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POR LO QUE SE BUSCA1

Elda Isavelina Ortiz Rivas

El solsticio de verano hace que el día sea más largo, empieza el verano con su humedad y
sofoco a medio día. Imagínate en una recamara con una ventana pequeña por donde ves
cambiar el azul del día, sudada, mareada, confundida. ¿De dónde proviene tanta bruma? El
calor me hierve la cabeza.
En 1942 Albert Camus publico El extranjero su primera novela enmarcada en la filosofía del
absurdo; bajo la cual podemos abrir las preguntas: ¿Cuál es el carácter de ser extranjero?
Fuera de un contexto entre migración-emigración pensemos al extranjero como un extraño,
ajeno a alguien o a sí mismo. Aquel que no (se) pertenece, es otro. ¿Cómo y a qué generamos
pertenencia? ¿Dónde empezamos o terminamos de ser parte? ¿Se puede estar en un estado
permanente de extranjería?
Estar alejado, ver a la distancia algún lugar que parece estar lejos, circunstancia o situación
entre dos cuerpos geográficos que no se encuentran, ¿Cómo nos encontramos?, ¿Cómo
estableces una ruta?, ¿Cómo empiezas la búsqueda?, ¿Queremos buscar?
La bruma del verano, parecida al vómito de preguntas. Una caminata después del calor de
las 4pm viene a refrescar, ya creían los antiguos filósofos en la función formativa del
desplazamiento. Imaginemos un viaje: El viaje supone una experimentación sobre uno
mismo que remite a los ejercicios habituales entre los antiguos filósofos: ¿Qué puedo saber
sobre mí mismo? ¿Qué puedo aprender y descubrir a propósito de mí si cambio de lugares
habituales, de señas y modifico mis referencias? ¿Qué queda de mi identidad a raíz de la
supresión de las ataduras sociales, comunitarias, tribales, cuando me encuentro solo, o casi,
en un entorno que si no es hostil es cuando menos inquietante, preocupante, angustiante?
(Michel Onfray. Teoría del viaje, poética de la geografía. P.88). Todo viaje es iniciático, una
decisión, acción, aventura, estima, consideración a uno mismo.
El extranjero es una identidad que flota, sin ataduras, sin puntos de referencia. Espera a la
roca en la que cambiar su errancia, busca y encuentra, parece siempre insatisfecho. Parece
no creer nada que no sea el ahora, extraño para la sociedad, para sí mismo.
Rodeado de una niebla demasiado densa de pesimismo y reiteración, de vértigo vital y
ensimismamiento enfermizo. El absurdo que abruma hasta la vértebra, que inmoviliza
después del látigo del mareo, debilitación auditiva y neblina visual. Toma unos minutos,
respira la bruma.

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Este es un texto de preguntas críticas, experiencias y no afirmaciones.
Viajar permite encontrarme con mi propia subjetividad. Me pongo en marcha movida por el
deseo de partir al propio encuentro con la intención de, de hecho encontrar. Fuera del
optimismo lo que me genera mayor interés es el trayecto suceda o no lo esperado a la
llegada.
Este es un texto de preguntas y experiencias. Nadie mejor que cada lector para leer y
configurar su propio libro (texto), su propio canon y su propia figura posible, para que halle
las respuestas a sus propias preguntas o formule otras, así como el libro del desasosiego de
Pesoa.

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