0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas1 página
Para el cristiano es tan importante la oración como lo es respirar para vivir.
La vida de oración es fundamentalmente vida de gracia de Dios en nosotros.
Para el cristiano es tan importante la oración como lo es respirar para vivir.
La vida de oración es fundamentalmente vida de gracia de Dios en nosotros.
Para el cristiano es tan importante la oración como lo es respirar para vivir.
La vida de oración es fundamentalmente vida de gracia de Dios en nosotros.
Para el cristiano es tan importante la oración como lo es respirar para vivir.
La oración constituye la respiración del alma. Hay grados de oración pero lo importante es conectarse con quien nos ama y nos da vida. La oración es un privilegio es una gracia de Dios para conocerle y amarle en esta vida para después en el Cielo. La chispa divina de su amor prende en nosotros como una gota que salta hasta la vida eterna, como Jesús le dijo a la Samaritana. ¿no sabías que la Vida del cielo comienza ya en esta vida? Aunque sea oscura e imperfecta, y también incompleta esta beatitud celeste anticipada, incluso en su mayor grado de experiencia y conocimiento, la verdad divina nos invade y transforma día a día y nos prepara para la eternidad junto a Dios. Esta es la tarea fundamental de Dios, amarnos; y mediante su amor gratuito darnos agua viva, alimento eterno. Glorioso es el Santísimo Sacramento del altar donde Dios se convierte en verdadero alimento espiritual y corporal para estar en nosotros, es un milagro de la gracia, concedido por Jesucristo. La oración es otra gracia que obra de distinta manera ese manantial divino y alimento que será un hecho constante en el cielo, sin velos, incluso sin fe, porque la realidad divina será visión y no fe, fuera de ritos y conceptos, Dios será en todos y en todo. Aquí estamos sujetos a la fe, los sacramentos fortalecen la fe, de la misma forma que aumentan la gracia y la virtud del Amor de Dios en nosotros. La oración también participa y aumenta la gracia según el mérito o la fe, es como otro pulmón de gracia divina. El mérito es obrar la virtud de orar abandonándose en quién nos ama. Sacramentos y oración han de ir unidas, para que sea plena la vida cristiana, la vida espiritual sea plena y pueda serlo lo máximo en esta vida. La vida de oración es fundamentalmente de gracia, de unión con Dios, porque es El quién tiene que hacer su obra en nosotros, ya que nosotros no podemos tener lo que por naturaleza es inalcanzable. Pero lo que para el hombre es imposible lo es para Dios, pues por eso es Dios, y es Todopoderoso, Omnipresente, Infinito, incomprensible más allá de nuestros conceptos. Porque Dios se hace, nace y crece en nosotros, en el amor y por amor, Amor que viene incluso de Él, ya que hasta para amar nos hace falta su amor, Jesús dice: “sin mi nada podéis hacer”. Por eso nuestro camino es oración si queremos seguir el camino de Jesús. En el camino de la oración ya Dios nos conduce por los caminos del Evangelio.