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CARMINA….Psicóloga
El centro Educativo Virgen del Mar apuesta por una Educación Afectiva
Utilizando la Disciplina Positiva los niños/as están más dispuestos a responder adecuadamente
porque se sienten parte del sistema, ayudan a establecerlos, a cumplirlos y comprenden el
porqué de las reglas. Se sienten capaces y valorados por ser tenidos en cuenta.
Aquí van 10 reglas de oro para establecer límites de forma efectiva y adecuada. Estamos
atentos para apoyar y resolver todas las dudas que les surjan durante el proceso:
1. Ser objetivos: Un niño/a no siempre entiende a qué nos referimos con “pórtate bien”,
si le damos varias instrucciones a la vez, se le olvida o pierde la atención. Un límite
bien especificado con frases cortas y precisas es claro para un niño.
Ejemplo: “¿Prefieres manzana o plátano de postre?” en lugar de “Ahora vas a comer fruta”
3. Ser amables y firmes a la vez: Para ser firme no tienes porqué ser agresivo o brusco.
Un tono de voz tranquilo, seguro y con cariño es mucho más efectivo que cualquier
grito. La instrucción se llevará acabo de buena gana y es un buen ejemplo de cómo
relacionarse con los demás con respeto.
Ejemplo: “Hijo aquí no puedes jugar con la pelota, pero lo puedes hacer en el jardín”
5. Dar instrucciones sin que suene a órdenes: Utilizar las normas generales de
convivencia sin que suene como una orden.
Ejemplo: “Es la hora de comer” en lugar de “Siéntate y come”
6. Ser consecuentes:Piensa antes de poner una norma, castigo o prometer. Si lo haces,
debes cumplirlo, pues de no ser así pierdes credibilidad, confianza y respeto.
Ejemplo: “Si vuelves a gritar nos vamos”
7. Explica el porqué: Ayudarles a entender por qué existen las normas y las
consecuencias de cada uno de sus actos. Les ayuda a comprender el mundo, aceptar
las consecuencias y modificar su conducta.
Ejemplo: “No puedes utilizar el juguete porque lo has tirado al suelo y se puede
romper” en lugar de “Porque lo digo yo, y punto”
Ejemplo: “Eso que estás haciendo no está bien” en lugar de “Eres malo”
9. Cuídate a ti mismo: Si tú estás bien, es más fácil que ellos estén bien, tranquilos y
entiendan el contexto. Busca tus momentos de tranquilidad, pide ayuda cuando lo
necesites y piensa en positivo
10. Sé el mejor ejemplo: Recuerda que eres el mayor referente para tu hijo/a, todo lo que
hagas lo aprenderá y repetirá más que cualquiera de tus palabras.
Practica, sonríe, y si necesitas apoyo, búscanos, juntos trabajamos para darles lo mejor
a los niños y niñas de nuestro centro educativo.