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Ensayo Sobre El Concepto de Derecho Civil y Derecho Familiar PDF
Ensayo Sobre El Concepto de Derecho Civil y Derecho Familiar PDF
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5 Ibidem.
6 Ob cit. p. 22.
1 Ibidem.
8 Ibidem.
9 Ibidem.
10 BRAVO GONZÁLEZ, Agustín. Compendio de Derecho romano. Se!cta edici6n.
México Pax Editores. México, D. F. 1973. p. 1-
11 DE DIEGO, Felipe Clemente. Curso elemental de Derecho civil. Artes Grá-
ficas Julio San Martín. Madrid, España, 1959. p. 68.
Para algunos autores mexicanos como José Gomíz y Luis Muñoz, con-
sideran que para los romanos, el derecho significó todo el derecho positivo
de un pueblo determinado, incluso como regulador de las relaciones priva-
das entre los hombres. 12 Según algunos tratadistas, el contenido del Dere-
cho civil alcanzaba a todas las relaciones jurídicas mantenidas entre los
particulares, cuanto a los derechos y obligaciones mantenidos entre los súb-
ditos de un Estado.
El objeto del Derecho civil 10 constituyen las relaciones de existencia
y los estados especiales del hombre, vistos de una manera privada para
lograr el cumplimiento de su vida particular. Para otros, se le agregó al
Derecho civil la nota característica de su autonomía, para determinar
libremente su vida, en relación a los demás miembros de la sociedad.
Otra aportaci6n, si bien no debe tomarse como definici6n, es señalar
que el objeto del Derecho civil, "es el conjunto de reglas obligatorias que
rigen en las sociedades humanas, el disfrute y el cambio de los valores;
resultando aSÍ, el Derecho civil como un derecho en que todas sus relacio-
nes pueden convertirse en dinero".lI
Para otros autores, el Derecho civil, legislativamente hablando, es uel
derecho que está contenido en el Código Civil y en las leyes accesorias o
complementarias".H En las definiciones anteriores no hay propiamente ni
género próximo ni diferencia específica. Hay materias dentro del derecho
civil tradicionales, como el derecho de propiedad, el derecho familiar o el
derecho sucesorio, incluidos en el Derecho civil, más por tradici6n que
por su contenido. 1G Es obvio, como el lector se habrá dado cuenta ya,
que el Derecho civil no es definible. Se puede describir su contenido, pero
es imposible dar una definición, la cual en dado caso, adolecería de graves
defectos por la diversidad de materias que comprenden y porque jamás
sería posible encerrar en un solo concepto, la riqueza del material com-
prendido en el Derecho civil. Nuestra tesis, como la demostraremos, es
diferenciar al Derecho civil de otros como el Derecho familiar o del suceso-
rio, el cual consideramos nosotros, es el Derecho familiar patrimonial, por
excelencia.
Pioreti, perteneciente a la nueva escuela de Derecho civil, ]0 señala
como "el con junto de reglas obligatorias que rigen en las sociedades hu-
manas, el disfrute y el cambio de los valores; resultando aSÍ, el Derecho
civil como un derecho en que todas sus relacio:r:es puedan convertirse en
20 Ibid. p. 29.
~l MARGADANT, Gl,illermo S. Floris. El Derecho privado romano. 4a. ed. Edi~
torial Esfinge, S. A., 1970. pp. 101, 102 Y 103.
22 ROjI:\A VILLEGAS, Rafael. Compendio de Derecho civil. Editorial POITÚa,
S. A. México, D. F., 1973. p. 23.
parte también del Derecho civil; por otra, al lado del Código de las leyes
que lo completan, encontramos un conjunto de reglas elaboradas, sea por
la costumbre, en los casos en que ella pueda ser fuente de Derecho, sea
por la jurisprudencia de los tribunales, sea por las doctrinas de los autores,
reglas que quedan igualmente comprendidas en el Derecho civil. El COD-
cepto de éste, por consiguiente, es mucho más amplio que el de Código
Civil, puesto que comprende, no sólo las reglas que este último consagra
sobre las instituciones que reglamenta, sino también una serie de reglas
relativas a ellas, consagradas en esas otras fuentes del Derecho: leyes ais-
ladas, costumbres, jurisprudencia y doctrinas de los autores".31
El comentario anterior nOS permite dar al lector un nuevo concepto
de lo que nosotros sostenemos, para separar el Derecho civil del familiar.
Según Salvat, durante un largo tiempo ha habido una identificación en-
tre Código Civil y Derecho civil. Esto hoy en día se ha roto. Con más
claridad en los países con legislación familiar autónoma; es decir, sepa·
rada del Código Civil. Igualmente, en los paises que han constituido ya
Tribunales Familiares y Salas Familiares, especialmente encargados de resol-
ver los conflictos de orden familiar. En este caso, es conveniente hacer
un comentario, para los estudiosos del Derecho civil y del Derecho fami-
liar. México fue el primer país del mundo, que separó la materia familiar
del Código Civil. Esto ocurrió en el año de 1917, concretamente el 16 de
abril, cuando siendo Presidente de México,- Venustiano Carranza, entró
en vigor la Ley Sobre Relaciones Familiares, para regir los destinos de la
familia mexicana, independientemente del Código Civil, que a la sazón
estaba en vigor el de 1884, promulgado para el Distrito y Territorio de
la Baja California. Como se ha manifestado en nuestra obra "Derecho
Familiar", "México es el primer país del mundo que contó con una legis.
lación autónoma sobre la familia, fue la Ley Sobre Relaciones Familiares,
promulgada por Don Venustiano Carranza en Veracruz, el día 16 de
abril de 1917, y su autonomía del Código Civil, se funda en el artículo 9
transitorio de la misma ley, que a la letra dice 'Quedan derogados el
capítulo II del título IV; los capítulos 1, II, III, IV, V y VI del título
quinto; los capítulos 1, II, III Y IV del título sexto; el título séptimo; los
capítulos 1, II y III del título octavo; los capítulos 1, II, 111, IV, V, VI,
VIII, IX, X, XI, XII, XIII Y XIV del título noveno; el titulo décimo; los
capítulos I y n del título undécimo; los capítulos 1, n, 111, IV, V, VI
Y VII del título duodécimo del Libro Primero y los capítulos 1, n, In,
IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII y XIII del título décimo del Libro
Tercero del Código Civil publicado por el decreto de 15 de mayo de 1884'.
Es decir esa parte de la legislación civil, referida a la fanúlia, iba a tener
vigor independientemente del Código Civil de 1884, que seguía vigente
81 Loe. cit.
civil, también es una descripción del contenido de les diversos cursos, por
ello habla de las obligaciones, de les contratos, de los Derechos reales, pero
incluye a la familia, refiriéndose a las relaciones humanas surgidas dentro
del ámbito familiar, así como la transmisión de la propiedad por causa
de muerte. Obviamente, el jurista brasileño se refiere a un Derecho civil
tradicional, que él mismo en su tratado ha involucrado tanto al Derecho
sucesorio, cuanto al Derecho familiar, como Derecho civil. Sin embargo,
reiteramos nuestro punto de vista, no estamos de acuerdo con esta afir M
~ao Saraiva. Sao Pau10, Brasil. 1976. p. 8. (Traducci6n del portugués al español,
por Julián Guitrón Fuentevilla).
34 ENNECCERuswNrpPERDEY. Parte general del tratado de Derecho civil, vol.
l. Barcelona, España, 1934. p. 1.
S5 ENCICLOPEDIA JURÍDICA OMEBA. Tomo VII. Editorial Bibliográfica Argen-
tina. Buenos Aires, Argentina, 1964. p. 11.
40 Ibidem. p. 52.
41 DE PINA, Rafael. ob. cit. p. 77.
las cuales recaen los derechos reales. Tal reglamentación debe cumplirla
considerando los individuos no solamente por separado, sino en los grupos
que los unen, sobre todo en la agrupación familiar". 55
Hasta aquí, lo que señalan los Mazeaud, en relación al concepto y el
objeto del Derecho civil. Ya apuntan elles, además de describir el conte·
nido de los cursos de Derecho civil, que por su evolución algunas de estas
ramas, se han separado de él; Y ¿ Qué significa esto? La trascendencia de la
afirmación de los Mazeaud, va enfocada entre otras cuestiones al Derecho
familiar; ya que ellos en su obra "Lecciones de Derecho Civil", concreta-
mente en la parte primera, volumen 111, llamado 'La Familia, constitución
de la familia'. Señalan que la familia es una noción nueva en el Derecho
civil. Pero dejemos a los Mazeaud, que con sus palabras ilu~tren y reafir.
men nuestra tesis de la separación científica del Derecho familiar y el
Derecho civil: "se asombrarán mucho los legos en Derecho y también
un gran número de juristas al afirmar que el decreto que determina el
programa de los estudios de Derecho civil, ha realizado una verdadera
revolución, cuando ha concedido un 'lugar a la familia'. Abra!'te el Código
Civil -se refiere al Código Civil Francés-; no se encontrará en él ni
libro, ni título, ni capítulo, ni secci6n que Se titule 'De la familia'. Más aún,
la palabra 'familia' está ausente del mismo, salvo la expresión 'consejo
de familia' y en el articulo 302 -del Código Civil Francés--., donde es
sin6nima de parentesco. Los primeros comentarü:tas del Código Civil, que
seguían el texto, artículo por artículo, no consideraron tampoco a la fami·
lía en sí misma, cuando ya más adelante, los autores buscaron presentar
una construcción de conjunto del Derecho civil sobre un plan lógico, tam·
poco advirtieron mejor la necesidad de hacer de la familia el centro de
toda una cateRorla de reglas jurldica5. El primero que ha consa!(fado una
parte de su Cours de Droit Civil Positif Franc;ais a 'la familia' parece
haber sido Josserand. Pero, en verdad, apenas pasa de un epígrafe. Y la
misma observación cabe hacer, sin duda, para el volumen de Traité prac-
tique de Droit Civil Fram;:ais, de Planiol y Ripert, consagrada a 'la familia'.
Más no se vaya a concluir de esto que los redactores del Código Civil
y sus comentaristas, hayan ignorado las reglas jurídicas que rigen a la
familia. Tratan extensamente del matrimonio, del divorcio, de la filiación,
de la patria potestad, de las incapacidades (artículos 144 al S1S del C6-
digo Civil Francés). Pero, por una parte, se ocupan de ella sobre todo
desde el punto de vista puramente individualista: se trata de regular las
relaciones de particulares entre ellos, asegurando la posición de cada uno;
no consideran el interés general de la familia y de la sociedad. Por otra
parte, tratan separadamente e~as instituciones, sin adquirir conciencia o al
menos sin adquirir plenamente conciencia, de que todas sus reglas se
,,6 MAZEAUD, Henri, León y Jean. Lecciones de Derecho civil. Parte l., vol. 111.
La familia, constitución de la familia. Trad. de Luis Alcalá Zamora y CastilIo.
abogado, de la obra original Le¡;ons de Droit Civil. Edition Montchrestien. Edicio-
nes Jurídicas Europa-América. Buenos Aires, Argentina, 1959. pp. 4, 5 y 6.
~)~ jOSSERAND, Louis. Derecho civil, revisado y completado por Andrés Brun.
Tomo 1, vol 1 teoría general de los derechos. la persona. Producción de Santiago
Punelullos Monterola. Ediciones Jurídicas Europa-América, Bosch y Cía, Editores.
Buenos Aires, Argentina. 1950. p. 9 Y 10.
6°Ob. cit. p. 17.
61 Ibidem. p. 18.
DR © 1979, Facultad de Derecho de la UNAM
166 ¡ULIAN GVITR6N FUENTEVILLA
sentido estricto, considera que Derecho civil, "no comprende todo el Dere-
cho Privado Alemán actualmente vigente -en esto se contradice con lo
anterior- sino tan sólo una parte del mismo. Desde la promulgación del
Código Civil (BGB) se entiende por Derecho Civil el Dc,"echo Privado
aplicable a todos, que deriva de los preceptos contenidos en el Código y
en sus disposiciones complementarias". 65
Como el lector podrá darse cuenta, en estos conceptos no hay una ver-
dadera manera de definir el Derecho civil, ni tampoco en cuanto al Dere-
cho privado, Para reforzar nuestra aseveración, Ludwig Enneccerus, sos-
tiene que el Derecho civil, categóricamente así lo afirma, "es Derecho
Privado".66 Ahondando en su definición, los autores alemanes señalan que
"el Derecho Privado regula las relaciones jurídicas de los particulares en
cuanto tales, sobre la base de la coordinación".fl7 Es decir, en este caso
se apunta al Derecho civil referido a las relaciones jurídicas de los particu-
lares teniendo este carácter, pero poniendo corno condición, que sea sobre
una base de coordinación. Hasta aquí, seguimos con Lehmann, sin preci-
sar con más detalle este contenido del Derecho civil. Más adelante, coincide
con el autor citado y dice "el Derecho civil, en el sentido en que se toma
en la siguiente exposici6n, es únicamente el Derecho Privado vigente en
Alemania para todos los ciudadanos, que tiene su base en el Código Civil
y en las Leyes complementarias del mismo" .6!!
En el concepto de Derecho civil alemán, ha jugado un papel importan-
te la aparición del Código Civil de su territorio, pues se distingue y queda
consignado dentro del C6digo Civil. Sin embargo, destaca este autor ciertas
materias no comprendidas en el Derecho civil; v. gr.: "el derecho especial
de los comerciantes, esto es, el Derecho mercantil, así como las materias
afines del Derecho marítimo, cambiario, de las cooperativas, de compras
o de explotaci6n, de las sociedades de responsabilidad limitada, de la nave- .
gación continental, en los cuales se contienen leyes especiales del Reich" .69-
También niega como Derecho civil, el "especial de las empresas industriales
(Derecho social) que en lo principal se compendia en la Ley de la Indus-
tria. El derecho de los trabajadores dependientes: Derecho del trabajo; el
llamado derecho de bienes inmateriales, especialmente el derecho de autor,
que establece las disposiciones exclusivas de las producciones del espíritu,
las esferas afines del derecho de patentes y del derecho editorial se regulan
por leyes especiales del 'Reich' y tienen también la suficiente sustantividad
para merecer una exposición separada" .10 En cambio, el Derecho civil
recoge otras materias próximas al mercantil, reguladas por las leyes de res-
ponsabilidad civil; así por ejemplo, "de vehículos automóviles, de tráfico
aéreo, de compras a plazos y de créditos refaccionarios". 71
En los autores mencionados, no hay una referencia importante de)
DClccho civil; por ello, analizaremos algunas opiniones y tesis que nOS
permiten ahondar en esta cuestión, para señalar cuál es la situación actual
del Derecho civil y del familiar.
Federico de Castro y Bravo, afirma en relación al concepto de Derecho
civil, lo siguiente: "los distintos intentos para delimitar el concepto de
Derecho civil, están condicionados en parte, por el momento histórico y
por las ideas políticas. Es preciso, pues, recoger los caracteres que el tiempo
le ha impreso y apartar aquellos que le hayan sido atribuidos por considera-
ciones partidistas".72
El autor mencionado, delimita el concepto de Derecho civil. Más ade-
lante, admite la identificación del Derecho civil con el Derecho privado,
sobre todo, en la doctrina antigua del Derecho Español. Dice este autor,
"el concepto del Derecho civil no requiere una definición de tipo abstracto
o descriptivo; interesa más tener una idea del Derecho civil que sirva de
guía y orientación al jurista, e indique la función y el fin que le compete
en la organización del Estado. De modo intuitivo nos podemos representar
al Derecho civil como la organización jurídica de la vida intima de la
nación. Es el Derecho propio, lo más nacional y arraigado en el vivir del
pueblo, pero a la vez, y por ello, el que está más cerca de la órbita inme-
diata del Derecho natural. El Derecho civil -dice de Castro y Bravo-
refleja en sus reglas sobre el estado de la persona, de la familia -opinión
que no compartimos- de sus agrupaciones y fundaciones, de sus tratos
y contratos, la luz directriz de! Derecho natural, debe estar sólidamente
unida a lo más hondo de la conciencia nacional. Pero, como no se puede
prescindir de la separación del Derecho civil de las diversas disciplinas
que se han independizado, será necesario buscar una definición más con·
creta.
En este sentido, puede decirse que nuestro Derecho civil -habla del
Español- es el que determina de modo general el puesto y significado
jurídico de la persona y de la familia, dentro de la total organización Jurl-
dica, para que sus fines se realicen conforme al plan del Estado y al
...ervicio de la misión histórica de España". 73
En relación al concepto citado, el propio autor señala a la familia como
una realidad social básica del Derecho civil; empero "la familia tiene, a su
vez, propios y peculiares principios, distintos aunque en directa relación
con el de personalidad".'.! Es interesante destacar la opinión de este autor
español respecto al derecho de familia y civil, pues en su obra menciona
además, siguiendo las teorías tradicionales, con lo cual obviamente hemos
manifestado nuestro desacuerdo, que "el contenido intnnseco del Derecho
civil es hoy -y habla en el año 1955-, el mismo que constituyera el
núcleo del Derecho civil romano".75 Nada más fuera de lugar, al afinnar
que hoy el Derecho civil es igual al Derecho civil romano, pues, como
hemos visto y lo demostraremos más adelante, el Derecho civil se ha se~
parado del Derecho familiar, entre otras ramas, porque ésta ha rebasado
sus límites, y porque entre otras cuestiones, el interés jurídico protegido,
el interés tutelado en el Derecho civil es de carácter individualista, eco-
nómico y particular; en cambio, el Derecho familiar se refiere al grupo,
a la entidad, no a la sociedad entiéndase bien, sino al grupo familiar, el
cual representa un interés superior, aún por encima de la propia sociedad
y del Estado mismo. Según de Castro y Bravo, el contenido del Derecho
civil Use ocupa de la persona, de su nacimiento, de su condición y estado
en las distintas situaciones en que pueda encontrarse, del poder que se le
confiere para crearse una propia esfera jurídica, el ejercicio de este pooer
y de la responsabilidad que le incumbe. Considera a la familia como la
base de la vida social; regula su organización, el título para pertenecer
a ella, las relaciones entre sus miembros, su estructura económica, com-
prendiendo todos los derechos derivados de la relación familiar, e incluso
los de herencia legítima y sucesión 'ab intestato'. La atribución de bienes,
rus causas, el tráfico de los mismos (modo y causa de transmisión) cons-
tituyen, por su conexión con la vida económica, una parte individualizada
del Derecho civil. Se regula el poder sobre los distintos bienes (ejercicio
y disposición de los derechos reales). El cambio sufrido en las relaciones
económicas, la transfonnación de la economía natural en la dineraria, hace
que el valor en uso sea considerado menos importante que el valor en
cambio y que más que el contenido de los derechos, se considere su tráfico;
ello independiza a las relaciones obligatorias y al derecho de la contrata-
ción del poder real sobre los bienes".76 No compartimos esta opinión, por~
que consideramos en primer lugar, que no debe hablarse de la familia
en el Derecho, sino de Derecho familiar; es decir, no pretendemos hacer
Sociología Jurídica, sino crear una nueva clase de Derecho, que es el De-
recho Familiar, del cual en su oportunidad, hablaremos y mencionaremos.
con todos los criterios científicos que apoyan esta autonomía. El Derecho
familiar sí regula la organización de la familia, desde el punto de vista
jurídico, así como las relaciones entre sus miembros, de estos con otros.
Además, se debe incluir en el estudio del Derecho Familiar Patrimonial, le>
relativo al contenido económico de la familia; v. gr.: el patrimonio fami-
liar, los regímenes matrimoniales y la sucesión legítima y testamentaria.
Otro autor español, a quien tuvimos el gusto de conocer y lo considera-
mos como un amigo nuestro, es el Dr. Diego Espín Cánovas, autor de
importantes obras de Derecho civil, quien en 1967 fue honrado con el Pre-
mio Jerónimo González, por sus brillantes trabajos de Derecho civil. En
relación al concepto de Derecho civil, él cuestiona la unidad del Derecho
Privado. Sostiene que, entre otras materias, dada la evolución del concepto'
del Derecho civil, el mercantil, "Nacido en las corporaciones medievales
como un derecho de los mercaderes, se va separando del Derecho civil
hasta obtener su propia autonomía. Por esto, en la obra codificadora, que-
dan en Códigos distintos el Derecho civil y el mercantil. A partir de este
momento, se discutirá la autonomía del Derecho mercantil, que muchos
negarán en pro de la unidad del Derecho Privado".17
En el concepto anterior, Espín Cánovas, acepta que el Derecho mer-
cantil, es hoy en día autónomo del civil, si bien afirma sigue siendo parte
del Privado. En relación a este último punto, él sostiene 10 siguiente: "en
realidad, la cuestión de la autonomía del Derecho mercantil no estriba
en que su codificación sea separada o conjunta con el Derecho civil, sino
más bien, en que la relación existente entre las nonnas civiles y mercantiles,
estén en Códigos Civiles o en un solo Código. Se discute a este respecto,
si se trata de un derecho excepcional o de un derecho especial; es decir,
si las nonnas mercantiles son algo anómalo respecto a las civiles, con
principios auténticos, o más bien se trata de normas que desarrollan
con más amplitud los principios civiles. Como sabemos, en el primer caso,
ambos derechos se excluyen, en el segundo, se complementan. Como ya
dijimos, a nuestro juicio la posición del Derecho mercantil respecto del
civil es la de un derecho especial, que desarrolla los principios de aquél
y a la vez recibe del civil, el complemento necesario". 78 Es conveniente
este criterio, sostenido por Diego Espín, porque ya nos apunta la existencia
de una rama distinta en el Derecho mercantil, al civil, si bien, como afir- .
ma él "no obstante la existencia de normas especiales". 79 Cuando habla
"vigny, los cuales han sido los tradicionales para la enseñanza del Derecho
civil.
A manera de proporcionar al lector una verdadera investigación en
torno al concepto de Derecho civil, citaremos a continuación, lo que el
Diccionario de Derecho Privado, dirigido por Ignacio de CassD y Romero
y por Francisco Cervera y ]iménez Alfaro, señalan en relación a este
concepto, 10 siguiente: "supuesto el concepto del Derecho, el calificativo
Civil, de "civitas", ciudad, apenas y puede dar idea de lo que sea esta
importante rama de la ciencia jurídica. Es la palabra civil uno de esos
términos con múltiples sentidos, que está en la conciencia de todos y del
que nos servimos para expresar una idea de generalidad, estado, condición
que afecta a muchos, al hombre en su pura dimensión humana. Así deci-
mos de uno que es hombre civil, por oposición a estamento de más redu~
cida dimensión. Y hablamos de lo civil, como esfera más amplia, frente
a otras de más reducido alcance o de más estricto sentido. Hoy se habla
¿el hombre común, el 'standar roan' de los anglosajones, y todos nos per-
catamos de su sentido. Durante mucho tiempo se ha llamado Derecho
común al Civil, y esto nos pone sobre la pista del concepto. En realidad,
es preciso acudir a este proceso oe elaboración histórica, pues la investiga-
ción lógica se agota en esto, en considerar al Derecho civil como un Dere-
cho general, ordinario, que mira al hombre como tal, como persona
humana que forma luego una familia, que necesita, como soporte eco-
nómico para subsistir, de un patrimonio, y en el que luego le reemplazan,
a su muerte, aquéllos miembros de la familia que fundara. Esto, como se
ve, puede predicarse de todo hombre, de toda vida humana. En este sen-
tido cabe decir que Derecho civil es un Derecho originario, pues ampara
en su regazo las fonnas más elementales de la pura vitalidad".88 Aquí se
habla de una manera genérica del Derecho civil, pero también se mezcla
el concepto de familia, se incluye el de sucesión, el concepto económico,
en fin, se mezclan las materias más importantes de Derecho civil y de
Derecho familiar. En relación al concepto estricto de Derecho civil, el
Diccionario de Derecho Privado, menciona "que las grandes instituciones
que el Derecho civil abarca son: la personalidad, la familia (la persona o
yo ampliado que decía Savigny), la asociación (o relaciones má'5 perma~
nentes entre personas) y el patrimonio (sustentáculo de la persona). Por
"'0 dice Radbruch que el orden jurídico privado sigue basado en la pro-
piedad privada, la libertad de contratación, el matrimonio monogámico
y la sucesión hereditaria --estos dos últimos conceptos no los aceptamos,
para nosotros también forman parte del Derecho familiar y no del civil-
y en torno a estas básicas instituciones gira el plan savigniano del Derecho
pues le precedieron el Bávaro (1756) yel Prusiano (1794) fue, sin duda,
el que ejerció influjo más decisivo" ,85 Es importante la idea anterior; pues
se sostiene erróneamente que el Código Civil Francés fue el primer Código
del mundo. Con esta aseveración, se destruye el mito, transmitido incluso
a la gran mayoría de las obras que nos han servido en nuestra fonnación
jurídica. Valga la pena en este apartado, hacer un comentario en relación
a ello. México también es un país con una tradición jurídica importante
en Derecho civil. En nuestro país, antes que en muchos de Europa, se
promulgaron Códigos Civiles, y entre otros podemos citar, el Primer Códi-
go Civil de Iberoamérica, el de Oaxaca de 1827, después el de Zacatecas
de 1831, posteriormente el de Oaxaca de 1852; seguidamente los libros 1
y JI del Código Civil promulgado por Maximiliano de Hapsburgo, Em-
perador de México, en el año de 1866; le siguió el de Veracruz-LIave, de
1868, debido a la inspiración de Fernando de Jesús Corona, a la sazón
Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de esa Entidad, y posterior-
mente tenemos el Código Civil del Estado de México y el Distrito y Terri-
torio de la Baja California de 1870, después el de 1884 y finalmente, el
C6digo Civil de 1928, el cual se enouentra en vigor aún hoy en día.
El Derecho civil, también ha sido estudiado por Ignacio Galindo Gar-
fias, autor mexicano, titular del primer curso de Derecho Civil (personas
y bienes) y del segundo curso (Teoría de las Obligaciones), el cual opina
que u el Derecho Privado está constituido por la legislación civil y mer~
-cantil y en general, por el conjunto de nonnas que regulan las relaciones
de los particulares entre sí o las relaciones entre estos y el Estado, cuando
,este último no ejerce en la relación de que se trata, funciones propias del
poder público, actuando en ejercicio de la soberanía (ejemplo: una de-
pendencia gubernamental celebra un contrato de arrendamiento de una
casa, para instalar sus oficinas) ".806 No estamos de acuerdo en considerar
los anteriores conceptos como una definición. En la misma, no hay género
próximo ni diferencia específica, sino sólo una descripción de lo que cons·
tituye el Derecho privado. Concretamente, en relación al tema de Derecho
Civil, el autor en estudio cita a Eduardo GarcÍa Máynez, para decirnos
junto con él, que el Derecho civil "tiene pues por objeto, determinar
las 'consecuencias esenciales de los principiales hechos y actos de la vida
humana (nacimiento, mayoría de edad, matrimonio) la situación del ser
humano en relación con sus semejantes (capacidad civil, derechos de créw
dito) o en relación con las cosas (propiedad, usufructo, etcétera)'''
(sic) S7
85 Loe. cit.
86 GALINDO GARFIAS, Ignacio. Derecho civil. primer curso. parte general. Fa.
milja. 2a. ed. Editorial Porrúa, S. A. México, 1976. p. 85.
87 Ibid. p. 86.
,~sLoe. cit.
189 IOFFE, O. S. Derecho civil soviético. Principios generales. La personalidad
jurídica. El contrato. Traducción de Miguel Lubán. Instituto de Derecho Compa~
rado. Serie B. Derecho comparado. Imprenta Universitaria. México, D. F. 1960.
p. 11.
DR © 1979, Facultad de Derecho de la UNAM
176 jULlÁN GOITRÓN FUENTE VILLA
93 PUIG PEÑA, Federico. Tratado de Derecho civil español. Tomo 1 parte ge-
neral. Vol. 1. La norma jurídica. Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid,
España. 1957. p. 84.
94 Ibidem. pp. 84, 85 Y 86.
05 Ibidem. p. 87.
96 Loc. cit.
91 Ibidem. p. 86.
Ibídem. p. 87.
98
99 CZAcaÓRSKI,Witold. lntroduction al etude du Droit polonais. Comitee des
Sciences Juridiques de la Academie Polonais des Sciences. Editions Scientifiques
de Pologne, Varsovie. Publicado en 1967, bajo la dirección de Stephan Roz Maryn.
p. 120. (traducido del francés al español, por Julián Guitrón Fuentevilla.
100 HERNÁNDEZ GIL, Antonio. El concepto del Derecho civil. Revista de Derecho
Privado. Madrid, E!paña, 1943. pp. 173 y 174.
de este último para suplir las deficiencias nonnativas de las materias que
se rijan por leyes especiales".107
Queremos destacar en los conceptos de Demófilo de Buen, cuestiones
muy importantes que él señala, casi como un profeta. Escribió su obra en
el año de 1932 y al hacerlo manifestó respecto al Derecho familiar, una
opinión que hoy, se convierte en una realidad; "señálase, sin embargo,
actualmente, una marcada tendencia a la constitución de nuevas discipli-
nas autónomas, dentro del Derecho privado. Por ejemplo: el derecho del
trabajo, el derecho registral inmobiliario, el derecho agrario, de cuyo
desarrollo y caracteres me ocupo más adelante. Incluso las materias más
características del Derecho civil (familia, contratos, propiedad, sucesiones)
hay quien opina que con el tiempo serán objeto de codificaciones especia-
les".108 Aquí la opinión de Demófilo de Buen, anuncia que el Derecho de
familia y el de sucesiones, entre otros, se convertirán en disciplinas autóno-
mas, obviamente como él lo dijo y en su época era de las doctrinas vigentes,
esto ocurrirá dentro del Derecho privado; hoy en día, según nuestra mo-
desta opinión, debe hablarse de Derecho y distinguir, como lo expresamos
anteriormente, el Penal, el Fiscal, el Laboral, etcétera. Decíamos, fue
profeta De Buen, porque hoy existen países con una verdadera legislación
familiar, así como el establecimiento de tribunales, de cátedras y de una
producción bibliográfica, que nos hace pensar que los criterios científicos
para determinar la autonomía de UlJa disciplina jurídica, se están satis-
faciendo. También el autor menciona la opinión de Alvarez, quien escri-
bió "Una nueva concepción de estudios jurídicos y de la codificación del
Derecho civil" en el año de 1904, cita que nos parece muy importante men-
cionar por su contenido y dice 10 siguiente: 'los Códigos del porvenir
-dice a este respecto Alvarez-. deberán hacerse por instituciones: es
decir, reglamentarán, en el mismo Código todo 10 referente a una institu-
ción en sus diversos aspectos, habrá, así, un Código de las relaciones de
familia, un código de la propiedad, en el cual se expondrán racionalmente
clasificadas, todas las fonnas de propiedad: comercial, industria, agrícola,
etcétera; habrá un código de las sociedades y de las asociaciones, otro de
las obligaciones en general, otro de los contratos especiales, sean civiles o
comerciales; un código del trabajo, etcétera'.109
Vean ustedes distinguidos lectores, como ya en el año de 1904, diez
años incluso antes de que Antonio Cicú expusiera en la Universidad de
Macerata, en Milán, su conferencia sobre el 'Espíritu del Derecho de
familia', cuando fonnalmente inicia su separación del Derecho civil: el
señalamiento hecho por Alvarez, de que con el tiempo, entre otros, el Dere·
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para el Distrito Federal. Los efectos de los contratos entre las partes. Los
deberes adicionales: la Ley, el uso y la buena fé (teoría de la imprevisión).
La clasificación de las cláusulas: esenciales, naturales y accidentales. Los
efectos de los contratos frente a terceros. Concepto de tercero. El tercero
y el tercero aparente. Nuestro Código Civil vigente al respecto.
Los contratos de adbesión. Su definición. Naturaleza jundica. Diferen-
cias y clases.
La declaración unilateral de voluntad. Sus antecedentes en el Derecho
Romano. Canónico. Francés. Alemán. Código Civil mexicano. La oferta
de venta al público. Promesa de recompensa. Concurso con promesa de
recompensa y la estipulación a favor de tercero. Análisis exhaustivo de cada
una de ellas.
El enriquecimiento ilegítimo. Concepto, elementos: empobrecimiento
de una persona. Enriquecimiento de una persona. Relación entre el empo-
brecimiento y enriquecimiento. La inexistencia causal para enriquecerse
y empobrecerse.
La gesti6n de negocios. Defmici6n, fundamento, elemento, deberes y
responsabilidades del gestor. Los deberes del dueño, entre el gestor y los
terceros. La gestión de negocios judiciales.
Los hechos ilícitos. Su definición. Caractensticas y diferencias. La res-
ponsabilidad subjetiva (de un hecho ilícito). La objetiva (de un riesgo
creado). La indemnización. Los hechos jurldicos no voluntarios y los
casos concretos del parentesco. La minoridad, la demencia y el de la
pared medianera.
Teoría de las obligaciones especiales: las sujetas a modalidad, pudiendo
ser en cuanto a su existencia, la condición, a ro exigibilidad, el término, y
otra de las modalidades, la carga. En cuanto a los sujetos, mancomunadas,
solidarias, indivisibles y disyuntivas. Por los objetos son: alternativas, fa-
cultativas y conjuntivas.
Efectos de la obligación: El pago o cumplimiento. Su exactitud en
cuanto a la substanda, modo, tiempo y lugar. A quiénes puede hacerse y
cómo ejecutarlo. Gastos del pago. Imputación de los pagos. Presunciones
de pago. El pago de deudas en dinero. Legislación monetaria. Leyes de
moratoria y pagos. El ofrecimiento de pago y consignación. Procedimiento,
efectos. Ejecución forzada. La garantía de prenda genérica. Bienes inem-
bargables. Ejecución de las obligaciones de dar dinero o una cosa. La de
transferir la propiedad de una cosa cierta, de hacer y no hacer.
El incumplimiento de las obligaciones. La responsabilidad subjetiva y
objetiva. La mora. Su concepto y efectos. La interpretación. Daños y per~
juicios. Indemnización compensatoria y moratoria. Carácter pecuniario.
La culpa dolosa y no dolosa. La reparación del daño moral. Carácter
accesorio. La cláusula de no responsabilidad en los casos de dolo y culpa.
Los convenios de responsabilidad. La cláusula penal y la pena conven-
CUARTO CURSO
Contratos asociativos
Contratos de garantía
Contratos aleatorws