sujeto a su soberanía y jurisdicción, y a ser informado de los hallazgos y los

resultados de dicha investigación.

Por lo tanto, para 1970, la mayoría de los estados latinoamericanos habían aceptado un
concepto generalmente definido de jurisdicción de recursos sobre un área extensa del mar
costero. Los límites de la zona y la naturaleza exacta de la zona todavía tenían que ser
precisos, pero los elementos básicos eran claramente aparentes.

La Declaración de Santo Domingo de 9 de junio de 1972 Es uno de los

precursores inmediatos de la zona económica exclusiva. A una conferencia subregional,
"La Conferencia Especial de los Países del Caribe sobre Problemas del Mar", asistieron
15 Estados del Caribe: Barbados, Colombia, Costa Rica, República Dominicana,
Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Trinidad y Tobago
y Venezuela. El Salvador y Guyana asistieron como observadores. Fue la Declaración
de Santo Domingo la que trajo el concepto del mar patrimonial en foco. La sección
titulada "Mar patrimonial" repitió algunos elementos previamente establecidos en las
Declaraciones de Montevideo y Lima, pero fue mucho más preciso acerca de hacer una
distinción entre el mar territorial y el mar patrimonial. El mar patrimonial se describió
de la siguiente manera:
-El Estado costero tiene derechos soberanos sobre los recursos naturales
renovables y no renovables que se encuentran en las aguas, en el fondo del mar y en el
subsuelo de un área adyacente al mar territorial llamada mar patrimonial.
- El Estado costero tiene el deber de promover, y el derecho a regular, la
realización de investigaciones científicas dentro del mar patrimonial, así como el derecho
de adoptar las medidas necesarias para prevenir la contaminación marina y garantizar su
soberanía sobre los recursos de zona.
- La amplitud de esta zona debe ser objeto de un acuerdo internacional,
preferiblemente de alcance mundial. La totalidad del área tanto del mar territorial como del
mar patrimonial, teniendo en cuenta las circunstancias geográficas, no debe exceder un
máximo de 200 millas náuticas.
 - La delimitación de esta zona entre dos o más estados debe realizarse de
conformidad con los procedimientos pacíficos estipulados en la Carta de las Naciones
Unidas.
- En esta zona, los buques y aeronaves de todos los estados, ya sean costeros o no,
deberían disfrutar del derecho a la libertad de navegación y sobrevuelo sin restricciones,
salvo las que resulten del ejercicio por parte del estado costero de sus derechos dentro del
área. Sujeto solo a estas limitaciones, también habrá libertad para tender cables submarinos
y tuberías.

En el concepto del mar patrimonial, el énfasis principal se puso en la jurisdicción

económica. El estado costero tiene "derechos soberanos sobre los recursos renovables y no
renovables", no sobre el mar patrimonial en sí. Sin embargo, al hacer esta distinción, se
creó una grieta entre los estados latinoamericanos que los dividió en dos grupos: los
territorialistas y los patrimoniales.