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Los átomos emiten luz en un proceso de tres pasos (ver ilustración más
arriba):
Un láser, como veremos un poco más abajo en este post, sigue este proceso
a gran escala: es una máquina que hace que miles de millones de átomos
bombeen billones de fotones (partículas de luz) a la vez, de modo que se
alinean para formar un haz de luz concentrado (la línea verde ondulada a
gran escala).
La luz natural tiene una naturaleza dual: una naturaleza ondulatoria que se
pone de manifiesto al propagarse, o en fenómenos de difracción o
interferencia; y una naturaleza corpuscular que se evidencia al interaccionar
con la materia en fenómenos de absorción y emisión de luz tales como el
Efecto Fotoeléctrico y Espectros Atómicos Discontinuos.
La luz se propaga siguiendo el camino más corto, o sea, la línea recta.
Su velocidad de propagación en el vacío es de 299 792 458 m/s, y es
considerado como límite de velocidad en el universo. Esa velocidad varía en
un medio material homogéneo, isótropo y transparente dependiendo de la
frecuencia de la onda y las características propias del medio.
Como ondas luminosas presentan fenómenos de reflexión, refracción,
interferencia, difracción, efecto Doppler y como son transversales también
presentan polarización.
Por otro lado los láser son luz amplificada por emisión estimulada de
radiación. Para producirla se requiere de una lámpara de destello que excita
a un conjunto de átomos y moléculas. Estos átomos en un inicio son
inestables, pero cuando se estabilizan regresan a un estado fundamental y
con una onda de longitud definida emitiendo un fotón. Ese fotón rebota
varias veces hacia adelante y hacia atrás entre los espejos situados en los
extremos del tubo láser y estimula la emisión de fotones con la misma
longitud de onda y esos a su vez estimulan la emisión de otros fotones
Diodo laser
iguales.
Esas ondas de luz, al estar en fase, o sea, que sus máximos y mínimos
coinciden, provoca que los fotones se refuercen entre sí aumentando su
potencia con cada paso entre los espejos. Uno de los espejos refleja de forma
parcial de modo que cuando la luz alcanza cierta intensidad emerge del
espejo como un rayo láser.
Por lo que las diferencias más importantes con la luz natural son las
siguientes: