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Mensajes
para mujeres de hoy

Más relatos, poesías, frases, historias…

S. I. T.
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Dedicado a las mujeres que,

por sus sentires y pensares,
son hermanas de la vida de lucha por una humanidad
justa en derechos de género.

A los hombres que son capaces

de amarnos por entendernos,
y de acompañar nuestro ser mujeres en libertad
y valoran en nuestro género.
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Índice
Alma de mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
Encontrar el amor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
La belleza se construye día a día . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Calma, esa necesaria calma. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25
Dichos que lastiman. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
En busca del sosiego perdido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
El compromiso con los otros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Atravesando crisis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Aprender a pedir ayuda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
El nido vacío . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Los hombres y las mujeres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . …...59
Los hombres, las mujeres y ¡el humor!. . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Los significados de la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
No a la guerra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Esa mascota que te espera.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .85
El día de la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Los derechos de la mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
La violencia contra la mujer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Ser culta es más divertido. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .105
El libro, ese amigo fiel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Se hace camino al andar... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
El “qué dirán”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
No te des por vencida... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
Buenas y buenos amigas y amigos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
¡Ay, estos hombres!. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .139
El valor de cada cosa, de todas las cosas. . . . . . . . . . . . . . . ...145
Al mal tiempo... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Amar lo que hacemos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
La plaga de la época: ¡el estrés...!. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Venciendo el miedo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Las mujeres en el arte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Penúltimo mensaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
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Nota de la autora

Los mensajes que leerás en estas páginas buscan abrir una ventana a la
comunicación y acompañarte en tu jornada vital y cotidiana.

¿Acaso no has sentido, muchas veces, qué bienvenido sería

que alguien comparta un consejo cariñoso, te ofrezca una
“receta para encontrar soluciones…” (¡ojalá las hubiera infalibles…!), o
te cuente una vivencia, alguna experiencia propia, o recuerde una frase o
dicho, un relato lleno de sabiduría en ese preciso instante, cuando más lo
necesitas?

Estos mensajes, inspirados en otros textos (algunos de ellos,

compartidos), y en sentimientos y pensamientos propios y ajenos, que te
brindo para cada día llegan sin pretender darte “ayuda” sino refugio, un
momento para pensar y “respirar” mejor, con la ayuda de la palabra, la
buena palabra de aliento y compañía. Espero que cumplan ese deseo:
estar allí para ti, para vos, para ustedes.

Gracias por leerlos.

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(A modo de introducción)

Una mujer

¿Cómo es una mujer? (Una breve descripción; te invito a completarla y

compartirla):

... piensa usando su mente y apelando al corazón, actúa guiada por sus
sentimientos y, cuando triunfa, lo hace por sí y no olvida a los demás.

... es capaz de experimentar muchas y diversas emociones,

y de transmitir cada una de ellas sólo con la mirada (o
a través de una catarata de palabras... ¡qué bueno saber escucharlas!).

... busca constantemente la perfección y trata de disculpar

los errores de aquellos a los que quiere. O de señalarlos para salvarlos hasta de sí.

... ofrece en su cuerpo se desarrolle otro ser, para luego de muchas lunas vea la luz
del mundo, absorta ante la belleza de su hijo o hija; los ayuda a hacer crecer sus
alas y le enseña a volar, debiendo aprender que no son de su propiedad; y luego
sufre ese día en que les ve partir, con una sonrisa que disimula lágrimas.

… siempre espera a quien la ame con ternura, la acaricie con demora, la

comprenda y la cobije para andar juntos cada jornada, iguales ante el camino,
respetando sus diferencias, acompañándose.

... mantiene siempre encendido el fuego del hogar que construyó a veces sola, a
veces de a dos, incluso con la más pequeña de las chispas y durante la más brutal
de las tempestades.

... se hermosea, enciende lámparas de ternura y perfuma el aire, aunque quien

está destinado al agasajo no perciba esos detalles.

... como alquimista, transforma en luz, sonrisas y buen humor los dolores de su
alma.

..., aun herida, tiene fuerzas para dar consuelo a quien se acerca a llorar sobre su
hombro.

… contradictoria, en apariencia tan cambiante, llena de secretos que esperan la

llave que abra el arcón donde sólo hay ganas de ser plena, a veces la calma y a
veces una tempestad de calamidades, pero siempre luego arcoíris perfumado, allí
está, avanzando a paso firme en el camino de su historia en la historia de las
mujeres. Y sus mensajes.

¡Bienvenidos aquellos que se animen a entender a la mujer, y sepan valorarla,

respetarla y amarla como es!!
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Encontrar el amor
—¡Qué bella eres, amada mía,
qué bella eres!
Palomas son tus ojos.
—¡Qué hermoso eres, amado mío,
qué delicioso!
Puro verdor es nuestro lecho.
Cantar de los cantares

Querida amiga:

¡Qué bellos los días del amor! Se alegran Cielo y Tierra cuando un hombre y una
mujer se miran y descubren el destello que augura una vida compartida.
Lo has sentido así, y ahora caminas entre nubes, una sonrisa baila en tu boca, y ni
siquiera te darías cuenta si cayera de pronto un chaparrón. O simplemente seguirías
adelante, sin importarte, sintiéndote feliz porque vas al encuentro de él.

Disfruta, mujer, de este tiempo en que confeccionas, con dedicación, tu ajuar está
hecho de sueño de vida en familia, de camino de a dos, de hijos (o no), de aventuras.
Sin embargo, mejor también preparar mente y espíritu para los momentos difíciles,
porque allí demostrarás la fortaleza de los lazos que hoy te unen a quien amas.
Hay que aprender a disfrutar de los momentos en que la alegría se adueña del hogar,
pero también a afrontar las horas de angustia y desencanto. Y ya sea para compartir la
felicidad como la amargura, busca la mano de tu pareja, y caminen en unidad, un pie al
lado del otro, ni detrás ni delante. Juntos, podrán sobreponerse a la noche tormentosa,
y gozar los arcoíris o las mañanas soleadas.
Los buenos y los malos tiempos se superan mejor acompañándose. Pero sin descuidar
la vida individual, que es necesario resguardar (porque estar unidos no es dependencia,
¿verdad?

S. T.

El águila y el halcón
(conjuro para que el amor perdure)

Una vieja leyenda atribuida a los sioux cuenta que, un día, llegaron a la tienda del anciano
brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, uno de los más jóvenes guerreros,
y la hija del cacique, Nube Azul, la muchacha más hermosa de la tribu.

—Nos amamos —comenzó a decir el joven.

—Vamos a casarnos —le contó la doncella.
—Pero nos queremos tanto que nos da miedo. Por eso te pedimos que nos des un conjuro,
un talismán, algo que nos asegure que siempre viviremos juntos, uno al lado del otro,
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hasta el día de nuestras muertes.

—Por favor —rogaron ambos—, ¿qué podemos hacer?
El anciano sabio los contempló y se sintió emocionado al verlos tan jóvenes, tan
enamorados, esperando ansiosos su palabra. Hizo una larga pausa y luego les dijo:
—Hay una cosa que pueden hacer.... Pero se trata de una
tarea muy difícil y exige sacrificio.
—No importa, haremos lo que sea necesario —le contestaron ambos.
—De acuerdo —dijo el brujo—. Nube Azul, ¿ves aquel
monte, al norte de nuestra aldea? Tendrás que escalarlo sola y, sin otras armas que una red
y tus manos, atrapar el halcón más bello y vigoroso que viva allí. Si consigues darle caza,
deberás traerlo aquí con vida, el primer día después de la luna llena. ¿Me has
comprendido?
La muchacha asintió.
—Tú, Toro Bravo —continuó diciendo el brujo—, tendrás que escalar la Montaña de los
Truenos y, cuando llegues a la cima, hallar la más bravía de todas las águilas, cazarla
solamente con tus manos y una red, sin causarle herida alguna, y traerla viva aquí, el
mismo día en que vendrá Nube Azul...
Ahora, vayan...
Los jóvenes se miraron con ternura y, después de dedicarse unas fugaces sonrisas,
partieron a cumplir la misión que les había impuesto el sabio, ella hacia el norte, hacia el
sur, él...
El día establecido, ante la tienda del anciano brujo, los dos jóvenes esperaban con sus
bolsas de tela donde estaban las aves que el brujo les había ordenado que apresaran.
El viejo les solicitó que, con mucho cuidado, las sacaran de las bolsas. Esto hicieron los
dos jóvenes y las presentaron ante él. El viejo dio su aprobación, pues se trataba de
ejemplares
verdaderamente hermosos, sin duda los mejores de su especie.
—¿Volaban a gran altura? —preguntó el brujo.
—Sí, claro, como lo pediste... ¿Y ahora qué haremos con
ellas? —preguntó el joven—. ¿Las sacrificaremos y beberemos el honor en su sangre?
—No —dijo el anciano.
—Las coceremos y comeremos el valor en su carne —propuso la muchacha.
—No —volvió a decir el sabio viejo—. Hagan esto que les digo: tomen las aves y átenlas
entre sí por las patas con estas correas de cuero... Una vez anudadas, libérenlas para
que vuelen.
El guerrero y la muchachita cumplieron con lo pedido soltaron las aves.
El águila y el halcón trataron de alzar vuelo, pero únicamente lograron revolcarse en el
suelo. Unos instantes después, furiosas por la imposibilidad de volar, las aves arremetieron
una contra la otra, y se dieron picotazos hasta lastimarse.
—Este es el conjuro que les doy. Nunca olviden lo que han visto. Ustedes son como un
águila y un halcón: si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo
vivirán arrastrándose, sino que, tarde o temprano comenzarán a herirse entre sí. Si desean
que el amor que ha nacido entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás encadenados
uno al otro.
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La belleza
se construye día a día
La belleza es la sonrisa de la verdad
cuando ella contempla su rostro en el espejo perfecto.
Rabindranath Tagore

¡Hola, bella mujer!

¿Por qué frunces el ceño? ¿Tal vez has mirado el calendario? ¿Quizás luego te miraste
en el espejo? ¡Y la imagen que viste no te gustó! Si casi brillaban tus ojos con
melancólicas lágrimas.
Ya no eres una jovencita, no.
En tu rostro hay huellas (nada de llamarle “arrugas”) de que has vivido. ¿Acaso es eso
lo que te duele? Escucha, pero con atención, ¿eh? No será este un sermón ni palabras
que aseguren que lo mejor empieza ahora, justamente en este instante
(aunque deberías pensar que tal vez es así…).
Simplemente, vuelve los ojos hacia atrás y ¿qué ves? ¿Muchas vivencias, verdad? Un
camino recorrido con bondades y obstáculos.
Y, es cierto, algunas situaciones te colmaron de tristeza, de agobio, de desesperación.
Pero todas, absolutamente todas las experiencias contribuyeron a que llegaras a ser lo
que hoy eres.
Esta bella mujer. Así es; no abras los ojos con asombro...
Es justo que te digas “bella mujer” porque supiste querer, amar, respetar. Porque
trabajaste con esfuerzo, mucho, por crecer y ser mejor. Porque creíste en los sueños,
incluso luego de que algunos se desmoronaran, y lo volviste a intentar, a veces con
ansiedad y otras con la paciencia que da la sabiduría de haber aprendido de los errores.
Porque, torpe a veces, hábil, otras, te dedicaste a construir y reconstruir una vez, y otra
vez más.
Porque cultivaste la amistad y fuiste capaz de perdonar la ofensa.
Porque creíste en el milagro de cada nuevo amanecer y esperaste su luz en medio de
las tinieblas. Porque te equivocaste, claro, y mucho en alguna oportunidad, pero
volviste sobre tus pasos o seguiste adelante, y sembraste semillas y el esplendor de la
flor fue la recompensa de tus desvelos. Y así podríamos seguir haciendo una lista con
esas
cosas buenas, cosas malas, cosas no tanto que has vivido…
Ahora… ¿se entiende por qué está muy bien llamarte “una
bella mujer”? Y, además, una bella mujer dispuesta ahora a continuar su camino. Ya
fue suficiente tiempo dedicado a mirar hacia atrás: ¡fuera nostalgia, fuera
remordimientos, fuera sentimientos de culpa o fracaso y a desafiar el nuevo día con
renovado
optimismo!
Usa el espejo perfecto y mírate en tu verdad.
La vida te espera.
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Calma,
esa necesaria calma
La verdad no está de parte
de quien grite más.
Rabindranath Tagore

¡Hola! ¿Hay alguien ahí…?

¡Pero qué enojada estás! ¿Podrías detener esa furia que aún nubla tu mente y leer estas
palabras?
Vamos, a respirar profundo. Eso es… Una inspiración lenta, 1, 2, 3, y luego ¡a soltar el
aire como expulsando lo que te hace mal! Si es posible, viaja con tu imaginación a un
lugar donde quisieras estar: tu lugar. ¿Lo estás viendo? ¿Te imaginas allí? Es
precioso…, realmente es así. Ahora, a permanecer un momento en tu lugar de
descanso y disfrutar recorriéndolo. Ya estás mejor, ¿verdad?
Entonces…, de vuelta a este mensaje. Será lo más breve posible y no habrá regaños.
Sólo una invitación a reflexionar. ¿Lo hacemos?
A ver… ¿Cuánta energía has gastado al manifestar tu rabia? Demasiada, ¿cierto? Y
sólo has conseguido extenuarte, porque no modificaste la realidad que la provocó. De
eso se trata. Nada se consigue con violentas quejas, voces altisonantes, gritos
destemplados. Porque así no te haces escuchar, pues ¡se oye sólo ruido de palabras!

Si algo no está bien, si una actitud te molesta, si algún hecho te perturba u ofende,
antes que nada, sujeta las riendas para que no salga al galope la ira. Porque si esta te
gana, provocarás el efecto contrario: pocos, o nadie, te escucharán,
alguno se encogerá de hombros, otro responderá con una frase hiriente. ¿El resultado?,
ninguno.
Es mucho más efectivo que expreses tu opinión, tu advertencia, tu queja con toda la
tranquilidad posible, transmitiendo seguridad sobre lo que estás demandando, pidiendo
o señalando… Es muy preferible (y saludable) tratar de demostrar el error con
argumentos atendibles y entendibles.
En fin, serenamente, con la confianza de quien sabe de qué habla y por qué, hay más
probabilidades de que el otro responda al reclamo o el pedido de “reparación”.

Así, amiga, te sentirás menos frustrada y, día a día, se producirán cambios,

imperceptibles primero, cada vez más contundentes luego.
¿Leíste el mensaje hasta aquí? ¿Vas a intentar lo propuesto? ¡Ya estás esbozando una
sonrisa…! Vamos…, a pedir lo que necesitas, a hacerles saber los demás (amigos,
hijos, familiares, vecinos…) que “están en falta”. Pero sin gritos ni gestos violentos.
Las voces destempladas ahuyentan a los pájaros; las palabras melodiosas, en cambio,
los animan a acercarse y ¡hasta llegan a comer de nuestra mano!
No lo olvides.
Con calma, con mucha calma, con toda la posible.
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Dichos que lastiman

La sola idea de que algo cruel pueda ser útil
es ya de por sí inmoral.
Marco Tulio Cicerón

Buenos días:

Ojalá este mensaje sea el que primero que leas al comenzar

el día.
A veces, pese a que no creamos que haya
sido así, lastimamos a alguien con crueles dichos.
Después, se buscan mil excusas, pero nada justifica las
heridas que una sola palabra puede causar. Aunque te disculpen,
siempre quedará la cicatriz tras la herida que produjo el puñal de tus palabras.

Debemos evitar la palabra ofensiva, que de nada sirve

y tanto mal provoca, y cultivar la que anima y valora. Para
eso, es necesario entrenar el espíritu; y, cuando sintamos
el impulso de arrojar dardos mordaces, recordemos la inutilidad
de ese propósito: las frases insultantes, degradantes,
que subestiman y humillan te dejarán llena de vergüenza y remordimientos cuando
reflexiones o compruebes sus consecuencias,
En cambio, las que expresan comprensión, calidez, aliento serán recibidas con gozo y
gratitud, y eso te hará sentir satisfacción y alegría compartidas.
Nunca está mal reflexionar sobre el poder que tienen las
palabras.

Aprendamos a elegir la buena palabra, la que salva. De lo

contrario, ¡optemos por el silencio!
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El poder de las palabras

Hay un relato bastante difundido que refiere cómo un

grupo de ranas viajaba por el bosque y, de pronto, dos de
ellas cayeron en un profundo pozo. Las demás se reunieron
alrededor de este y, cuando vieron cuán profundo era, les
dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo que, siendo
prácticamente imposible que pudieran salir de allí, debían
darse por muertas.
Las dos ranas que habían sufrido tan desgraciado accidente
hicieron caso omiso de los comentarios de sus amigas
y trataron de salir fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Seguían y seguían insistiendo.
Mientras, las otras les repetían que sus esfuerzos serían
inútiles.
Finalmente, una de las ranas que se hallaba dentro del
pozo prestó atención a lo que las demás les decían, aceptó
sus palabras y se rindió. Simplemente se dejó estar y, al
poco tiempo, murió.
La otra rana continuó saltando con todas sus fuerzas, tanto
como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas gritó
e hizo señas para que no persistiera en su intento y dejara
de sufrir. Le decían que, sencillamente, se preparara para morir,
ya que de nada le serviría continuar luchando. Pero la rana
saltaba, saltaba y saltaba, y cada vez lo hacía con mayor fuerza,
hasta que finalmente logró alcanzar el borde del hoyo.
Cuando salió de él, las otras ranas le dijeron:
—Nos alegramos mucho de que hayas logrado salir, a pesar
de lo que te gritamos.
Entonces, la rana que había conseguido salvar su vida les explicó
que era sorda: cuando estaba en el fondo del pozo había
pensado que las otras la alentaban para que se esforzara más y,
de este modo, podría salir del hoyo.

La palabra tiene poder de vida y de muerte.

Una palabra de aliento puede ayudar a quien se siente
abrumado a levantarse y superar los obstáculos que se le
presentan. Una palabra descorazonadora podría terminar de
aniquilarlo. Seamos cuidadosos con lo que decimos: ofrezcamos
palabras de ánimo al que está caído, y evitemos las
hirientes, las que desaprueban o subestiman, porque pueden
hacer caer a quien están dirigidas en el más profundo de los
hoyos, y a nosotros, en un oscuro remordimiento.
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En busca
del sosiego perdido
La riqueza consiste mucho más en el disfrute
que en la posesión.
Aristóteles

¡Hola, buenas noches!

Hoy tuviste un día muy ajetreado. Salías y entrabas, febrilmente
apresurada. Te sumergiste en mil actividades, y fuiste
devorada por acelerado trajinar. Es cierto, vivimos en una
época difícil que requiere de nosotros todas las fuerzas, el empeño
y la dedicación para salir adelante. No es sencillo contribuir
a la economía hogareña con un salario suficiente. Pero
¿no se aproxima tu actitud, al menos un poco, a un exceso de
ambición? Dinero y poder van de la mano y, tarde o temprano,
te tenderán una trampa de la que será difícil escapar.
La propuesta de este mensaje es reflexionar sobre esto,
ahora que te detuviste un momento en
estas páginas.
¿No te parece que a veces te fatigas por tener objetos que
no son imprescindibles? Claro que es bueno disponer
de los que te ayuden a realizar tus tareas. (Qué bueno
cuando se puede reunir las prendas sucias de toda una semana,
y dejarle al lavarropas que haga la tarea que otras mujeres,
como también lo has hecho antes, realizan con enorme
esfuerzo ¡a mano!)
Sin embargo ¿cuál es el valor que hay que dar a esos objetos?
Y con respecto al poder, ya sabes muy bien cuántos “crímenes”,
de menor o mayor escala, se cometen, día a día, por
disponer de él.
Hay que dar a las cosas su justo valor, sólo el que verdaderamente
tienen. Si no, emprenderás una carrera infinita en pos
de ellos. Y el placer de vivir no lo hallarás en las cosas materiales,
aunque sean necesarias, claro. Tal vez si tomas distancia y
ves el exagerado ajetreo en que estás viviendo puedas meditar
sobre estos asuntos. Va como regalo una hermosa poesía que
puede ayudarte a hacerlo: a veces no está mal pensar en el sencillo y
austero “lugar ameno” de Fray Luis (sigue leyendo la página siguiente).
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Vida retirada (Fray Luis de León)

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Un no rompido [roto] sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo
de odio, de esperanzas, de recelo.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada [abastecida]
me basta, y la vajilla
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserablemente
se están los otros abrasando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.
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El compromiso
con los otros
Para mí, la cultura de paz es el pleno respeto
a la dignidad y a los derechos individuales
y colectivos de las personas y de los pueblos.
Rigoberta Menchú Tum,
premio Nobel de la Paz

Este mensaje es especial. Porque se permite pedirte que,

por un momento, observes a tu alrededor, salgas de tu centro,
te abras al mundo.
Hay en él cosas bellas, maravillas que conmueven el alma,
paisajes encantadores. Pero esta es sólo una parte del universo
en que estás, también, comprometida. Y a esta palabra pretendíamos
llegar. ¿Has pensado en qué consiste ese compromiso?
Precisamente en estar, en observar, en no “pasar de largo” ante
cada acontecimiento.
Claro que sería estupendo que todo se hallara en armonioso
equilibrio, que cada ser tuviera aquello que necesita para
vivir una vida digna, que todos pudieran acceder a los frutos
que la tierra ofrece, generosa.
Sin embargo, por desgracia, sabemos que muchas personas
sufren enormes carencias. Entonces, hay que proponerse
hacer algo. Hay que dar. No lo que te sobra, porque eso no
es generosidad. Debes ayudar a los otros, pero que esa ayuda
signifique desprenderte de algo que valores (tu tiempo, tu esfuerzo,
el dinero que te cuesta ganar).
Se trata de la solidaridad, no de la limosna. Se trata de colaborar
para que el otro mejore, no beneficiarse con sentir
alivio por regalar lo que me sobra o no me sirve. Se trata de ver
al prójimo en el otro u otra.
Busca y encontrarás organizaciones que se dedican a la tarea
de colaborar para que todos puedan alcanzar el nivel de
vida que se merecen los seres humanos que habitan esta tierra.
Entonces podrás decir, como Rigoberta, que estás construyendo
una cultura de paz.

A continuación, se mencionan algunas organizaciones

donde es posible participar de distintas maneras: directamente,
con nuestro aporte personal, o bien buscando en ellas la
información necesaria: saber qué cosas suceden es el comienzo
para poder cambiarlas si nos parece necesario hacerlo.
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Amnistía Internacional (AI)

Se trata de un movimiento, como su nombre lo indica,
de carácter internacional, que lucha por la defensa de los
derechos humanos. Lo hace de manera independiente, pues
no está vinculada con gobierno, ideología política o credo
religioso algunos. Con frecuencia, brinda informes sobre las
violaciones a los derechos humanos que ocurren en distintos
lugares del mundo.
Su sitio web en Internet es: www.amnistiainternacional.org.

Greenpeace (en inglés, “paz verde”)

Según la propia organización, su existencia se debe a que

“esta frágil tierra se merece tener voz”, y necesita soluciones,
cambio y acción. Es una organización sin fines de lucro, con
filiales en numerosos países de Europa, América y Asia.
Para conservar su autonomía, Greenpeace no acepta
donaciones de los gobiernos o las corporaciones, pero
cuenta con adhesiones individuales o la subvención de
fundaciones.
Es una organización global y, por lo tanto, se concentra en
las más perentorias amenazas mundiales para la biodiversidad
y el medio ambiente de nuestro planeta.
Realiza campañas con estos objetivos: detener el cambio
climático; proteger los antiguos bosques; salvar los océanos;
impedir la pesca de ballenas; oponerse a la ingeniería genética;
detener la amenaza nuclear; eliminar los productos químicos
tóxicos; alentar el intercambio comercial sostenible.
En Internet, su sitio web es: www.greenpeace.org.

PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo)

Es la red mundial de las Naciones Unidas para el desarrollo.

Promueve el cambio y vincula a los países con los conocimientos,
la experiencia y los recursos necesarios para ayudar
a que los pueblos forjen una vida mejor. Tiene presencia en
166 países del mundo, y trabaja con ellos para ayudarlos a
encontrar sus propias soluciones a los desafíos mundiales y
nacionales del desarrollo. Mientras fortalecen su capacidad
local, los países aprovechan los conocimientos del personal
del PNUD y de su amplio círculo de asociados.
El PNUD ayuda a los países en desarrollo a obtener asistencia
y utilizarla eficientemente.
Como consigna, manifiesta que en sus actividades impulsa
la protección de los derechos humanos y la realización del
potencial de la mujer.

CEPAL (Comisión Económica para América Latina)

Establecida por resolución del Consejo Económico y Social,
del 25 de febrero de 1948, año en que comenzó a funcionar. El
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27 de julio de 1984, el Consejo decidió que la Comisión pasara a

llamarse Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
La CEPAL es una de las cinco comisiones regionales de
las Naciones Unidas; su sede se halla en Santiago de Chile.
Se fundó con el propósito de colaborar en el desarrollo económico
de América latina, coordinar las acciones dirigidas a
promoverlo y reforzar las relaciones económicas de los países
entre sí y con las demás naciones del mundo. Luego, su
labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo
de promover el desarrollo social.

Las ONG
Una ONG (Organización No Gubernamental) es toda entidad
voluntaria, de carácter no lucrativo, organizada
a nivel local, nacional o internacional.
Las ONG, comprometidas en realizar una labor concreta y
dirigidas por personas vinculadas por un interés común, cumplen
funciones humanitarias y ofrecen distintos servicios en
beneficio de la comunidad. Además, comunican a los gobiernos
de los diferentes países las inquietudes de los ciudadanos,
y defienden y siguen determinadas políticas. A través de la información
que brindan, procuran lograr la participación activa
de los ciudadanos.
Algunas se organizan en torno a ciertos asuntos específicos,
como el medio ambiente, la salud o los derechos humanos.
Todas brindan su capacidad de análisis y su experiencia,
y cumplen con la función de poner en marcha mecanismos
de alerta temprana ante problemáticas de distinta índole.
Además, contribuyen a que se lleven a la práctica acuerdos
internacionales que resultan beneficiosos para la población.
En Internet, es posible hallar sitios para ubicar Organizaciones
No Gubernamentales en el mundo; por ejemplo, en Organizaciones
No Gubernamentales en América Latina, cuyo sitio web
es: www.lanic.utexas.edu/la/region/ngos/indexesp.html.
 17

Atravesando crisis

En los momentos de crisis, la imaginación

es más importante que el conocimiento.
Albert Einstein

¡Salud y saludos!

Ya se sabe, cuando el río de la vida viene revuelto, los días

no parecen precisamente “buenos”. Se siente como si un terremoto
estuviera sacudiendo tu vida cotidiana y, claro, todo
tambalea. Uno busca aferrarse a las cosas conocidas, pero estas
ya no están donde antes, o no son lo que eran. Por supuesto
el espejo dice que sí, que ahí estás.
Sin embargo, tampoco crees ser la misma. Cuando esto
sucede, hay que enfrentar esas transformaciones, pero te
asusta tu actual circunstancia. ¿Cuál es el nombre de lo que
te sucede?: crisis.
Vamos a recordar qué significa esta palabra. No me refiero
a darte una definición de diccionario, sino a invitarte
desentrañar su sentido más profundo.
El término crisis hace referencia a un cambio, a una modificación
en algún proceso o situación, y también a un momento
decisivo en ellos. Y entonces implica incertidumbre,
inquietud, dudas, conmoción. ¿Qué sucederá después?, ¿de
qué manera se resolverán los hechos?, ¿cuándo volverá esa
“estabilidad” que se ha visto arrasada por la crisis?
Por eso, amiga, sientes que el desasosiego hoy te embarga:
las cosas cambian, se transforman, debes tomar decisiones, y
eso atemoriza.
La sugerencia es que apeles a tu fuerza interior; que aun
con esfuerzo trates de calmarte y pensar en lo positivas que
pueden ser estas etapas: el mundo se halla en continua mutación,
y no se puede permanecer ajena a esto. De otra forma, no
habría crecimiento, desarrollo, progreso.
Te esperan buenos días, no dudes de eso. Afronta, con todo
el valor posible y esa fuerza interior que se quiere
esconder (pero está), el actual torbellino. Confía en que
podrás construir el futuro a partir de los cimientos afirmados
en este presente, que ahora percibes como un caos.
Para lograrlo, recurre a tu imaginación. Nuevas experiencias
llegan a tu vida: aprende de ellas cada día. Y, sobre todo,
confía en tu propia persona. Saldrás adelante más fuerte de la
crisis y... renovada.
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Algunas frases
para tiempo de crisis
No hay desafío sin crisis. Sin desafíos, la vida se convierte
en una rutina, en una lenta agonía. No hay méritos sin
crisis. Es en la crisis donde podemos mostrar lo mejor que
hay en nosotros. Sin crisis, cualquier viento se convierte en
una tierna caricia.
(Albert Einstein)

En la crisis, sé consciente del peligro; pero reconoce en

ella la oportunidad.
(John F. Kennedy)

Un problema se convierte en la oportunidad de dar lo

mejor posible de nosotros.
(Duke Ellington)

El hombre [o la mujer] se descubre a sí mismo/a cuando

debe enfrentar un obstáculo.
(Antoine de Saint-Exupéry)

En las grandes crisis, el corazón se quiebra o se curte.

(Honoré de Balzac)

Hablar sobre crisis es promoverla. No hacerlo, es exaltar el

conformismo. Vamos a trabajar duro en vez de eso. Pongamos
fin, de una vez para siempre, a la crisis amenazadora que representa
la tragedia de no estar dispuestos a superarla.
(Albert Einstein)

La crisis de hoy es la broma de mañana.

(H. G. Wells)

En esta vida hay que morir varias veces para después renacer.
Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar
una época e inaugurar otra.
(Eugenio Trías)

No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo

siempre lo mismo. Una crisis puede ser una verdadera
bendición para cada persona, para cada nación. Pues todas
las crisis traen avances. La creatividad nace de la angustia,
exactamente igual que el día nace de la noche. En la crisis
es cuando nace la inventiva, así como los descubrimientos
y las grandes estrategias. Quien supera crisis, se vence a sí
mismo(a) sin ser derrotado(a).
(Albert Einstein)
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Aprender
a pedir ayuda

Si eres orgulloso,
conviene que ames la soledad;
los orgullosos siempre se quedan solos.
Amado Nervo

Hola, amiga:

Estás cansada, ¿verdad? Las preocupaciones te agobian, y

se suman las tareas por hacer. Quieres abarcarlo todo, poder
hacerte cargo de las responsabilidades que generan un hogar y
un trabajo. Como marino en medio de la tempestad, te haces
cargo del timón y diriges el rumbo de los acontecimientos. Y
no lo sueltas, aunque arrecien el viento y la lluvia.
¿Cuánto hace que estás allí, soportándolos empecinadamente,
sin tomarte una tregua?
Es cierto que sabes cómo hacer las cosas, que conoces
los “secretos” para que salgan bien. Pero... ¿les has dado una
oportunidad a los otros para que tomen tu lugar? Una pregunta
(lee en voz alta, así también lo escuchas de tu boca): ¿has
delegado el mando alguna vez?
Parece que no. Das pelea sola y sola pretendes salir adelante.
Es hora ya de que aprendas a pedir ayuda. No significa
ninguna humillación, ni que pierdas ese poder que parece te
atrae, a pesar de que protestes porque estás cansada, por la
fatiga, por la falta de reconocimiento... Pues, eso sí, te reservas
el derecho de la queja. Y, además, se alimenta así tu orgullo de
considerarte indispensable.
No, no, no. Los otros pueden hacer las cosas tan bien
como tú. Entonces, hay que hacer el intento y pedir que te
auxilien, que brinden colaboración cualquiera sea la tarea que
estés emprendiendo.
Te sentirás mejor, ya verás, y el día será menos pesado.
Habrás compartido la carga de las ocupaciones cotidianas y
no cometerás el error de sentirte omnipotente. De lo contrario,
cada vez te sentirás más sola y más agobiada.
 20

Para combatir el estrés

El Instituto Francés de Ansiedad y Estrés, de París, propuso

veinte reglas de vida. Según los expertos, si se consigue cumplir
con diez de ellas, es posible mejorar la calidad de vida.

• Hacer una pausa de 10 minutos por cada 2 horas de trabajo,

como máximo. Repetir estas pausas diariamente, para
pensar en uno mismo y analizar las propias actitudes.

• Aprender a decir “NO”, sin sentirse culpable o creer que

se lastima a alguien. Querer agradar a todos produce un
enorme desgaste.

• Planificar el día, pero dejar siempre algo de tiempo para

cualquier imprevisto, siendo consciente de que no todo
depende de usted.

• Concentrarse sólo en una tarea a la vez. Por muy ágil que

sea la mente, uno se cansa.

• Olvidarse una vez y para siempre de que se es indispensable

en el trabajo, la casa o el grupo de pertenencia.
Por más que produzca desagrado admitirlo, todo sigue
su curso sin que sea necesario que usted intervenga, salvo
usted mismo/a.

• Dejar de sentirse responsable del placer de los otros.

Usted no es la fuente de los deseos, ni el eterno maestro
de ceremonias.

• Pedir ayuda siempre que sea necesario, teniendo el buen

sentido de hacerlo a las personas correctas.

• Distinguir los problemas reales de los imaginarios y eliminar

estos últimos: son una pérdida de tiempo y ocupan un
espacio mental precioso, que podría dedicarse a algo más
importante.

• Intentar descubrir el placer de cosas cotidianas, como

dormir, comer y pasear, aunque sin creer que es todo lo
que puede obtener en la vida.

• Evitar verse involucrado en las ansiedades y las tensiones

ajenas. En cuanto a las propias, hay que esperar un poco, y
después retornar al diálogo y a la acción.

• No creer que la familia lo es todo. Su familia no es usted,

está junto a usted, compone su mundo, pero no le da su
propia identidad.
 21

• Darse cuenta de los rígidos principios y convicciones capaces

de resultar en un gran peso que evita el movimiento
y la búsqueda.

• Es necesario contar siempre con alguien en quien se pueda

confiar y con quien hablar abiertamente. Y que de nada
sirve si está lejos.

• Conocer la hora precisa en que hay que abandonar una

cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca se
debe perder el sutil sentido de retirarse en el momento
adecuado.

• No pretender saber si hablaron mal de uno, ni dejarse

atormentar con esa “basura mental”. Y escuchar lo bueno,
pero analizando críticamente, sin creerlo todo.
• Competir en momentos de diversión, trabajo y vida en
pareja es ideal para quien quiere terminar cansado o perderse
la mejor parte.

• La rigidez es una buena cualidad para las piedras, pero no

resulta apropiada para los seres humanos.

• Una hora de inmenso placer sustituye, fácilmente, tres horas

de sueño perdido. El placer reconstituye más que el
dormir. Por eso, no hay que perder una buena oportunidad
de divertirse.

• Comprender que, en conclusión, usted (aunque las circunstancias también influyan)

es lo que haga de sí mismo/a.
 22

El nido vacío

Tus hijos no son tus hijos,

son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo, no te pertenecen.
Khalil Gibran

Querida mujer:

Descorre el velo de las lágrimas. Aunque no se deslicen por

tus mejillas, están nublando tu corazón...
Atraviesas tan difícil momento que crees no poder soportarlo… Veamos.

Tu hijo, hija o hijos/as han abandonado el nido para iniciar

su vuelo hacia una vida propia. Temes por ellos, te inquieta su
porvenir, piensas que ya no podrás asistirlos, cuidarlos, advertirles
acerca de los peligros y ¡hasta librarlos de ellos!
No es así. Ya has realizado la tarea, sola o junto con tu
compañero: fueron concebidos con amor y con amor, educados.
Si cuidaste sus primeros pasos, jugaste con ellos en
el tiempo de los juegos, y fuiste como el tutor, que orienta
y sostiene el crecimiento de las plantas para evitar que se
inclinen riesgosamente. Si gozaste con su alegría, escuchaste
sus problemas y los ayudaste a resolverlos. Si enjugaste
sus lágrimas y les enseñaste que todo en esta vida tiene su
costo, y que es inevitable atravesar etapas de dolor, y se sale de ellas o se lo aceptacon
fortaleza…
Entonces, mujer, no lamentes este momento en
que los pichones despliegan sus alas y se alejan del nido para
formar el propio.
Hay motivos para estar contenta. Porque, además, si a tu lado
está la pareja con quien se eligen cada día, sigan unidos,
porque es hora de empezar otra etapa; distinta, pero no menos
importante.
Así es, ahora llega, como en una historia circular, el tiempo
de estar a solas. Conviértelo en regocijo, porque eso
debe ser. También tu pareja se siente desamparada y desconcertada.
Puedes acercarte y decirle algo. Quizás esto mismo que aquí
decimos. El vacío que te acongoja lo siente igual, pero puede
que lo exprese de otra manera o lo oculte, quizás. Vivan juntos
este momento, como tantos otros… Es una época agridulce.
Pero no desaproveches la oportunidad de cerrar una etapa y
¡encontrarte con otra!
Por cierto, si estás sola, que no te asuste el silencio de la
casa. Encuentra tareas para hacer, sigue adelante con tu trabajo
o profesión, renueva amistades. Será quizá un poco más
 23

difícil, pero ¡si enfrentaste sola criar esos pichones, todo este
espacio que se siente vacío y tan “sin ruidos” se puede llenar
de nuevas experiencias que te enriquezcan!

¿Qué hacemos?
Los hijos volaron del nido…
Si todavía “alguien” te acompaña en la vida, para
ver las cosas de otro modo y olvidarse de la tristeza, piensa
que ahora, estando los hijos lejos de casa, la pareja puede:

• Mirarse y preguntarse qué han estado pensando durante

los últimos veinte años.

• Escuchar la música que se desee (esto es maravilloso, imaginen:

no tener que soportar hip hop a altos decibeles).

• Aprovechar las mañanas (o las siestas, o la noche, o...)

y disfrutar de un encuentro amoroso sin sobresaltos ni
interrupciones.

• Salir de vacaciones durante la época de clases en la escuela.

• Dejar la puerta abierta del dormitorio (aunque estén mirando

películas para adultos).

• Usar el cuarto de baño todo el tiempo que se les antoje,

sin que alguien golpee a la puerta. Además, no hallarán envases vacíos
del perfume, el desodorante, el champú o la crema
de manos preferidos.

• Andar por la casa sin preocuparse de llevan toda la ropa puesta.

• Disponer de tiempo para leer, mirar televisión o simplemente

sentarse a tomar un té o un café juntos, charlando
amigablemente, ¿recuerdan?

• Salir a cenar fuera los viernes (o cualquier día de la semana)

sin tener que suspender la comida para “llamar a casa
para saber cómo están los chicos...”.

• Se terminaron los gastos adicionales por llamadas telefónicas,

uso de conexión a Internet y ¡esas tecnologías que
nos exceden a veces!
 24

• ¡Nos quedó alguna notebook más, además de la televisión “inteligente” y otros elementos
tecnológicos que ahora tendremos que hacer funcionar sin ayuda. ¡Pero también hasta
podemos revivir algún vinilo y escuchar (o bailar)
ese viejo tema que pondremos de moda otra vez!

• Volverse un poco egoístas sin sentir culpa.

Hay que valorar en su justa medida la ausencia de los hijos y

complacerse al tomar conciencia de que comienzan una
nueva vida.
Esto significa que ellos verán de otra manera a sus
padres, establecerán otro tipo de vínculo, ni mejor ni
peor, sino distinto
Además, aunque no estén viviendo en casa, siempre
encontrarán la excusa y el “pasaba por aquí” será motivo
de alegría. Pero mucho mejor cuando comuniquen
que ellos a su vez serán madres o padres..., es decir, ¡te convertirás
en abuela!
 25

Los hombres
y las mujeres
Sin sonrisa de mujer
no hay gloria completa de hombre.
José Martí

¡Buenos días!

¿Por qué estás tan triste hoy? A ver, ¿quizás él, tu compañero varón, no se comporta
como tú quisieras? A veces se encierra en un mutismo
que crees que te excluye, sientes que es incapaz (bueno, en
verdad, no lo hace a menudo...) de sorprenderte con un pequeño
obsequio o de adivinar que te hace falta un abrazo...
Además, te sientes molesta cuando te parece que se burla
de tus sentimientos y te reprocha por ser “muy susceptible”.
Sucede, amiga, que hombres y mujeres son distintos.
“¡Vaya descubrimiento!” te estás diciendo en respuesta,
con una mueca de pícaro desdén. Pero aquí no apuntamos
a cuestiones puramente biológicas, sino a lo que implica ser
varón o ser mujer a la hora de establecer vínculos, mirar la
vida, concebir el mundo.
La mujer ha logrado para sí —en una lucha que lleva siglos
de evolución— muchas y muy importantes conquistas, sobre
la base del reconocimiento de derechos que le corresponden
como ser humano en igualdad con el varón. También, ha conseguido
espectaculares avances en el campo laboral y en su inserción
social, y puesto en acción sus capacidades de decisión
y de liderazgo.
Sin embargo, las desigualdades aún existen, aun cuando la tan
pretendida “equidad” se haya alcanzado en niveles cada vez más
aceptables.
¿Qué sucede? Primero, no hay que olvidar que las
naturales diferencias están allí, como hemos mencionado. Y
como mujer que responde a su naturaleza, darás prioridad a
los afectos, y tu vida emocional prevalecerá o igualará el
talento, la agudeza mental y capacidad intelectual tengas.
Mientras él puede “disociar” el mundo afectivo del práctico
o intelectual, (sin que por ello desestime emociones) la
mujer tiende a hacer que el primero prevalezca. Y, en ocasiones,
esto conspira en su tarea diaria, mucho más si está a cargo de
funciones que exigen pensar, racionalizar más…
Por eso no entiendes que, después de una pelea, te gane el
desánimo y, aunque insistas, no puedas terminar ese informe
que estás preparando y has elaborado con tanta perseverancia
e inteligencia, o acabes esa tarea que pendiente; si hasta hacerse
un sándwich para el almuerzo cuesta esfuerzo... En cambio,
él trabajará presuntamente con normalidad, y a ti te parecerá
que no les da importancia a los sentimientos.
 26

Sencillamente, su modo de enfocar las cosas es distinto, él

es distinto, él es él, es decir, es hombre. No hay mala intención,
ni falta de cariño, ni le resultas indiferente. Se comporta de
otra manera, responde a herencias culturales y hasta biológicas,
y habrá que aprender a aceptarlo como es.

Pero, y esto es tu derecho, sí debes hacerle notar cuando

algo te ofende, no permitir que la indiferencia se haga hábito,
ni que el maltrato se presente de muy sutiles maneras.

Varón y mujer tienen que caminar juntos su jornada, en iguales

condiciones de respeto, afecto, colaboración.

Estudio: las mujeres tienen

mejor memoria emocional

WASHINGTON (AP) “Él nunca se acuerda de nuestro aniversario”,

“Le tengo que recordar hasta el cumpleaños de su
mamá”. Son frases comunes en bocas de mujeres cansadas
de que sus maridos “olviden” fechas y ocasiones importantes
que podrían tener una explicación científica: los cerebros
femeninos están conectados a las emociones y a su
recuerdo más firmemente que los de los varones. Un grupo
de psicólogos realizó un estudio que midió la capacidad de
varones y mujeres de reconocer fotografías con una fuerte
carga emocional tres semanas después de haberlas visto por
primera vez y sin prevenirles que más adelante serían consultados.
La investigación descubrió que la memoria de las
mujeres es de 10 a 15 por ciento más precisa que la de los
hombres. El estudio, que se publica el martes en las Actas de
la Academia Nacional de Ciencias, también usó imágenes de
resonancia magnética para observar la respuesta en los cerebros
de los sujetos cuando veían las fotografías. Las pruebas
demostraron que las respuestas neurológicas de las mujeres
a las escenas emotivas eran mucho más activas que las de los
varones. Turhan Canli, profesor asistente de psicología en la
Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook (Estados
Unidos) dijo que el estudio revela que el cerebro de la mujer
está mejor organizado para percibir y recordar emociones.
“Las conexiones de las experiencias emocionales y la codificación
de estas experiencias en la memoria están mucho más
integradas en las mujeres que en los varones”, dijo Canli, autor
principal del estudio. “Un mayor porcentaje de los estímulos
emocionales utilizados en el experimento fueron evocados
por las mujeres que por los hombres”. Canli dijo que la respuesta
emocional de hombres y mujeres a la misma fotografía
 27

es muy diferente y depende de cada uno. Por ejemplo,

frente a la imagen de una pistola, los hombres la calificaron
como neutra, en cambio las mujeres como altamente negativa
y evocó en ellas fuertes emociones. Entre las imágenes votadas
como sumamente emotivas estuvieron la de un cuerpo
muerto, la de una lápida y la de una persona llorando. Entre
las neutras estaban la de un maletín y un paisaje. “De las
fotografías clasificadas como con una alta carga emocional,
los hombres recordaron el 60 por ciento y las mujeres, el
75 por ciento”, afirmó Canli, quien explicó que las personas
que más se apegan a los recuerdos tienen un mayor riesgo de
generar una depresión. Otros autores de la investigación son
John E. Desmond, Zuo Zhao y John D. E. Gabrieli, todos de la
Universidad de Stanford. “Las conclusiones coinciden con estudios
anteriores que hallaron diferencias en las operaciones
mentales de varones y mujeres”, dijo Diane Halpern, directora
del Instituto Berger para el Trabajo, la Familia y los Niños, y
profesora de psicología en el Claremont McKenna College,
de California (Estados Unidos). Halpern dijo que el estudio
“establece un vínculo firme entre el comportamiento cognitivo
y una estructura cerebral que se activa” cuando queda
expuesta a estímulos emocionales. “Aumenta nuestra comprensión
sobre el vínculo entre la cognición y las estructuras
cerebrales subyacentes —afirmó—, pero eso no significa que
sean inmutables, que no puedan cambiar con la experiencia”,
explicó. Halpern agregó que el estudio confirma también
conclusiones anteriores de que las mujeres, por lo general,
tienen mejor memoria autobiográfica para todo, y no exclusivamente
de episodios emotivos.
 28

Los hombres,
las mujeres y ¡el humor!

El que ha conocido sólo a su mujer

y la ha amado sabe más de mujeres
que el que ha conocido mil.
León Tolstoi

¡Hola, amiga!

Hablamos antes de las diferencias entre el hombre y la mujer

(revisa el mensaje unas páginas atrás). Pues bien, parece
que aún podemos seguir reflexionando al respecto…
Hombres y mujeres deben caminar juntos, como seres complementarios
que son. Pero no es fácil, claro, ¿quién lo ha dicho?
Supone aceptar al otro como es, y evitar la tentación del
“Yo puedo hacer que cambie”, sabiendo que eso no será posible.
Además, deberías preguntarte ¿por qué lo elegiste, entonces?
Como puede que te hayas quedado pensativa, la propuesta
es que apelemos al humor. Sí, al humor, al buen
humor necesario, a ese que nos permite reírnos de nosotros
mismos y con los otros. Complementamos esta breve
introducción, en el intento de colaborar a que hombres y
mujeres encuentren la forma de ayudarse, con unos textos
para que empieces el día con una sonrisa. Es importante, sin
temor a que parezca tomarlo a la ligera, aliviar los problemas
con un toque de buen humor.

Ellos y ellas

1. Cosas de mujeres
• Buscar un compromiso permanente por parte de él, inmediatamente
después del primer beso.

• Rechazar todo contacto físico con un muchacho que le declara su amor

diciéndole: “Quiero que seamos amigos”.

• Referirse a su “ex” en términos cuasi míticos cuando

su actual pareja no hace lo que ella quiere.

• Pensar todo el tiempo en “nuestra relación”.

• Hablar todo el tiempo de “nuestra relación”.

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• Saltearse austeramente el postre y “picotear” del de los

demás.

• Poseer la asombrosa habilidad de usar cualquier superficie

reflectante como espejo.

• Sufrir convulsiones al ver a otra mujer con el

mismo vestido.

• Pagar precios ridículamente altos por trajes de baño y

ropa interior minúsculos.

• Convencerse de que los pantalones le quedan más pequeños

porque la secadora los encoge.

• Tirar a la basura las ropas favoritas de “él”, sin su permiso,

con el razonamiento de que lo hace por “su propio bien”.

• Quejarse de que “no tiene qué ponerse”.

• Esconder sus joyas en un lugar seguro y olvidarse dónde.

• Ofenderse al ver a una chica joven y hermosa sin corpiño.

• Responder a la pregunta “¿Algo te molesta?” con un

“No”, y después enojarse porque él le creyó y no siguió
preguntándole.

• Insistir en que el muchacho participe del terrible juego

“¿No notas algo diferente?”.

• Pensar que puede hacer que él cambie..., y seguir intentándolo

hasta la tumba.

• Rogarle que la acompañe a hacer compras y luego quejarse

todo el tiempo de que vaya con ella y no la ayude lo suficiente.

• Llorar en el momento en que ya es evidente que está perdiendo

la discusión.

• Llorar en las bodas. En los cumpleaños de mamá y papá. Cuando

• Esperar que él esté en la cama y casi dormido, para preguntarle

si ha cerrado la puerta delantera y apagado las luces.
• Concluir que el único hombre al que puede cambiar es
uno que tenga pañales.

• Preguntas femeninas

“¿Me amas?”
“¿Estoy gorda?”
“¿En qué estás pensando?”
 30

“¿Qué harías si me muero?”

“¿Crees que ella es más linda que yo?”
“¿Adónde vamos esta noche?”
“¿Te gusta mi pelo?”
“¿Podemos hablar?”
“¿De qué hablan los muchachos?”
“¿Esa es tu respuesta final?”

• Afirmar que no quiere nada para su cumpleaños..., y enojarse

si él, efectivamente, no le regala nada.

• Pedir sólo una bebida y después comerse la comida de él.

• Consumir chocolate ante a angustia de no poder resolver un problema (o al menos

como consuelo).

• Consumir chocolate (hay variantes dulces y saladas, eh).

• Cambiar de ánimo cada seis minutos y ser capaz de justificarlo. Es justificable.

• Conversar por chat con una amiga, después de haberlo

hecho personalmente ese mismo día.

• Imaginarse dueña de cosas ajenas, como un puesto directivo en una empresa de artículos
para mujeres, una mansión, joyas o… Kit Harington (el Jon Snow de Games of Thrones)

Cosas de hombres

• No afeitarse en vacaciones.

• Pagar un plan para el teléfono celular con de muchos minutos, muchos gigas, mucho de
todo, y usar un promedio del 10%.

• Dejar para mañana lo que ella puede hacer hoy.

• Tener arcadas ante la presencia de un pañal sucio. O sólo por el “perfume” que arroja.

• Concluir que sólo otros muchachos (y quizás su perro) lo

comprenden realmente.

• Adorar como un héroe a Hugh Heffner en parte porque el creador de Playboy)... pasaba
todo el día en bata de baño.

• Mirar las ofertas de películas en cualquier medio digital o no, para elegir una que “los”
disfrutarán.

• Tomar montones de cosas para leer antes de ir al baño.

• Elegir el combustible más caro porque su auto “lo merece”.

 31

• Poner los muebles alrededor del centro de su universo: la TV y la notebook (a veces, el

celular).

• Comprobar cuántas veces puede volver a ponerle suela al

mismo par de zapatos.

• No recordar ningún cumpleaños de sus amigos. ¡Ni el de ella!

• No recordar ningún cumpleaños.

• Reservar todo un estante del refrigerador para la cerveza.

• Darles nombres de mascotas a objetos inanimados (y a

partes de su cuerpo).

• Querer comunicarse, sí, pero sólo durante las pausas de

avisos comerciales.

• Prepararse para unas vacaciones de un mes llenando

sólo una maleta.

• Tener la hegemonía del control remoto de la televisión y del aire acondicionado (a 17

grados promedio incluso en noches más frescas de verano).
• Tener una fabulosa colección de herramientas y no usarlas
nunca.

• Vestirse bien sólo para funerales y bodas (ajenas).

• Repetir las rutinas de sus héroes deportivos.

• Pasar semanas diseñando un sitio web, con campanas y

adornitos, que finalmente será visitado por once personas.

Frases masculinas

“Es preferible que terminemos. Lo hago por tu

bien: te mereces alguien mejor que yo.”
“Si quieres, conversemos. Pero ¿no lo hicimos antes
de ayer durante el almuerzo?”
“Estoy confundido, necesito tiempo para pensar.
No es que salga con otra, te lo juro…”
“El domingo a las siete de la mañana jugamos un
partidito con los muchachos…”
“¡Dónde están mis calcetines!”
“Mi auto, mi casa, mi televisión, mi...”
“¡El control remoto, por favor! ¿Dónde está el
control remoto?”
“¡Trabajo todo el día!”
“¿Eh?”
“¡Ah!”
“Claro…”
 32

• Creer que hace grandes méritos regalando flores... compradas

mientras espera que cambie el semáforo.
• Hacerle a “ella” un regalo realmente muy caro para compensar
haber descuidado sus obligaciones pasadas, presentes
o futuras.

• Decir que la prefiere sin maquillaje, pero no reconocerla

cuando no lo usa.

• Concluir que sólo un telépata o un brujo puede entender

a una mujer. (¡Error que ya es tiempo que corrija!).

• Usar una y otra vez el mismo patético recurso de conquista.

• Hacer planes de último minuto y esperar que ella esté disponible

y lista para salir.

• Envidiar a los amigos casados cuando es soltero y a los

amigos solteros cuando está casado.

• Sentir la misma emoción hacia su primer amor y su primer

auto (suponiendo que no sean lo mismo).

• Asentir y mirar el reloj es una aceptable respuesta para

cuando ella dice “Te amo”.

• Coquetear on-line y quedarse sin hablar off-line.

• Decir “Te amo” justo antes de confesar algo estúpido que

ha hecho.

• Gastar más dinero en un iPhone que en un anillo de compromiso.

• Desear que su pareja sea un clon de su madre.

• Dejar toallas húmedas en el baño (o por todas partes…).

• Creer que ella no se da cuenta de que él está mirando a

otra mujer.

• Padecer sordera y miopía selectivas.

• Cambiar de canal sin avisar y sin discutirlo, como dueño

del control remoto que es.

• Jamás tirar a la basura recipientes de comida vacíos.

• Creer que vaciar el depósito del retrete es algo optativo.

• Rehusarse a entender que la posición apropiada para la

tapa del retrete es cerrada.
 33

• Conservar las figuritas que coleccionaba cuando tenía

cinco años.

• Recitar de memoria la formación de su equipo favorito

desde la fecha de nacimiento (aunque se olvide los nombres
completos de sus mejores amigos).

• Insistir en llevarla a un partido, pero no hablar con ella

hasta que este termine.

• Pagar más por un boleto para la final del campeonato que

por toda la luna de miel.

• Jugar a la pelota con los “chicos del barrio”, con la expresa

intención de ganar. (Y deprimirse durante días cuando
esto no sucede.)

• No conocer el nombre de más de seis colores.

• Preguntar siempre dónde están sus cosas.

• Sentir que lava su ropa porque la ha tirado en el canasto.

• Considerarse acreedor a una medalla por cada pequeña

tarea que hace en la casa.

• Empezar a sudar cuando oye la pregunta “¿Sabes qué día

es hoy?”.

• Tirar a la basura la ropa interior sólo cuándo no puede

identificar cuáles agujeros eran para las piernas.

• Enorgullecerse de tener ropa de más de 10 años de antigüedad.

• Quedarse sin palabras cuando tiene que decir “Lo siento”,
“Estaba equivocado” o “Tienes razón”.

• Pensar que los planes para la boda se hacen solos.

• Fallar siempre en el test de “¿No notas algo diferente?”.

• Estar más sintonizado con el ruido del motor de su auto

que con la voz de su mujer.

• Decir “Rompí con ella”, cuando todo el mundo sabe que

ella lo dejó.

• Tratar de armar cualquier cosa sin leer las instrucciones.

• Dejarse crecer el pelo para peinarlo de manera que le tape

la calva.

• Decir “Necesito más espacio”, cuando lo que realmente

 34

quiere es que te salgas de su espacio.

• Oler una prenda para decidir si puede usarla.

• Comprar regalos para 24 parientes, el 24 de diciembre, en

24 minutos.

• Guardar las cajas originales de todo lo que compra.

• Decidir que ama a una mujer y quiere pasar el resto de su

vida con ella, pero olvidar decírselo.
 35

Los significados
de la vida

La vida es aquello que te sucede

mientras estás ocupado
haciendo otros planes.
John Lennon

¡Hola!

Seguramente te has preguntado qué significado tiene nuestro

transitar por este mundo. Pues precisamente eso: un camino
que se hace día a día, a veces en soledad, otras en compañía.
Durante ese trayecto, los seres humanos deben desarrollarse
como personas. Como tales, tienen un cuerpo, una mente
y un espíritu que necesitan cuidar y estimular, para que el
crecimiento sea armonioso y permita desplegar las alas de los
sueños, el conocimiento, los ideales.
Todo viaje implica momentos de riesgo, algunos de reposo
o recreo, y muchos de dolor o de gozosa felicidad. Es necesario
prepararse, tomar conciencia que más vale ir yendo que
llegar, porque tras una meta alcanzada, inmediatamente aparecerá
otra que se vislumbra en el horizonte.
Hay que hacerse fuertes para hacer camino y superar los guijarros, pozos, tramos
enlodados que representan los obstáculos que cada día enfrentamos. Pero también
flexibles para que los vientos no nos quiebren (es preferible hacer como los árboles:
inclinan la fronda, y así resisten el temporal). Hay que ser solidarias
con quienes caminan a nuestro lado (también ellos gozan y sufren). Hay que estar
dispuestas a los cambios de ruta (puede que sea necesario rectificar
el rumbo para llegar a buen puerto).
Hay que trabajar para ser capaces de subir al tren de la
vida, intentando disfrutar los instantes de delicias, no rendirse
cuando todo parezca desplomarse, aprender a ser feliz con lo
que tenemos (y saber verlo y apreciarlo).

Nunca te resignes a quedarte a orillas del camino, viendo

cómo pasa para siempre tu oportunidad de vivir lo más plenamente
posible, “haciendo camino al andar”.
 36

Un viaje en tren. Así la vida.

Dicen que la vida puede compararse con un viaje en tren.
Una travesía muy interesante si bien se interpreta:
durante ella, se producen embarques y desembarques, algunos accidentes, hay sorpresas
agradables (la dicha tan deseada) y, en otras ocasiones, nos producen tristeza
(ay, las despedidas; ay, los adioses…).
Al nacer, subimos a ese tren y nos entregamos en las manos
de unas personas que, pensamos, permanecerán siempre
con nosotros en ese viaje: nuestros padres. Desgraciadamente
eso no es así; llegado su tiempo, en alguna estación ellos bajan
y ya no tenemos su cariño, su comprensión, su compañía
irremplazable; queda el recuerdo y revivirlos, pero...
Además, ciertas personas interesantes, que pueden llegar
a ser muy especiales para nosotros, abordarán nuestro tren
en algunas estaciones: nuestros hermanos, los amigos y, por
supuesto, maravillosos amores.
Habrá personas que aborden ese tren sólo para pasear
un rato; otras hallarán en ese viaje solamente tristezas, y algunas
circularán por él listas para prestar ayuda a quien los
necesite. Muchos, al bajar, dejarán recuerdos perdurables; en
cambio, otros pasarán de tal manera que, cuando desocupen
sus asientos, nadie advertirá su ausencia.
Es muy común que algunos “pasajeros”, muy queridos por
nosotros, se instalen en vagones diferentes del nuestro y,
por lo tanto, nos veremos obligados a hacer el trayecto separados
de ellos. Y durante el viaje puede ser que
atravesemos muchas veces, con grandes dificultades, nuestro
vagón para llegar hasta aquel en que viajan seres “especiales”;
pero es posible que no podamos sentarnos a su lado pues
ya hay alguien ocupando ese lugar.
No importa, así es este viaje: lleno de tumultos, sueños,
fantasías, esperas, despedidas... Eso sí, jamás tiene retorno:
el tren sólo marcha hacia adelante.
Debemos realizar este viaje de la mejor manera posible, tratando
de establecer una buena relación con todos los pasajeros,
sin hipocresías, buscando en cada uno de ellos lo mejor
que tengan para ofrecer, siendo amables siempre.
Tengamos presente que, en cualquier etapa del camino, nuestros compañeros y
compañeras de viaje podrán sentirse desanimadas, sufrirán dolores, enfermarse, sufrir. Es
necesario entender esto, pues probablemente
nosotros también, a lo largo del camino, enfrentaremos esos problemas muchas veces.
Entonces, seamos solidarios (es decir, buenos prójimos) con el “pasaje” del tren y así nos
sostendremos mutuamente en cada etapa de la jornada que empezó y terminará cuando
deba terminar: cada uno tiene su estación de llegada.

¿Cuál es el gran misterio de este viaje? Jamás sabremos cuál es esa estación en que nos
bajaremos, y tampoco dónde lo harán quienes también están de travesía ¡ni siquiera el que
está sentado más próximo a nosotros, justo en el asiento de al
lado! Uno puede preguntarse qué sentirá al abandonar ese tren, y sí, un doloroso
sentimiento se apodera de nosotros
 37

si pensamos en aquellos a los que dejaremos en la estación,

mientras agitamos un pañuelo que quizá no vean.
¡El tren de la vida pasa muy rápidamente! Este viaje
será muy breve, aunque los kilómetros parezcan muchos. Debemos, entonces, aprender a
valorar
lo grandes e importantes que son cada encuentro, cada nuevo
compañero de ruta, cada cosa compartida, cada palabra,
cada gesto. Disfrutemos cada vez que podamos y
que haya tristeza sólo por aquello que merece la pena.
Viajemos dignamente en ese tren, vestidos lo mejor posible:
con el amor, la solidaridad, la templanza, la alegría, la
honradez, el buen humor, la fe...
Así, cuando lo abandonemos,
quienes sigan adelante nos evocarán con palabras que no serán
de despedida, pues nuestro paso por el tren no habrá
sido vano vagabundeo sino fructífero camino.
 38

No a la guerra
La guerra es una masacre entre
gentes que no se conocen,
para provecho de gentes que sí se conocen
pero que no se masacran.
Paul Valery

Cada guerra es una destrucción

del espíritu humano.
Henry Miller

Querida amiga:

¡Qué pena tan grande que los hombres se estén matando

entre sí! ¡Qué lejos nos hallamos de la convivencia armoniosa
y pacífica necesaria para que la humanidad se desarrolle y
alcance las metas de progreso, desarrollo, bienestar individual y
colectivo!
No ha nacido el hombre para acabar sus días destrozado
por la metralla, ni para empuñar el arma que acabe con su
semejante, ahora convertido en mortal enemigo...
Te corresponde, como mujer comprometida con el tiempo,
y a todas las mujeres, tus congéneres, tomar conciencia de
esta situación y actuar ya, rápidamente.
La naturaleza femenina parece más inclinada a preservar, a guardar, a defender
la vida (nunca faltan excepciones, claro). Pensemos que su cuerpo
cobija, alimenta y permite que se desarrolle en él hasta que salen a la luz del
mundo. Quien da vida por la vida no puede menos que luchar
para que esta prevalezca. Basta de guerras, basta de destrucción
y muerte por ella provocadas.
 39

Esa mascota
que te espera...
Los animales son buenos amigos:
no hacen preguntas y tampoco critican.
George Eliot

¡Buen día!

Este mensaje está dedicado a unos amigos (o familiares)

muy especiales. Se les llama “mascotas”, pero esta
denominación es pobre y poco honor les hace. ¿Has pensado
en esto? ¿No es una palabra muy poco cariñosa “mascota”? Mejor familiares peludos o
peluditos, a secas, pero siempre parte del mundo del hogar, integrante e integrador.
Es posible que ya tengas la vivencia de compartir tu
vida con algún compañero “de cuatro patitas” ¡o alados, aunque las jaulas, ¡ay! Y
sientes la importancia de que vivan en casa, lo agradable que es disfrutar de ellos, por
el afecto incondicional que nos dan, la alegría de su saludo, la mirada comprensiva, y
hasta sus travesuras…
Pero también puede que no hayas reparado mucho en la
presencia de la tuya o las tuyas porque las actividades absorben tu tiempo;
o, cuando lo hayas hecho, fue porque encontraste “rastros”
no muy agradables (un sillón arañado, la pata de una
mesa mordisqueada, una alfombra manchada con “eso”...).
¿Qué te parece, entonces, no importa cuál sea tu circunstancia,
pensar en su fidelidad, en el cariño que
te brinda, en los momentos de alegría que te regalan esos seres que ya empezaremos a
dejar de mencionar como mascotas?
Siempre vale la pena recordar valorarlos
Presta atención a su conducta “amorosa” hacia ti y goza con sus demostraciones de
amor. Si los
demás miembros de la familia están ocupados, observa que él
(o ella) jamás dejará de venir a recibirte cuando entras a casa,
ni le resultarán indiferentes tu llegada, tu ausencia, la actividad que realices, tus
caricias.
¿No te parece que deberíamos aprender de su modo de
amar, cada uno según su estilo? Porque hay diferencias, como
sucede con los humanos. Y entre especies: perros no son iguales
que gatos, y estos últimos ¡cargan con muchos prejuicios
cuando sólo hace falta conocerlos un poco mejor y respetarlos
en su modo de ser!
Debemos cuidar y defender a nuestros familiares perrunos
y gatunos. Y a cualquier otro que decidamos adoptar. Lo merecen.
Y también deberíamos pensar en el universo animal, tan castigado por el hombre
(osos polares, zorros y otras especies en extinción, animales hacinados en
zoológicos o maltratados en circos...). Pero, como en todo,
 40

empecemos por casa.

Dos poetas, y sus perro y gato

En el primer poema, Rafael Alberti, poeta español, habla

con Niebla, su perro compañero, que no comprende
el horror que a su pasonva dejando la guerra... En el segundo, Jorge Luis Borges describe
a su gato y a todos los gatos, en su misteriosa manera
de ser.

A Niebla, mi perro

Niebla, tú no comprendes: lo cantan tus orejas,

el tabaco inocente, tonto de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.
Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.
Niebla, mi camarada,
aunque tú no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría.

(Rafael Alberti)

A un gato
No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.

Más remoto que el Ganges y el poniente,

tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano.

En otro tiempo estás. Eres el dueño

de un ámbito cerrado como un sueño.
 41

Jorge Luis Borges

El día de la mujer
El amor del hombre
es algo aparte en su vida,
mientras que el de la mujer
es su existencia entera.
Lord Byron
¡Saludos en el día de la mujer, querida mujer!
Aunque haya controversias al respecto, como bien se sabe,
ya que es pertinente preguntarse por qué celebrar el día de la
mujer, existe una innegable necesidad de establecer una fecha
 42

que convoque a los miembros de una sociedad para recordar

ciertos acontecimientos o personas que, por su importancia,
merecen un homenaje.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la
Mujer. ¿Sabes por qué motivo se lo ha declarado como tal?
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A continuación, podrás leer información sobre ello. Es
importante hacerlo para conocer acontecimientos que marcan
hitos y las significaciones que de ellos se derivan. Si no
lo recordabas o no lo sabías, un sinnúmero de mujeres, anónimas
muchas, reconocidas luego por la humanidad otras,
lucharon denodadamente para hacer valer sus derechos y
reivindicar su género. También lo haces cada día. Pero siempre
hay que estar alertas y conscientes de la importancia de
lograr evolucionar la revolución que significa esa manera
cada vez más contundente en que la mujer se involucra en el
mundo, activamente, en todo sentido.
Felicidades en este día, como todos los días, amiga.
¿Por qué el día de la mujer?
Las Naciones Unidas, en el año 1975, establecieron el 8
de marzo como el Día Internacional de la Mujer. El motivo:
conmemorar un hecho trágico, con el tiempo significativo.
En el año 1908, en Nueva York, se produjo una gran
protesta en una fábrica textil. Eran mujeres las que la llevaban
adelante, y reclamaban mejores condiciones laborales
y que se pusiera freno a los abusos patronales. El día 8 de
marzo se resolvió despedirlas. Por eso, se encerraron en su
sitio de trabajo y declararon la huelga. De pronto, estalló

a
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un incendio (posteriormente se comprobó que había sido
intencionalmente provocado) y 129 obreras murieron atrapadas
allí.
Este acontecimiento fue considerado paradigmático: un
símbolo de la lucha de las mujeres por sus derechos al trabajo,
el estudio, el respeto por su género, con el alto costo de
sus propias vidas.
Ha pasado el tiempo, y, pese a que numerosas han sido
las conquistas, mucho queda por hacer todavía. Falta para
que los plenos derechos de la mujer se reconozcan en todas
las sociedades: es una cotidiana tarea de toda la sociedad lograr
su plena vigencia, y honrar así la memoria de las mujeres
que por ello lucharon, incluso hasta ofrendar su vida.
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Los derechos
de la mujer
 43

Los derechos humanos de la mujer y de la niña

son parte inalienable, integrante e indivisible
de los derechos humanos universales.
Conferencia Mundial de Derechos Humanos
Querida amiga:
Seguramente sabrás que, cuando se habla de derechos humanos,
se hace referencia a una serie de principios, preceptos y normas
que rigen las relaciones humanas en toda sociedad, y que las
personas están obligadas a cumplir. Si así se los considera, los derechos
humanos son inherentes a la naturaleza de la humanidad.
A la mujer, reiteradamente, le han sido negados muchos
de esos derechos. Sin embargo, la lucha que emprendieron (y
que aún continúan librando) de modo que sean reconocidos
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— 94 —
para ellas, ha hallado eco en importantes organizaciones de
nivel internacional; por ejemplo, el de las Naciones Unidas,
una institución internacional de prestigio y valor universal.
Hay muchísimas declaraciones al respecto que pueden servirte
para comprobar cómo se ha tomado conciencia de la postergación
de la mujer en muchos ámbitos, y las acciones que,
con respecto a esto, dichas organizaciones proponen a los países
que las integran para reparar esta antigua deuda con las mujeres.
Recuerda compartir esta información y recurre a estas declaraciones
para fundamentar tus argumentos: tu compromiso
debe ir más allá del logro personal.

Documento sobre
la mujer y sus derechos
Convención sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer
(Asamblea General de las Naciones Unidas, 1979)

Los Estados Partes en la presente Convención […],

Recordando que la discriminación contra la mujer viola

los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la
dignidad humana, que dificulta la participación de la mujer, en las mismas condiciones que
el hombre, en la vida política,
social, económica y cultural de su país, que constituye
un obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad
y de la familia y que entorpece el pleno desarrollo de las
posibilidades de la mujer para prestar servicio a su país y a
 44

la humanidad,

Preocupados por el hecho de que en situaciones de pobreza

la mujer tiene un acceso mínimo a la alimentación, la
salud, la enseñanza, la capacitación y las oportunidades de
empleo, así como a la satisfacción de otras necesidades,

Convencidos de que el establecimiento del nuevo orden

económico internacional basado en la equidad y la justicia
contribuirá significativamente a la promoción de la igualdad
entre el hombre y la mujer,

Subrayando que la eliminación del apartheid, de todas

las formas de racismo, de discriminación racial, colonialismo,
neocolonialismo, agresión, ocupación y dominación extranjeras
y de la injerencia en los asuntos internos de los Estados
es indispensable para el disfrute cabal de los derechos del
hombre y de la mujer,

Afirmando que el fortalecimiento de la paz y la seguridad

internacionales, el alivio de la tensión internacional, la cooperación
mutua entre todos los Estados con independencia
de sus sistemas sociales y económicos, el desarme general y
completo y, en particular, el desarme nuclear bajo un control
internacional estricto y efectivo, la afirmación de los principios
de la justicia, la igualdad y el provecho mutuo en las
relaciones entre países y la realización del derecho de los
pueblos sometidos a dominación colonial y extranjera o a
ocupación extranjera a la libre determinación y la independencia,
así como el respeto de la soberanía nacional y de la
integridad territorial, promoverán el progreso y el desarrollo
sociales y, en consecuencia, contribuirán al logro de la plena
igualdad entre el hombre y la mujer,

Convencidos de que la máxima participación de la mujer,

en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos,
es indispensable para el desarrollo pleno y completo de
un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz,

Teniendo presentes el gran aporte de la mujer al bienestar

de la familia y al desarrollo de la sociedad, hasta ahora
no plenamente reconocido, la importancia social de la
maternidad y la función de los padres en la familia y en la
educación de los hijos, y conscientes de que el papel de la
mujer en la procreación no debe ser causa de discriminación
sino que la educación de los niños exige la responsabilidad
compartida entre hombres y mujeres y la sociedad
en su conjunto,

Reconociendo que para lograr la plena igualdad entre el

hombre y la mujer es necesario modificar el papel tradicional
tanto del hombre como de la mujer en la sociedad y en
 45

la familia,
Resueltos a aplicar los principios enunciados en la
Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra
la mujer y, para ello, a adoptar las medidas necesarias a fin de
suprimir esta discriminación en todas sus formas y manifestaciones,
han convenido en lo siguiente:
• la expresión “discriminación contra la mujer” denotará
toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo
que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular
el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente
de su estado civil, sobre la base de la igualdad
del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las
libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.
 46

La violencia
contra la mujer
Tolerancia cero con la violencia de género.
Mujeres en Red

Hola, amiga:

Te envío adjuntas, como complemento, estas declaraciones,

para que las leas y te permitan reflexionar. Mujeres
de todo el mundo sufren de violencia en sus personas. Este
tipo de violencia se denomina “de género”, porque se produce
como consecuencia de pertenecer al género femenino.
Las Naciones Unidas definieron, en el año 1992, la violencia
contra la mujer como todo acto de violencia basado en la pertenencia
al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado
un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para
la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la
vida pública como en la vida privada.
Existen, incluso, culturas que promueven la discriminación
y toleran prácticas inauditas en las mujeres, sin permitirles
siquiera la posibilidad de defenderse. Y ellas, ignorantes e ignoradas, lo aceptan
resignadas o sencillamente convencidas
de que así deben ser las cosas.
Sin embargo, muchas luchan contra la iniquidad, los
atropellos y la violencia. Además, los más altos organismos
internacionales se han manifestado al respecto, y sus disposiciones
han sido suscritas por los países que los integran,
llamados estados parte.
Debes estar informada al respecto, porque la violencia
contra la mujer se produce tanto en el ámbito privado del
hogar como en el institucional, promovida muchas veces por
ancestrales costumbres.
Si sufres algún tipo de violencia, sé valiente, enfrenta esa
circunstancia y busca la salida que corresponda. También
trata de ser solidaria con otras mujeres que padecen estos
terribles daños, y actúa dentro de tus posibilidades para
brindar tu colaboración. Seguramente hallarás dónde pedir
ayuda y ofrecerla. Y no dudes en hacerlo: ya sea que te encuentres
en peligro o veas el peligro de la violencia próxima,
comprométete. La solidaridad es fundamental para afrontar
estas situaciones de riesgo.
 47

Declaración sobre la eliminación

de la violencia contra la mujer

(Asamblea General de las Naciones Unidas, 1993)

Reconociendo la urgente necesidad de una aplicación
universal a la mujer de los derechos y principios relativos a la
igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad de todos
los seres humanos,
[…]

Reconociendo que la aplicación efectiva de la Convención

sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer contribuiría a eliminar la violencia contra la
mujer y que la Declaración sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer, enunciada en la presente resolución,
reforzaría y complementaría ese proceso,
[…]

Afirmando que la violencia contra la mujer constituye

una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales
e impide total o parcialmente a la mujer gozar de
dichos derechos y libertades, y preocupada por el descuido
de larga data de la protección y fomento de esos derechos y
libertades en casos de violencia contra la mujer,

Reconociendo que la violencia contra la mujer constituye

una manifestación de relaciones de poder históricamente
desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la
dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por
parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer,
y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos
sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una
situación de subordinación respecto del hombre,

Preocupada por el hecho de que algunos grupos de mujeres,

como por ejemplo las mujeres pertenecientes a minorías,
las mujeres indígenas, las refugiadas, las mujeres migrantes,
las mujeres que habitan en comunidades rurales o remotas,
las mujeres indigentes, las mujeres recluidas en instituciones
o detenidas, las niñas, las mujeres con discapacidades, las ancianas
y las mujeres en situaciones de conflicto armado, son
particularmente vulnerables a la violencia

Observando con satisfacción la función desempeñada

por los movimientos en pro de la mujer para que se preste
más atención a la naturaleza, gravedad y magnitud del problema
de la violencia contra la mujer,

Alarmada por el hecho de que las oportunidades de que

dispone la mujer para lograr su igualdad jurídica, social, política,
 48

y económica en la sociedad se ven limitadas, entre otras

cosas, por una violencia continua y endémica,

Convencida de que, a la luz de las consideraciones anteriores,

se requieren una definición clara y completa de la
violencia contra la mujer, una formulación clara de los derechos
que han de aplicarse a fin de lograr la eliminación de la
violencia contra la mujer en todas sus formas, un compromiso
por parte de los Estado de asumir sus responsabilidades, y
un compromiso de la comunidad internacional para eliminar
la violencia contra la mujer,

Proclama solemnemente la siguiente Declaración sobre

la eliminación de la violencia contra la mujer e insta a que
se hagan todos los esfuerzos posibles para que sea universalmente
conocida y respetada:

• A los efectos de la presente Declaración, por “violencia

contra la mujer” se entiende todo acto de violencia basado
en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual
o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad,
tanto si se producen en la vida pública como la privada;
• Se entenderá que la violencia contra la mujer abarca los
siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos:
a) La violencia física, sexual y psicológica que se produzca
en la familia, incluidos los malos tratos, el abuso sexual
de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la
dote, la violación por el marido, la mutilación genital
femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para
la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros
miembros de la familia y la violencia relacionada con la
explotación;
b) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro
de la comunidad en general, inclusive la violación,
el abuso sexual, el acoso y la intimidación sexuales en
el trabajo, en instituciones educacionales y en otros lugares,
la trata de mujeres y la prostitución forzada;
c) La violencia física, sexual y sicológica perpetrada o tolerada
por el Estado, dondequiera que ocurra.
 49

Tener “cultura” es más divertido

Sólo somos curiosos en

proporción con nuestra cultura.
Jean-Jacques Rousseau

Buenos días:

Alguna vez te habrá sucedido: se dice que aprender, estudiar,

dedicarse a investigar ciertas cuestiones es una tarea
aburrida o “pesada”, incluso hasta inútil para la vida práctica.
¿Filosofía, historia, ciencias sociales, literatura? ¿Para
qué? Como si toda actividad humana debiera realizarse con
fines utilitarios. Si hasta despierta una mueca irónica hablar
de “cultura”.
Sin ahondar en ciertas cuestiones sobre este término (empezando
por definir a qué se le llama cultura), y haciendo referencia
sólo a qué significa ser “culto”, si lo piensas bien, es
más divertido que no serlo.
¿Cuántas bromas, o alusiones, o juegos y entretenimientos
te perderías por “no saber de qué se trata”. Podemos pensar
que el universo es un enorme libro, dividido y subdividido en
capítulos. Y siempre hay uno nuevo, o se descubre otro que
no habíamos “leído”.
Las bibliotecas, los museos, el cine, el teatro, las galerías
de arte, los centros culturales están allí, al alcance de todos.
Encontrarás en ellos preciosos ejemplos de esos capítulos.
Pero no es todo. En cualquier sitio, aun en el más inesperado,
o, de pronto, a la vuelta de la esquina, hay alguien o
algo que te espera para que aprendas, sepas, te enteres, estés
informada. Dale una oportunidad a la cultura y verás. Es más
divertido… ¿O nunca te sentiste perdida cuando todos reían
por un chiste bien contado y no sabías de qué se trataba porque
te faltaban datos para completar la idea? Hay que saber
divertirse, es decir, para divertirse, hay que saber…
 50

Para reflexionar
sobre “cultura”
La libertad no es un estado sino un proceso; sólo el que sabe
es libre, y más libre el que más sabe. Sólo la cultura da libertad.
No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de
pensar, sino dad pensamientos.
La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.
Sólo la imposición de la cultura lo hará dueño de sí mismo,
que es en lo que la democracia estriba.
Miguel de Unamuno

Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales

que por la cultura que ellos mismos se proporcionan.
Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden
y los completamente idiotas.
Confucio

Cuando era niña, cuando era adolescente, los libros me

salvaron de la desesperación: eso me convenció de que la
cultura era el valor más alto.
Simone de Beauvoir
 51

El libro,
ese amigo fiel

Un libro abierto es un cerebro que habla;

cerrado, un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona;
destruido, un corazón que llora.
Proverbio hindú

Hola, amiga:

¿Cuál es el último libro que has tenido entre tus manos?

¿Qué novela ocupa tus horas de ocio y te sumerge en su mundo
de ficción, maravilloso modo de aventurarte en mundos
insospechados? ¿Qué autor ha conmovido tu alma con las palabras
que esparció en sus poesías? ¿Te has interesado por encontrar
respuesta a los grandes interrogantes de esta vida, y por
eso dedicaste horas a la lectura de alguna obra filosófica? ¿Te
preocupa el presente y buscas en un texto histórico respuestas
a las preguntas que no hallas en la actualidad? ¿Cuánto hace
que no te “zambulles” en las páginas de un buen libro, hecho
placentero si los hay?
No pierdas más tiempo, si ni siquiera puedes poner como
excusa motivos económicos, porque seguramente cerca de tu
casa hay una biblioteca que te espera: busca un libro, hazlo tu
amigo (y, para eso, hay que tratarlos con cuidado…), transfórmalo
en tu compañero, disfruta de él. Es irremplazable,
aunque ahora haya otros soportes que brinda la tecnología y
ya convivan el “de papel” (con la maravilla de poder tocarlo,
olerlo, pasar la mano sobre sus páginas) y el electrónico, que
también presenta ventajas por poder contener muchos y, además,
adecuar la letra a tu capacidad visual, por ejemplo).
Claro que cada uno te propone un desafío, pero ¡qué bueno
es aceptarlo cada vez que lo abrimos y vamos tras el rumbo
de las palabras! En ellas encontrarás conocimiento, emociones,
ideales, información, belleza...
No te prives de eso. Anda, ve y busca un libro. No te
arrepentirás.

“Pablo y Virginia”

Los fragmentos que siguen pertenecen al capítulo XXXI, “Pablo y

 52

Virginia - 1816-1852”, del libro Misteriosa Buenos Aires, de

Manuel Mujica Láinez (1910-1984), un sobresaliente escritor
argentino. Un libro, que narra la historia de los mencionados personajes, convertido en el
protagonista del cuento de Mujica Láinez, “habla” de sí y
de sus “dueños”, de su azarosa existencia, de la tristeza de
llegar al fin de sus días sin haber disfrutado del placer de ser
amado, es decir, leído…
algunas frases están destacadas en letra cursiva para motivar a la reflexión sobre la
importancia de la lectura, y subrayar cuánto valor encierra un buen libro.

………….

Yo he sido siempre un gran conversador. Se comprenderá,

pues, cuánto me ha dolido la indiferencia humana.
Condenado a la exclusiva sociedad de los objetos, a menudo
me he distraído monologando. Cuando se me olvida
sobre una mesa o en un estante, mi alivio consiste en hablar
y hablar…
Sé que voy a morir e ignoro el nombre del enemigo que
me devora las entrañas con paciencia atroz. Según mi vecino
de la derecha, un diccionario a quien mi peligroso contacto
asusta bastante, deberé la destrucción a un animalito
denominado Blatta americana o, más sencillamente, “polilla
de los libros”…
Me llamo Pablo y Virginia… He nacido en el año 1816
en Perpiñán, allí donde Francia es casi española, en casa
de Monsieur Alzine, impresor. No soy muy grande ni muy
pequeño…
Mi padre fue un hombre famoso: Bernardin de Saint-
Pierre…
Desde 1816 hasta el año actual de 1852 he debido cargar
con las 244 páginas que integran mi cuerpo maltratado y
cuyo texto prolonga una anécdota de insistente candidez:
la anécdota de una pareja semisalvaje que se amó con ingenuidad
y que murió por amor, entre los cocoteros, los
papayos y los tatamaques de una isla africana…
Inició la cronología de mis dueños Lord Gerald
Dunstanville, noble caballero de la Gran Bretaña. Me adquirió
poco después de mi nacimiento, en el propio Perpiñán.
Allí, en un minúsculo negocio, aguardaba yo confundido entre
volúmenes destripados, cacharros y dudosas pinturas,
la llegada de quien me llevaría con él a ver mundo. La tinta
fresca, esa sangre de los libros, impregnaba aún mis páginas
con su aroma recio…
Lord Gerald me llevó a su alcoba. Se derrumbó en un
camastro que los criados habían disfrazado con pieles de
marta, y empezó la lectura a la luz de una vela. No fue más
allá de la tercera página y se quedó dormido…
Publio Virgilio fue, de todos mis dueños, el único que
me leyó de la primera a la última página. No comparto su
juicio generoso, pero se lo agradeceré siempre. Nada es tan
desconsolador, para un libro, como morir virgen. A mí casi
 53

me sucedió… En la página 37, me dejó una lágrima. Este lector

único no es, ciertamente, el que yo hubiera escogido;
sin embargo, mi sinceridad me obliga a consignar la atención
con que espié en su rostro los pucheros y las beatas sonrisas
que marcaron, hasta el llanto final, su progreso en la
lectura. ¡Pobre don Publio Virgilio! y ¡qué buen hombre! Le
recomiendo a los libros huérfanos de lector…
Graciela me acercó a su seno, me trastornó con su fragancia,
curvó una asombrada ceja al advertir en mi tapa las
armas de Lord Gerald, y se dirigió conmigo a su dormitorio.
Graciela vestía siempre de gris. Me acariciaba con sus
guantes grises, con sus velos grises… Pero no me leía. El 7 de
enero, después de hojearme con desgano, resolvió enterarse
de mi contenido. Leyó nueve páginas: seis más que Lord
Dunstanville, y bostezó…
El oficial ejerció sobre mí el derecho de posesión sólo
durante siete días. Me alegro. Nunca me fue simpático…
Así pasé a engrosar el patrimonio de doña Estefanía…
Juanita se apoderó de mí con alborozo, me escondió
en su seno y huyó conmigo al rincón donde dormía, debajo
de la escalera… Se extendió más allá de la página 39,
pero estoy seguro de que ni siquiera al boticario de Jaén
procuré placer tan intenso. Es muy agradable que una mujer
nos lea en la cama. Leía y releía cada frase, gimoteaba
asociándose a los infortunios de Margarita y de la señora
de la Tour, y se extasiaba ante las perspectivas hogareñas
de Virginia y Pablo. En el fondo prefiero que las circunstancias
le hayan vedado llegar al fin de la novela. Nadie la
hubiera consolado de la muerte estúpida de mi heroína,
y hubiera vuelto a la esterilidad de sus escobas y de sus
baldes, más triste, más desamparada…
Al alba, Monsieur Aimé Bonpland me rescató del fango
donde yacía. Sentí en el lomo una puntada aguda. Sólo entonces
supe que el golpe me había arrancado las tapas. El
botánico me abrigó con ellas, me limpió con su pañuelo y,
afianzándome bajo el brazo, echó a andar haciendo molinetes
con el paraguas impostergable… Sólo se ocupó de mí una
vez. Me sacó de la biblioteca y me indicó al joven consagrado
a embalsamar picaflores... El muchacho se plantó en la página
14: trece más que Bonpland; once más que Lord Gerald; cinco
más que Graciela; veinticinco menos que Juanita.
[Bonpland] Me regaló a Pedro de Angelis, publicista napolitano.
En su casa de la calle de Santa Clara resido desde entonces
y en ella falleceré…
Nadie me leyó en el andar de tres lustros. ¿Se detendrán
los presuntos dueños del globo terráqueo a reflexionar
sobre ese aspecto de la fatalidad libresca? Nos leen
(cuando nos leen) en dos, tres, cinco días. Luego nos comprimen
los unos contra los otros, sin que a menudo nada
nos relacione con nuestros camaradas inmediatos. Y nos
olvidan. ¿Qué representa esa veloz y excitante semana de
comunicación, de intercambio, si se la compara con los
meses, con los años, con los decenios de rígida expectativa,
de esperanza de desencanto?
 54

Y yo moriré. Me desharé en polvo amarillo; cuando me

toquen, mis hojas caerán en fragmentos, como si fuera un
arbusto estremecido por el aire de otoño. Quedarán mis
¡Lord Gerald! ¡Sir Clarence! ¡A mí!
¿Nadie, nadie me escucha? Nadie… ¿Ni tú, Petrarca, ni
tu, La Fontaine? ¿A quién le confiaré ahora lo más difícil?
¿A quién le diré que antes de morir hubiera dado lo que
no poseo porque una niña me tomara en brazos y llorara
sobre mí, sobre mis páginas finales, sobre Virginia, sobre mi
pobrecita Virginia?
 55

“Se hace camino

al andar…”

Quienes atraviesan los mares

cambian de cielo, pero no de alma.
Horacio

Hola, viajera:

¿Así que estás pensando en cielos que alberguen otras

constelaciones…? Si piensas en un viaje o en establecerte en
otro lugar para vivir la experiencia de conocer otro mundo,
otra cultura, distintos hábitos, pues ¡arma de inmediato tu valija!
Viajar es el modo más agradable de aprender, de ponerse
en contacto con otros valores, de encontrar a cada paso un
motivo para el asombro.
Pero si crees que tomar otro rumbo implicará que tus problemas
se esfumen, estás errada. En tu mochila irán, unas veces
más disimulados que otras, tus problemas, tus dudas, tus
conflictos… No creas que un cambio de lugar de residencia
significa que también se modifiquen tus sentimientos o desaparezca
mágicamente la confusión que reine en tu alma.
El estado de ánimo puede mejorar o empeorar según las
circunstancias externas, eso es verdad. Pero sólo un cambio
interior provocará transformaciones que afecten tu experiencia
vital que te permitan crecer, mejorar tus vínculos
contigo misma y con los otros, hacer que tome forma una
vida personal más plena.
Viaja, pues, por alegría, para pensar mejor y más tranquila,
para aprender, dispuesta a aceptar lo nuevo, siendo flexible
a lo distinto para ser capaz de aprovechar esta experiencia;
pero recuerda: no imagines que así dejarás atrás aquello
que te preocupa o te impide ser feliz.
Eso, amiga, requiere algo más (tal vez, mucho más) que
un boleto de viaje…

De Antonio Machado,
selección de versos sobre la metáfora
de la vida como un andar haciendo caminos…

Caminante, son tus huellas

 56

el camino y nada más;

Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.

...

¿Para qué llamar caminos

a los surcos del azar?...
Todo el que camina anda,
como Jesús, sobre el mar.

Todo pasa y todo queda,

pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

...

Yo, para todo viaje

—siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera—,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren,
y, sin embargo, voy bien.
¡Este placer de alejarse!

El tren camina y camina,

y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!

...

Yo voy soñando caminos

de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
 57

¿Adónde el camino irá?

Yo voy cantando, viajero,
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
(Antonio Machado, poeta)

El “qué dirán”

Oye los consejos de todo el mundo,

y sigue el tuyo.

Oír a todos, creer a pocos.

Refranes populares

Buen día, amiga:

Verdad es que se debe prestar atención al consejo de quien,

con buena voluntad, quiere tu bienestar. Cierto también que
una buena charla con un amigo o una amiga te harán sentir
mejor: escucharás palabras de alguien que te quiere bien y
busca pensar contigo una solución, o darte alguna recomendación
que seguramente estás esperando.
Sin embargo, cuidado con oír a todos y cada uno de aquellos
que, incluso con buenas intenciones, se dediquen a opinar
sobre tu vida. Hay aspectos de ella, conflictos interiores o de
relación con los demás que sólo con un espíritu sereno, buscando
el silencio y la paz —que suelen ser muy buenos consejeros—,
podrás resolver.
Por eso, hay que apreciar la ayuda de quienes se acercan
para darte el apoyo de una palabra acertada o a escucharte
con paciente afecto. Pero dejar de lado el “ruido” de quienes
para todo tienen la solución, y opinan sin pensar mucho en lo que dicen.
Hablar por hablar es muy fácil;
repetir fórmulas leídas o difundidas por ahí, o que han sido
provechosas para la propia experiencia, pero que no siempre son
útiles para los demás, y mucho más hacerlo con acierto, requiere
algo más que ganas.
Entonces, no pretendas seguir el consejo de todos los que
se acercan, a veces con buena fe y otras… Porque acabarás
sintiéndote más confundida y advertirás que, en definitiva, la
 58

respuesta debes buscarla en ti misma y tuya es la decisión.

Va a modo de ilustración de lo que decimos sobre “dejar
que todos opinen” una graciosa fábula. ¡Que la disfrutes!

El molinero, su hijo y el borrico

En cierta ocasión, un molinero y su hijo llevaban un asno
al mercado para venderlo. Iban a pie, para que el animal no llegara fatigado a la feria.
No habían caminado mucho, cuando se encontraron con
unas mujeres, y una de ellas dijo:
—¡Miren qué hombres más tontos! Andan a pie, en lugar
de ir montados sobre el burro. ¿Verdad que eso es ser muy
tonto?
—Tiene razón —dijo el molinero al oír esas palabras, y
mandó a su hijo que montase el asno.
Poco después alcanzaron a unos campesinos que iban
por el camino, y al verlos uno de ellos exclamó:
—¡Hasta dónde hemos llegado! Miren a ese muchacho
tan fuerte y robusto montado en el burro, mientras su anciano
padre va caminando. ¡Habrase visto mayor insolencia!
El molinero, que lo oyó, dijo:
—Es verdad; bájate, hijo.
El muchacho se apeó y el viejo se montó en el burro. Pero
no pasó mucho tiempo sin que se encontraran con un grupo
de mujeres y de muchachos, que al verlos pasar dijeron:
—¡Viejo holgazán! ¿Tienes valor para ir cómodamente
montado en tu pollino, mientras tu pobre hijo se fatiga para
seguirte a pie?
“Tienen razón que les sobra”, pensó el molinero, e hizo
que el muchacho se montase a las ancas, y así montados
los dos siguieron el camino.
Al buen viejo le parecía que había encontrado la manera
de ir a gusto de todo el mundo, cuando un hombre que
pasaba gritó, dirigiéndose al grupo:
—¿Cuál de los tres es el burro?
El viejo se sientió muy mortificado con esa pregunta
burlona, y el otro la explicó diciendo que era una crueldad
cargar de esa manera al burrito y que mejor sería llevarlo
cargado para evitar que se les muriese en el camino.
—Tiene muchísima razón —dijo el molinero; y bajándose
ambos del burro, le amarraron las patas, buscaron
una fuerte vara, ataron el asno a ella, y tomándola en
hombros, fueron trabajosamente cargados con la bestia
en dirección del pueblo.
Era tan ridículo el cuadro que ofrecían el molinero y
su hijo llevando a cuestas el burro, que la gente del pueblo
fue reuniéndose alrededor de ellos, burlándose de su
 59

simpleza.
—¡El mundo al revés! —gritaban en tono de mofa.
El borrico, asustado por tanto alboroto, al pasar por
un puente, hizo un esfuerzo, rompió las ligaduras que lo
sujetaban y dio un brinco con tan mala suerte, que cayó
al río y se ahogó.
El pobre molinero regresó a su casa abochornado y
pensando que, por querer complacer a todo el mundo,
había hecho el ridículo y, para colmo y remate, había perdido
su burrito.
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— 125 —
Tener limpia la conciencia
es el deber principal;
en lo demás, cada cual
consulte su conveniencia.
Esopo
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— 127 —
No te des
por vencida…
Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
Querida amiga:
¿Cansada de batallar día tras día? ¿Pensando en darte por
vencida? Debes pensar un poco sobre esto. No es fácil seguir
adelante sin abandonar cada día la lucha emprendida cuando
se tropieza con obstáculos que parecen insalvables.
Sin embargo, la humanidad necesita de seres que se brinden
por entero, en cuerpo y alma, y que peleen sin egoísmo
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ni ambición por aquello que consideran justo, por el bien
de los otros.
Y esto no sólo es válido para las “grandes luchas”, esas que
llevan adelante quienes hacen avanzar el curso de la historia
de la humanidad, sino también para las pequeñas lidias, esas
que se libran cotidianamente. Así, presentamos batalla en casa
—para mejorar las relaciones entre los miembros de la familia,
lograr que todos alcancen los objetivos personales que se proponen,
satisfacer las necesidades mínimas de salud, educación
y empleo—; en el trabajo —realizando una labor responsable,
reivindicando el derecho a salarios y condiciones laborales
dignas—; en asociaciones de bien público —ayudando a los
que menos tienen a superar sus carencias, promoviendo acciones
tendientes al bien de la comunidad…
Infinitas son las luchas que reclaman tu tiempo y tu esfuerzo;
es probable que, a veces, te sientas tentada a dejar la
 60

lid de combate para nunca jamás. Pero regresarás luego de un

descanso (necesario, merecido), porque es grande quien persiste
aunque muchas sean las dificultades que se le presentan,
y triunfa por ello, y no quien va tras los laureles que coronan
una gloria única y efímera, muchas veces de dudoso valor.
Y, otra vez, sólo se pierde una batalla: la que se abandona.
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¡Avanti!
(fragmento)
Si te postran diez veces te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rencor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Piú avanti
(fragmento)
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;

a
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no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Alfredo B. Palacios (Almafuerte)
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Buenas y buenos
amigas y amigos
Deben buscarse los amigos como los buenos libros.
No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos
sino pocos, buenos y bien conocidos.
Mateo Alemán
¡Hola, amiga!
¡Qué bueno tener amigos, ¿verdad?! Hay que saber cultivar
la amistad, porque es una preciosa flor que brota gracias al
esfuerzo cotidiano. Se necesita comprensión, tolerancia, buen
humor, respeto, solidaridad…
Hacer amigos es una tarea que requiere constancia para
sostener en el tiempo el afecto, el cuidado recíproco, la confianza…
Para eso, es necesario que seamos leales, sinceros,
abiertos a la comunicación, y estemos dispuestas a despegarnos
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 61

de nuestro egoísmo y destinemos tiempo para compartir con

el amigo o la amiga.
Con el desarrollo de las redes sociales que permite la tecnología
de hoy, por un lado podemos establecer “contacto” con
muchas personas, recuperarlo con algunas que hemos perdido
en el viaje de la vida porque los caminos se bifurcaron, conocer
a otras que hasta pueden llegar a convertirse en “amigos
de verdad”, es decir, los conoceremos y disfrutaremos de su
presencia “real”.
Sin embargo, hay que estar atentos a la facilidad con que se
da ese intercambio que a veces es sólo un simulacro de amistad.
Aunque esos vínculos ayuden y nos mantengan en contacto
con el mundo, la ficción que puede atravesar la pantalla
de la computadora puede ser muy decepcionante. Entonces,
mejor estar atentos y no desatender a los verdaderos amiga
o amigo, al elegido hace mucho o aquel con quien estamos
aprendiendo a conocernos.
La mujer suele dejar de verse con sus amigas y amigos
(quizás al hombre le sucede también) cuando constituye
una pareja y luego quizás una familia. Sin embargo, la experiencia
indica que mejor hacer el esfuerzo de mantener los
vínculos establecidos con esa o, mejor, esas amigas, llamadas
hermanas elegidas, con las cuales podemos abrirnos para
contarles de nuestra alegría, nuestras luchas, nuestros esfuerzos
y, también, nuestros momentos de tristeza, frustración,
crisis, confusión… Nadie tiene “un millón de amigos”. Esa
calificación se gana con esfuerzo y, las más de las veces, esa
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cantidad es simplemente una expresión de deseos: esa amiga
o amigo del alma es uno; quizás, dos; con suerte, tres; con
mucha fortuna, 4… Y así.
La hermana elegida
“Si el vínculo entre dos mujeres es confiable y
predomina el cariño sobre la hostilidad, esa relación
influye positivamente sobre la salud”, coincide la psicóloga
Perla Pilewski, de la Asociación Psicoanalítica
Argentina.
Lilian Suaya, psicóloga e investigadora de la
UBA, aporta una mirada freudiana sobre el tema:
“La mujer comparte toda su intimidad con una amiga:
desde sus fantasías hasta sus miserias. Una amiga
es la hermana elegida”.
“Una mujer puede atravesar muchísimo mejor un
duelo o una pérdida, si cuenta con una amiga”, dice
Suaya. Y añade: “La amiga es un baluarte sanador,
está en las buenas y en las malas, escucha llorar, alivia
el sufrimiento o aconseja”. Las amigas íntimas parecen
ser, pues, un antídoto natural muy eficaz para
vivir más y mejor (fragmento nota del diario Clarín,
octubre de 2003).
 62

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— 134 —
Para concluir, en el artículo que puedes leer a continuación,
se presenta un estudio relacionado con esta sugerencia
de lo valioso, sano y generador de bienestar que es contar con
una red social de amistad… Sabemos que no hay verdades absolutas,
pero es cierto que la naturaleza de la mujer hace que
establezca un lazo de características diferentes con las amigas
y tiene suma importancia, como expresamos arriba, para su
vida personal. Porque nada mejor que esa amiga para escucharte,
entenderte, llorar contigo en los días de tristeza y reír
a carcajadas cuando la ocasión lo merece.
Se habla de la “hermana elegida”, ya mencionada: ningún
calificativo puede aplicarse mejor a una buena amiga,
confidente, sincera (pero cuidadosa de no decirte una verdad
que te demuela), compinche de experiencias, que siempre,
de la manera en que pueda, está presente en tu vida. Y
para ella, también te has convertido, a la vez, en su hermana
elegida. Si aún no la tienes o no sientes ser esa amiga, pues
¡manos a la obra! Toda relación humana necesita paciencia
para generarse, esfuerzo para sostenerse, ganas de estar dispuesta
a compartir.
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— 135 —
Buenas amigas
Las mujeres pueden vivir más y mejor
si tienen buenas amigas
Según científicos estadounidenses, la amistad las ayuda
a reducir el estrés, superar momentos críticos y hasta bajar
el riesgo de enfermedades cardíacas...
Por Mariana Iglesias y Andrea Rabolini (en Clarín, octubre 2003)
La sobremesa de un encuentro de mujeres puede durar
horas. Es una charla interminable que no conoce de silencios
porque los temas son infinitos: amores, odios, padres,
hijos, obligaciones, exámenes, planes, ropa. Todo es importante.
Y todo se comparte. Hasta las lágrimas, los abrazos y
las risas. Que la amistad entre las mujeres es algo especial
está claro. Pero ahora también se sabe que estos lazos son
tan buenos que bajan el estrés y mejoran la calidad de vida.
A esta conclusión llegó un grupo de investigadores de la
Universidad de California en Los Angeles (UCLA), que publicaron
el informe “Respuestas femeninas al estrés: cuidar y
hacer amistades, no pelear o escapar”. El título puede sonar
un tanto extraño, pero tiene su explicación. Durante casi 50

a
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años se sostuvo una teoría que aseguraba que ante una situación
estresante las personas sólo atinaban a pelearse o
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a escapar. Y que estas conductas son respuestas biológicas

del organismo. Pero lo que se descubrió ahora es que estas
actitudes son masculinas, y que las mujeres reaccionan en
forma opuesta: acercándose a sus seres queridos, a sus hijos
o a sus amigas.
“Esto no se sabía porque el 90% de los estudios de
estrés se hizo en hombres”, explica Laura Cousino Klein,
profesora de Salud Bioconductual en la Universidad de
Pennsylvania e investigadora de la UCLA. El estudio dice
que “las mujeres reaccionan a las tensiones con una cascada
de químicos cerebrales. El estrés las conduce a liberar
oxitocina, una sustancia que amortigua la reacción de pelear
y escapar y las motiva, por el contrario, a cuidar a sus
hijos y a reunirse con mujeres. Así contrarrestan el estrés”.
Todo esto explica, entonces, por qué ante una situación de
estrés la mujer acude a otra mujer, y por qué esta charla deviene
un bálsamo y una fuente de salud. Lo contrario a la actitud
masculina. “Los hombres responden al estrés con hipertensión,
comportamientos agresivos, abuso de alcohol o drogas”, asegura
Shelley Taylor, otra autora del estudio. Y dice más: “Este
comportamiento femenino puede explicar por qué las mujeres
viven siete años y medio más que los hombres”.
***
Un estudio del año 2000 sobre “Redes sociales y calidad
de vida” aseguraba que mientras “más amistades tenían
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— 137 —
las mujeres, menores eran sus probabilidades de desarrollar
impedimentos al envejecer y más chances tenían de disfrutar
de la vida”. Y se concluyó que “no tener amistades cercanas o
confidentes es tan dañino para la salud como el consumo de
tabaco o el sobrepeso”. Otra evaluación del mismo estudio,
en base a mujeres que sobrevivieron a un cáncer de mamas,
detectó que su calidad de vida era mucho mejor si estaban
insertas en grupos sociales.
***
“Las personas que están solas tienen más riesgo de deprimirse,
enfermarse y morirse antes que las que tienen amigos,
vínculos o círculos sociales. Sin dudas la amistad mejora el estado
de ánimo y la calidad de vida”, asegura a Clarín Gustavo
Lipovetsky, jefe de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias
de Buenos Aires. Y agrega: “La mujer tiene una necesidad de
hablar, de intercambiar y compartir con otras mujeres, que es
algo que a los hombres en general no les pasa. Y esto viene
de la relación que se establece entre madres e hijas”.
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¡Ay, estos hombres!
No hay nada como el amor
de una mujer casada.
Es una cosa de la que ningún marido
tiene la menor idea.
Oscar Wilde
 64

¡Buen día, amiga!

Ojalá este mensaje te divierta. Un poco de humor no viene
mal, ¿verdad? Especialmente cuando has estado un largo rato
quejándote de… él. Debes ser más condescendiente: una buena
convivencia se basa, fundamentalmente, en aprender a ser
pacientes cuando el otro no responde a todas nuestras expectativas.
Tolerancia, mujer, tolerancia.
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Quizás, con delicadeza y una buena estrategia (¡evita los
gritos y el enojo: sólo lograrás darle excusas para que no te
escuche!) podrás conseguir que se ocupe de aquello que no
hace, y dedique menos tiempo a leer el diario y un poco más a
sacar a pasear al perro.
Vamos, a tomarlo con más calma. Verás que se consiguen
mejores resultados, en este y en muchos casos similares en que
tengas que hacer un reclamo, un pedido o haya que desanudar
un conflicto.
A continuación, un divertido texto cuyo contenido es
un supuesto programa para la realización de un Taller para
Hombres.
Puede que te haga reír un poco sobre el tema de este mensaje.
Y... ¡a ver qué pasa si te animas y él se anima a leerlo juntos!
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Curso intensivo para hombres
con práctica de taller
A causa de la complejidad y la dificultad
de asimilación de los temas, los cursos son
para un máximo de seis asistentes.
TEMA 1. La plancha, del lavarropas al guardarropa: análisis de
ese proceso misterioso.
Estudio de casos. Experiencia de laboratorio: verificación de
cómo una tela informe y arrugada se convierte, gracias al
eléctrico utensilio, en una prenda de vestir.
TEMA 2. Desmitificación de los riesgos de volver llenar la cubetera
de hielo.
Dramatización con apoyo de proyección de imágenes ilustrativas.
TEMA 3. La electricidad y tú: ventajas económicas de contratar
personal idóneo para realizar las reparaciones del hogar.
Panel de especialistas (el electricista en acción).
TEMA 4. Últimos avances científicos: cocinar y sacar la basura
NO provoca impotencia ni cuadriplejia.
Prácticas en laboratorio.

a
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— 142 —
TEMA 5. Por qué no es perjudicial regalarle flores aunque ya
estés casado con ella.
Exposición del tema con empleo de gráficos y montaje audiovisual.
TEMA 6. El rollo de papel higiénico: “El papel higiénico ¿se
 65

origina en el soporte?”.
Exposición a cargo de investigadores acerca del anacronismo
del concepto de la generación espontánea.
TEMA 7. Cómo bajar la tapa del inodoro. Indicaciones sobre
el modo de hacerlo paso a paso.
Teleconferencia con la Universidad de Harvard.
TEMA 8. Los hombres que conducen ¿también pueden preguntarles
a los transeúntes cuando se pierden sin riesgos de
padecer cambios de personalidad?
Testimonios. Reflexión grupal guiada, debate y puesta en común.
TEMA 9. Hacer las valijas: “¿Incompetencia innata o incapacidad
mental progresiva?”.
Conferencia a cargo de destacados especialistas. Dramatización.
TEMA 10. El lavarropas: ese gran desconocido en casa.
Demostración con empleo de marionetas y robots.
TEMA 11. ¿Es posible orinar sin salpicar fuera del inodoro?
Prácticas individuales y grupales.
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TEMA 12. Diferencias fundamentales entre el cesto de la ropa
sucia y el piso.
Trabajo en taller de musicoterapia para incentivar la imaginación.
TEMA 13. El hombre en el asiento del copiloto: “¿Es genéticamente
posible no hablar o desencajarse convulsivamente
mientras ella estaciona el auto?”.
Estudio de casos. Proyección de videos. Debate y reflexión final.
TEMA 14. La taza del desayuno: ¿levita per se hasta la pileta
de la cocina o el lavavajillas?
Exploración de esta vivencia a cargo del afamado mago David
Copperfield.
TEMA 15. ¿Se puede seguir siendo una persona sin necesidad
de asir el control remoto de la televisión?
Clase práctica con demostración hipotética de una extirpación.
TEMA 16. Comunicación extrasensorial. Ejercicios de aprestamiento
para que cuando se le diga que algo “está en el cajón del placard”
no necesite preguntar “¿en qué cajón?” y “¿de qué placard?”.
TEMA 17. El médico de los niños ¿muerde al padre de estos?
Clase expositiva con la presencia de un reconocido pediatra.
TEMA 18. Cómo acompañarla a ella al shopping sin protestar.
Ejercicios de relajación y autocontrol.
Ejercitación de esta tarea hogareña realizado con envases de
diversas marcas y tamaños.
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TEMA 19. Cómo luchar contra la atrofia cerebral.
Ejercicios de recuperación de la memoria con el fin de que al
término de este taller el participante pueda recordar cumpleaños,
aniversarios, citas para reuniones familiares, etcétera.
TEMA 21. Cómo encontrar las cosas empezando a buscarlas
en el sitio que corresponde antes de remover toda la casa a
los gritos.
Ejemplificación a cargo de alumnos de cursos avanzados.
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— 145 —
 66

El va lor de cada cosa,

de todas las cosas
Lo mucho se vuelve poco
con sólo desear otro poco más.
Francisco de Quevedo
Hola, amiga:
Un mensaje más, otra lectura. Esta vez, para que pienses en
el verdadero valor de las cosas. A veces, nos enojamos mucho
porque creemos que nada sucede en nuestras vidas, pero luego,
si analizamos con detenimiento, comprobamos que no es así.
Quizá haya que mirar mejor y descubrir que cada mujer,
desde el lugar que ocupe, la tarea que realice, las circunstancias
en que viva puede hacer pequeños milagros cotidianos
(para sí mismas y, también, por el bienestar de otra u otros
que lo necesitan).
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— 146 —
Ese milagro surge de pequeñas (grandes cosas), quizás
cuando ambicionamos el verdadero éxito, que no está en
lo que relumbra intensamente, sino en esa luz tenue pero
persistente de una lámpara que no deja de alumbrar, cálida
y tierna.
Así es, a veces nos desalentamos por no hacer destacados
emprendimientos. Pero ¿por qué tiene que ser de ese modo?
Mira a tu alrededor a la luz de esa lámpara que ya se ha
encendido al empezar este mensaje.
Por ejemplo…,¡esa planta que está allí, en un rincón especial
que le buscaste, para resguardarla hasta que se recupere!
¿Acaso no le estás devolviendo la vida? Ahora fíjate mejor,
porque hay unos brotes nuevos, verdes y vigorosos, con muchas
ganas de asomarse al mundo. Son pequeños todavía, y
tendrás que seguir cuidándolos, pero ¡cuánto bien has hecho!
¿Te parece que es una pequeña cosa?
¿Y la charla por teléfono o esos mensajes breves pero afectuosos
con que alentaste a alguien en un momento difícil? ¿Te
parece algo pequeño y sin valor? ¡Al contrario! Ni hablar si te
haces presente allí donde la solidaridad es tan necesaria, incluso
a través de un saludo amable o la cordialidad de detenerte a
preguntar “¿Cómo estás?”, para escuchar a quien tanto esperaba
que lo hicieras.
No, de ninguna manera son “cosas sin importancia”. De
esas pequeñas cosas se nutre la existencia. Las otras, las que se
consideran “grandes” pueden ser seductoras; sin embargo, ¿te
darán felicidad?, ¿serás más afortunada?
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Quizá debas pensar dónde se halla el verdadero valor en
esta vida, pues la sociedad parece que incita a buscar “grandes
éxitos” mientras se desentiende del costo que hay que pagar
por conseguirlo.
Atiende tu pequeña planta, riégala con afecto, cobíjala con
 67

amor, protégela, dedícale tiempo. Es el símbolo de todo lo que

este mundo espera: un poco de afectuoso cuidado para crecer
y desarrollar lo mejor de sí.
Estas son las grandes acciones de la vida. Otra vez, repetido:
las ráfagas de felicidad en la vida, esos milagros pequeñitos
y sin embargo tan esperados se presentan en los más comunes y
sencillos actos cotidianos.
El origen de todos los conflictos
Tu cultura y la mía nos han preparado. Tenemos instrucciones
equivocadas. No importa para nada si tú y yo somos
felices o no. Quieren que tengamos éxito, quieren que produzcamos.
Eso es lo que quieren, aunque seamos desdichados,
esclavos e infelices.
Hay como un forcejeo; por un lado, felicidad, paz, serenidad,
dominio de sí mismo, estar por encima; por el otro, el
impulso, que la sociedad ha puesto dentro de nosotros, de

a
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— 148 —
tener éxito. ¿Como se resuelve este conflicto? Simplemente,
hay que volver a definir el éxito. Esto no es fácil, si estás atrapado
por el “qué pensarán” o el “qué dirán”, por una especie
de dependencia total de tu autovaloración frente a los demás.
Si piensas que valgo la pena, entonces valgo la pena; si me
adjudicas un éxito, soy exitoso; si no, no lo soy. ¡Quién nos
concederá la gracia de escapar de esto! Cuando me encuentro
con un hombre o una mujer que ha escapado de esto, los
saludo reverencialmente.
No así a los demás, a los grandes comandantes y los presidentes,
que son seres humanos muy inferiores, ni siquiera
un poco mejores que el promedio, lujuriosos, codiciosos, temerosos,
ansiosos, mezquinos, controlados como títeres por
lo que la gente piensa y lo que la gente dice, y tan apresados,
tan esclavizados por el deseo de poder y de vértigo.
Anthony de Mello, en Medicina para el alma
¡La ambición es un lavado de cerebro que nos hicieron!
Nos dijeron que, si no teníamos ambición, no haríamos nada.
Olvidaron la alegría y la delicia que hay en trabajar.
Cuando un arquero dispara al azar, aplica toda su destreza.
Cuando apunta hacia un premio en oro, queda ciego, pierde
la razón, ve dos blancos. Su habilidad no cambió, pero sí el
premio. Se preocupa más por vencer que por tirar. Y la necesidad
de ganar lo vació de poder. La ambición quita poder.
Anthony de Mello, en Caminar sobre las aguas.
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— 149 —
Estamos siendo controlados en la medida en que seguimos
dormidos: por el consumismo, por la política, por el poder,
por el trabajo y por el ocio.
***
Las personas programadas van buscando siempre hacer
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las cosas mejor. Van ansiosas de victorias, de conquistas, de

logros y nunca están satisfechas, por eso sufren tanto cuando
no alcanzan las metas que su exigencia les impone. Son seres
que no viven ni disfrutan con lo real… Buscan la felicidad
donde no está.
Anthony de Mello, en Autoliberación interior.
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Al mal tiempo…
Si el viajero que atraviesa la montaña
en dirección de una estrella
se preocupa demasiado
por los problemas de escalar,
corre el riesgo de olvidarse
cuál es la estrella que lo guía.
Antoine de Saint-Exupéry
¡Buen día, amiga!
¿Te planteaste abiertamente la necesidad de saber enfrentar
las dificultades y seguir, pese a al mal tiempo y con la mochila
a cuestas llena de ilusiones, nuestro camino?
Por ejemplo, hay quienes, quizás como te sucede, se sienten
tristes o desanimados porque ha comenzado el invierno.
¿Y eso significa, entonces, quedarse encerrada y refunfuñando
porque hay mal tiempo afuera?
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En esos casos, habrá que apelar a la fuerza interior y reflexionar
si vale la pena que pierdas la oportunidad de gozar
de esta estación que parece tan hostil a algunos.
Tal vez la clave esté en buscar otras alternativas, hallar el
encanto en otras cosas que obcecadamente te niegas a ver.
Es tan sólo un ejemplo evocar como símbolo la resistencia
a aceptar la llegada del invierno como una época de dificultad.
Vamos, entonces; a abrir la puerta y dar el primer paso
para desafiar el mal tiempo: usa tu paraguas, ponte galochas
para lluvia, abrígate con varios suéteres.
No desperdicies ninguna oportunidad de vivir la vida aunque
las condiciones parezcan adversas. Esta no se presenta
siempre con días soleados de agradable temperatura, leve brisa
y cielos generosamente azules. A veces hay que saber resistir a
las inclemencias de un tiempo riguroso (y, si hace falta, aprender
a hacerlo).
Porque la vida sigue allí, para que salgas a su encuentro.
¡Qué alegría después, cuando se ha superado el “mal tiempo”
y “la buena cara” es la recompensa por haber vencido las
dificultades y aprendido a disfrutar, aunque haya costado un
poquito más.
¡Vivan los inviernos, vengan cuando toque hacerlo; sabremos
enfrentar el frío y la lluvia templando el corazón con un
espíritu curioso por descubrir el mundo!
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Quiero que me guste el invierno

Dice una amiga, que me pidió reserva de su nombre (oh,
misterio, misterio), y que quizás te caería bien si la conocieras:
«Antes creía que sólo era una cuestión de gusto personal,
comodidad o elección: había gente a la que le gustaba el verano
y personas que preferían el invierno.
Sin embargo, algo hizo que cambiara mi manera de percibir
esta división entre “gente de verano” y “gente de invierno”.
Decidí entonces empezar a mirar esto de otra manera.
Y ahora digo: los que aman el invierno ¿no son más atrevidos?
Si salen pese al viento y la lluvia, y se sienten capaces
de levantarse de la cama, ansiosos por ir a pescar el sueño
que vislumbraron el día anterior, aunque afuera sople viento
sur… ¿no hay que mirarlos con admiración? Porque el desafío
es más grande que hacerlo un día templadito o cálido.
Ya sé, un pegajoso día de verano no hay quien lo soporte...
Uf, también, con ese clima. Pero arremeter a favor de la
vida cuando las nubes son negras y amenazantes, la humedad
fría nos cala los huesos y la luz empieza a irse a las cinco de
la tarde, o antes, insinuando una noche larguísima, ¿no está
hecho para los fuertes de espíritu?
Por eso empiezo a decirme que quiero querer el invierno.
Digo, que quiero quererlo aunque la tormenta arrecie, los

a
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charquitos me mojen los zapatos, y tenga que ponerme tres
pulóveres y un pesado abrigo para andar andando y seguir
siguiendo… Lo que no deseo, ni por un momento, es dejar
de salir adonde sea para vivir el milagro cotidiano de la existencia.
Ya no. El tiempo pasa, y a veces la oportunidad, esa
oportunidad ¡se da en invierno!»
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Amar lo que hacemos
Debes amar la arcilla que va en tus manos…
Sólo el amor convierte en milagro el barro.
Silvio Rodríguez Domínguez
¡Hola, querida!
Es cierto, a veces las tareas que debes realizar te abruman:
significa un gran esfuerzo ocuparse de la casa y también cumplir
con las obligaciones del trabajo.
Ahora bien, reflexionemos un poco. ¿No crees que si pones
amor en lo que haces todo saldrá mejor? Porque aborrecer
aquello que diariamente te da tu sustento lo vuelve algo insoportable
que, finalmente, terminará por asfixiarte en el dolor
profundo del fracaso y la decepción.
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— 156 —
Si lo que estás haciendo no te gusta, busca la manera de
hacerlo lo mejor posible y mejorar esas condiciones que no te
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satisfacen.
Si decididamente no puedes ya soportarlo, trata de encontrar
otra actividad. O bien plantea a quien corresponda tus
necesidades. Y apela a la solidaridad de tus compañeros. El
trabajo en equipo ayuda mucho a lograr este objetivo de sentirse
bien con lo que se hace.
A veces, muchas, esto es difícil. Sin embargo, nada más
triste que realizar tareas que te desagradan o te parecen impropias
para ti.
Sólo amando lo que haces (aun en medio de las dificultades,
que nunca habrán de faltar) es posible disfrutar de tu
trabajo y vivir en plenitud.
Mejor hacerlo con cariño
En Japón, cuentan una hermosa historia sobre un monje
zen. El emperador tenía un ánfora magnífica, antigua y de
diseño bello y muy complejo. Un día, alguien la dejó caer,
y el ánfora se rompió en miles de fragmentos. Convocaron
al mejor alfarero del país, quien intentó reunirlos, pero fracasó.
El emperador lo hizo decapitar y llamó a otro alfarero,
quien también fracasó. Esto continuó durante semanas,

a
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hasta que no quedaba un artista en todo el país, salvo un
anciano monje zen, que vivía en una cueva en la montaña
con un joven aprendiz.
Este fue a palacio, recogió los fragmentos y los llevó a la
cueva. El monje trabajó durante varias semanas y finalmente
apareció el ánfora. El aprendiz la contempló, sobrecogido
por su belleza. Los dos la llevaron a palacio, donde el emperador
y los cortesanos los recibieron con grandes muestras
de placer. El anciano monje zen recibió una recompensa generosa
y volvió con su aprendiz a la cueva.
Un día, cuando buscaba un objeto perdido, el aprendiz
encontró los fragmentos del ánfora. Corrió a su maestro:
—Mira los fragmentos: no es verdad que los hayas reunido.
¿Cómo pudiste hacer un ánfora tan bella como la que
se rompió?
El maestro respondió:
—Si haces tu trabajo con amor en tu corazón, siempre
podrás crear algo bello.
Bendición
Que la luz de tu alma te guíe.
Que la luz de tu alma bendiga tu trabajo
con el amor secreto y el calor de tu corazón.
Que veas en lo que haces la belleza de tu alma.
Que la santidad de tu trabajo lleve salud, luz y renovación a
los que trabajan contigo y a los que ven y reciben tu trabajo.
Que tu trabajo nunca te canse.
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 71

Que libere en ti manantiales de renovación,

inspiración y animación.
Que estés presente en lo que haces.
Que nunca te pierdas en ausencias insulsas.
Que el día nunca te pese.
Que el alba te encuentre despierto y atento, esperando el
nuevo día con sueños, posibilidades y promesas.
Que la noche te encuentre en estado de gracia y realizado.
Que comiences la noche bendecido, abrigado y protegido.
Que tu alma te serene, consuele y renueve
John O’Donohue,
en Anam Cara, el libro de la sabiduría celta
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La plaga de la época:
¡el estrés…!
En aquel tiempo, buscaba atardeceres,
los arrabales y la desdicha;
ahora, las mañanas,
el centro y la serenidad.
Jorge Luis Borges
¡Buen día! ¿Buen día? A ver…
Quien no se sienta estresada (o estresado) en estos tiempos
que corren no vive en este mundo. Así que este mensaje va
dedicado a esta plaga moderna.
Vamos a ve si puedes responder a esta pregunta: ¿cuánto
tiempo dedicas a cuidar de tu cuerpo, tu mente y tu espíritu?
¿No es verdad que a menudo te olvidas de darle importancia
a ese cansancio excesivo, a tensiones que te provocan
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dolores, a la presión que perturba tu mente y, a veces, hasta
sientes angustia, porque no puedes responder a las responsabilidades
cotidianas, o simplemente, ni siquiera puedes decir
por qué te agobia?
Hay estudios publicados sobre el estrés que puedes consultar
(en libros, revistas especializadas y en Internet); allí,
muchas veces, también se presentan maneras de combatirlo:
eso puede ayudarte a que te vayas liberando de él y aprendas a
dominarlo. Y nunca está demás consultar con un profesional
que te oriente al respecto.
Sé constante y no olvides algo: eres responsable de tu
vida y debes cuidarla, como un don precioso que es. No desestimes,
entonces, esta alerta que está “sonando” para decirte
“Ey, detente un poco y presta atención a tu cuerpo, tu mente
y tu espíritu”. Vale la pena hacerlo: estamos hablando de calidad
de vida…
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— 161 —
Venciendo el estrés
Definamos el estrés
Se entiende por estrés aquella situación en la
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cual las demandas externas (sociales) o las demandas

internas (psicológicas) superan nuestra capacidad
de respuesta. Se provoca así una alarma orgánica
que actúa sobre los sistemas nervioso, cardiovascular,
endocrino e inmunológico, lo cual produce un
desequilibrio psicofísico y la consiguiente aparición
de la enfermedad.
Cómo combatir el estrés
1. Mente y músculos
El hombre constituye un todo en su conjunto. El
tratamiento del estrés debe contemplar esa realidad
y es en la aplicación de las técnicas de relajación neuromuscular
donde la expresión de esa unidad se hace
más evidente. Todos hemos notado que, en circunstancias
de tensión o de estrés, se producen contracturas
y/o dolores musculares.

a
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Ocurre que los músculos, aun en estado de relajación
—como durante el sueño—, tienen un tono muscular
mínimo, de semicontracción. Durante el día, el
tono muscular aumenta, pero se mantiene dentro de
determinados límites. La tensión nerviosa y el estrés
facilitan una activación a nivel de la corteza cerebral
que genera un estímulo que viaja por vía neural a toda
la musculatura esquelética, y produce una elevación
desproporcionada del tono muscular. Cuando ese
tono es extremo, se traduce en la aparición de contracturas
y de dolores musculares o mialgias.
Esa situación, en la cual los estados de tensión o
de ansiedad acarrean tensión muscular, resulta fácilmente
comprensible, dado que ese efecto es comprobable
en la vida cotidiana. Lo que probablemente
sea novedoso para usted es que la tensión muscular
provoca, a su vez, más tensión nerviosa e implica la
generación de estrés.
Algunas técnicas de relajación
1. Relajación consciente
Esta técnica enseña a vaciar la mente de todo
pensamiento y a liberar de tensiones a los músculos
y a las articulaciones, así como a eludir cualquier estímulo
externo.
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• Acostados sobre el piso, boca arriba, con los ojos
cerrados, separar levemente las piernas, dejando
que los pies caigan hacia afuera, con los brazos al
costado del cuerpo. Tomar conciencia del propio
cuerpo y dejar la mente en blanco.
• Llevar la atención a los pies, relajándolos y dejándolos
 73

caer pesadamente al suelo. Sentir el apoyo de

los talones. Recorrer los pies en detalle y relajar aún
más dedos, empeines, plantas, talones y tobillos.
• Mantener la mente calma y la atención en el cuerpo.
Si aparece algún pensamiento, hay que dejarlo
fluir, resbalar como un pañuelo de seda.
• Volver la atención la respiración y al cuerpo, que
cada vez estará más relajado.
• Continuar relajando las pantorrillas, rodillas y muslos.
Asegurarse de que las piernas estén completamente
relajadas.
• Relajar y concentrar la atención en los glúteos, y desde
la base de la columna recorrer vértebra por vértebra
para relajar aún más cada zona de la espalda.
• Llevar la atención a la respiración a la zona del abdomen
para relajarse todavía más con cada exhalación.
Aflojar la pelvis y la ingle.
• Llevar el aire que se inhala a la zona del tórax y, al
exhalar, relajar la zona del pecho.
• Recorrer mentalmente las manos desde los dedos,
las palmas y las muñecas, para que vaya cediendo
toda tensión. Después, aflojar los antebrazos, los
codos, los brazos y los hombros. Relajar y distender.
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— 164 —
• Aflojar el cuello, recorriendo mentalmente todas
las vértebras cervicales.
• Llevar la atención a la cara. Aflojar la boca (la lengua
se relaja en la base de la cavidad bucal) y entreabrir
levemente los labios. Relajar las mandíbulas
y los pómulos. Dejar caer los párpados —que
se sentirán pesados— y aflojar la frente, que se ensancha.
Relajar las sienes, el entrecejo y el cuero
cabelludo.
• Recorrer todo el cuerpo para verificar que no hayan
quedado tensiones. Si las hubiere, llevar hacia ese
sitio el aire inhalado para disipar algún dolor, molestia
o malestar.
Hay que recordar que, con cada exhalación, uno
puede relajarse aun un poco más.
2. Técnica de relajación para realizar sentados
Estas técnicas son sumamente útiles porque se
pueden realizar en la oficina, la casa o en cualquier
lugar donde se pueda disponer de dos o tres minutos,
que se aprovecharán inteligentemente para cortar el
círculo vicioso tensión-contracción muscular y, de
ese modo, contribuir a disminuir el estrés.
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Ejercicios de preparación
Antes de practicar la relajación propiamente dicha,
es recomendable realizar los siguientes ejercicios…
• Sentarse cómodamente en una silla. Inspirar extendiendo
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los brazos hacia arriba, con los dedos

de las manos entrelazados y las palmas hacia fuera.
Exhalar aflojando y apoyando los brazos sobre
las piernas.
• Levantar un brazo sobre la cabeza, inhalar estirando
el brazo y el costado. Exhalar volviendo al eje central.
Repetir con el otro brazo.
• Llevar los brazos hacia atrás de la espalda, con los
dedos de las manos entrelazados, e inspirar juntando
los omóplatos. Exhalar aflojando los brazos.
Relajación propiamente dicha
• Sentarse cómodamente en una silla, con la columna
bien erguida. Separar levemente las piernas, apoyar
suavemente las manos sobre los muslos o en los
apoyabrazos. Cerrar los ojos y concentrar la atención
en la respiración. Realizar por lo menos tres
respiraciones abdominales.
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• Llevar la atención al apoyo de los pies sobre el suelo,
el apoyo de los glúteos en el asiento y al apoyo
de la columna en el respaldo.
• Recorrer mentalmente el cuerpo y liberar sucesivamente
de tensiones los pies, las pantorrillas, las
rodillas, los muslos, la espalda, los hombros, los
brazos, el cuello, la cabeza (si se siente la necesidad,
dejarla caer levemente hacia delante) y la cara.
Disfrutar de este estado de plenitud y relajación.
Una vez más, recordar que con cada exhalación es
posible relajarse todavía un poco más.
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Venciendo el miedo
Nada hay en la vida
que sea de temer.
Sólo hay que tratar
de comprenderlo.
Marie Curie
Hola, amiga:
¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? Pero lo importante
es aprender a superarlo. Es parte del complejo instinto
de supervivencia: de otro modo, nos arriesgaríamos sin medir
consecuencias. Sin embargo, el miedo excesivo paraliza y
puede ser el síntoma de un trastorno y entonces será necesario
consultar con un especialista para poder superarlo.
Pero salvo que se trate de este caso, en que la salud se
ve comprometida por una emoción incontrolable que nos
altera e impide realizar una vida “normal”, la sensación de
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miedo requiere un poquito de buena voluntad y búsqueda
interior: allí encontraremos la fuerza necesaria para vencerlo
y seguir adelante.
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Ahora bien, ¿te avergüenzas porque has sentido miedo?

Nada de eso, es un sentimiento habitual, y proveniente del instinto
de supervivencia pues, como ya dijimos antes, ¿de qué manera
te prevendrías de posibles peligros si no sintieras temor?
Y cuando admires a alguien por su arrojo y su coraje, recuerda
estas palabras de Nelson Mandela, el líder sudafricano
que tanto padeció persecución y cárcel por sus ideas:
No es valiente el que no tiene miedo, sino el que sabe conquistarlo.
¿Qué te parece que significan estas palabras? ¿Qué
valor le darías a un hecho heroico si quien lo llevó a cabo no
hubiera sentido miedo? En eso consiste su proeza: en haber
vencido su propio temor para seguir adelante.
Recuerda siempre: vencer el miedo es vencer las causas que
lo producen; de ese modo, triunfarás sobre él, es decir, sobre
ti misma.
Van “de regalo” otras frases, así puedes seguir reflexionando
para luego actuar para la superación del miedo que paraliza,
interfiere en el disfrute, detiene y hace sufrir.
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Tu miedo brota de la manera que tienes de ver las cosas y
de las consignas de tu mente. Analiza sincera, sosegadamente,
cuáles son tus cárceles imaginarias y el porqué de tus miedos.
(Anthony de Mello)
Tengo que enfrentar el miedo. Debo tomar el control de la
situación y encontrar la manera de hacerla menos atemorizante.
(Veronica Roth)
No temo a las tormentas, porque aprendo cómo navegar
mi barco.
(Louisa May Alcott)
A largo plazo, evitar el peligro no es más seguro que exponerse
abiertamente.
(Hellen Keller)
Es necesario, más que escapar de él, controlarlo o suprimirlo
—o cualquier otro tipo de resistencia—, comprender el
miedo; lo cual significa mirarlo, aprender sobre él, entrar en
directo contacto con él. Debemos aprender acerca del miedo,
no cómo escapar de él.
(Jiddu Krishnamurti)

a
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Es el miedo el que nos hace agarrar con las manos la felicidad,
y ella no se deja agarrar. Ella es. Esto sólo lo descubrimos
observando, bien despiertos, viendo cuándo nos mueven
los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales.
(Anthony de Mello)
La primera tarea del hombre [y la mujer] es conquistar el
miedo; debe deshacerse de él; pues, hasta entonces, no podrá
actuar.
 76

(André Gide)
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— 171 —
Las mujeres
en el arte
Hola, querida amiga:
Va hacia tu lugar de lectura este penúltimo mensaje (quizás
lleguen otros, ¿quién sabe?). Esta vez, con bellas poesías escritas
por… mujeres. Y con referencias a frases de artistas del
género femenino que tanto han dado la humanidad, algunas
de ellas venciendo grandes obstáculos para difundir su obra,
para ser lo que deseaban.
Por ejemplo, ¿recuerdas que en la escuela aprendimos
aquellas redondillas famosas: Hombres necios que acusáis, /
a la mujer sin razón, / sin ver que sois ocasión/ de lo mismo
que culpáis? Nos gustaban, ¿verdad? Eran de Sor Juana Inés
de la Cruz.
Sin embargo, la mayoría de las obras que leíamos pertenecían
a… varones. Especialmente si íbamos hacia atrás en el
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tiempo. Y, todavía, en las antologías, esto sigue sucediendo. No
olvidemos que por ley hubo que imponer un porcentaje de representación
femenina en el Congreso en la Argentina… ¿pero
cómo hacerlo en el ámbito cultural? ¡Pues estando presentes! Eso
ha cambiado precisamente por la perseverancia y el crecimiento
cada vez mayor de poetas, escritoras, pensadoras, ensayistas…
Así que recordemos que muchísimas mujeres, con muchísimas
dificultades algunas, hicieron y hacen excelente literatura,
y son reconocidas intelectuales. Es una manera de defender
nuestro género. Y nada de distinguir la literatura hecha por
mujeres como “femenina”. Si no, nunca acabaremos con la
discriminación que tanto nos afecta.
Quede este mensaje como un regalo y un estímulo a
continuar esta necesidad de ser respetadas, comprendidas,
apreciadas, amadas en igualdad de condiciones, como seres
que luchan por su libertad, su autonomía, sus derechos…
Seres que deben ser respetados como son, como quieren ser.
Ni por frágiles ni por vulnerables. Por seres humanos que
comparten el mundo con sus compañeros varones. Nada
más. Y nada menos. ¡Cuánto mejor se viviría, cuánto mejor
sería el mundo si lográramos esa armonía al vincularnos, de
una manera sanamente amorosa.
Aquí van. Son ejemplos de literatura escrita por mujeres.
Sé que has leído discusiones al respecto de la escritura: ¿Por
qué hablar de “literatura femenina”? Pero más allá de que
pueda debatirse al respecto, es importante que, como mujer,
recuerdes cuántas escritoras han creado textos que pasaron a
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— 173 —
ser clásicos y contribuyeron al desarrollo del arte literario de
 77

todo tipo (desde la ficción al periodismo, pasando por el ensayo,

la crítica, y ahora los libros infantiles y juveniles, de cuyos
textos algunas fueron pioneras, baste recordar a María Elena
Walsh, en Argentina…).
Podríamos mencionar aquí muchos nombres, pero es
cuestión de buscarlos y los encontrarás. Como también el de
escultoras, pintoras, artesanas de alto vuelo. Como las apasionadas
Lola Mora y Frida Kahlo, cuyas vidas son ejemplo de
batallar por su presencia en el mundo del arte, por dar unos
nombres significativos; hay tantas más.
Las poesías que acompañan a este mensaje pertenecen a
las llamadas “grandes de América”: Sor Juana Inés de la Cruz
(mexicana), Alfonsina Storni (argentina nacida en Suiza),
Juana de Ibarbourou (uruguaya) y Gabriela Mistral (chilena);
pero no se agota en ellas el caudal creativo…
Las grandes poetas de América
Pudiera ser
Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
no fuera más que aquello que nunca pudo ser,
no fuera más que algo vedado y reprimido

a
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— 174 —
de familia en familia, de mujer en mujer.
Dicen que en los solares de mi gente, medido
estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
de mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...
A veces en mi madre apuntaron antojos
de liberarse, pero, se le subió a los ojos
una honda amargura, y en la sombra lloró.
Y todo esto mordiente, vencido, mutilado,
todo esto que se hallaba en su alma encerrado,
pienso que sin quererlo lo he libertado yo.
Alfonsina Storni
II
En perseguirme, mundo, ¿qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento,
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento,
que no mi entendimiento en las riquezas.
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— 175 —
Yo no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades,
 78

consumir vanidades de la vida

que consumir la vida en vanidades.
Sor Juana Inés de la Cruz
Implacable
Y te di el olor
de todas mis dalias y nardos en flor.
Y te di el tesoro
de las hondas minas de mis sueños de oro.
Y te di la miel,
del panal moreno que finge mi piel.
¡Y todo te di!
y como una fuente generosa y viva para tu alma fui.
Y tú, dios de piedra
entre cuyas manos ni la yedra medra;
y tú, dios de hierro
ante cuyas plantas velé como un perro,
desdeñaste el oro, la miel y el olor.
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— 176 —
¡Y ahora retornas, mendigo de amor.
A buscar las dalias, a implorar el oro,
a pedir de nuevo todo aquel tesoro!
Oye, pordiosero:
ahora que tú quieres es que yo no quiero.
Si el rosal florece,
es ya para otro que en capullos crece.
Vete, dios de piedra,
sin fuentes, sin dalias, sin mieles, sin yedra.
Igual que una estatua,
a quien Dios bajara del plinto, por fatua.
¡Vete, dios de hierro,
que junto a otras plantas se ha tendido el perro!
Juana de Ibarbourou
Piececitos de niño
Piececitos de niño,
Azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!
¡Piececitos heridos
por los guijarros todos
ultrajados de nieves
y lodos.
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El hombre ciego ignora
que por donde pasáis
una flor de luz viva
dejáis…
Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!
Gabriela Mistral
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Penúltimo mensaje
Querida amiga:
A través de estos mensajes, nos hemos conocido.
El propósito de todo escrito impreso, bien se sabe, es ser
leído; lo que implica establecer un diálogo entre dos: así se
completa un circuito de comunicación, de complicidad compartida,
de intercambio que abre avenidas de sentidos, siempre
renovadas.
Ahora llegamos a las páginas finales, pero siempre quedan
las ganas de volver, de regresar. Por eso este mensaje sueña ser
el penúltimo, no el que cierra un ciclo. Eso, claro, dependerá
de muchas, tantas cosas… Por ejemplo, que haya una mujer
que reciba más mensajes. ¡Veremos!
Como despedida que no quiere ser tal, pero es inevitable
ahora, van estos pensamientos casi últimos.
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Los temas que se fueron sucediendo, como el amor, la necesidad
de tener amigos, la salud, los hijos, la cultura, los problemas
sociales y existenciales fueron escritos “para mujeres”
con la intención de acompañarlas en su camino. Como se ha
dicho, no pretendimos dar consejos ni sugerencias, ni que el
resultado sean como los ahora tan difundidos tips, sino comentar
algunas problemáticas y aportar luz, con fundamentaciones
en fragmentos de obras de autoras y autores que también
se plantearon esos asuntos.
El objetivo era colaborar a que cada mujer tenga la voluntad
de fortalecer su cuerpo, su mente y su espíritu y pueda mirarse
al espejo sabiendo que este le devolverá la imagen de un
ser íntegro, capaz de dar y recibir, de aprender y de enseñar,
de crecer cada día.
Las cuestiones de la vida son la vida misma, y ella es traspié
y acierto, dulzura y amargura, dicha y desventura, éxito y fracaso,
esperanza y desespero, amor y desamor… Y podríamos
seguir juntando opuestos.
Por eso, goza de lo bueno, trata de encontrar valentía
frente a la adversidad, y no te detengas más que lo necesario
para descansar y seguir avanzando. Vale la pena arriesgarse,
emprender la marcha, con los pies sobre la tierra y la mirada
atenta a cada paso que das para no resbalar o caerte (y si sucede,
¡a seguir!) y al horizonte, que nunca será llegada o meta,
sino estímulo para andar, el sitio donde anidan los sueños, las
ansias, la esperanza.
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Y va una frase final de la maravillosa Frida Kahlo, que habla
sobre sí misma pero evoca a otras “extrañas” mujeres que,
como ella, luchan por ser fieles a sí mismas y hacer su camino.
Solidaridad femenina la de Frida…
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Solía creer que era la persona más extraña del

mundo pero luego pensé que, entre tanta gente en el
mundo, debe haber alguien que se sienta como yo,
estrafalaria y defectuosa. Me imagino que ella está ahí
fuera pensando también en mí. Bueno, espero que si
lees esto sepas que sí, que es verdad, estoy aquí y soy
tan extraña como tú.
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Otros títulos
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Instrucciones para ser feliz

Técnicas para poder disfrutar tu vida
de una manera más consciente
Federico De Robertis
Vivimos tiempos de transición, atravesamos cambios planetarios,
recibimos una energía que, bien canalizada, será de gran
ayuda tanto en lo personal como en lo global. La felicidad no
es una meta, es un trayecto por el camino de la iluminación y
de la sanación.
Instrucciones para ser feliz contiene información, tips, herramientas,
ejercicios, meditaciones para activar la felicidad. Se
puede leer de corrido o solo alguno de sus capítulos. También,
es posible pensar una pregunta, pedir un mensaje, una guía y ver
cómo nos llega la respuesta. Al final de cada capítulo, el Botiquín
espiritual nos espera con recomendaciones y con sugerencias
para re-diseñarnos a cada instante, conectarnos con nuestra
alma, cuidar de nuestro cuerpo.
El autor nos convoca a reflexionar, a aprender y a tomar decisiones.
Así podremos definir un plan de acción para cumplir
nuestra tarea-misión, resonar con el mundo que habitamos con
el objetivo de co-crear el paraíso en la tierra y llegar a nuestra
mejor versión en esta encarnación.
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Pensamientos del dragón azul

Leo Batic
Existen libros que nos cuentan historias de héroes, villanos y
monstruos; y otros que nos permiten pensar y pensarnos para ver
en cada página un tramo de nuestro propio viaje interior. En este
libro todos somos princesas, guerreros, sirvientas, reyes, dragones y
zapateros. Héroes, villanos y monstruos de nuestra propia historia.
Puedes leerlo siguiendo las páginas en orden o abrirlo en un lugar
al azar y esperar que ahí haya un mensaje que vibre con tu corazón.
Aquí, el escritor e ilustrador Leo Batic abreva en un mundo
que le es afín —el de las historias épicas y los seres fantásticos—
para escribir estas fábulas.
Cada una de ellas te invitará a la reflexión, al reconocimiento.
Cada relato funcionará de espejo. ¿Quién soy? ¿Por qué actúo
así? ¿Qué hago en este mundo? ¿Puedo cambiar mi destino?
¿Qué tienen que ver los valores propios con estos personajes?
Este libro te guiará en un viaje heroico hacia tu centro.
Te invitamos a pensar con el Dragón Azul.
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El peregrinaje del alma

Liliana Hollmann
¿Qué es la terapia de regresión a vidas pasadas? ¿Cuáles son
los beneficios? ¿Cuándo es conveniente realizar una regresión?
¿En qué se diferencia la regresión individual de la grupal? ¿Es
necesario creer en la reencarnación?
La autora conecta situaciones de la terapia con “coincidencias”
que se originan a partir de sucesos de regresiones tanto
individuales como grupales. Además, testimonios reales en
primera persona nos ayudan a entender las verdaderas metas y
objetivos de nuestra vida, dar y recibir perdón, ejercer la compasión.
Regresiones marcadas por la presencia de San Francisco
de Asís y la recuperación de la fe. Relatos de pacientes que señalan
las maneras de espiritualizar el trabajo al advertir la misión,
cumplir los sueños y realizar las vocaciones con una comprensión
que nos llega desde otras vidas. También, esta terapia
es un camino para comprender el karma en los vínculos y así
poder sanarlos —la relación madre-hija, la amistad, el vínculo
padre-hijo, los amores prohibidos—; o transmutarlos —en el
caso de la muerte de un hijo—.
Liliana Hollmann, primera discípula de Brian Weiss en la
Argentina, nos muestra cuán interrelacionados estamos con
otros seres que nos ayudan a evolucionar, por eso es importante
estar atentos ante lo que nos muestran tanto la terapia de
regresión a vidas pasadas como las sincronías, ya que ambas
son despertadores de conciencias al cambiar nuestro peregrinaje
hacia senderos más plenos.
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Akasha, memoria del alma

Federico De Robertis
¿Qué es el Registro Akáshico? ¿Cómo interviene la energía
en esta técnica? ¿En qué se diferencia de la videncia, la telepatía,
la regresión a vidas pasadas, el espiritismo? ¿Cómo se produce la
conexión con la fuente? ¿Qué sucede antes, durante y después de
una lectura de Registros?
A partir de testimonios reales en primera persona, el autor
entremezcla conceptos desde su función como lector de Registros
Akáshicos para transmitir un mensaje lleno de amor y de
conocimiento que trasciende de esferas superiores.
Conmovedores relatos de pacientes demuestran cómo los
Registros permiten comprender la historia del viaje del alma desde
que ha sido desprendida de la gran fuente akáshica y atraviesa
el espacio-tiempo material e inmaterial. Así algunos descubren
su tarea-misión y otros entienden las experiencias que han elegido
transitar para su evolución en esta encarnación.
Somos parte de la gran red información donde todo está interconectado.
Es tiempo de cambios, recomienzos y renacimientos
originados desde el corazón. Este libro es un pasaporte al
despertar espiritual.
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