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JARDÍN ANTIGUO

En tardes calurosas
oigo nuestras voces:
rondas inquieto como yo,
sin encontrar el agua acampada en las rocas.

Pero hay algo más,


un viejo sol,
ojos límpidos en la noche.

Aquí debió empezar la vida.


El fuego aclara y permanecen
las cosas que fueron el mundo.
Nunca me he ido
ni me iré. Soy
el guardián y la puerta.

Vilma Vargas / Poetisa de Costa Rica


(Extraído de tardecroaste.wordpress.com)

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