Limpieza y lubricación de la bicicleta

Fundamentos:

Es lo único que reclama la bicicleta, además de las piernas. Hay quienes

prefieren mantener limpias las bicis así como acostumbran bañarse luego de hacer
actividad física. Lavar y lubricar la bici, por cierto, lleva un poco más de tiempo y
dedicación que bañarse. Pero hay otros que, como al día siguiente piensan volver a
usarla y ensuciarla, no lavan su bici. Hay ciclistas que no lavan, ni cuadro, ni ruedas,
ni rayos, ni discos, ni horquillas, pero incluso en esos casos extremos, de vez en
cuando están obligados a limpiar y lubricar la transmisión. Una transmisión sucia,
además de producir ruidos, pronto empieza a fallar.

Si se permite la figura, los ciclistas, más allá de que sean heterosexuales,

homosexuales o bisexuales son también, por definición, “bicisexuales”. De hecho, y
como no sucede en otros deportes, los ciclistas tienen relaciones íntimas y amorosas
con su objeto de placer que le provoca gritos y gemidos; sobre ella apoyan sus
genitales, dejan su sudor y fluidos corporales y, como en toda relación sexual, cuanto
más limpio y lubricado este todo antes y después, mejor.

Manos a la obra

La transmisión:

Limpieza y lubricación es tarea ineludible para el buen amante. Se pueden

tener otras partes de la bici sucias, pero no la transmisión. Transmisión en este caso
comprende a: cadena, platos, piñones y descarriladores. Las mazas y la caja
pedalera se considerarán más adelante.

¿Es necesario utilizar productos específicos para limpieza de bicicletas? Sí,

casi siempre, porque es lo que mejor funciona por ejemplo, los productos de la línea
Finish Line.

Se puede empezar limpiando la cadena con un desengrasante como el Eco

Tech o el Citrus. ¿Pero y el tradicional kerosene? No, porque tiene un olor muy fuerte,
porque mancha, porque no es biodegradable y fundamentalmente porque no cumple
bien la función, ya que deja una película grasosa que atrae la arena y el polvo. A los 5
minutos de andar en ripio o tierra la transmisión estará sucia otra vez. De última, la
opción barata para desengrasar es utilizar detergente. En ese caso habrá que
enjuagar con agua tibia para facilitar que se despegue la grasa.

Para limpiar la cadena se pueden usar varios métodos, por ejemplo: papel
absorbente con unas gotas de desengrasante; se hacer girar los pedales con una
mano mientras con la otra se sostiene el papel sobre la cadena para que se vaya

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limpiando. Otro, en el caso de que la cadena esté muy sucia, es aplicar
directamente, o con ayuda de una jeringa, el desengrasante sobre los eslabones de
la cadena. Se lo deja actuar unos minutos y luego se lo enjuaga con agua tibia. En
ambos casos se pueden usar distintas clases de cepillos que facilitan el
desprendimiento de la suciedad y papel absorbente para secar y atrapar la mugre
desprendida.

Otra opción, de lujo, es utilizar un aparato específico, sea el Finish Line o el

Park Tool: en ambos casos se trata de un reservorio donde se hecha el
desengrasante, la cadena pasa a través de varios cepillos e incluso un imán, que
atrae las pequeñas partículas metálicas.

Los platos y los piñones se pueden limpiar con la ayuda de los cepillos, con
papel o con un trapo que pueda meterse entre las coronas. En la pata de cambios
hay que prestar especial atención a las rueditas de tensión. Sólo si estuvieran muy
sucias y ruidosas se pueden sacar para limpiar bien el bujecito interno de cada una.
Las patas de cambio de gama alta suelen usar unas gomas para evitar que entre
tanto polvo. Cuando se vuelvan a poner las rueditas hay que tener cuidado de no
dejarlas flojas y es conveniente usar algún producto para asegurar tuercas como el
Loctite 242. Hay que limpiar y lubricar el resorte y todas las partes móviles. Lo mismo
con el descarrilador delantero.

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 Para lubricar hay varias opciones dentro de la línea Finish Line. El que se elija
dependerá de la zona a transitar: Si la idea es recorrer terrenos más bien secos y
polvorientos son preferibles los lubricantes de “tipo seco”: Off Road; Kry Tech o
Teflon Plus. En caso de transitar por terrenos fangosos, atravesar arroyos o bajo
lluvia es preferible el lubricante de “tipo húmedo” Cross Country. En todos los casos
hay que limpiar el exceso de lubricante con papel absorbente.

Para algún desprevenido, no usar WD 40 en la bicicleta, ni para limpiar, ni para

lubricar.

¿Manguera a presión?

No es necesario. Una manguera si tiene mucha presión puede arrancar calcos

o llevar el agua hasta el interior de rodamientos, incluso los que están sellados. Sólo
si tiene muy poca presión y nunca dirigiendo el chorro ni a las mazas ni a la caja
pedalera. Pero es preferible usar una manguera común o incluso un balde y una jarra.
Ninguna suciedad en la bici amerita el uso de agua a presión.

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Frenos a disco

Utilizar el Finish Line XXXXX. En caso de que las pastillas de freno se hayan
contaminado o cristalizado habrá que retirarlas e intentar revivirlas lijándolas con una
lija muy fina teniendo en cuenta que las pastillas mantengan el espesor adecuado. Si
esto no funciona, no quedará otra que reemplazarlas.

Horquilla

Las horquillas tienen distintas rutinas de mantenimiento dependiendo del tipo de

funcionamiento y horas de uso, información que figura en el manual de su horquilla.
De todos modos, luego de cada salida es conveniente quitar toda suciedad que esté
adherida a los barrales mediante un papel absorbente apenas humedecido. Si hay
suciedad sobre el tapón guardapolvo un pincel pequeño de cerda muy suave es útil
para barrerla. Siempre hay que cuidar los barrales de raspones pues esas marcas
podrían provocar pérdidas de aire o aceite que terminarían afectando el rendimiento
de la horquilla. Finish Line tiene un producto que por ahora no se consigue en el país
y que sirve para lubricar barrales, retenes y bushings. Se llama Stanchion Lube y en
la página de Finish Line se explica sus características y forma de uso.

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Pegar fotos mostrando cómo se limpian los barrales

Cuadro y demás componentes

Finish Line tiene el XXX. También se puede usar agua y jabón en pan común,
que no daña la pintura. Algunos detergentes y otros productos limpiadores para
cocina o metales contienen químicos muy potentes que podrían con el tiempo dañar
la pintura, calcos, o partes plásticas, por eso es preferible no usarlos. Una vez que se
hayan enjuagado bien todas las partes sacando cualquier rastro de suciedad o jabón
hay que secar bien todas las piezas.

Ceras lustres y protectores

Finish Line tiene el XXXX. La ventaja de este producto es que no daña los
plásticos y forma una película protectora que repele el polvo. A este efecto también
se puede usar Blem, con cuidado de no tocar discos de freno, o la superficie de freno
de las llantas en caso de contar con V-brakes. Tampoco hay que usar estos
productos en asiento, puños, ni manijas de freno y cambio ya que quedarían
resbaladizos. En las cubiertas se pueden aplicar siliconas, por ejemplo de la marca
A3. Estos productos no sólo embellecen la bicicleta sino que impiden que la suciedad
se adhiera y facilitan la limpieza posterior.

Mazas y cajas pedaleras

En la actualidad la mayoría de las cajas pedaleras son selladas. Una vez que
toman un juego excesivo se reemplazan. No requieren mayor mantenimiento que una
vez el año engrasar el eje (con grasa teflonada), sea cuadrado u Octalink, en el
encaje de las palancas para evitar ruidos entre los metales de ambas piezas.

La mayoría de las mazas también vienen selladas, sean con el clásico sistema a
bolilla o con rulemanes. En el caso de las ruedas a bolillas y conos, el sistema que
usa Shimano, si hay juego en los conos o dificultad en el giro habrá que desarmarlas
y seguramente habrá que reemplazar conos y bolillas si éstos están marcados o
tienen signos de corrosión. Savoretti hace unos conos que se pueden usar para el
reemplazo. Las bolillas que se consiguen no son iguales que las originales pero
funcionan.

En el caso de las ruedas a rulemanes el mantenimiento es mucho más fácil.

Una vez que toman juego se reemplaza el rulemán y listo. Al no tener conos ni bolillas
el sistema es mucho más simple