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TRES ENAMORADOS MIEDOSOS

PERSONAJES

1 HERMANO...ANGEL

2 HERMANO...RODRIGO

3 HERMANO...CRUZ

MUCHACHA...ROSA

NARRADORA...DANIELA

NARRADORA. Vivía en el capulín una muchacha muy bonita, tan bonita que tres hermanos comenzaron a
enamorarla. Ella los oyó los tres y no sabía cómo decirles que no sin que se pelearan. Esto fue lo que se le
ocurrió al fin...

NARRADORA. Llego el mayor a declararle su amor.

MUCHACHA... De veras ¿me quieres tanto? , repregunto.

1. HERMANO-ay, niña. Tanto te quiero, tanto, que haría cualquier cosa que pidieras.

MUCHACHA-bueno, ¿irías, a cuidar a un muerto en el cementerio?...

1. HERMANO...si

MUCHACHA...-ven en la noche, el muerto estará listo. Lo llevaras al camposanto.

1, HERMANO...bueno.

NARRADORA...Al rato llego a declararse el segundo hermano.

2...HERMANO...Haría lo que me pidieras, para, que supieras, cuanto me gustas.

MUCHACHA.- ¿De veras?-

2,-hermano—claro

MUCHACHA, -Pues esta noche harás como si fueras muerto

2,-HERMANO,-Acepto,

NARRADORA...Y le tomaron las medidas para hacerle su caja. El tercer hermano llego más tarde.

3,-HERMANO, Ay, niña eres mi amor. Haría por ti lo que me ordenaras.

MUCHACHA,-¿Harías de diablito?

3.-HERMANO.-De lo que pidas y mandes


NARRADORA,-Lo cito para la noche. Cuando llego el que iba a hacer de muerto lo amortajaron y lo
metieron al ataúd. Al rato llego el que debía cuidarlo y le dio 4 cirios y lo mando al panteón con el difunto a
velarlo, al más chico lo vistieron con un traje rojo y le pusieron cuernos. Salió lanzando destellos y
chispas, tintineaba al caminar

3.-HERMANO...-¿'Y que? Debo hacer,-pregunto

MUCHACHA.-Ve al panteón y te pones a dar de brincos.

NARRADORA.-Llego al panteón y aunque con miedo comenzó a saltar.

1HERMANO.- ¡Ave maría santísima, que es eso!

NARRADORA.-Grito el que lo estaba velando. Se echó a correr.

2.-HERMANO.- ¡jam un diablo!

NARRADORA.-Grito el muerto y escapo.

3.-HERMANO.- ¡Un muerto que corre!

NARRADORA.-Gritaba el diablito al emprender la huida

NARRADORA.-El primero volteaba y veía que lo perseguían no paro hasta llegar a su casa. Se aventó a su
hamaca.

NARRADORA.-En segundo, para escapar del diablo, se escondió en su misma hamaca. El diablo, con el susto,
ni vio que el muerto venia delante de él, se fue a esconder en su mismísima hamaca.

Cuando se dieron cuenta de la broma y de su miedo, dejaron en paz a la muchacha, ni la volvieron a ver, ni
adiós le dijeron.

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