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La etnobotánica como disciplina científica estudia e interpreta ka historia de las plantas en las
sociedades antiguas y actuales. Esta relación sociedad – planta e s siempre dinámica, or parte de la
sociedad interviene la cultura, las actividades socieconomicas y políticas y por parte de la planta el
ambiente con sus floras.
Son muy diferentes los efoques de esta ciencia en relación con diversas ciencias. La etnobotánica
tiene varios aspectos de vital importancia que puede contribuir de forma notable al progreso de la
ciencia. Hay tres de stos que se encuenta con singular interés y que sin perida de tiempo merecen
una atención amplia y constructiva
{el rescate de los conocimienos sobre los vegetales y sus propiedades que poseen las culturas que
están en peligro de la rápida desaparición
{la domesticación de nuevas plantas útiles o en terminis mas amplios la conservacion del plasma
genético de las plantas enomicamente prometedoras
Estudiar etnobotánica es importante porque representa una aproximación al uso y manejo de los
recuersos naturales en este caso desde la perspectiva de las culturas que han habitado y convivido
con esta diversidad biológica por miles de años.
Todas las plantas son útiles, el reino vegetal es el gran motor de prodcucion de ocigeno
atmosferico
Las plantas son la vida del hombre, la etnobotánica estudia en profundidad todo lo que las
relaciona con el hombre. Pero con la inconscincian que nos caractiza, estamos destruyendo el
manto vegetal que nos protege, lo mismo que estamos alterando las aguas y la atmosfera en una
carrera desfrenada haciala propia destrucción. El hombre civilizado tiene mucho mas que
aprender que los que son llamados primitivos, quienes a través dee milenios supieron respetar y
conservas esa riqueza que han utilizado con máxima prudencia y respeto como un patrimonio
}
Las plantas constituyen un recurso valioso en los sistemas de salud de los países
en desarrollo. Aunque no existen datos precisos para evaluar la extensión del
uso global de plantas medicinales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
estimado que más del 80% de la población mundial utiliza, rutinariamente, la
medicina tradicional para satisfacer sus necesidades de atención primaria de
salud y que gran parte de los tratamientos tradicionales implica el uso de
extractos de plantas o sus principios activos (Akerele, 1993; Sheldon et al., 1997;
Shrestha y Dhillion, 2003; Katewa et al., 2004). De acuerdo a la OMS (1979) una
planta medicinal es definida como cualquier especie vegetal que contiene
sustancias que pueden ser empleadas para propósitos terapéuticos o cuyos
principios activos pueden servir de precursores para la síntesis de nuevos
fármacos.
Con base en estos hechos, la OMS ha promovido el estudio de las plantas como
fuente de medicamentos, dentro del programa "Salud para todos en el año
2000" (Akerele, 1985). Durante la conferencia de Alma-Ata, celebrada en 1978,
se acordó impulsar la documentación y evaluación científica de las plantas
utilizadas en la medicina tradicional, abriendo las puertas al diálogo entre la
medicina tradicional y la moderna, sobre la base de que las prácticas peligrosas
se eliminarían y sólo se promovería lo que fuese seguro y eficaz (Albornoz, 1993;
Akerele, 1993).
La investigación sobre el uso de plantas medicinales forma parte de la
etnobotánica, que ha sido definida como el estudio de las interrelaciones entre
los grupos humanos y las plantas (Ford, 1978; Martin, 2001; Gómez-Veloz,
2002). Por su naturaleza interdisciplinaria abarca muchas áreas, incluyendo:
botánica, química, medicina, farmacología, toxicología, nutrición, agronomía,
ecología, sociología, antropología, lingüística, historia y arqueología, entre otras;
lo cual permite un amplio rango de enfoques y aplicaciones (Alexiades, 1996a;
Martin, 2001). No obstante, aunque existen excepciones notables, muchos
investigadores incursionan en este campo de estudio desde el ámbito de sus
propias disciplinas. A pesar del interés común, ha existido poco intercambio de
teorías y métodos entre disciplinas (Prance, 1991; Alexiades 1996b). Tal
situación ha favorecido una alta proporción de estudios etnobotánicos
descriptivos, limitados a compilar listas de plantas útiles (Gómez-Veloz, 2002).
Esto ha contribuido a una percepción negativa de la etnobotánica, la cual ha
sido vista como una pseudociencia que carece de un contexto teórico unificado
y de técnicas de análisis rigurosas (Ford, 1978; Phillips y Gentry, 1993a).
Ahora bien, la Etnobotanica es conocida y trabajada practicamente en todo el orbe, y de sus
resultados derivan conocimientos fundamentales a la hora de comprender como han sido
utilizadas y denominadas las distintas especies vegetales medicinales por parte de las
poblaciones con el correr de los siglos. En Europa existen diversas escuelas y corrientes que
trabajan de manera ardua para captar la informacion derivada del uso de plantas medicinales.
En America los estudios etnobotanicos no estan uniformemente desplegados ni han alcanzado
igual grado de desarrollo y de importancia. Cabe destacar que la escuela mexicana destaca
por la riqueza de sus hallazgos, asi como por el impacto que estos han tenido en el contexto
socio-cultural, no solo de Mexico, sino de otros paises como Guatemala, Honduras y El
Salvador.
En el caso venezolano, el desarrollo de grupos de investigacion etnobotanica que lleven
adelante el estudio serio de plantas medicinales (de manera especifica de las denominadas
hierbas medicinales), no ha sido profuso. No obstante, en algunas regiones existen equipos
interesados en llevar adelante estos estudios, a los fines de dar a conocer la gran
biodiversidad presente. Estos equipos de investigadores se encuentran en su mayoria
vinculados a las universidades de Oriente (UDO), Central de Venezuela (UCV) y la de Los
Andes (ULA).
A pesar del inaudito "despegue" tecnologico de la ciudad de Merida, con la introduccion del
sistema de transporte masivo trolebus, y con todo el inmenso impacto ecologico que ello ha
representado para el paisaje de Merida y de sus poblaciones circunvecinas, las consecuencias
negativas contra la biodiversidad (tala indiscriminada de arboles, extincion de especies,
deterioro del cauce de los rios, fractura topografica, perdida de pequenas fincas, cierre de
pequenas empresas familiares, trapiches, etc.) no ha sido de mucho impacto todavia en
algunas poblaciones aledanas a la capital. Concentraciones humanas como la de Mesa de los
Indios (Mesa de Ejido), Lagunillas y Tabay se mantienen exentas de profundos cambios que
impliquen modificacion sustancial de sus suelos, de sus climas, de su vegetacion y de su
fauna. No asi ha ocurrido con la poblacion de Ejido, fuertemente impactada por el "progreso
tecnologico".
Por ello, en diversas publicaciones insertas en las bibliotecas de la Universidad de Los Andes,
de manera especifica de la Facultad de Farmacia y Bioanalisis, referentes a la biodiversidad,
se hallaron trabajos cientificos sobre la exploracion etnobotanica realizada en diversas
comunidades del estado Merida, encontrandose con que en asentamientos campesinos, con
fincas que todavia utilizan tecnicas y modos tradicionales, con criaderos de animales de carga
y animales domesticos, con solares y jardines para el cultivo de plantas medicinales, las
especies vegetales medicinales (hierbas, arbustos y arboles) reciben nombres vernaculos
distintos, lo que significa un problema de orden sanitario para las comunidades en cuestion,
pero desde el punto de vista de la lengua representa una cantera de diversidad y de riqueza
cultural que no se puede ignorar.
En tal sentido, los investigadores han observado como en los mercados populares
(denominados herbolarios por su derivacion linguistica de hierba) de la ciudad de Merida y de
los pueblos circunvecinos (Ejido, Lagunillas, Mesa de los Indios y Tabay), las personas les
otorgan a las plantas medicinales nombres vernaculos distintos, aun tratandose de la misma
planta o especie, lo que trae consigo confusion a la hora de su uso y recomendacion.
Paradojicamente, todo esto representa un aporte linguistico sustantivo a la hora de su
comprension desde el hecho cultural, lo que se puede constatar en investigaciones
etnobotanicas realizadas en las comunidades anteriormente citadas por parte de
investigadores de la Facultad de Farmacia y Bioanalisis de la Universidad de Los Andes.
Con base en lo anteriormente planteado, la investigacion tuvo como objetivo general describir
los factores de orden idiosincrasico que determinan la diversidad de nombres vernaculos o
comunes de algunas plantas medicinales, expendidas en los mercados populares
(herbolarios) de la ciudad de Merida, Ejido, Lagunillas, Mesa de los Indios y Tabay del Estado
Merida, a los fines del conocimiento de la riqueza linguistica y cultural de dichas poblaciones.
SOCIEDADES
De las raíces griegas “etnos” (pueblo o raza) y “botáne” (hierba) proviene la palabra
“etnobotánica”, hoy día reconocida como una rama de la ciencia que se encarga de estudiar la
interacción que tienen los seres humanos con las plantas y que puede catalogarse como amplia,
pues éstas son utilizadas para fabricar instrumentos y herramientas, como alimento, protección
(vivienda y vestuario), curación de enfermedades, comunicación (papeles, tintas, tatuajes,
tejidos) y hasta en la vida social (rituales, juegos, música).
Visto de esta manera, es fácil inferir que existe una gran cantidad de investigadores dedicados
a la etnobotánica y, de hecho, es así… pero no en Venezuela.
En el espacio radial “Aula ambiental”, Ricardo Gil Otaiza -docente de la Facultad de Farmacia
y Bioanálisis de la Universidad de Los Andes, fundador y coordinador del grupo de
investigación “Cátedra de Farmacognosia” y escritor por convicción- nos dijo que la
etnobotánica en Venezuela “está en pañales”, afirmación un tanto preocupante porque el
término se ha ampliado para implicar no sólo a los grupos definidos como etnias, sino también
a cualquier entorno cultural.
“Ya no vamos al campo con costales a recolectar plantas de manera indiscriminada para luego
desechar algunas en el laboratorio, nos dedicamos a entrevistar directamente a los habitantes de las
comunidades visitadas que conocen las plantas medicinales y que viven en ese medio o que han
recibido información de sus ancestros, no hacemos uso de otras especies que en ese momento no son
de nuestros interés y, eso, multiplicado a escala exponencial, implica grandes ahorros del recurso
fitogenético”.
Efectos del cambio climático
Durante la entrevista le preguntamos a Gil Otaiza cómo influye el cambio climático en la posible
extinción de las especies vegetales, a lo que él nos respondió que la relación que se da entre
el clima, el suelo y los seres vivos es muy compleja y delicada, por tanto, cualquier alteración
conlleva un desequilibrio.
“Muchas especies no pueden sobrevivir en medio de esas grandes diferencias climáticas y en el caso
de las plantas medicinales es curioso porque, cuando se estudia una de ellas cultivada o autóctona de
una región determinada del planeta, y luego se hace un estudio comparativo con esa misma especie,
pero cultivada en otra parte, se notan diferencias radicales como el tamaño de la planta, de la hoja,
de la flor, el verde es distinto y el color de la flor también; y no solamente se evidencian cambios
físicos, sino también en las composiciones químicas”.
Ante el inminente peligro de extinción de las plantas medicinales producto del recalentamiento
global, la etnobotánica es fundamental porque ayuda a los investigadores a recopilar
información sobre distintas especies y los beneficios que ofrecen a los seres humanos.
Entre los diez primeros
Según la Unión Mundial para la Conservación, Organización no Gubernamental para la
Protección Ambiental, Venezuela está entre los primeros diez países en el Ranking Mundial de
Biodiversidad Biológica.