El ritmo es la repetición de uno o vario elementos en una composición, los cuales
pueden estar perfectamente ordenados o desordenados. Ritmo por repetición: Es el más simple. Consiste en repetir indefinidamente el mismo motivo en una dirección determinada, conservando siempre su tamaño, forma y distancia. La figura se repite varias veces de la misma manera, conserva su tamaño forma y distancia entre uno y otro. Ritmo por alternabilidad: Se emplean dos o más elementos distintos que se van alternando en el mismo orden y dirección de manera que formen un contraste. Es más variado y resulta muy interesante en la decoración; mientras no se abuse de los motivos Ritmo por simetría: Otro tipo de ritmo muy importante es el ritmo por simetría, aquí las formas se repiten a ambos lados de un eje imaginario como si hubiera un espejo que las reflejara. El artista parte de una línea llamada eje de simetría para colocar a cada lado elementos exactamente iguales. Ritmo radial: Es una modalidad de la simetría, consiste en la repetición circular y simétrica de un motivo, alrededor de un centro siguiendo la dirección de las agujas del reloj. Ritmo por progresión: En este tipo de ritmo, el mismo elemento puede aumentar progresivamente su altura, ancho, tamaño o intervalos. Ritmo quebrado: En el ritmo quebrado las formas se repiten siguiendo la configuración de líneas quebradas o en zigzag. Ritmo libre: Difiere de los anteriores, por no estar sujeto a un origen establecido, pero siempre manteniendo el equilibrio.