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La Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 fue la vigésima primera edición de

la Copa Mundial de Fútbol masculino organizada por la FIFA. Esta edición del
evento se realizó del 14 de junio al 15 de julio de 2018 en Rusia, que consiguió los
derechos de organización el 2 de diciembre de 2010.
Esta fue la undécima vez que la Copa del Mundo se disputó en el continente
europeo, y la primera que se celebró en Europa Oriental. También por primera
vez, el torneo tiene lugar en dos continentes: Europa y Asia, dada la ubicación de
la ciudad de Ekaterimburgo, una de las sedes.
Con un costo estimado de más de 14 200 millones de dólares, es la Copa del
Mundo más cara de la historia. Por otra parte, es la primera vez que se utilizó
el Árbitro asistente de video (VAR) y un balón oficial con un chip incorporado para
seguir los partidos en vivo mediante una aplicación en esta competencia.
El campeón fue Francia, que derrotó por 4-2 a Croacia —selección que llegaba
por primera vez a la final— y se consagró por segunda vez después de 20 años
(en 1998 ganó el Mundial en calidad de anfitrión).

La historia rusa es tan grande como su extensión. Su cultura es tan rica como la
grandeza de su territorio. El fútbol no es tan explorado y tiene pocos éxitos
internacionales, pero el deporte en general ofrece figuras mundiales de la talla de
la atleta Yelena Isinbáyeva o la tenista Maria Sharapova. Viene de ser sede de los
Juegos Olímpicos de Invierno Sochi-2014

En este Mundial participarán seis países con una población musulmana


superior al 90%: Marruecos, Túnez, Senegal, Egipto, Arabia Saudí e Irán

El mes de Ramadán, que acaba de empezar en todo el mundo musulmán, va a


ser una vez más objeto de controversia deportiva, ya que los jugadores de países
islámicos, que serán más numerosos que nunca en el Mundial de Rusia, se
plantean el dilema de si deben o no ayunar en plena fase preparatoria.

En este Mundial participarán seis países con una población musulmana superior al
90 % (Marruecos, Túnez, Senegal, Egipto, Arabia Saudí e Irán), a los que hay que
sumar a Nigeria (donde el islam es la religión mayoritaria) y a los futbolistas
musulmanes, hijos de inmigrantes, dispersos por selecciones como Francia,
Alemania, Bélgica o Suiza.
Y cuatro de estas selecciones debutarán en las dos primeras jornadas del torneo,
las que podrían coincidir con el término del Ramadán: Arabia Saudí (juega contra
Rusia el partido inaugural, el jueves 14), Egipto (se mide a Uruguay el viernes 15),
Marruecos e Irán (que se enfrentarán entre sí ese mismo día).

Durante el ramadán, los musulmanes tienen prohibido comer, beber, fumar y


mantener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta el ocaso.
Evidentemente, el ayuno alimenticio es lo más preocupante para entrenadores y
médicos, máxime en esta época del año, cuando ni siquiera Rusia se libra del
calor.

El seleccionador de Egipto, el argentino Héctor Cúper, manifestó con claridad su


inquietud cuando declaró al diario 'La Nación': "Tengo un problema antes del
Mundial: el ramadán. Mis jugadores ayunan desde que sale el sol y hasta que se
pone (...) ¿Cuándo entreno? ¿A las cinco de la mañana? Yo no puedo hacer
entrenar a alguien que no bebe líquido ni tiene calorías en el cuerpo".
En la misma línea, el seleccionador de Marruecos, el francés Hervé Renard, dijo
en una reciente entrevista concedida a 'France 24' que el Ramadán de 2017 fue
"la experiencia más catastrófica" que había vivido desde que comanda al equipo
magrebí.

Según recogió el diario egipcio 'Al Masri Al Yaum', la máxima autoridad religiosa
musulmana de Egipto, el gran muftí Shauqui Alam, emitió una fetua (edicto
religioso no vinculante) que exime a los futbolistas de la selección nacional del
ayuno durante el ramadán, dejando en sus manos la decisión de hacerlo o no.
El Papa: ocasión de encuentro entre culturas y religiones

El deporte como ocasión de encuentro entre pueblos y culturas diferentes


El Papa Francisco ha demostrado más veces su afección al deporte como vía de
encuentro, diálogo y fraternidad, y así no podía dejar pasar esta oportunidad para
hacer sentir su voz sobre las bondades del deporte y del trabajo en equipo, para
favorecer la paz y la solidaridad.
A propósito nos viene a la mente la ocasión de la inauguración, el Papa afirmaba
que «con el deporte es posible construir la cultura del encuentro, entre todos, por
un mundo en paz».
Sin ir más lejos, con motivo de la publicación del documento “Dar lo mejor de uno
mismo”, sobre la perspectiva cristiana del deporte y la persona humana, elaborado
por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, a inicios de junio, el Papa
Francisco escribió un mensaje al Prefecto de dicho Dicasterio, el Card. Kevin
Farrel, resaltando el deporte como «lugar de encuentro donde personas de todo
nivel y condición social se unen para lograr un objetivo común».
En una cultura dominada por el individualismo y el descarte de las generaciones
más jóvenes y de los más mayores - escribía el Papa - el deporte es un ámbito
privilegiado en torno al cual las personas se encuentran sin distinción de raza,
sexo, religión o ideología y donde podemos experimentar la alegría de competir
por alcanzar una meta juntos, formando parte de un equipo en el que el éxito o la
derrota se comparte y se supera.

El deporte tiende puentes que contribuyen a perspectivas de paz entre los


pueblos

Mientras que, también este año, antes de la apertura de los Juegos Paralímpicos
en Pyeongchang en Corea del Sur, durante la audiencia general del 7 de marzo,
teniendo en mente el conflicto en la Península Coreana, el Santo Padre resaltaba
cómo las Olimpíadas que habían sido hospedadas en la misma capital poco
tiempo antes, habían demostrado la capacidad del deporte de “tender puentes
entre países en conflicto y dar una válida contribución a perspectivas de paz entre
los pueblos”.
Por esto en las vísperas del inicio del Mundial 2018 en el que 32 países seguirán
este entusiasmaste evento, el Papa deseó que «pueda esta importante
manifestación deportiva volverse ocasión de encuentro, de diálogo y de fraternidad
entre culturas y religiones diferentes, favoreciendo la solidaridad y la paz entre las
naciones»
El impacto social y medioambiental del mundial

Se acabó un nuevo mundial y los balances no se hacen esperar. Más allá del
análisis deportivo, de lo que deja en materia de organización y de los avances en
innovación, también llega la hora de revisar el impacto que un evento de estas
proporciones tiene para el planeta. Y es que, más allá del furor que despierta en
millones de personas, es inevitable, dada su magnitud, que no se produzcan
efectos sociales y medioambientales de diferente tipo.

Consciente de esto, en los últimos mundiales la FIFA ha empezado a implementar


programas que, paralelos a los deportivos, permitan superar las metas y reducir
cada vez más el impacto que se puede producir. Innovación en construcción
ecológica y nuevas tecnologías para la óptima gestión de recursos
naturales son algunas de las medidas tomadas por el máximo organismo del
fútbol para hacer del campeonato un mega evento lo más sostenible posible.
¿Qué tan sostenibles son los mundiales de fútbol?

Rusia 2018 es el campeón

Entre todos los mundiales, Rusia ha resultado el campeón en cuidado


medioambiental. Para esta ocasión, la FIFA publicó su ‘Estrategia de
Sustentabilidad para la Copa Mundial Rusia 2018’, documento que resume las
acciones emprendidas por la organización en compañía del Comité Organizador
Local (COL) para garantizar desde varios años antes del pitazo inicial del partido
inaugural que el evento fuera realmente sostenible.
La estrategia contó con una inversión de casi 20 millones de dólares, y estableció
9 puntos clave desarrollados dentro de tres áreas fundamentales:
En Rusia 2018 también se crearon estacionamientos, ascensores y rampas
especiales para personas en condiciones físicas especiales o con obesidad, y
personas con problemas auditivos que tuvieron acceso a resúmenes cortos de
cada uno de los 64 partidos en lenguaje internacional de signos a través de
plataformas digitales.

En cuanto al reciclaje, se manejó un programa de gestión de desechos con 200


cubos de basura especiales para separar los residuos no reciclables del material
reutilizable como papel, plástico, vidrio, pilas, etc. Junto con ONG locales, el COL
recicló una parte considerable de los residuos generados.
La FIFA también motivó a los hinchas a cuidar el medio ambiente, rifando a
través de las redes sociales dos entradas a la final entre quienes contrarrestaban
las emisiones de carbono resultantes de sus desplazamientos a la cita
mundialista.

IMPACTO POSITIVO Y NEGATIVO

Para Vladimir Putin, Rusia 2018 será su vitrina al mundo para presumir del poder
en infraestructura y seguridad que su nación posee. Además, ha aprovechado el
torneo para reducir el desempleo y la sensación de bienestar en un pueblo que a
menudo se siente reprimido.
Analistas del Instituto Gaidar de Rusia predicen que el certamen podría sumar
hasta un 0.2 por ciento al crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) de
Rusia en el segundo y tercer trimestre.
Sin embargo, también se espera un aumento en los precios al consumidor en el
verano a causa del Mundial. Algunos de los servicios y productos que pueden
costar más durante la duración del torneo son alimentos, entretenimiento,
hospedajes y servicios privados.

En total, los organizadores estiman que la Copa del Mundo tendrá un impacto de
31 mil millones de dólares en el país europeo en los diez años posteriores al
anuncio de la sede, es decir, del 2013 al 2023. Esto se debe en gran parte al
incremento del turismo y a la inversión en construcciones. Además, para la
construcción y renovación de los estadios y otra infraestructura que será utilizada
en el torneo, se han generado 220 mil nuevos empleos.
Más de 1.5 millones de turistas estarán viajando a Rusia entre el 13 de junio y el
16 de junio para presenciar el torneo en las once ciudades sedes.

Millones de mexicanos se benefician del Mundial


Pero los beneficios económicos de un Mundial no son exclusivos para el país
anfitrión. La pasión por el futbol es tan grande en México, que la Selección
Mexicana es una de las primeras cinco en todo el mundo con mayores ingresos
comerciales.
No solo la Federación Mexicana de Futbol aprovecha la participación de México
en el Mundial, ya que los principales ganadores en términos financieros son las
televisoras que pagan cifras millonarias por los derechos de transmisión de la
selección. En el 2017, Televisa pagó 100 millones de dólares para poder transmitir
los juegos de México por ocho años.

A su vez, estas empresas le venden espacios publicitarios a los patrocinadores y


otras marcas que deseen anunciarse en sus transmisiones por cientos de miles de
pesos a cambio de unos segundos al aire.
Otro de los grandes ganadores es la industria cervecera, que tendrá ventas
millonarias durante la copa del mundo. Además, las pequeñas y medianas
empresas como agencias de viajes, restaurantes, bares, tiendas de autoservicio
aumentarán sus ingresos al aprovechar el torneo para brindar sus servicios y
promociones.

En total, la ausencia de México de un Mundial tendría pérdidas en la economía


mexicana por casi 1,400 millones de dólares.
Pero el poder financiero de la Selección Mexicana rebasa fronteras y varias
empresas estadounidenses también generarán ingresos millonarios gracias a la
gran cantidad de mexicanos que viven en su país.

Los efectos negativos de un Mundial mal planeado


No todo es miel sobre hojuelas cuando se trata de albergar una Copa del Mundo.
Tal es el caso de Brasil, que en el 2014 fue el anfitrión del certamen. Desde antes
del Mundial hubo escándalos de corrupción, protestas e intentos de boicotear el
torneo por parte de la ciudadanía del país sudamericano.

A cuatro años de haber concluido el certamen, aún se sienten


los efectos negativos en la economía brasileña. Los aficionados que visitaron
Brasil durante el Mundial contribuyeron con 13.2 mil millones de dólares al PIB de
esa nación, pero una mala planeación del comité organizador causó que se
gastara la misma cantidad en preparativos e infraestructura para el evento.

El sector laboral también se vio perjudicado. Aunque se crearon un millón de


empleos durante el ciclo mundialista, sobre todo para la construcción o renovación
de estadios y zonas de aficionados, a la larga la mayoría de los trabajadores
renunciaron a sus trabajos o faltaron varios días para poder ver la copa en su
totalidad.

La Selección Brasileña fue humillada en su propio Mundial al perder en las


semifinales contra Alemania por siete goles a uno, dejándole a los locales un
recuerdo gris del evento tanto en el ámbito deportivo como en el financiero.
Sudáfrica 2010 fue otro de los que resultaron económicamente negativos para la
sede, ya que fue el Mundial con menos turismo en décadas y el país no logró
superar, y ni siquiera recuperar, los millonarios gastos que hizo previo al evento.
Afortunadamente, México ya cuenta con estadios relativamente recientes en caso
de que sea elegido como sede, junto con Estados Unidos y Canadá, para albergar
el Mundial 2026, así que el gasto en infraestructura no sería mayor.

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