinaria la que está a cargo. La comunidad y
familiares, probablemente puedan presumir de quién fue el asesino al igual que en cualquier
otro caso, pero este sólo es un testimonio que sirve de insumo para la investigación y todo
el proceso judicial que la fiscalía lleve adelante, que es como el testimonio de cualquier
otro denunciante o testigo en cualquier otro caso.

2. La justicia indígena originaria campesina no puede ser identificada con la justicia por
mano propia. Muchas veces se identifica esta justicia con los linchamientos y otro tipo de
castigos impuestos directamente. Los linchamientos o la justicia por mano propia ocurre en
todos los ámbitos, siempre hay quienes optan por ejercer su propia justicia ya sea en robos
o asesinatos, incluso se vieron casos en las zonas residenciales de gente rica, la mayoría de
las veces de manera individual, pero este tipo de reacción cobra mayor impacto cuando es
colectiva y pasa por encima de la justicia ordinaria, sin embargo, su sentido no cambia es el
mismo que en otros casos de justicia por mano propia.

3. En cambio, la justicia originario campesina es un sistema jurídico tradicional1 vinculado


a la posibilidad que tienen las comunidades de solucionar de manera interna sus problemas
por sus mecanismos tradicionales, no se trata de hacer una valoración si es mejor o peor
que la justicia ordinaria, se trata de comprender que desde su propia realidad hay
dimensiones de la comunidad vinculada a la vida cultural integral propia que requieren ser
asumidos desde esta realidad propia y tratados en torno a esta realidad comunitaria, no sólo
por la incapacidad de la justicia ordinaria para tener presencia física geográficamente sino
porque su incapacidad surge de la incomprensión de realidades culturales diferentes.
En Bolivia la justicia originario campesina está reconocida por la Constitución Política del
Estado “I. Las naciones y pueblos indígena originario campesinos ejercerán sus funciones
jurisdiccionales y de competencia a través de sus autoridades y aplicarán sus principios,
valores culturales, normas y procedimientos propios. II. La jurisdicción indígena originaria
campesina respeta el derecho a la vida, el derecho a la defensa y demás derechos y
garantías establecidos en la presente Constitución.” (CPE Art. 190)

4. Estos preceptos constitucionales de la justicia indígena originaria campesina se vinculan


con la justicia ordinaria a través de la Ley de Deslinde Jurisdiccional que parte de que la
justicia indígena no está al margen de los derechos universales y humanos, que su
jurisdicción se restringe a temas de la comunidad mientras que el resto son de jurisdicción
de la justicia ordinaria.

1
Ver: Gosalvez, Gonzalo. Descolonización de la justicia. Justicia Indígena originaria campesina. En Revista
Judicial, Corte superior de justicia – Distrito La Paz. 2010.
5. Además del reconocimiento constitucional de la Jurisdicción Indígena Originaria
Campesina, también las naciones y pueblos participan también de la justicia a través de su
participación en la el Tribunal supremo de justicia, el Tribunal constitucional, el Consejo de
la magistratura, el Tribunal agroambiental, porque los magistrados son elegidos
democráticamente y con criterios plurinacionales. En las elecciones judiciales del año
pasado, este hecho se traduce en que: a) los magistrados que no deben favores políticos a
nadie y mayor libertad para el ejercicio de la justicia y, b) una gran parte de los magistrados
elegidos son de origen indígena, lo que nos permite suponer que tendrán mayor
conocimiento de la realidad indígena.

6. Finalmente, la inquietud que nos invade porque este tipo de crímenes no se repitan y de
que mínimamente exista justicia con los verdaderos culpables pues no creemos que pueda
haber justicia porque nunca más nadie podrá devolver a Rebeca a la comunidad y a su
familia, no podemos dejar de preguntarnos, ¿por qué le sucedió esto a Rebeca?, ¿por qué en
esta comunidad ayorea? Y a pesar de no querer caer en el lugar común de culpabilizar de
todo al sistema, en este caso particular es imposible no identificar este sistema criminal. El
pueblo ayoreo es un pueblo que está siendo devastado por una realidad moderna y
capitalista que les ha quitado todo su territorio en el que podían reproducir su vida
integralmente, que los ha confinado a comunidades en el campo o en las ciudades en
condiciones totalmente precarias al punto en que la prostitución llega a ser una “forma más
de obtener ingresos monetarios”. Cuando Ayoreo significa hombre inteligente y libre, es
justamente lo que ahora estas comunidades no pueden ser, ya sea en las comunidades de
Zapocó, Cabo verde o Rincón del Tigre que están lejos de ser su territorio en el que podían
cazar, pescar, etc., y menos en el barrio urbano de Bolívar en Santa Cruz.

Pero a pesar de estas características particulares de la justicia indígena, del pueblo ayoreo y
de las circunstancias de Rebeca, de las que hemos hablado, les transmitimos la siguiente
pregunta, ¿lo que le sucedió a Rebeca, es un hecho totalmente ajeno a una realidad más
occidentalizada?, ¿en esta realidad, la justicia es justa, sea esta ordinaria o indígena?

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