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TRAUMATISMOS CRANEALES

Se define traumatismo craneoencefálico (TCE) como la lesión de las estructuras de la cabeza


producida por fuerzas mecánicas. Por lo tanto, el concepto de TCE hace referencia a una gran
variedad de patologías según las estructuras dañadas, bien sea el continente del cerebro y sus
estructuras, o el contenido.(1)

En el niño pequeño, las causas más habituales de traumatismos craneales son las cai ́das; y en
los niñ os más grandes, son los accidentes en la vi ́a pública. El maltrato representa una causa de
traumatismo craneal aparte, en el que hay que pensar ante circunstancias de accidente poco
claras o en presencia de signos de otras lesiones traumáticas asociadas. Según la naturaleza del
traumatismo y la exploración cli ́nica, se distinguen los traumatis- mos leves, benignos, de los
traumatismos graves. (2)

PRESENTACIÓ N CLI ́NICA

́
La prescripción de una exploración radiológica viene determinada por la exploración clinica.
Si el niñ o presenta numerosos vómitos que se agravan, si presenta signos neurológicos focales,
si la pérdida de consciencia inicial ha durado más de un minuto, si el traumatismo se produce
en el contexto de un politraumatismo o de un maltrato, o si el niñ o presenta confusión, existe
un riesgo elevado de que haya una lesión intracraneal. (2)

TÉCNICAS DE IMAGEN

 Radiografía simple de cráneo: su utilidad está cada vez más cuestionada, ya que solo
permite detectar fracturas, pero no lesiones intracraneales (Fig. 4). Además, la ausencia
de fracturas en la radiografía de cráneo no descarta la lesión intracraneal, pero la
presencia de fractura aumenta el riesgo relativo de hemorragia intracraneal, siendo 6,13
veces más probable que en los casos en los que no existe fractura. Por todo ello, sus
indicaciones son controvertidas, parece claro que en ningún caso debe considerarse una
prueba rutinaria, y que únicamente puede ser útil en niños menores de 1 año. (1)

 TAC craneal: es la prueba diagnóstica de elección en el TCE, por su alta sensibilidad y


especificidad para detectar lesiones intracraneales postraumáticas (Fig. 5). (1)
 RMN: a pesar de no ser la prueba complementaria de primera elección en el TCE, es útil
para detectar con mayor sensibilidad lesiones intraparenquimatosas, incluso aquellas
lesiones de pequeño tamaño que pueden pasar desapercibidas en la TAC, no superando
a ésta en la detección de lesiones óseas y/o hemorrágicas. (1)

 Ecografía transfontanelar: es una prueba restringida únicamente a lactantes con


fontanela abierta. (1)

OBSERVACIONES

 Es necesario saber reconocer un caso de maltrato y pensar en su posibili- dad; en


particular, en el caso del si ́ndrome del niñ o «zarandeado». En este contexto, el bebé
presenta una discordancia entre la historia cli ́nica y los hallazgos fi ́sicos. Los hematomas
tienen una localización particular, a veces son profundos (en la hoz, tienda del cerebelo).
 Por otra parte, un ensanchamiento del espacio subdural puede ser isodenso y difi ́cil de
observar en la fase aguda, lo que justifica hacer una RM, que es más eficaz para el
diagnóstico de los hematomas subdurales en todos sus estadios.
 Los traumatismos obstétricos representan un cuadro particular. Está indi- cado realizar
una TC para disponer de un documento de imagen objetivo. La ETF es insuficiente para
este caso concreto. (2)

REFERENCIAS

1. Silva Higuero N, García Ruano A, Carballeda Mombuey Zamora C. Traumatismos


craneoencefálicos. Pediatr Integral. 2014.
2. Sylviane HANQUINET. Imagen pediátrica práctica [Internet]. 2016. Available from:
http://www.ghbook.ir/index.php?name=‫های رسانه و فرهنگ‬
‫&نوین‬option=com_dbook&task=readonline&book_id=13650&page=73&chkhashk=ED9C
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