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PREMIO SVERIGES RIKSBANK EN CIENACIAS ECONÓMICAS EN MEMORIA

DE ALFRED NOBEL

El Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas en memoria de


Alfred Nobel, conocido erróneamente como Premio Nobel de Economía, es
entregado anualmente por la Real Academia de las Ciencias de Suecia y
es una de las más importantes distinciones otorgadas a todos aquellos
intelectuales que han contribuido de manera favorable a una teoría o
actividad. Es entregado por la Real Academia de las Ciencias de
Suecia, en Estocolmo.

Este premio, a diferencia de los otros cinco que llevan su nombre, no


fue creado por Alfred Nobel, sino que se comenzó a entregar
en 1969 por el Banco de Suecia, con la denominación de Premio Sveriges
Riksbank en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, con el
consentimiento de la Fundación Nobel.

El Premio en Ciencias Económicas se ha otorgado en 49 ocasiones a 80


investigadores, por su contribución en el ámbito de las ciencias
económicas. Este premio fue entregado por primera vez a los
economistas Ragnar Frisch y Jan Tinbergen por haber desarrollado y
aplicado modelos dinámicos al análisis de los procesos económicos.
Este premio es quizás uno de los premios más cuestionados por críticos
e intelectuales debido a que la mayoría de los ganadores han sido
estadounidenses y provenientes de la Universidad de Chicago y 5 son
actualmente miembros de la facultad de Economía de la misma
universidad. Durante cuarenta años el premio fue entregado única y
exclusivamente a los hombres, hasta que, en 2009, la académica y
catedrática Elinor Ostrom se le fue entregado el reconocimiento «por
sus teorías sobre el papel de las empresas en la resolución de
conflictos y por el análisis del papel de las empresas como
estructuras de gobierno alternativas y sus límites». Nueve años
después (2019) el Premio en Ciencias Económicas se le otorgó a otra
mujer y dos hombres, Esther Duflo, Abhijit Banerjee y Michael Kremer
por su experimental para aliviar la pobreza global.

Los ganadores han trabajado de manera conjunta o separada, en el


diseño e implementación de estudios experimentales orientados a
identificar los mecanismos de decisión económica de los sectores más
pobres del mundo y entender, en ese sentido, qué es lo más efectivo
para el diseño de políticas y programas orientados a aliviar la
pobreza extrema.
La relevancia de estos estudios estriba, por un lado, en que utilizan
herramientas prácticas centradas en identificar los patrones de
conducta de las decisiones económicas de las personas más pobres, para
lograr �alcanzar efectos puntuales, medibles, a través de políticas y
programas que consideran el comportamiento real de las personas.
Utilizando modelos de evaluación aleatoria, han podido probar la
efectividad de pequeños cambios para generar efectos perceptibles que
mejoren las condiciones de vida de las comunidades más pauperizadas
del mundo.

En el caso del matrimonio compuesto por Duflo y Banerjee, lo mismo han


desarrollado investigaciones orientadas a identificar el impacto de
programas microfinancieros, dependiendo de los perfiles e información
que reciben las personas, por ejemplo, en regiones rurales de la
India; o analizar, a partir de datos duros, el efecto de la pobreza en
la tasa de mortalidad en grupos que subsisten con menos de 1 dólar al
día, o desarrollando una metodología que permita establecer los
mecanismos más efectivos para reorganizar la instrucción en la
educación primaria para los niños, de forma que asegure un mayor
impacto de la educación en términos económicos.

Fuente: Sitio web “Libre Mercado” en Los Nobel de Economía vuelven a


priorizar la pobreza sobre la desigualdad. De Izquierda a derecha: Abhijit
Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer

En el caso de Kremer, ha analizado temas como los mecanismos más


efectivos para subsidiar la atención de salud en comunidades pobres o
el efecto de mecanismos y candados de acceso al crédito en comunidades
de Kenia y su resultado en términos económicos y financieros.

Como libros de divulgación, en el caso de Kremer, en su libro Pequeños


cambios, grandes resultados, incorpora la compilación de distintos
estudios que, desde la perspectiva de economía conductual, abordan las
decisiones y los efectos de programas de combate a la pobreza en
algunos de los países más pobres del mundo. Parte de reconocer que, a
los análisis basados en modelos económicos tradicionales, se les
escapa entender por qué ciertas políticas a las que se les ha
invertido mucho dinero a nivel mundial no han generado los efectos
deseados en términos de reducción de pobreza.

Por su parte, Duflo y Banerjee, en su libro Repensar la pobreza, un


giro radical en la lucha contra la desigualdad global, analizan los
fenómenos de conducta que han propiciado que, programas orientados a
apoyar la educación como mecanismo para aliviar la pobreza, no sean
del todo efectivos; así como también las condiciones que han llevado a
que ciertos programas de atención en temas de salud, como por ejemplo
el sida o la anemia en África, tampoco incorporen los modelos reales
de decisión de las personas.

En algunos círculos académicos se ha cuestionado el por qué los


premios se otorgan a esta visión diferente de abordar los temas de
pobreza. No sé si porque se prefiere el discurso académico
grandilocuente, que pretende atacar la pobreza sólo desde una
perspectiva de cambio radical, que es a todas luces (por lo menos en
el corto y mediano plazos) inoperante. Pretender como única solución a
los problemas de pobreza, el cambio en el modelo económico resulta por
decir lo mismo lo menos ingenua. De ahí la relevancia de los estudios
realizados por los autores hoy galardonados.

Ellos tratan de encontrar mecanismos efectivos, con aplicación en el


corto plazo, que de manera puntual y real generan cambios en la
calidad de vida de los más pobres. Este camino, nos acerca a la
posibilidad de diseñar mejores políticas públicas y asegurar que éstas
impacten de manera puntual en los grupos con mayores niveles de
marginación y así iniciar un proceso real de abatimiento de la enorme
desigualdad que afecta gravemente a la mayoría de la población.

El avance que han realizado estos grandes pensadores para seguir


luchando por eliminar la pobreza fueron, son y serán siempre grandes
aportaciones para poder combatir las carencias por las que aún pasan
cerca de 700 millones de personas que aún subsisten con ingresos
suficientemente bajos que no les permiten satisfacer ni siquiera las
necesidades básicas. Esperemos que podamos seguir contando con más
trabajos de este estilo y que, en especial, se puedan llevar a cabo en
grandes comunidades y países que permitan el desarrollo y el bienestar
de este.

Aportaciones de la 4T
Dentro de las aportaciones que podemos rescatar del premio nobel y lo
que pensamos de cómo se puede asemejar a la 4T es que ambos se quieren
enfocar en la pobreza. La 4T lo que quiere hacer es la pobreza vaya
desapareciendo poco a poco y que usando le ínidice de gini para poder
medir la desigualdad de los ingresos en el país, se encamine a que no
esté desigual nuestro país.

Loa ganadores del Nobel como ya se explicó buscan eso a través de


experimentos a pequeña escala en áreas como la educación, el
emprendimiento o la sanidad.propuestas

Muchas de las políticas por la actual administración buscan eso mismo,


como los programas de jóvenes construyendo el futuro, donde se busca
que los aspirantes a trabajar en empresas tengan lo necesario para
entrar a dichas empresas. Otro de los planes es fomentar la educación,
para que más numero de mexicanos tengan acceso a la educación y tengan
una mejor prosperidad de lo que se está viviendo hoy en día.

Tanto los ganadores del Premio Nobel, como la 4T buscan mejorar los
estñandares de vida. Explican que hay una gran cantidad de personas
que subsisten con ingresos sumamente bajos y es lo que se trata de
igualar.

Lo que ambas partes buscan es fomentar la equidad y poder hacer un


entorno más igualidario y con mejores oportunidades.

Bibliografía
Cruz, D. S. (20 de Octubre de 2019). LIBREMERCADO.
Gimeno, R. (6 de Octubre de 2019). Esther Duflo y la ciencia contra la
pobreza. EL PAÍS.
Solares, R. M. (16 de Octubre de 2019). El Premio Nobel de Economía 2019. El
Economista.

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