TRABAJO FINAL

1. Introducción
1.1 Contexto: Corrupción en el Perú
1.2 Controversia: ¿Crees que la corrupción afecta al Estado y a los ciudadanos?
1.3 Tesis: Si creo que la corrupción afecta tanto al Estado como a los ciudadanos
1.4 Anticipación:
2. Idea principal: La corrupción si afecta al Estado y a los ciudadanos porque genera
desequilibrio a nivel político y social
2.1 Inestabilidad política
2.1.1 Importancia de la estabilidad política
2.1.2 Influencias de la corrupción la inestabilidad política

2.2 Desigualdad social

2.2.1 Administración publica ineficiente
2.2.2 Corrupción endémica
3. Idea principal: La corrupción si afecta al Estado y a los ciudadanos porque retrasa el
progreso nacional e induce la desconfianza entre los ciudadanos
3.1 En el ámbito económico
3.1.1 Desperdicio de recursos e ineficacia en implementación de políticas publicas
3.1.2 Redistribución de riquezas
3.2 Atenta contra la confianza recíproca entre los ciudadanos y la colectividad
3.2.1 Deslegitimación del Estado
3.2.2 Violencia social
4. Cierre:
4.1 Conector
4.2 Reafirmación y síntesis
4.3 Comentario
 EFECTOS DE LA CORRUPCION SOBRE EL ESTADO Y LOS CIUDADANOS
La corrupción a nivel político engloba a todo aquel acto delictivo perpetrado por funcionarios
y autoridades de poder e influencia al hacer mal uso premeditado de recursos financieros y
humanos a los que tiene acceso, anticipando sus interese personales y los de sus allegados, para
obtener ventaja ilegitima de forma secreta y privada. Este problema aqueja a muchos países,
no obstante, el Perú no es muy ajeno a esta realidad ubicándose en el puesto 105 de 180 países,
según el ranking del Índice de Percepción de la Corrupción 2018, elaborado por la ONG
Transparencia Internacional, con una puntuación de 35, el cual refleja su alto nivel de presencia
en nuestro país. Entonces ante esta situación alarmante, ¿crees que la corrupción afecta al
Estado y a los ciudadanos? En los siguientes párrafos se ilustrará las razones por las que se ven
afectados tanto el estado como los ciudadanos por la corrupción.
Para empezar, la corrupción sí afecta al Estado y a los ciudadanos, porque genera desequilibrio
a nivel político y social. Si nos enfocamos en el ámbito político, esta repercute en la estabilidad
política; ésta junto a la estabilidad económica constituyen los cimientos que permiten a los
países crecer y generar bienestar para su población. Puesto que, las variantes en el régimen
políticos pueden ser explicados desde la verificación de factores precursores de la corrupción.
Ésta situación marchita la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento regular de
instituciones públicas, lo que detiene su desarrollo y provoca insatisfacción social. En suma, la
corrupción reproduce y consolida la desigualdad social vulnerando diversos derechos a causa
de conductas que califican como delito contra la administración pública impidiendo que sea
eficiente y enfocado completamente al servicio de la satisfacción de los derechos de los
peruanos. Para afirmar entonces que estamos ante una democracia genuina, los derechos
humanos como salud, educación, vivienda, etc. deben estar garantizados. No obstante, la
presencia de corrupción endémica es un obstáculo para el ejercicio pleno de los derechos, y al
ser regresiva, golpea a las poblaciones más vulnerables del país.
Segundo, la corrupción si afecta al Estado y a los ciudadanos porque retrasa el progreso
nacional e induce la desconfianza entre la sociedad civil. Si echamos un vistazo el ámbito
económico, es un factor de ineficiencia y desperdicio en el aprovechamiento de recursos y en la
implementación de las políticas públicas. A causa del soborno, los contratos gubernamentales,
concesiones, licitaciones, y privatizaciones no son adjudicados a postores más eficientes y
profesionales y se perjudica los intereses del Estado y por ende el de los ciudadanos. Además, la
corrupción conlleva a que la redistribución de la riqueza sea reasignada a favor de sectores con
gran capacidad adquisitiva los cuales reciben gran parte de los fondos públicos. Asimismo,
atenta contra la confianza recíproca entre los ciudadanos y la colectividad. Los gobiernos de
turno han pretendido utilizar políticamente su dependencia y deslegitimación para cuestionar
su autonomía y no enfrentar el reto de construir una ética pública basada en la transparencia
y la rendición de cuentas en el servicio de justicia. Y en definitiva, la corrupción es también en
sí misma una forma de violencia. Distinta, pero igualmente violenta. Por sus características,
atenta contra la gente, ciudadanía, paz social, confianza de las personas. Es una provocación
y, aunque silenciosa, desafiante.
En síntesis, la corrupción si repercute tanto en el Estado como en los ciudadanos por dos razones,
primero porque genera desequilibrio a nivel político y social; y segundo porque retrasa el
progreso nacional e induce la desconfianza entre sus habitantes. Sin embargo, a pesar de la
evidente situación el ciudadano peruano se ha mostrado poco activo en cuanto a participación
en la toma de decisiones, que se supone deberían estar enfocados en sus intereses, lo cual
evidencia su falta de compromiso. Por lo que, debería comenzar a tomar cartas en el asunto y
negociar de manera colectiva para exigir el cumplimiento de sus derechos para alcanzar una
mejor calidad de vida.