Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lección PDF
Lección PDF
“PRIMER
“PRIMER APOYO
APOYO EMOCIONAL
EMOCIONAL
EN
EN EMERGENCIAS
EMERGENCIAS YY DESASTRES”
DESASTRES”
ABRIL 2013
INDICE
INDICE
3
LECCIÓN
LECCIÓN 1:
1: MARCO
MARCO CONCEPTUAL
CONCEPTUAL DE
DE LA
LA CRISIS
CRISIS
1.1.INTRODUCCIÓN
¿Se siente preparado para eso? ¿Cree que puede hacer, en parte, lo que los ‘profesionales’ del área
psicológica realizan aprovechando su formación técnica? En este curso vamos demostrarle que usted
puede brindar a las personas afectadas la atención y consuelo que ellos necesitan para enfrentar el
trauma de las ‘primeras horas’.
Antes de que iniciemos el trabajo con los contenidos es necesario que usted se de cuenta de la
importancia del trabajo que realiza como ‘primera línea’, en el ámbito de la asistencia psicosocial.
Los equipos de emergencia tienen una larga experiencia cuando se trata de enfrentar complicaciones en
las áreas más tradicionales. Saben cómo organizar rescates de personas atrapadas, cómo apagar incendios,
qué hacer en caso de terremotos o accidentes múltiples. Saben, también, como hacerse cargo de las
situaciones de crisis que se dan en estos terrenos y cómo atender las necesidades más evidentes de los
afectados: agua, vivienda, alimentación, salud, etc.
4
2
Pero hay otro tipo de necesidades o de problemas que no es fácil advertir y que rara vez son atendidas
como es debido: nos referimos a los daños de tipo emocional, que son el tema de este curso. Analicemos
algunos datos básicos, para que usted pueda formarse una idea de lo que le estamos diciendo.
a) Estrés postraumático
“El trastorno por estrés postraumático se define
como un conjunto de síntomas que la persona
desarrolla después de haber sido testigo, haber
participado, o haber escuchado un suceso
traumático estresante en extremo”. Las personas
reaccionan ante estas experiencias de destrucción,
violencia y muerte con “temor, desesperanza y
horrores intensos, reviviendo de manera
persistente el suceso e intentando evitar que se lo
recuerden”. Las principales “características clínicas
del trastorno por estrés postraumático son la
reexperimentación dolorosa del suceso, un patrón
Incendio en Galería Nass, Valdivia,
de evitación y embotamiento emocional, y
en septiembre del 2012.
síntomas autónomos, como aumento de la
frecuencia cardiaca, de la hipertensión arterial,
sudación, etc.
El trastorno puede aparecer meses o incluso años después de que haya ocurrido el suceso estresante.
La evaluación del estado mental revela con frecuencia sentimientos de rechazo y humillación. Pueden
sentirse amargamente culpables por el hecho de haber sobrevivido cuando otros perdieron la vida.
5
2
Los pacientes también pueden pasar por estados disociativos, sufrir crisis de angustia y tener ilusiones y
alucinaciones. La evolución cognoscitiva puede provocar alteraciones en la atención y la memoria”.
El trastorno por “estrés postraumático suele aparecer un tiempo después de que se haya producido el
trauma. Este retraso puede ser tan corto como una semana, o tan largo como 30 años. Los síntomas
pueden fluctuar a través del tiempo y pueden ser más intensos durante los periodos de estrés. Un 30% de
los pacientes se recupera completamente, un 40% continúa presentando síntomas leves, un 20%
experimenta síntomas moderados y un 10% no experimenta ningún cambio, o incluso empeora”.
Fuente: Servicio de Salud Mental: Programa Específico de Atención Psicológica en Casos de Desastre,
México, 2002, p.17, 18 y 19.
¿Cómo contener a los que tienen reacciones ‘normales’ e iniciar el camino de sanación en el caso de
quienes sufren la crisis en forma devastadora? Es importante que sepa que la primera intervención que usted
va a desarrollar, en medio de la crisis, puede ser determinante para evitar que muchas personas transformen
los daños iniciales en un cuadro psicológico más serio.
Para lograr esas maravillas usted no va a necesitar obtener un título como psicólogo: lo fundamental es que
aprenda algunos consejos y herramientas, y que sepa como utilizarlos, en forma integrada, para la
elaboración de planes de acción, debidamente contextualizados, que podrá presentar en los Comités de
Operaciones de Emergencia, aportando ideas para el trabajo de planificación. .
Para que usted pueda dimensionar la magnitud de efectos psicosociales a los que dan lugar las
emergencias y las catástrofes, es necesario que haya entendido, en forma preliminar, como experimentan
las mentes de los seres humanos las situaciones de crisis.
Descubrirá que hay crisis benignas, que es posible abordar de siguiendo patrones bastante predecibles,
porque están asociadas a procesos que todos vivimos. Pero hay otras, como las originadas por las
emergencias o las catástrofes, que son mucho más complejas, porque llegan de improviso y tienen un
impacto ‘integral’ sobre los afectados.
6
2
a) Definiendo el concepto
En términos generales, las situaciones de crisis, pueden ser entendidas como un estado delicado y
conflictivo en el cual, por circunstancias de origen interno o externo, se rompe el equilibrio y se altera la
normalidad de la vida de las personas, sobrepasando su capacidad habitual de repuesta.
Una situación de crisis, no sólo constituye un aspecto adverso o de amenaza para las personas o
comunidades, sino también son una oportunidad de cambio, crecimiento y desarrollo.
¿Entiende por qué los chinos usan la misma palabra para expresar dos ideas que parecen ser
contradictorias? Lo que ellos quieren decirnos, con su sabiduría ancestral, es que uno puede enfrentar
una crisis a partir del pesimismo, viviendo el desajuste con temor, como si se tratara de un peligro grave,
o puede enfrentarlo con una visión optimista, asumiendo esta coyuntura desgraciada como una
oportunidad para iniciar cambios positivos y enriquecedores, que difícilmente tendrían lugar en tiempos
de normalidad. Para representar esta misma ideas los chinos acuñaron un proverbio muy conocido: “Los
tiempos duros crean héroes”. Analice lo que nos comenta Consuelo Cornejo, psicóloga de la ONEMI,
sobre esta materia, en el video disponible en la URL:
https://vimeo.com/69096914
Para poder enfrentar un desajuste importante en los delicados equilibrios en que se basa la vida, es
fundamental que las personas aprendan a verle el lado bueno a las cosas malas. Pero no siempre es fácil
hacerlo.
¿Cree usted que es posible, verle el lado bueno a las cosas, en el contexto de una catástrofe? ¿Cree que
una víctima podrá percibir lo que está viviendo como una oportunidad para algo bueno? ¿Cree usted que
es posible, verle el lado bueno a las cosas, en el contexto de una catástrofe?
7
2
¿Cree usted que es posible ver el lado bueno de las cosas, en el contexto de una catástrofe? ¿Cree que
una víctima puede percibir lo que está viviendo como una oportunidad para algo bueno? Seguramente no
será así, en el corto lapso de tiempo en que usted lo tocará intervenir, cuando la crisis esta en pleno
desarrollo o las cosas han pasado hace muy poco tiempo. En esa “etapa 0”, que vamos a describir en la
última lección, usted tendrá preocuparse de que las personas estén seguras y tendrá que atender sus
necesidades básicas. Junto con eso, deberá que establecer un contacto inicial con ellas, brindarles
contención y hacer todo lo necesario para sacarlas del shock inicial, poniéndolas en mayor contacto con la
realidad.
Gracias a usted las personas lograrán recuperar el control de sí mismas y podrán enfrentar los desafíos
más inmediatos que les plantea la crisis. El proceso que permitirá transformar la desgracia en una
oportunidad de crecimiento, va a tomar más tiempo y va a demandar otros recursos de apoyo.
Todo el mundo tiene que enfrentar muchas crisis a lo largo de su vida. Pero hay crisis y crisis. Algunas
de ellas, por ejemplo, se presentan a la mayoría de las personas, en forma más o menos similar, en
determinadas etapas de la vida. Eso permite que sea relativamente sencillo anticiparse a ellas. Pero hay
otras, que se producen de manera totalmente imprevista, que son mucho más desestructuradoras:
hablamos de crisis normativas y de crisis no normativas, respectivamente.
Las crisis normativas o esperadas se asocian a lo que se llama Ciclo Vital de la persona o familia. Estos
ciclos comprenden una sucesión de fases o etapas que invariablemente se deben atravesar: paso de la
infancia a la adolescencia, momento de la formación de la pareja, ingreso al mundo laboral, nacimiento de
los hijos, ruptura matrimonial, llegada a la tercera edad, etc.
Al vivir estos momentos de tránsito las personas tienen que acomodarse para enfrentar nuevas
realidades y eso es siempre difícil.
Todas las personas pasan estas etapas y nadie está ajeno a la tensión de vivirlas, sin embargo, algunos
factores inciden para que una etapa del ciclo vital se convierta en una crisis, a saber:
a) Cuando el desempeño de actividades relacionadas con una etapa del desarrollo se dificulta o se
perturba.
8
2
b) Cuando la transición plantea, por distintos motivos, una sobrecarga de exigencias que es difícil
sobrellevar.
d) Cuando el individuo tiene la percepción de encontrarse fuera de fase, cuándo éste no se siente
cómodo con las expectativas que los demás o la sociedad tienen sobre su edad.
La necesidad de adaptarse a los cambios genera tensiones internas, que a veces dan origen a crisis de
madurez (o de inmadurez). Estos momentos son complejos, pero la mayoría de las personas suelen
enfrentarlos bien, porque estos cambios se viven de una manera evolutiva, que no es tan violenta, y
porque existen normas, saberes o convenciones sociales que permiten saber qué hacer, para acomodarse
al nuevo escenario. Eso no es posible con las crisis no esperadas.
Las crisis no normativas o no esperadas se caracterizan por la aparición súbita de un factor estresante
que modifica en forma drástica la organización y el funcionamiento de una persona o comunidad.
a) Estas situaciones son vividas por las personas o comunidades como situaciones de quiebre,
demarcando un claro antes y después, luego de su ocurrencia.
b) Las emergencias y los desastres constituyen hechos sociales y colectivos, puesto que su implican
cia o afectación no es individual sino que compromete a un grupo de personas.
c) Generan un grado de alteración en la vida de las personas altamente variable, que oscila desde
una afectación menor hasta la muerte.
d) Las emergencias, los desastres y las catástrofes sobrepasan la capacidad habitual de respuesta
de las personas, dado el impacto que las mismas generan en sus vidas.
e) Ante una emergencia o desastre se hace necesario identificar y movilizar mayores y mejores
recursos.
9
2
Es cierto que los desastres y la emergencias no son, por sí mismas, una sorpresa para nadie: las pantallas
del televisor muestran estas desgracias todo el tiempo, a vivo color, en todo su dramatismo.
Pero una cosa es informarse de una catástrofe a través de la prensa escrita o la televisión y otra muy
distinta, estar en medio de ella. Cuando eso sucede, la experiencia es siempre experimentada como algo
imprevisto, impactante, perturbador y sumamente destructivo.
Especialmente en el caso de las emergencias o desastres de origen humano, que generan efectos
psicológicos crónicos y de largo plazo, mayores que las de origen natural.
¿Imagina usted por qué es más fácil superar el estrés emocional provocado terremotos o aluviones que
el desencadenado una acción terrorista o un accidente?.
Las crisis son difíciles de abordar porque afectan a las personas de una manera holística o total. Esto
sucede así porque las crisis no afligen a las personas solas, sino a las personas junto a sus contextos.
Los seres humanos piensan, sueñan y actúan en un mundo social que pre-existe, que está compuesto de
muchas capas, muchas dimensiones, las cuales se encuentran encadenadas entre sí.
Ese contorno ambiental, que rodea a las personas, condiciona el modo cómo ellas miran el mundo, cómo
se relacionan con los demás y cómo reaccionan cuando se producen situaciones que son percibidas como
un amenaza.
Por ese motivo, precisamente, es posible advertir que las personas desarrollan tantas respuestas
distintas, cuando se ven confrontadas a una misma crisis: el contorno o el contexto que rodea a los
afectados, imprime sobre ellos su sello….
Para entender lo que les pasa a las personas cuando sufren crisis asociadas a catástrofes o emergencias
hay que tomar en cuenta estas variables externas y ver como ellas se combinan junto a un conjunto
igualmente complejo de variables internas: personalidad, predisposiciones genéticas, etc.
10
2
El “Modelo Ecológico” desarrollado por el psicólogo de origen ruso Urie Bronfenbrenner nos ayuda a hacer
ese trabajo.
Este modelo analiza al ser humano como un individuo que vive encerrado, desde el momento de su
nacimiento, dentro de un conjunto de estructuras ambientales, que se despliegan en diferentes niveles.
Cada uno de estos niveles o entornos ambientales contiene al otro, aportando distintos escenarios en los
que se vivencian los desajustes o crisis.
Bronfenbrenner: EXOSISTEMA
Parientes
Bronfenbrenner identifica cuatro principales Dirección
de la
MESOSISTEMA
b) Mesosistema: Comprende la esfera siguiente. En ella nos encontramos con las relaciones que se
establecen entre los diferentes microsistemas en los que se desenvuelve el individuo (familia, amigos,
etc).
c) Exosistema: Este estrato incluye los ambientes en los que el individuo no está directamente
implicado, pero que lo afectan indirectamente, a través del influjo que tienen sobre las actividades y
personas que conforman su microsistema y su mesosistema: gobierno, realidades institucionales,
escenario laboral, etc.
11
2
d) Macrosistema: En este anillo nos encontramos con la cultura y la subcultura dentro las cuales el
individuo está inmerso (valores, los sistemas de creencia, las actitudes, cosmovisiones, modos de
pensamiento, tradiciones). Esta capa no es percibida por el individuo de manera directa, pero lo
condiciona debido al efecto que tiene sobre los otros estratos.
El modo como se conforman estas estructuras anidadas registra variaciones tomando en cuenta la
edad, la condición social, o la situación del individuo. La imagen que acompaña esta cápsula nos
muestra, por ejemplo, los cuatro niveles ambientales que conforman el entorno en la vida de un niño.
Pero esta estratigrafía ambiental puede ser muy distinta en el caso de un adulto o de una persona de
otro origen nacional. Lo que podemos concluir es que nuestro modo vivir la experiencia de una crisis y
de elaborar simbólicamente sus efectos va a estar siempre condicionada por unos elementos
situacionales que operan de manera muy distinta, según cual sea la posición o la situación del individuo
afectado.
Lo problemático de este contorno ambiental que rodea al individuo, es que transforma todas las
experiencias, incluidas las de crisis, en algo ramificado, con implicaciones variables. En cada uno de estos
estratos podemos reconocer la importancia de ciertos factores, que inciden en el modo como es elaborada
internamente la crisis por los afectados:
a) Microsistema: A nivel de microsistema, las variables más importantes, en el modo como son
experimentadas las crisis, son la edad, la experiencia en emergencias anteriores, el nivel educacional y
factores de resiliencia.
b) Mesosistema: En este segundo nivel cobran imporantacia los factores contextuales de las crisis, como
la variable de riesgo ante la que se está expuestos, formas de manifestación y grado de afectación.
c) Exosistema: En este nivel cobran relevancia algunos aspectos como los espacios formales o informales
para el abordaje de las crisis, los estilos de relaciones de las personas o comunidades, la identificación y el
reconocimiento de las reacciones o manifestaciones de las personas impactadas, etc.
d) Macrosistema: En este nivel cobran importancia los sistemas de creencias, valores, mitos, ideologías,
prejuicios y otros factores culturales propios de las personas o comunidades que inciden y permean el cómo
se vivencia y se resuelven las diferentes crisis. Por ejemplo la atribución del terremoto a causas religiosas,
etc.
12
2
Las experiencias de crisis, son vividas de una manera u otra, tomando en cuenta el peso de estos factores
ambientales. Pero ¿qué son las crisis en si mismas? Al comienzo de esta lección señalamos que las crisis
pueden ser descritas como procesos de quiebre e inestabilidad en el funcionamiento de un sujeto o
comunidad, que sobrepasan la capacidad de repuesta de éstos.
Para entender en que consisten estos quiebres, es necesario concebir al individuo como un sistema abierto
en constante intercambio con su medio. En esta relación con el medio, el individuo o los individuos trabajan
permanentemente por mantener un equilibrio que les permita continuar con su evolución, desarrollo y
adaptación.
Si se rompe el equilibrio, la persona puede entrar en una fase de crisis, originada por factores internos o
externos del individuo o comunidad. Los factores internos se asocian a las etapas de desarrollo o ciclo vital,
que son más o menos previstas: nacimiento, infancia, adolescencia, etc. Los factores externos, se relacionan
a circunstancias de la vida, cuyo origen puede ser natural o provocado por el hombre.
Todos estos factores se conjugan de manera tal de generar un nivel de tensión que puede derivar en una
crisis, es decir, en un estado de desorganización, ruptura o quiebre:
EQUILIBRIO
RESOLUCIÓN
POSITIVA NEGATIVA
PSICOPATOLOGÍA
TRASTORNOS
DUELOS NO RESUELTOS
13
2
Las materias que hemos estudiado en esta lección le habrán permitido darse cuenta de algo bastante
obvio: las crisis emocionales a las que dan lugar las emergencias y las catástrofes son difíciles de abordar, de
manera general, porque afectan a las personas en distintos niveles.
¿Qué puede esperarse de usted, cuando hay que abordar algo tan complicado?. Debe tener claro que la
asistencia psicológica que usted va a prestar a las víctimas constituirá solo una etapa preliminar en la
búsqueda de una solución sistémica, que puede tomar mucho tiempo y va a demandar el trabajo activo de
muchas personas. No se desanime si no logra obtener resultados muy claros, en las horas o minutos en que
usted va a tener que actuar. Debe entender que su papel, en este camino, no es sanar a los afectados, sino
solamente dar los primeros pasos en un camino bastante largo.
14
2
LECCIÓN
LECCIÓN 2:
2: GRUPOS
GRUPOS DE
DE MAYOR
MAYOR VULNERABILIDAD
VULNERABILIDAD
2.1. DEFINICIÓN DE ‘GRUPOS DE VULNERABILIDAD’
Es importante, para que su intervención sea efectiva, que sea capaz de reconocer a las personas que
están más expuestas.
Se entiende por grupo de alta vulnerabilidad a aquel conjunto de personas que frente a situaciones de
emergencia mayor o desastres resultan altamente impactadas y, al mismo tiempo, presentan mayores
dificultades para reconstruir todos los aspectos perturbados de su vida.
15
2
Taylor y Frazer (1981-1987) clasifican a las personas afectadas de la siguiente manera:
Grupo Descripción
Victimas de Primer Grado o Grupo Personas que sufren el impacto directo de los eventos, con daño
Primario directo sobre si mismas y/o directo sobre si mismas y/o pérdidas materiales.
pérdidas materiales.
Víctimas de Quinto Grado Corresponden al último anillo en esta cadena de grados. Se incluye
en esta categoría a las personas que se informan de lo ocurrido por
los medios de comunicación.
¿Cuál de estos grupos es el más vulnerable? Esta taxonomía nos demuestra que las crisis afectan a
muchas más personas que a las víctimas directas (incluidas entre éstas, a los propios miembros de los
equipos de rescate). ¿Cuáles de ellas experimentarán situaciones de desequilibro, que pueden ser más
serias?. Eso va a depender de una serie de factores:
Contexto situacional: Las crisis de grandes magnitudes, siempre van a ser más serias que las de
alcances más acotados, generando más resoncias y ramificaciones complejas, desde el punto de
vista psicosocial.
Grado de exposición al evento: Los protagonistas directos de una crisis (grupo primario) están más
expuestos que los que viven el evento a mayor distancia física, personal y emocional (grupo
secundario). Esto vale tanto para las víctimas de la crisis, como para los socorristas, voluntariado,
autoridades, etc. (el grupo terciario, que muchas veces está tan expuesto a situaciones de
estrés emocional como los grupos primario y secudario).
16
2
Importancia de las pérdidas: Las personas que han sufrido los daños en forma mas directa, por
norma general, serán las más afectadas.
Características individuales: Las personas menos resilentes, con historias personales o comunitarias
menos armónicas, con menores habilidades personales para enfrentar crisis de cualquier tipo,
siempre van a estar en desventaja. Esto es especialmente claro en el caso de las personas con
trastornos psicológicos, psiquiátricos, los discapacitados y los portadores de enfermedades crónicas.
Grupo etario y género: Las mujeres, los niños y los adultos mayores, están más expuestas al daño,
que los hombres y los adultos.
Características sociales: Las personas de bajo nivel socioeconómico, por norma general, siempre
contarán con menos recursos personales y materiales para salir adelante. Esta condición se ve
agravada por la ausencia de redes sociales o familiares de apoyo.
Novedad: Quienes enfrentan un crisis o un desastre por primera vez, van a tener menos
herramientas que los que algo saben d e esto.
Vulnerables
Las emergencias producen efectos emocionales
o psicosociales de distinta magnitud, en todo el
mundo. Pero usted ya sabe, por lo que aprendió al
principio de esta lección, que hay grupos
específicos de personas que están más expuestas,
debido a que sus condiciones de vida, en general,
son muy difíciles. Los llamamos ‘vulnerables’,
porque cuentan con menos herramientas que el
resto para enfrentar las contingencias y para salir
adelante.
17
2
Analicemos con detalle los elementos o factores de vulnerabilidad que son más determinantes: género,
edad y condición socio-económica.
La mayoría de las mujeres tradicionalmente han cumplido con las tareas de protección y contención
emocional de sus familiares. Es difícil para ellas cumplir este rol, cuando todo su sistema de vida se ve
amenazado, tal como sucede con las catástrofes, por una razón fundamental: las mujeres cuentan con
menos recursos materiales y sociales para poder reconstruir sus vidas y las de sus familias, porque muchas
de ellas viven, en sus medios, en condiciones más desfavorables que los hombres, por distintos motivos.
En algunos casos, después de una emergencia mayor o desastre, las mujeres pueden experimentar por
primera vez situaciones de violencia intrafamiliar o mayores niveles de violencia. Se puede sumar a lo
anterior, situaciones de subordinación en las relaciones de poder, invisibilidad del trabajo doméstico,
discriminación por condición de género o edad y el múltiple rol de la mujer.
El hecho de ser mujer no es una condición de vulnerabilidad por si misma: son las condiciones de vida
bajo las que viven muchas mujeres las que determinan que este grupo esté más expuesto, durante las
emergencias.
Pero aunque las mujeres sufren con más intensidad las consecuencias de estas crisis y tienen que
enfrentar más obstáculos objetivos para salir adelante, tienen una cosa importante a su favor: las mujeres
también poseen mayores competencias para acceder a las redes de apoyo comunitarias y afectivas y se
caracterizan por ser mayormente participativas y colaboradoras en las tareas de reconstrucción y
recuperación de sus comunidades frente a este tipo de eventos.
18
2
c) Factor etario: Ancianos
También pueden presentar alguna deficiencia sensorial que los imposibilita para recibir las alertas
emitidas, o en caso que las reciban, pueden estar incapacitados para tomar las medidas de prevención, ya
sea porque presentan deficiencias físicas o mentales (discapacidad auditiva, visual o problemas de
movilidad), por la falta de información de cómo, donde y de qué manera evacuar, no tener acceso a los
recursos para la evacuación, o no poseer información de medidas de protección para si mismos.
Con respecto a la evacuación, cabe señalar que los ancianos son un grupo difícil de movilizar, puesto que
ellos están mucho mas apegados a sus posesiones materiales, recuerdos familiares, objetos, fotografías,
etc.
Un aspecto importante a destacar, es que los ancianos, frente a las situaciones de emergencia o
desastre, demuestran tener mayor fortaleza y resiliencia que las personas jóvenes, dada las experiencias
sucesivas de vivir enfermedades, perdidas y muertes.
19
2
Vulnerabilidad y factores socio-económicos: visión de la Cruz Roja
El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para resistir y hacer frente a
los peligros y recuperarse de los desastres dependen de factores físicos, económicos, sociales y políticos.
Desde luego, la pobreza contribuye de manera importante a la vulnerabilidad. Es más probable que las
personas pobres vivan y trabajen en zonas expuestas a peligros potenciales y menos probable que
dispongan de los recursos necesarios para hacer frente a un desastre.
Normalmente, en los países más ricos, las personas poseen una capacidad mayor para resistir a los
efectos de un peligro. Suelen estar mejor protegidas frente a los peligros y disponer de sistemas de
preparación. Además, la solidez de los medios de subsistencia y los ingresos mayores incrementan la
resiliencia de las personas y les permiten recuperarse más rápidamente de un desastre”.
Fuente:
http://www.ifrc.org/es/introduccion/disaster-management/sobre-desastres/que-es-un-desastre/que-es-la-vulnerabilidad/
20
2
LECCIÓN
LECCIÓN 3:
3: REACCIONES
REACCIONES ESPERABLES
ESPERABLES
El conocimiento y reconocimiento de los escenarios más rutinarios puede ser realmente muy útil: le
servirá para afinar la puntería a la hora de brindar a las personas afectadas una asistencia emocional
inicial.
21
2
3.1. IMPACTO A NIVEL INDIVIDUAL
Enfrentando las ‘reacciones esperables’
https://vimeo.com/66983498
Atendiendo que las situaciones de emergencia y desastres constituyen un peligro para la vida humana
propia y la de los demás, que rompe los equilibrios, es esperable y normal que las personas presenten una
serie de reacciones: a nivel cognitivo, emocional, conductual, relacional y fisiológico.
Pero aunque las características de cada evento y las percepciones que tienen las personas de ellos son
siempre particulares e individuales, hay ciertas reacciones que son comunes.
Las reacciones evolucionan temporalmente en fases, presentando cada una de ellas sus propias
características:
22
2
Fase de Shock Fase de Reacción
Esta fase se manifiesta, aproximadamente Esta fase se manifiesta, aproximadamente,
desde los primeros minutos hasta desde los primeros días hasta varias semanas
aproximadamente una semana y se caracteriza despues, y se caracteriza por:
por lo siguiente:
Reacciones a nivel de las emociones:
llanto, incredulidad, negación, confusión, rabia, culpa por algo que ocurrió o se descuidó en
información, de tomar decisiones y rabia por no haber podido evitar el evento o las
Reacciones a nivel del cuerpo: aumento del forma conjunta y son proyectados a otras
manos y piernas, sudoración de manos, culpas son más fuertes contra sí mismos.
piernas), tics, etc. y la hipoactividad es una Las personas tienen una percepción negativa
marcada reducción del movimiento corporal. de sí mismas, de los otros y del mundo.
En este último caso las personas se encuentran Presentan ideas relacionadas con una poca
223
Reacciones a nivel del comportamiento:
Disminución de la higiene personal, descuido
en la presentación personal, cambios en los
hábitos alimenticios, uso indebido de alcohol y
drogas, disminución de la resistencia física,
dificultad para retornar al nivel normal de
actividad y reducción de la vida social.
Si se fija bien en lo que nos propone este cuadro va a descubrir que hay efectos o reacciones que se
producen en el primer pronto de la emergencia y otros que se van desencadenando cuando ya han pasado
los días.
En esta lección y la siguiente vamos a concentrarnos en la primera de estas dos etapas, que corresponde
a aquella en la cual personas cómo usted, que seguramente no son profesionales del área psico-social,
pueden hacer una diferencia: gracias a su intervención será posible ayudar a que la mayoría de las personas
afectadas salgan del estado de shock, recuperando su capacidad para enfrentar la situación.
La segunda etapa, en el ámbito del Primer Apoyo Psicológico, es importantísima, pero ya no va a ser
resorte suyo: el momento en que las víctimas tienen que volver a la realidad, luego de la catástrofe, y se
manifiestan problemas con las emociones, el pensamiento y el comportamiento como los descritos, tendrá
lugar con posterioridad, cuando usted ya no va a estar ahí; las personas afectadas, por lo mismo, van a tener
que ser apoyadas con otros recursos….
24
2
b) Reacciones adaptativas o esperadas en niños y adolescentes
Conductas antisociales
Pesadillas
25
2
Estos cuadros reactivos generales, que son los más típicos, pueden ser desagregados por edades.
Los niños de hasta los dos años de edad, aún cuando tienen poca capacidad para comprender las
relaciones de causa/efecto y para aprender de las experiencias pasadas, son capaces de recordar
escenas, objetos, sensaciones o ruidos relacionados con el evento.
Debido a que recién están comenzando a establecer vínculos emocionales de confianza con otras
personas que no sean sus padres, manifestarán un intenso deseo por permanecer junto a sus
progenitores.
Los niños un poco más grandes, que tienen entre los dos y los seis años de edad, son muy vulnerables
a la perdida de un mundo organizado, seguro y estable. Ellos carecen de habilidades verbales y
conceptuales para enfrentar por sí mismos las consecuencias del evento y son incapaces de protegerse.
Es común advertir en ellos:
Inseguridad
Debido a que su pensamiento es mágico, a veces ellos no logran comprender el concepto de pérdida
permanente: creen que con sólo pensar en algo, esto ocurrirá, lo que los lleva muchas veces a creer que
pueden revertir las consecuencias adversas producto de la situación.
26
2
Además presentan:
Estar quejumbrosos
Pesadillas
Terrores nocturnos
Desear que sus padres estén permanentemente a su lado, que los carguen y duerman con ellos. Esta
necesidad de apego a sus padres es una reacción completamente natural de ansiedad y miedo.
A medida que vamos avanzando en la edad se acrecienta en los niños la consciencia de crisis. La
mayoría de los niños entre seis y once años de edad ya comprenden el concepto de pérdida permanente
y son capaces de darse cuenta de las consecuencias que puede generar una emergencia mayor o un
desastre.
El problema es que esta capacidad para entender lo que han vivido no va a acompañada con capacidad
para concebir, por si solos, estrategias adecuadas para afrontar la situación.
227
En general manifiestan:
Miedo y ansiedad por la pérdida de la noción de un mundo seguro y predecible, por la alteración de sus
rutinas diarias, por las situaciones que recuerdan el evento.
Problemas de conducta.
Episodios de llanto.
Gritos.
Irritabilidad.
Conductas agresivas.
Sentimientos de culpa.
Dolores de cabeza.
Dolores de estomago.
Nauseas y vómitos
28
2
Las principales reacciones, que son temporales, son:
Aislamiento
Pérdida de interés
Dolor de cabeza
Dolor de estomago
Pérdida de apetito
Apatía o Desgano
Tristeza
Tensión
Ideación suicida
Conductas antisociales
Problemas en el colegio
29
2
3.2. IMPACTO A NIVEL COMUNITARIO
Se ha delimitado en cuatro grandes etapas la dinámica psicosocial que una comunidad en general puede
desarrollar a partir de la experiencia de una emergencia mayor o desastre:
Algunos presentan conductas agresivas contra autoridades e instituciones, actos de rebeldía, aumento de
la delincuencia, violencia, consumo indebido de alcohol y drogas, etc.
30
2
d) Período de recuperación a la emergencia mayor o desastre (posterior al primer mes):
Aún se mantienen sin resolver algunas necesidades a consecuencia del impacto del evento, especialmente
de índole psicológica. En general es un período de planificación y ejecución de las tareas necesarias para la
recuperación definitiva.
Violencia intrafamiliar
Conductas desadaptativas
Delincuencia
Embarazo preadolescente
Pobreza
Desempleo
¿Qué hacer con las “reacciones esperables" a nivel comunitario? En el video con el que iniciamos esta lección
destacamos que las emergencias nos afectan a todos. Nadie se salva aquí. Pero aunque tengan un efecto
de irradiación tan amplio, es importante que delimitemos las responsabilidades: el trabajo en el ámbito del
Primer Apoyo Psicológico, que es el tema de este curso, no incluye acciones en este nivel; las intervenciones
que involucran manejo grupal están fuera de su alcance.
El Primer Apoyo Psicológico que usted puede prestar a los afectados opera a escala individual, debe materia-
lizarse in situ, cuando detecta que hay alguna persona que está teniendo reacciones desadaptativas. Deje a
los ‘expertos’ las intervenciones de mayor cobertura o profundidad.
31
2
3.3. REACCIONES ESPERABLES EN LOS OPERADORES DE EMERGENCIAS
Los operadores de emergencias que
trabajan en el manejo y control de una
situación de este tipo o quienes brindan un
primer apoyo psicológico en situaciones de
emergencias y desastres, también presentan
reacciones esperables producto del trabajo
con personas fallecidas, heridas,
damnificadas, afectadas, familiares y amigos
de victimas, en suma, personas que han
vivido una situación altamente estresante
con un alto y variado nivel de impacto sobre
si mismas.
Incendio en Valparaíso
Imagen: ONEMI Las reacciones esperables por parte de los
operadores son las siguientes:
a) Reacciones físicas
Nauseas
Trastornos digestivos
Perdida de apetito
Sudor o escalofrío
Temblores musculares
Insomnio
Aislamiento de la familia o amigos, porque creen que no les van a entender o porque quieren protegerles
de algunos aspectos de su trabajo
Hiperactividad
Habilidad emocional
32
2
c) Reacciones cognitivas
Pensamientos negativos
Lentitud de pensamiento
Desorientación
Flashback
d) Reacciones emocionales
Tristeza
Cambios de humor
Depresión
Apatía
Sentimientos de impotencia
Sentimientos de incompetencia
Anestesia afectiva
Irritabilidad
Agresividad
33
2
¿Cómo hacerse cargo las consecuencias que sufren los propios miembros de los equipos de rescate, los
que socorren a las víctimas, los que combaten las emergencias?
Lo anterior implica que los operadores de emergencia se reconozcan y sean reconocidos por sus
instituciones como personas susceptibles de ser afectadas por el trabajo en emergencias. A su vez, que los
mismos operadores y sus organizaciones se preparen para enfrentar este tipo de situaciones, desarrollando
un trabajo previo que les permita está preparados para mitigar el impacto que van a tener las experiencias
que van a tener, cuando ocurra una crisis.
Tenga en cuenta lo siguiente: para ayudar a los otros, tiene usted mismo que estar bien.
¿Cómo prepararse para enfrentar situación de estrés emocional máximo? Es importante que:
Sea consciente de lo que le sucede, desde el punto de vista emocional, cuando enfrenta emergencias.
Trate de contar con espacios formales y personales para facilitar la ventilación emocional y la sana
distracción.
Lo anterior implica que los operadores de emergencia se reconozcan y sean reconocidos por sus
instituciones como personas susceptibles de ser afectadas por el trabajo en emergencias. A su vez, que los
mismos operadores y sus organizaciones se preparen para enfrentar este tipo de situaciones, desarrollando
un trabajo previo que les permita está preparados para mitigar el impacto que van a tener las experiencias
que van a tener, cuando ocurra una crisis.
34
2
3.4. NO AYUDA / SI AYUDA
Si entendemos cómo reaccionan las personas expuestas a situaciones de emergencia será más fácil
ayudar a normalizarlas. Para lograrlo es importante indicar a las personas que las reacciones que han
tenido no constituyen anomalía o algo grave, sino una reacción bastante habitual, que experimentan
quienes viven situaciones de este tipo. Hágales que estas reacciones son muy diversas, debido a que todos
vivimos las crisis de maneras distintas, que se van a mantener por un tiempo, pero van desapareciendo.
Para ayudar a que este proceso de normalización comience a elaboraron pauta muy sencilla, que muestra
en dos columnas modos correctos e incorrectos de enfrentar nuestras propias reacciones. Fue concebida
para organizar actividades grupales, luego de ocurrido el evento.
¿Le parece útil esta pauta? ¿Cómo podemos aprovecharla para prestar atención individual a las personas
expuestas a una situación de shock inicial, que son las que vamos a tener que atender, garantizando que
estén seguras, estableciendo con ellas un contacto emocional inicial, ayudándolas a que tomen control de
sí mismas?
Revise este material y vea cómo lo puede relacionar con su experiencia en el trabajo con las reacciones
de las víctimas:
No ayuda Si Ayuda
Hacer como si nada hubiera ocurrido Asumir que algo ha cambiado en nuestras
vidas
Restar importancia a lo que ha pasado
Reconocer que algo serio nos ha ocurrido en Reconocer que algo serio nos ha ocurrido en
nuestras vidas nuestras vidas
Culparnos por lo ocurrido o culpar a otros Aceptar que hay situaciones en la vida que no
dependen de nosotros/as
Pensar que lo que sentimos es porque “me
estoy volviendo loco/a” o “soy un Tratar de aceptar que lo que sentimos en ese
exagerado/a” momento es esperable ante situaciones
terribles
Aislarnos y no contarle a nadie lo que nos está
pasando Darnos la oportunidad de contar lo que hemos
vivido, en especial a alguien de confianza
Tratar de resolver toda la situación de una sola
vez Esforzarnos por dar un paso a la vez
Sentir que debemos salir solos/as de la Buscar ayuda si sentimos que lo necesitamos
situación para superar la situación
35
2
LECCIÓN
LECCIÓN 4:
4: PROTOCOLO
PROTOCOLO DE
DE PRIMER
PRIMER APOYO
APOYO PSICOLÓGICO
PSICOLÓGICO
Cuando se produce una emergencia mayor o una catástrofe los miembros de la comunidad afectada y
de los equipos de primera respuesta tienen que desarrollar distintas tareas. Entre ellas se cuenta, como
una más, la de brindar algo de confort emocional a las víctimas.
La labor de contención y de manejo de situaciones de estrés debiera ser abordada, en forma ideal, por
los ‘expertos’ en el tema. Pero como le señalamos al principio de este curso, eso muchas veces no va a
ser posible: los parientes, los vecinos, los bomberos, los carabineros, los voluntarios de organizaciones
civiles, van a ser los primeros en llegar al lugar de los hechos, y van a tener que arreglárselas con sus
propios medios, durante algunas horas.
Van a ser ellos quienes van a tener que hacerse cargo de la tarea de brindar lo que llamamos “Primer
Apoyo Psicológico”.
El Primer Apoyo Psicológico es una estrategia de intervención en crisis que tiene por objetivo acoger,
contener y/o amortiguar el impacto psicológico generado por el evento crítico. Gracias a este tipo de
intervenciones usted ayudará a que las personas afectadas:
Se estabilicen y estructuren.
Eviten tomar decisiones que sean perjudiciales para ellos o para otros.
Pero para lograr beneficios tan importantes es necesario hacer bien las cosas: es necesario contar
protocolos y guías de actuación claros, definidos y unificados.
Los protocolos de Primera Atención Psicológica no son acciones terapéuticas que exijan un
conocimiento sofisticado de la temática psicosocial. Tiene que visualizarlos, más bien, como secuencia
semiestructurada de pasos destinada a lograr que las víctimas se sientan algo más seguras y a que
superen el estado de confusión, recuperando el control de sí mismas.
¿Cómo operan estos protocolos? ¿Cuáles son sus componentes centrales? ¿Qué elementos debe uno
tomar en cuenta para poner en sintonía estos esquemas con nuestras realidades?
En esta lección va a encontrar respuesta a estas preguntas.
326
4.1. PRIMER APOYO PSICOLOGICO
El Protocolo de Primer Apoyo Psicológico es una de las estrategias de intervención en crisis que tiene por
objetivo acoger, contener y/o amortiguar el impacto psicológico generado por el evento crítico.
Este primer apoyo puede ser realizado en forma individual o grupal, dependiendo del tipo de emergencia,
del nivel de impacto de los afectados y del período de tiempo de actuación de los equipos psicosociales, el
número de afectados, etc.
En nuestro caso nos interesa fundamentalmente abordar las intervenciones de tipo individual, que son las
que pueden llevar adelante los miembros de los equipos de primera respuesta o las personas de la misma
comunidad, con tal de que tengan una preparación básica en la materia, como la que les proporciona este
curso: bomberos, carabineros, médicos o paramédicos, vecinos, profesores, etc.
No se trata de ofrecer una terapia compleja a las personas, sino solamente “ayudarlas a pararse”, garanti-
zando su seguridad física y creando con ellos un puente de comunicación que permitirá re-equilibrarlas,
sacándolas de shock inicial.
37
2
a) Objetivos
Detectar personas en riesgo, ya sea por sus conductas o por la situación, e implementar medidas de
protección, derivación y seguimiento.
Restablecer una cierta capacidad de enfrentamiento de la persona ante demandas inmediatas del
medio externo.
b) Facilitadores
Esta intervención debe ser realizada por los operadores sociales o comunitarios que están presentes en
el momento inmediatamente posterior a ocurrida la emergencia o desastre y cuentan con una preparación
básica en primer apoyo a personas en crisis.
c) Destinatarios
El primer apoyo individual está indicado para personas afectadas por un evento crítico inesperado, cuya
implementación será estructurada según el grado de victimización:
1. Afectados de primer grado: personas que sufren el impacto directo de las emergencias o desastres,
con pérdidas materiales o daño físico.
3. Afectados de tercer grado (víctimas ocultas): constituidas por los integrantes de los equipos de
primera respuesta.
5. Afectados de quinto grado: las personas que se enteran de los sucesos por medio de los medios de
comunicación.
6. Afectados de sexto grado: aquellas que no se encontraban en el lugar de los acontecimientos por
diferentes motivos.
38
2
Esta técnica de intervención en crisis debe ser aplicada fundamentalmente a los que sufren formas de
victimización más directas.
Es importante señalar que puede haber personas que no están en las condiciones adecuadas para que
el primer apoyo sea efectivo. Por lo que habría que poner atención en los siguientes casos:
Personas que, por la intensidad del impacto, aparezcan totalmente desconectadas de la realidad
externa.
Personas que conociendo las condiciones generales no quieran recibir el primer apoyo por cualquier
razón personal.
En las situaciones mencionadas, los operadores deben preocuparse de velar por la seguridad de este tipo
de personas y derivarlas a especialistas que les puedan brindar una atención adecuada.
El momento preferente para prestar el Primer Apoyo Psicológico es pasado los primeros minutos u horas
de la emergencia o desastre, aunque hay ocasiones en las que se realiza después de un tiempo en atención
a la solución de necesidades más urgentes o por alguna imposibilidad de fuerza mayor de parte de los
equipos o de los afectados.
Se pueden realizar en cualquier lugar, incluso en la calle, aún cuando lo ideal es contar con un lugar
tranquilo, y aislado de ruidos u otros estímulos que distraigan la atención.
Generalmente el Primer Apoyo Psicológico se realiza in situ, lo cual supone que los equipos psicosociales
se desplazan o están insertos en el lugar donde se encuentran las personas afectadas por el evento crítico,
debiéndose adecuar a las condiciones de la situación.
e) Duración
Su duración es variable, desde minutos hasta horas, según las necesidades de la persona.
39
2
f) Etapas del Primer Apoyo Individual
7. Derivación y seguimiento: La derivación y seguimiento implica contar con un registro de datos de las
personas a las que se brindó apoyo psicológico y el contexto general en el cual se desarrolló.
8. Cierre.
40
2
Lo interesante es que, en la mayoría de los casos, puede bastar con este apoyo temprano, para que las
personas recuperen su forma habitual de funcionar.
Hay distintos protocolos de intervención en crisis. En este curso recomendamos uno bastante sencillo, que
fue propuesto por primera vez en un documento institucional el año 2001 y que fue nuevamente actualizado
el 2011.
Se trata de una intervención en crisis que debiera tener lugar, por norma general, un poco después de que
ha ocurrido la emergencia. Consta de siete etapas principales, que vamos a revisar un poco más adelante.
Pero ¿es posible hacer algo antes? ¿es posible comenzar con la labor de contención emocional cuando el
evento crítico está en pleno desarrollo o ha pasado muy poco tiempo desde que eso ocurriera?
El especialista en psicología de la
emergencia, Enrique Chía, llama a este
momento la “etapa cero”. Es muy importante
para nosotros, porque abarca la unidad de
tiempo que tendrá a su disposición la mayoría
de los rescatistas, para brindar asistencia
emocional a las víctimas.
https://vimeo.com/66979118
Como usted advertirá, al ver este video, la intervención comienza con una momento inicial en que lo
prioritario, en el ámbito psicosocial, es solamente proteger a la víctima. Luego de atender estas necesidades
primarias, que tienen que ver con la sobrevivencia, nos encontramos con un segundo momento, en que es
imperioso que usted establezca contacto con la víctima, en un plano emocional. Se trata de lograr cosas muy
sencillas, como capturar la mirada del afectado, tocarlo, transmitirle empatía. En esta etapa no es necesario
aplicar ninguna técnica psicológica especial. Lo que debe hacer el “facilitador” es sencillamente sostener el
contacto con la persona, conversar con él o ella, para mantenerla ocupada, en funcionamiento. Después de
que logre sacar a la víctima del shock inicial, poniéndola en mayor contacto con la realidad, va a ser posible
re-equilibrarla, estrechando el contacto que ya ha establecido.
41
2
4.3. PROTOCOLO DE INTERVENCIÓN: LAS SIETE ETAPAS
En el apartado anterior hicimos referencia
a tres pasos muy sencillos que usted puede
dar para tratar a los personas más afectadas
por una emergencia. Si ya ha pasado un
poco más de tiempo y las contingencias más
inmediatas han sido despejadas, usted podrá
desarrollar una atención algo más pausada.
Comience analizando la situación general que enfrenta, para poder identificar las áreas o ámbitos en que
es necesario intervenir. ¿Qué pasó? ¿Quiénes son los principales afectados?
Objetivo: Tomar contacto y evaluar la globalidad de la situación de emergencia, para definir los focos de
intervención.
Contextualización: conocer lo ocurrido, la magnitud de los hechos, familiarizarse con la situación antes
de tomar contacto con las victimas y realizar una valoración de la situación, información que debiera ser
obtenida a través del Comité de Operaciones de Emergencia.
Evaluación del Ambiente: determinar las necesidades más inmediatas y las redes de apoyo activadas
hasta ese momento y establecer estrategias individuales y grupales.
42
2
b) Establecimiento de una conexión o contacto psicológico con el afectado
Cree un puente inicial de comunicación o de vinculación con los principales afectados. Si no logra
establecer este vínculo podrá dar los pasos siguientes.
Objetivos:
Invitar a la persona a hablar y pedirle que cuente lo que sucedió. Supone preguntarle específicamente
¿cómo le afectó el evento crítico?, ¿cómo está? ¿qué necesita?. Supone adoptar una actitud de escucha
activa y trasmitirle a la persona interés por saber acerca de su estado.
Si la persona responde verbal o no verbalmente queda establecido el primer contacto y es posible pasar
a la etapa siguiente.
Cuando a pesar de los intentos del operador la persona no responde, resulta contraproducente insistir
y corresponde vincular a la persona con recursos de ayuda concordantes con su estado.
Luego de crear este nexo inicial, hay que practicar la empatía, permitiendo que el afectado pueda sincerar
lo que ha vivido, cómo lo ha afectado.
Objetivos:
Acoger el impacto personal emocional de la situación, escuchando con empatía y evitando enjuiciar a la
persona.
Se trata de escuchar en forma focalizada los hechos, poniendo límites al relato, ayudando a la persona
a centrarse en el presente y realizando comentarios que sinteticen los aspectos más relevantes de la
situación.
Las preguntas deben se específicas y atingentes a la emergencia, evitando preguntas generales o vagas
que puedan contribuir a la dispersión o confusión del relato.
Si la persona relaciona la situación actual con otras situaciones significativas de su vida, se acoge el
contenido, se le plantea que es comprensible la asociación establecida, recogiendo antecedentes que sean
relevantes y útiles para la resignificación, elaboración y enfrentamiento de la situación.
En algunos casos, el contacto físico no invasor puede ser un recurso de acogida, por ej.: en un accidente
o pérdida de seres queridos. Sin embargo, en otros casos, está absolutamente contraindicado por diversas
razones que pueden ir desde características culturales de las personas hasta la naturaleza de las
experiencias traumáticas vividas.
43
2
d) Evaluar consecuencias del evento crítico
Al ‘ver’ y ‘escuchar’ al afectado usted podrá evaluar los distintos problemas/necesidades que enfrenta,
identificando los que son más críticos.
Revisar paso a paso el evento crítico a través de preguntas concretas, específicas y centradas en el
presente inmediato, a fin de evaluar las consecuencias inmediatas del evento adverso en cada área de vida
de la persona, considerando los costos y los riesgos asociados.
Evaluar las distintas dimensiones de la situación (legal, médica, social, económica, etc.) para identificar
cuales son las necesidades más urgentes de la persona en ese momento.
Evaluar cuáles son las implicancias de la situación para la persona ¿Qué siente?, ¿qué es lo que más le
preocupa?, ¿Cuáles son sus temores? ¿Qué cree que va a pasar?
A través de la conversación podrá conocer mejor a la persona. Eso le permitirá comprender mejor el
impacto que ha tenido la crisis, en el ámbito psicosocial.
Indagar acerca de aspectos relevantes de la vida de la persona que permitan al operador ampliar su
comprensión respecto al impacto del evento crítico, preguntando por:
44
2
f) Determinar acciones inmediatas y favorecer conductas adaptativas
Luego de todo lo anterior, hay que ayudar a que las víctimas analicen su escenario, lo que les está
pasando, y los posibles cursos de acción para enfrentar el problema. Se trata de lograr que ellos recuperen
control de si mismos y puedan enfrentar la toma de decisiones.
Objetivos:
Chequear si la persona ha recobrando un cierto control sobre sí misma y está en condiciones de proteger
su integridad física.
Ayudar a la persona a tomar una decisión específica respecto a la próxima acción a realizar o decidir por
ella, según sea su estado psicológico en ese momento.
Si la persona no está en condiciones de hacerse cargo de sí misma, el operador debe coordinarse con
las instancias pertinentes a fin de concretar una alternativa de protección.
Se busca hacer ver a las víctimas que sus reacciones emocionales, sus sufrimientos, son ‘normales’ en
este tipo de situaciones. Eso les ayudará a ‘normalizarse’.
Transmitir a la persona que sus reacciones son esperables de acuerdo a la emergencia que le ha tocado
vivir, teniendo especial cuidado en no desvalorizar ni restar importancia a la situación. Para esto, el operador
rescata la experiencia relatada por la persona y se basa en el listado incluido en el anexo 1.
Plantearle que las reacciones propias de la crisis se van a mantener por algún tiempo y que esto es lo
que generalmente les ocurre a las personas que han pasado por experiencias similares. Por ej: va atener
problemas para descansar, dormir, comer, se va a sentir más tenso de lo habitual, va a tener cambios de
estado de ánimo o va a estar más irritable.
45
2
h) Derivación y seguimiento
Una vez que la persona ya sabe qué hacer en lo inmediato, que ya está entendiendo un poco más sus
emociones, hay que vincularlas con otros recursos de ayuda: encaminarlas para que inicien un proceso de
recuperación o de trabajo con su tema, en el mediano y largo plazo. Algunas de estas personas van a
manifestar problemas más serios que el resto. En el caso de ellas no va a ser suficiente con el apoyo que
usted les ha brindado. Será necesario, en esos casos, derivarlas a especialistas.
La derivación que se realice debe ser clara y con un objetivo explícito en el que la persona este de acuer-
do, teniendo especial cuidado en que no se sienta expulsada.
Se trata de realizar una derivación vincular que incluya los siguientes aspectos:
- Derivar a personas e instituciones conocidas donde el operador sepa que la persona será
acogida. Lo ideal es poder entregar a la persona el nombre de una persona concreta a la que le
pueda decir que fue derivada por el operador.
- Para facilitar este proceso, se puede utilizar las fichas de contacto (ver anexos)
i) Cierre
Al concluir esta breve intervención debe explicitar el compromiso o decisión que asumió la persona, sobre
los pasos que va a dar, y debe hasta que otra persona pueda brindarle contención. Se trata, con todo esto,
de lograr restablecer una cierta capacidad de enfrentamiento de la persona ante las demandas inmediatas
del medio externo.
Objetivo:
46
2
¿Qué opina de estas recomendaciones? ¿Cree que resultan aplicables en los contextos donde usted tiene
que desenvolverse, como rescatista o como voluntario?
Considere que el protocolo breve de intervención que examinamos en el apartado anterior y la versión un
poco más amplia que acabamos de proponerle, son planteados como una “propuesta de trabajo” para
usted.
Analícelos críticamente tomando cuenta lo que le ha apartado su propia experiencia, como miembro de
un equipo de primera respuesta. Esperamos que los resultados de su reflexión se vean reflejadas en la
actividad de cierre de este curso, en la cual lo vamos a invitar a su propio plan de ‘intervención en crisis’.
Antes de enfrentar ese trabajo final, queremos aportarle algunas recomendaciones generales.
Seguridad: Es importante transmitir a los afectados sensación de protección y de bienestar físico. Todas
las acciones que ayuden a generar ese clima son positivas, como: dar un vaso de agua, brindar abrigo, etc.
Proximidad: La atención deber prestarse en los escenarios próximos a la emergencia. Puede ser efec-
tuada en la calle, albergues, estadio, sede comunitaria, iglesia, etc, cualquier lugar próxima que ofrezca
condiciones de privacidad y seguridad.
47
2
Inmediatez: No deje que pase el tiempo. Lo ideal es que comience su intervención durante los primeros
minutos u horas después de ocurrida la emergencia o desastre. Eso será importante para poder aliviar la
sintomatología y prevenir una futura cronicidad.
Expectativas: Transmita información realista a los afectados, para que ellos sepan en qué situación se
encuentran. Sea claro y auténtico, para que confien en usted y para que sientan que usted y sus colegas
tienen relativamente controlada la situación: es importante que los afectados tengan confianza en la
capacidad de la red apoyo para afrontar la situación.
Empoderar: Trate de activar los recursos propios de las persona para afrontar la situación, apelando a
sus propias fortalezas y a sus redes sociales y comunitarias de apoyo. Eso ayudará a que las personas se
recuperen más rápidamente, restableciéndo su nivel anterior de funcionamiento.
En dichas situaciones, la persona puede encontrarse asustada, ansiosa, desorientada e incluso con
sensaciones de irrealidad, de que no es cierto lo que está pasando, por lo que una comunicación
enteramente racional resulta difícil, respondiendo el individuo más bien desde un plano emocional.
48
2
Por esas razones, se recomienda seguir las siguientes pautas:
Dar información e instrucciones: Mantener contacto verbal, sobre todo si se dificulta el contacto
visual o físico, refiriéndose a la persona por su nombre y procurando mantener su atención. Dar
instrucciones en forma calmada, breve y concreta. Es recomendable que a mayor grado de descontrol de la
persona afectada, se emplee un tono de mayor firmeza y sencillez en las instrucciones. A medida que la
persona se ve más calmada y confiada, se le puede ir explicando las operaciones que se van a realizar o se
están realizando a su alrededor (ej; bomberos, carabineros, personal de salud, psicólogos, etc.).
Animar y distraer: Mantener la cooperación del individuo y evitar que interfiera en la operación de
terceros. Reforzarle la atención en lo que se está haciendo o va a hacer, para evitar que la atención de los
afectados se centre en temas que pueden genearar respuestas de ansiedad: la cercanía de cadáveres o
heridos, la presencia de llamas, humo, altura o cualquier situación amenazante, etc.
Se recomienda:
49
2
Que no hacer:
520
Reglas del NO
No moralice o sermonee.
c) La ‘distracción atencional’
Las personas afectadas pueden encontrarse ansiosas, desorientadas, con sensaciones de irrealidad, y
ensimismadas. Ante situaciones como esta última, a menudo pueden comenzar a tener pensamientos
irracionales, que las invaden en forma constante e involuntaria, desbordando los sentimientos de la
persona afectada.
En la medida que estas ideas irracionales vayan en ascenso, la persona puede inclusive llegar al
desmayo o desvanecimiento.
Es aquí donde la técnica de distraer su atención de sus ideas recurrentes, es efectiva. Si usted tiene al
frente a familiares de afectados que desconocen la situación de sus seres queridos, puede aportarle
información de última hora que le puede ser útil, darles bebidas, comidas, todo lo que ayude a interrumpir
estos flujos de pensamientos negativos.
51
2
52
2