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La migración es definida como un proceso de desarraigo en la trama del tiempo psíquico que implica
una discontinuidad en la vida de la persona. La globalización, como fenómeno iniciado a mediados del
siglo XX, tiene dentro de sus características esenciales el flujo migratorio, como proceso dinámico
social. Como reacción a este evento, se crea a partir de 1951 un organismo internacional que la dirija,
la Organización Internacional para las Migraciones OIM, consagrada al principio de que la migración
en forma ordenada y en condiciones humanas beneficia a los migrantes y a la sociedad.
Teniendo como telón de fondo los primeros estudios oficiales en el mundo académico sobre los
migrantes, la definición de Duelo aparece debido a la relación íntima que hay entre el que viaja y lo que
deja. Su familia y amigos, su lengua, su cultura, paisajes y tierra, su estatus social, el contacto con su
grupo de origen y la seguridad física, son los siete aspectos que el psiquiatra español Joseba Achotegui
(2002), aborda como elementos que conforman el proceso psicológico de Duelo, para reorganizar su
personalidad en el nuevo mundo al que llega.
De igual manera el presente texto está soportado en la investigación realizada por quien escribe, como
trabajo de grado para optar por el grado de Psicóloga.
Contexto
Las personas han buscado mejores condiciones de vida desplazándose a otros territorios desde épocas
remotas. Edipo en la tragedia griega, denuncia el dolor de la migración. El mito de Babel simboliza el
deseo de llegar al cielo para alcanzar el conocimiento de otros mundos, pero es castigado con la
Hoy los gobiernos enfrentan el reto de encauzar la migración conforme la conducta migratoria se hace
más y más prevaleciente y globalizada, dónde su influencia ha generado un cambio en las relaciones
que los migrantes mantienen con su país de origen, con contactos permanentes aprovechando los
avances de la comunicación, haciendo de éstos contactos diarios que la elaboración del Duelo sea
parcial, se borran las fronteras entre países, conformando una aldea global, donde la conservación de
la identidad local se fusiona con otras culturas, generando incertidumbre.
Cualquier país es receptor de migrantes de algún tipo, incluso con los programas de intercambio
estudiantil. Los flujos de migración son vectores importantes del cambio social, económico y cultural,
desde una perspectiva dinámica, creando circunstancias para el desarrollo y la historia. Se motiva la
migración con el paradigma del sueño americano, quienes lo buscan generan motivaciones tanto
externas como internas, en la búsqueda del mejoramiento de su calidad de vida, evolucionado hacia
sociedades multiculturales complejas.
Los factores psicosociales como el desarraigo, la añoranza, el reajuste personal y de la familia, no deben
ser tratados como síntomas de desequilibrio emocional. En la actualidad se amplía su estudio al tema
La partida de una persona es un evento que marca la vida de cualquier ser humano. El desplazamiento,
el tiempo y el habitar, son los puntos claves para conocer la realidad del que cambia su forma de
vivir. “La migración es el desplazamiento de un lugar a otro, geográfica y políticamente diferente, por
un lapso de tiempo lo suficientemente amplio como para que implique vivir y/o habitar en el nuevo
lugar” (Achotegui, s.f.).
Como evento desencadenante, este fenómeno social del nuevo momento de la historia humana, tiene
como reacción natural el Duelo. La migración genera pérdidas y separaciones, y modela al individuo
trabajar el Duelo permitiendo enfrentar nuevas realidades, generar nuevas esperanzas, replantear el
proyecto de vida, crear nuevas relaciones, transformarse.
La migración es un fenómeno social propio de los países en vías de desarrollo, aportando a las
naciones fortalecidas una cuota en la conformación de su dinámica social. Es una realidad que las
personas residentes en otros países viven en una constante experiencia de Duelo cada vez que viajan
de su lugar natal hacia donde consideran pueden mejorar sus condiciones de vida.
Los migrantes transportan sus costumbres, sus hábitos, sus ideales, su idioma. Quien migra, rescata lo
que le resulta esencial para conservarlo, su nuevo hábitat le generará una readaptación. No resulta fácil
mantener la identidad, puesto que una vez en el nuevo sitio se generan preguntas como: qué quiero en
realidad de mi vida, quién soy verdaderamente, qué me define, cuáles son mis puntos de referencia
cognitivos y emocionales.
Esta población siente nostalgia por su esencia, su olfato y su gusto son los primeros en cobrarle el
cambio, las costumbres no se pierden así su condición de “extranjero” se lo exijan. Las personas que
por cualquier circunstancia deben cambiarse de su lugar de origen, renuncian a parte de su ser para
integrarse al nuevo ambiente al que llega. En la medida en que sus nuevos grupos sociales sean
diferentes resulta más difícil acomodarse. Desprenderse de la familia, de los amigos, de los lugares
comunes, de la “camita”, del “hotel mamá”, dejan un sentimiento de soledad muy alto.
Afrontar hechos como el de no ser conocidos por las personas que van encontrando, barreras del
idioma, la diferencia de costumbres en la comida, hasta el clima, les piden paciencia, prudencia y un
requerimiento mayor de sus energías, hasta que superen todas las situaciones, dando lugar a un
verdadero crecimiento y evolución personal.
La migración es todo movimiento de población que se hace abandonando el lugar de origen para
trasladarse a otro destino. Se realiza en buenas condiciones cuando les recibe un entorno agradable,
cuando se tiene un proyecto, una vivienda, se cuenta con el apoyo familiar, seguridad económica y con
una red social.
El Duelo es el proceso de pérdida de una persona, objeto, evento o lugar significativo. Hace cambiar de
ánimo de quien lo vive, puede afectar la salud física y la salud mental. Su duración depende de cómo
se han vivido otros Duelos, de cuánto dure la ansiedad, la confusión, la depresión. Es un proceso
normal, dinámico y activo; y no un estado.
El Duelo por migración tiene las características de ser parcial, no se ha perdido del todo la familia, lugar,
cultura, amigos, no hay una pérdida definitiva. Pauline Boss (2002) le llama pérdida ambigua. Es
también recurrente porque cada vez que hay comunicación o se vuelve de visita se reinicia el sentir del
Duelo. Es múltiple porque se pierden muchas cosas a la vez. Es ambivalente porque se vive entre dos
lugares, entre lo definitivo y lo transitorio. Achotegui (2008), presenta su clasificación de los Duelos por
migración como Duelos múltiples, recurrentes, de tiempo y espacio, extensivo para quienes se han
quedado en su lugar de origen.
El volumen e importancia social de esta realidad es hoy por hoy uno de los factores de atención social,
debido a las causas y los efectos que padecen el migrante y su familia. Los aspectos de integración, de
adaptación al nuevo medio, del choque que se vive por el contraste cultural, sitúan factores de atención
psicosocial y de diversos tipos de Duelo que propician su intervención. Emigrar es un proceso tan
intenso, que posee unos niveles de estrés que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres
humanos.
Migrar es en la actualidad un proceso que genera niveles de estrés de tal intensidad que pueden llegar
a superar la capacidad que tienen los seres humanos para adaptarse a situaciones nuevas. El Síndrome
del Migrante no solo se manifiesta en los Duelos de quien vive el proceso, sino que se extiende a su
familia, a sus amigos, a los que se quedan.
Algunos autores estudiosos de los procesos de Duelo, clasifican en fases o etapas cada uno de los
procesos que se van viviendo, J. Bowlby (1983), planteó cuatro fases, la primera donde se presenta la
negación, la persona no acepta la realidad del cambio o la niega. Una segunda fase, de resistencia,
donde se presenta añoranza, inquietud física y pensamientos acerca de lo que se ha dejado, protesta
y queja ante el esfuerzo que supone la adaptación, las dificultades y retos a los que debe enfrentarse
como migrante. En la tercera fase, viene la aceptación donde la persona se va integrando a su nuevo
entorno y la última etapa se corresponde con la restitución, una reconciliación afectiva donde finalmente
la alegría regresa y se puede reconstruir el proyecto de vida.
Achotegui (2000) plantea los siete Duelos de la migración, vividos en la familia y los seres queridos, la
lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de pertenencia y, los riesgos para
la integridad física, vividos, de acuerdo con las condiciones en que se da la migración, no siempre en
buenas condiciones, sino en muchas ocasiones por situaciones extremas. Estos Duelos los clasifica
en:
joven, no deja hijos, sus padres son sanos, se prevén condiciones de regreso, de visita.
b. Complicado, cuando existen dificultades para su elaboración, como cuando quien migra deja
hijos pequeños, una familia, padres enfermos, pero puede darse la oportunidad de reunirlos
c. Extremo, cuando no es posible vivir el proceso de Duelo de forma adecuada y resulta casi
Las dimensiones estresantes que los migrantes viven tienen fuerte presencia en la soledad, por la
separación forzada de la familia y los seres queridos; el temor por el fracaso del proyecto migratorio,
convierten en crónicas, cuando dura mucho tiempo la soledad afectiva, las vivencias de terror y
relevancia emocional, además, se caracterizan por tener una dimensión fenomenológica donde la lucha
por la supervivencia prevalece.
Los síntomas que el migrante presenta con mayor frecuencia son la tristeza, el llanto, la culpa, ideas de
diferencia de los trastornos depresivos porque la tristeza es un Duelo extremo, un pesar intenso, más
en la línea de la desolación, el migrante mantiene sus deseos de luchar, no pierde sus intereses,
mantienen la autoestima, el migrante esta caído, pero no vencido.
De otra parte, las emociones y percepciones de los migrantes, tienen que ver con su cultura y sentido
para reflexionar y dar prioridad a su proyecto de vida. La capacidad de amoldarse al nuevo sistema, es
sin lugar a dudas uno de los grandes problemas que sufren los migrantes adultos en su primera etapa
como migrantes.
los recuerdos, las necesidades afectivas, los miedos salen a flote. Tiene que ver con los
Sentimiento de desesperanza y fracaso, cuando son pocas las oportunidades para salir adelante
El miedo, por los peligros físicos, los abusos, la desorientación que vive el migrante.
país de origen.
Dentro de este proceso de adaptación del migrante a su nueva sociedad, requiere de herramientas y
apoyo psicosocial que le llevan al equilibrio entre su cultura nativa y la del país que le acoge, toda vez
que está sometido a situaciones con tensión emocional, dentro de un conjunto de procesos psicológicos
básicos asociados a la migración, término y estado que se le llama Duelo.
El Duelo como respuesta natural ante la pérdida, y como reacción de reconstrucción de la personalidad
ante su desorganización, es la expresión integral que tiene el migrante durante el proceso de partida en
su nueva condición de vida, manifestado en nostalgia que presenta con tristeza, llanto, cambios de
humor, sentimientos de culpa, ideas de muerte, somatización, desorden psíquico, enmarcados dentro
del proceso de Duelo que no se resuelve con la simple solución de haber de pronto encontrado el trabajo
de sus sueños, ser legal en el país de acogida y una situación económica estable.
Con esta situación se hace vital e importante la elaboración sana del Duelo con su consecuente
adaptación e integración, teniendo en cuenta los siete aspectos tales como: La familia y los seres
queridos, la lengua, la cultura, la tierra, el estatus social, el contacto con el grupo de pertenencia y los
riesgos para la integridad física.
Dado estos tipos de Duelo que vivencia el que se traslada de un punto a otro, el migrante adopta una
forma de reacción o unos estilos de afrontamiento, que vive de acuerdo a su forma de manejar el estrés
y la forma como elabora la reconstrucción de sus pérdidas, dónde según Achotegui (2002) se hacen
notorios:
La negación. Visto como un todo es igual que en su país, no se siente afectado por el cambio.
Animismo, donde la lengua, la cultura, el país son vistos con atribuciones de rangos humanos.
simple, complicado o extremo y dentro de sus características puede ser Duelo recurrente, parcial,
múltiple, ambivalente o transgeneracional.
Duelo por la separación respecto de los familiares y amigos: Se dan grandes repercusiones
psicológicas, debido a la afectividad del migrante con su entorno más próximo. Es la oportunidad para
reconstruir o fortalecer estas relaciones debido a la lejanía que se genera. El migrante en algunos casos
no encuentra en su nueva instancia una red de apoyo familiar y social. Esta falta conlleva ansiedad,
adaptativas, frustraciones acumuladas y miedo al futuro. Esto requiere el apoyo urgente de los servicios
psicosociales.
Duelo por la lengua materna: La lengua es uno de los vínculos que el niño establece con su grupo
familiar, fundamentalmente con sus padres. La adquisición de una nueva forma de expresarse
comporta un gran esfuerzo por parte del migrante. Para sus hijos y ellos mismos, se crean grandes
tensiones lingüísticas al adaptarse al medio cultural del nuevo país. Se concibe a la lengua como un
ideas.
Duelo por la cultura: Al marchar el emigrante deja atrás toda una serie de concepciones y actitudes
acerca del mundo y de cómo una persona debe comportarse en él. En el nuevo país las cosas pueden
ser muy diferentes. Cosas como la alimentación, el vestir, el sentido del tiempo, entre otros. Cada
cultura propone un o varios rasgos de personalidad específicos, como patrones de conducta. Además
se halla un aspecto común a todas las expresiones humanas: buscan aspectos de equilibrio como
también de excitación y descubrimiento. En la migración es muy fácil que sucedan choques entre estos
otorgados a los diferentes aspectos de la vida, en una amalgama de significados individuales que tienen
una fundamentación social, que son transmitidos por la familia y ejercidos en una transferencia de
migrantes viven intensamente los cambios de paisaje, temperatura, humedad, luminosidad, colores,
pluviosidad, olores, etc. Esta carga emotiva ligada a la tierra conlleva sobrevaloraciones e
idealizaciones acerca de ella. Cuando se exagera mucho el valor de algo es porque no se tolera tal
como es, por eso se altera, para que atienda los gustos y necesidades propias. La tierra no ha sido
y mejora, retroceden a nivel de estatus social respecto a su sociedad de origen. Las condiciones
sociales de gran parte de los migrantes son tan precarias que dan lugar a que fracase su proyecto
migratorio, siendo este tema uno de los que más demanda tiene, en lo que concierne a la ayuda
psicológica. Un reflejo de este Duelo es el pensamiento excepcional y casi extinguido del triunfo o
misma identidad humana: de género, generacional, religiosa, familiar, profesional, de clase social,
pertenencia a un grupo humano con unas características comunes de cultura, historia, lengua,
etc. Estos procesos de identidad chocan fuertemente ya sea si son planteados por el autóctono o por
los migrantes.
Duelo por la pérdida de la seguridad física. La existencia de graves riesgos físicos: Los migrantes se
ven amenazados por numerosos riesgos tanto para su salud como para su integridad física. Esto
comporta Duelo por todo lo que se ha perdido en el país natal: comodidades, seguridad, condiciones
higiénicas adecuadas, alimentación suficiente, entre otros. A esto se suma el alto índice de accidentes
laborales y enfermedades ligadas a la explotación que padecen los migrantes o los viajes escondidos
que realizan para llegar al país de sus sueños. Por último se añade la violencia contra los extranjeros
en algunos países.
La adaptabilidad tiene que ver con la capacidad del ser humano para integrarse a nuevos ambientes de
acuerdo con su identidad. Se relaciona con los vínculos afectivos con sus seres queridos, su control
emocional, asimilación, acomodación que se deben dar en el nuevo lugar de residencia, en qué grado
se ve a sí mismo como, como se siente. Se puede afirmar que los migrantes generalmente llegan a
vivir con personas conocidas, quienes dejan claro que ésta acogida es temporal, y que una vez tengan
empleo deben buscarse otro lugar. Se destaca que quienes más se preocupan por conocer de las
normas y las diferencias culturales son las mujeres.
Es importante conocer las leyes básicas, la cultura en general, la comida, costumbres, hábitos, sistema
La dimensión Esperanza tiene que ver con las oportunidades con las que el migrante cuenta para lograr
sus objetivos, generando confrontación entre el presente y el futuro y entre su país de origen y el de
positivos, existencia de beneficios, solución de problemas, todo se hace más llevadero si el individuo
conserva latente su esencia, sus factores resilientes, su proyección, su plan de vida . El resultado será
importante en cuanto a que los migrantes consideran que si pueden cumplir con los objetivos que se
propusieron a la toma de decisión de migrar, luchan por ello, se esmeran por conseguir sus metas,
consideran vital su migración para la consecución de su proyecto de vida, van dominando las
condiciones básicas esenciales de idioma, trabajo, convivencia, ven con mayor optimismo su futuro.
Los nuevos migrantes no consideran la idea de regresar sin haber cumplido sus metas, y, una vez van
logrando sus objetivos se quedan y se integran con su nueva cultura.
Realización
La realización implica una relación profunda entre los motivos que llevaron al migrante al hecho mismo
de migrar, y su resultado desde el punto de vista académico, laboral y económico, midiendo el grado de
cumplimiento de los objetivos propuestos. El migrante tiende a distorsionar su realidad para sentir
menos nivel de frustración y mayor gratificación. Hace referencia al logro de nuevos estudios, las
migrantes con niveles educativos bajos son los que encuentran dificultades mayores para ocuparse de
forma satisfactoria. Es importante resaltar que dentro del cumplimiento de los propósitos del migrante
está incluido el nivel académico y económico que van logrando, la no consecución de los logros
propuestas lleva al individuo a vivir efectos contraproducentes en su autoestima.
Seguridad
Se presenta la lucha del migrante por su supervivencia, por la satisfacción de sus necesidades básicas,
alimentación, vivienda, condiciones higiénicas, peligros físicos, el grado de aceptación por su nuevo
entorno, los recursos internos y externos de apoyo emocional. (A. Maslow, 1943).
Resulta más difícil para el migrante conocer cuáles son sus posibilidades, el acceso a los servicios de
salud refiere que debe considerarse según el origen, estilo de vida, cultura, códigos de salud,
alimentación, entorno, idioma; igualmente se puede afirmar que el migrante llega a sentir algún tipo de
exclusión en el comienzo del proceso, una vez establecido se integra a su nuevo grupo social, llegando
a sentir apoyo y comprensión incluso de sus jefes laborales.
Sociabilidad
La dimensión Sociabilidad reúne los aspectos de identidad, vínculos sociales nuevos, grupos de ayuda,
fusión de tradiciones del lugar de origen y del nuevo lugar de residencia; se tiene en cuenta por tanto la
Este aspecto tiene mucho que ver con el desapego por sus congéneres del país de origen. Según
Arango (2011) los seres humanos realizados asimilan la cultura del lugar de acogida con mayor
Comentarios Finales
La investigación que sirve de base al presente documento demostró que en la medida en que el paso
del tiempo se va dando, los migrantes van siendo parte integral de la nueva cultura. Factores
importantes como la edad, el nivel académico, manejo del idioma, no tener hijos, son vitales dentro del
proceso para que sea exitoso, además de mostrar que una vez cumplidas las fases que presenta el
Duelo, el proceso de reestructuración de la personalidad tiene lugar de forma exitosa.
Se hace vital la socialización, la interacción interpersonal con el entorno en todo su contexto, los valores
culturales que moldean en el migrante su tejido social, sus valores, su sentido de pertenencia a una
clase social específica, sus motivaciones para migrar, para adaptarse progresivamente a su nueva
vida. Los seres humanos presentan una alta versatilidad, construyéndose permanentemente,
manejando sus propios mundos internos y externos.
El Duelo Migratorio no puede verse como síntoma patológico que requiera una denominación específica
de salud mental, toda vez que los procesos de aculturación, adaptación y asimilación son manejables
en la medida en que el migrante reciba la debida información. La proactividad de los migrantes a la par
de su capacidad de resiliencia, son factores que facilitan su proceso de adaptación y por ende, de la
elaboración del Duelo migratorio en todo su contexto.
La migración puede llegar a beneficiar a la comunidad receptora, fomentando sus contextos solidarios
Conocer acerca de los procesos de Duelo que conlleva la migración, permite el reconocimiento de
emociones vivenciales, cada paso presenta un sentido para crecer.
Recomendaciones
Se hace indispensable que el migrante dentro de su proceso de preparación se documente frente a los
aspectos legales, culturales, costumbres, restricciones, del lugar a donde va, además de conocer de los
procesos emocionales a los que va a estar sometido. Es conveniente que el migrante organice un plan
detallado paso a paso, con tiempos y pautas definidas.
Debe tenerse en cuenta los diferentes ámbitos de la realidad sociocultural que puede encontrar el
migrante, como son el sistema político de gobierno, su estatus tecnológico, económico, social, familiar,
cultural, personal en cuanto a valores y conductas, y las creencias y costumbres religiosas.
El apoyo de los grupos sociales de compatriotas ayuda durante el proceso de asimilación, se hace
importante la participación del migrante y el apoyo del país receptor. Igualmente, la socialización con
con los integrantes del grupo, buscando acuerdos y consenso, articulando recursos, rompiendo barreras
del conocimiento de su nuevo entorno, generando colaboración y aportación de quienes están viviendo
la misma situación.
Referencias Bibliográficas
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