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El efecto Meissner, también denominado efecto Meissner-Ochsenfeld, consiste en la

desaparición total del flujo del campo magnético en el interior de un


material superconductor por debajo de su temperatura crítica. Fue descubierto por Walter
Meissner y Robert Ochsenfeld en 1933 midiendo la distribución de flujo en el exterior de
muestras de plomo y estaño enfriados por debajo de su temperatura crítica en presencia de un
campo magnético.
Meissner y Ochsenfeld encontraron que el campo magnético se anula completamente en el
interior del material superconductor y que las líneas de campo magnético son expulsadas del
interior del material, por lo que este se comporta como un material diamagnético perfecto. El
efecto Meissner es una de las propiedades que definen la superconductividad y su
descubrimiento sirvió para deducir que la aparición de la superconductividad es una transición
de fase a un estado diferente.
La expulsión del campo magnético del material superconductor posibilita la formación de
efectos curiosos, como la levitación de un imán sobre un material superconductor a baja
temperatura que se muestra en la figura.

Índice

 1La ecuación de London


 2La ecuación de Pippard
 3El efecto Meissner cerca de la temperatura crítica
 4Valores típicos de la longitud de penetración
 5Teoría
o 5.1Deducción de la ecuación de London
o 5.2Ecuación de London respecto al potencial vectorial
 6Referencias
 7Enlaces externos

La ecuación de London[editar]

Expulsión del campo magnético por debajo de la temperatura crítica.

La primera teoría fenomenológica que explica el efecto Meissner se basa en la ecuación de


Beaner:

(1)
donde depende de la cantidad ns de electrones (por unidad de volumen, es decir,
densidad) que se encuentran en estado superconductor:

La ecuación, desarrollada por los hermanos Fritz y Heinz London en 1935,1 explica la forma
que ha de tener un campo magnético para que se cumplan las condiciones fundamentales que
se dan en el efecto Meissner, que son:

1. que el campo magnético sea nulo en el interior del superconductor,


2. que las corrientes eléctricas estén limitadas a la superficie del superconductor, en una
capa de un espesor del orden de lo que se conoce como la longitud de

penetración , siendo nulas en el interior.


Los hermanos London desarrollaron su teoría pensando que los portadores de carga eran
electrones, lo cual se vio que era erróneo varias décadas después. Sin embargo, a pesar de
este desacierto inicial, los resultados experimentales no se vieron muy afectados debido a que
la longitud de penetración es esencialmente la misma en ambos casos:

Cuantización del campo magnético en un anillo superconductor.2

idea inicial de los idea posterior con


magnitud
hermanos London pares de Cooper

carga q -e (carga de un electrón) -2e

masa m me (masa de un electrón) 2me

densidad de partículas en estado


ns ns/2
superconductor
longitud de penetración

El primero en darse cuenta del error fue Lars Onsager en 1953 investigando la cuantización
del flujo magnético que pasa por un anillo superconductor: el valor mínimo del flujo le salía
exactamente la mitad de lo que debía ser, lo cual está acorde con una carga 2e. Basándose
en esta idea Cooper expondría la idea de que los portadores de carga no son en realidad
electrones, sino parejas de electrones3 (conocidas como pares de Cooper), como se explicó
con todo detalle en la teoría BCS más tarde.

La ecuación de Pippard[editar]
La ecuación de London (1) tiene diversas limitaciones. La principal de ellas es que no respeta
el principio fundamental de la física según el cual dos sucesos lo suficientemente alejados uno
de otro no pueden interferir entre sí. Dicho de otra forma, se trata de una teoría no local. Esto
se debe a que los dos electrones que forman el par de Cooper están relativamente alejados
uno de otro. No obstante, en su momento los hermanos London no podían saber esto, ya que
ni siquiera sabían que se trataba de dos electrones juntos en lugar de uno.
Para resolver esto Brian Pippard presentó en 1953 la ecuación de Pippard, que es más
general que la de los hermanos London, y fue corroborada poco más tarde por la teoría BCS.

El efecto Meissner cerca de la temperatura crítica[editar]


Debido a la dependencia de la longitud de penetración con la densidad de electrones en el
estado superconductor, es fácil ver que cuanto más se acerque la temperatura de la muestra a
la temperatura crítica, menos electrones habrá en estado superconductor y por lo tanto el
campo magnético penetrará cada vez más en el superconductor. Cuando el superconductor
alcanza la temperatura crítica la longitud de penetración tiende a infinito, lo que significa que el
campo magnético puede penetrar en la muestra sin oposición alguna, es decir, el efecto
Meissner desaparece.
Históricamente fue difícil comprender por qué la longitud de penetración aumentaba con la
temperatura, ya que no se supo hasta más tarde que los electrones en estado superconductor
(es decir, aquellos que están de dos en dos formando pares de Cooper) conviven con los
electrones en estado normal (es decir, desapareados), y que la densidad de electrones en un
estado u otro depende de la temperatura.

Valores típicos de la longitud de penetración[editar]


Teniendo en cuenta la definición dada más arriba, tomando los valores correspondientes a las
constantes y dando a la densidad de electrones en estado superconductor ns un valor típico de
unos 1023 electrones por cm3 (que será menor a medida que la temperatura se acerque a la

crítica) se obtiene una longitud de penetración ~ 1700 Å, lo que corresponde a una


penetración entre los centenares y los millares de capas atómicas, lo cual corresponde
bastante bien con los valores experimentales.

Teoría[editar]
Deducción de la ecuación de London[editar]
La ecuación (1) se puede deducir mediante un tratamiento completamente clásico, y, aparte
de las dos condiciones planteadas, nos bastan las ecuaciones de Maxwell y la segunda ley de
Newton:

La segunda ley de Newton se puede expresar en este caso como:

Tomando la densidad de corriente en lugar de la velocidad y pasando la carga q al otro


lado obtenemos:

si bien no es más que la segunda ley de Newton expresada en términos de la densidad de


corriente y campo eléctrico.
Si se considera que la velocidad de los electrones es pequeña, se puede tomar derivadas
parciales en lugar de derivadas totales, y se obtiene la que en algunos textos se conoce como
la primera ecuación de London (siendo la segunda la ecuación de London propiamente dicha),

Si ahora se hace el rotacional a ambos lados de la ecuación, entra en juego las ecuaciones de
Maxwell, en concreto la ley de Faraday:

lo cual se puede expresar como:

Pero si se tiene en cuenta la primera condición (que el campo magnético y la densidad de


corriente sean nulas en el interior del superconductor) se ve que esta constante ha de ser
igual a cero y queda:

(2)
Ahora bien, lo que interesa es tener todo en función del campo magnético, así que hay
que deshacerse de la densidad de corriente. Esto se puede hacer empleando otra
ecuación de Maxwell, la ley de Ampère:
para deshacerse del rotacional de un rotacional, que es más bien incómodo, se puede

aplicar la conocida identidad según la cual para cualquier campo se tiene que:

Haciendo un último uso de las ecuaciones de Maxwell se considera que para un campo

magnético , por lo que el primer término de la parte de la derecha se anula y


desaparece el rotacional de la densidad de corriente:

Que no es más que la ley de Ampère expresada de otra manera. Si ahora se reemplaza
en la ecuación con la que se estaba trabajando, queda que:

con lo que ya solamente se tiene que agrupar las constantes en y pasar uno de los
términos al otro lado del igual para obtener la ecuación de London (1), que era el objetivo.

Ecuación de London respecto al potencial vectorial[editar]


Es posible expresar la ecuación de London (1) también como:

(3)

donde es el potencial vector. Para llegar a esta expresión basta con tomar del
desarrollo anterior la ecuación intermedia (2); teniendo en cuenta que, por definición:

se llega:

y quitando los rotacionales se tendrá la ecuación buscada.


Nota: no hay que olvidar que no se pueden quitar los rotacionales a la ligera, ya que
aparece que, con el mismo resultado, se puedes añadir al potencial vectorial una

función tal que:

sin embargo, en el problema que se está tratando se puede aplicar el gauge de London,
con lo que, si el superconductor es un sólido simplemente conexo, se tendrá que es
en realidad constante y no influye en el problema.

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