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CONTENIDO

I. MARCO CONCEPTUAL ............................................................................................... 1


1.1 ¿QUÉ ES UN FICHA DE ESTUDIO? ......................................................................... 1
1.2 CARACTERÍSTICAS .................................................................................................. 1
1.3 CLASES DE FICHEROS DE ESTUDIO .................................................................... 1
1.4 IMPLEMENTOS TÉCNICOS ..................................................................................... 2
1.5 LOS SISTEMAS DE NOMENCLATURA .................................................................. 2
1.6 LAS FICHAS GUÍA ..................................................................................................... 3
1.7 CONSTRUCCIÓN DE LOS FICHEROS .................................................................... 4
1.7.1 Construcción del fichero bibliográfico ...................................................................... 4
1.7.2 Construcción del fichero conceptual .......................................................................... 4
1.8 CONSTRUCCIÓN DEL FICHERO DE DECANTACIÓN ........................................ 5
II. CONCLUSIONES .......................................................................................................... 6
III. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA ................................................................................ 7
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I. MARCO CONCEPTUAL

1.1 ¿QUÉ ES UN FICHA DE ESTUDIO?


Según (Hernández Díaz, 1996, pág. 122), la ficha es un instrumento que acumula datos e
informaciones suficientes y necesarios para el continuo desarrollo del estudio; esto lo hace
en orden y de acuerdo con una codificación adecuada que ubica las fichas portadoras de tales
datos e informaciones.

Lo esencial en una ficha es el sistema de clasificación que lo hace funcional, y no la caja o


recipiente que por sí sola no dará organización a lo que se coloque en ella.

Cada tipo de ficha requiere al menos un fichero especial y, según lo visto en los dos capítulos
anteriores, debemos considerar la necesidad de una ficha bibliográfica y de una ficha
conceptual. También se requiere una ficha de decantación, que sirve como antesala y
complemento de la ficha conceptual.

1.2 CARACTERÍSTICAS
En cualquiera de los ficheros existe un aditamento que facilita la visualización, la colocación
y el reencuentro de las fichas, y que consiste en una serie de tarjetas llamadas guías, o tarjetas
de pestaña, que sobresalen del resto de las fichas y que llevan anotados en el espacio libre
que sobresale el código, las claves o los símbolos de la nomenclatura del sistema de
clasificación empleado, o sencillamente las palabras o términos de una clasificación temática.

Además, como se aprecia en la gráfica, un fichero puede tener otros aditamentos, como la
caja protectora que previene contra el polvo y la suciedad, la chapa para asegurarlo con llave
una vez que penetre en la caja protectora, la manija para halarlo o empujarlo, y los rótulos
para titularlo e identificarlo.

Estas diferenciaciones se han establecido con base en una pauta técnica, por cuanto lo que
aquí se hace es relatar unas técnicas instrumentales para luego establecer cómo deben
utilizarse estos instrumentos, lo cual constituye técnicas procesales.

1.3 CLASES DE FICHEROS DE ESTUDIO


Según lo establecido, hay tres clases fundamentales de fichas de estudio (el bibliográfico, el
documental y el de decantación), cuyos objetivos son conservar en orden las fichas, facilitar
su recuperación y releerlas en cualquier momento.
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Figura 1. Elementos para un Fichero de Estudio (Fuente: Hernández Díaz, 1996)

1.4 IMPLEMENTOS TÉCNICOS


Para construir un fichero cualquiera se requieren, además de los elementos constitutivos ya
anotados, dos aspectos técnicos de alta funcionalidad: uno de carácter simbólico, el sistema
de nomenclatura, y otro de carácter físico, las fichas guía.

1.5 LOS SISTEMAS DE NOMENCLATURA


Un sistema de nomenclatura consiste en un conjunto organizado de símbolos que identifican
en orden un catálogo de nombres o de títulos y que se denominan nomencladores, los cuales
a la postre van a identificar y a facilitar el reencuentro de los diversos temas o subtemas en
un fichero.
Hay sistemas de nomenclatura ya estandarizados para estos casos, construidos mediante la
combinación de números romanos, números arábigos y letras mayúsculas y minúsculas. Los
números romanos identifican las grandes áreas o temas, los arábigos las partes mayores de
los grandes temas, y las letras se encargan de delimitar cada vez más los pequeños temas y
subtemas derivados. Un ejemplo puede ser el que sigue:
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Nomencladores Temas
I ............................................. Técnicas de estudio
I.1 .......................................... Técnicas instrumentales
I.l.A ....................................... Libros de estudio
I.l.A.a .................................... Libros de texto
I.l.A.b..................................... Libros complementarios
I.1.A.C ................................... Libros de consulta
I.l.B ....................................... Fichas
I.l.B.a .................................... Fichas bibliográficas
I.l.B.b .................................... Fichas conceptuales
I.l.C ....................................... Ficheros
I.l.C.a .................................... Fichero bibliográfico
I.l.C.b .................................... Fichero conceptual
I.l.C.c ..................................... Fichero de decantación
I.2 .......................................... Técnicas procesales (y así sucesivamente)

Así, el sistema de nomencladores llega a ser una clase que identifica los temas y subtemas en
un fichero. Por esta última razón hay que explicar que el sistema sirve como implemento,
ocasionalmente para la construcción de los ficheros, pero que tiene también otras
aplicaciones, como a menudo sucede cuando se habla de la confección técnica de trabajos
monográficos. Asimismo, debe expresarse que su uso en el fichero es opcional, porque los
nombres de los temas y subtemas pueden colocarse en las pestañas de las fichas guías. Sin
embargo, el uso de este sistema tecnifica más cualquier trabajo dándole claridad distributiva.

Un sistema de nomencladores además es arbitrario en cuanto a su composición de símbolos,


y cada quien, al construirlo, puede utilizar los que más le plazcan con tal de que permitan un
orden y una distribución lógicos de temas y subtemas.

1.6 LAS FICHAS GUÍA


Las fichas guía, también llamadas fichas de pestaña, son tarjetas similares a las bibliográficas
y a las conceptuales, pero 1,5 cm más altas, de manera que, al ser colocadas en el recipiente
o caja, sobresalen de las otras con lo que se denomina pestaña.
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En esta pestaña se escriben las palabras, símbolos o nomencladores que expresan el


respectivo sistema de clasificación empleado en cada fichero, y queda visible para facilitar
la ubicación rápida de cualquier autor o cualquier concepto requerido. Este implemento es
obligatorio en la construcción de cualquier fichero.

1.7 CONSTRUCCIÓN DE LOS FICHEROS


En seguida se consideran las modalidades que se emplean para elaborar los tres ficheros más
importantes como técnicas de estudio.

1.7.1 Construcción del fichero bibliográfico


El fichero bibliográfico de estudio es el más pequeño en cuanto a sus dimensiones externas,
y en él quedan consignadas las fichas bibliográficas de estudio, generalmente organizadas
mediante el sistema de clasificación alfabética.

Para construirlo se toma un conjunto de fichas guía, y en la parte sobresaliente de éstas se


imprimen las letras del alfabeto. Luego se colocan en orden alfabético en el recipiente del
fichero, el cual queda automáticamente distribuido en los espacios necesarios para colocar
allí cualquier ficha de referencia bibliográfica, teniendo en cuenta la letra inicial de los
apellidos de los autores.

Para el funcionamiento adecuado del fichero bibliográfico debe tenerse a disposición otro
conjunto de tarjetas, o fichas indicadoras, sin letras y ojalá en otros colores, para ir marcando
los espacios del fichero de los cuales se saquen temporalmente algunas fichas. La presencia
en el fichero de una o varias de estas fichas indicadoras manifiesta que hay fichas
bibliográficas afuera, y que deben reincorporarse al fichero cuanto antes. Si esta ayuda no
existe, generalmente vamos a refundir y a perder fichas bibliográficas con los consiguientes
perjuicios.

1.7.2 Construcción del fichero conceptual


El fichero conceptual de estudio aloja las fichas conceptuales que vayan elaborándose, de
ideas o conceptos ajenos o de ideas o conceptos personales. Sin embargo, hay que anotar que
estas últimas se demoran un poco (tiempo de maduración) antes de integrarlas a este fichero.
La construcción de este instrumento es similar a la del fichero bibliográfico, ya que también
hay que emplear las fichas guía para escribir en los espacios salientes los símbolos o términos
del sistema de clasificación adoptado. Del mismo modo, una vez colocadas las fichas guía
en el orden correspondiente, previa titulación, quedan los espacios (espacios conceptuales) a
ser ocupados por cantidades indeterminadas de fichas conceptuales que correspondan al
mismo tema.

Los sistemas de clasificación más empleados para este fichero son el sistema temático simple
y el sistema de clasificación decimal, o sistema Dewey.
También aquí es recomendable el uso de las fichas indicadoras para establecer, en el fichero,
los sitios de los cuales se hayan podido sacar temporalmente fichas de trabajo.
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Este fichero es tal vez el más importante como instrumento de trabajo para el estudiante, por
cuanto permite la materialización del sistema mental de clasificación y ordenamiento. Por
tanto, este instrumento, bien utilizado, contribuye a remediar una de las fallas más
prominentes de que adolece la mayoría de los estudiantes.

1.8 CONSTRUCCIÓN DEL FICHERO DE DECANTACIÓN


El fichero de decantación tiene este nombre porque realmente sirve para "decantar" las fichas
conceptuales que a él llegan, de la misma manera que en un laboratorio de física se utiliza
una especie de pequeña batea para, mediante ciertos movimientos circulares, hacer bajar al
fondo los elementos más pesados de una mezcla para luego aislarlos. Esta misma función se
realiza con los conceptos e ideas personales que entran al fichero de decantación, los cuales
después de algún tiempo se someten a la crítica imparcial y honesta de nosotros mismos con
el propósito de establecer su verdadero "peso". Es decir, si pasado algún tiempo todavía
siguen siendo tan importantes como nos parecieron cuando los produjimos, entonces se
extraen para pasarlos al fichero conceptual, al sitio que les corresponda, y si el valor que les
dimos inicialmente no se justifica, porque estábamos equivocados, o porque en el transcurso
hemos encontrado la misma idea mucho más explícita en otro autor, o porque simplemente
carece de fundamento, debemos destruirlas ya que no son importantes.

La importancia de esta función por sí sola debe motivar la construcción y utilización de este
tipo de fichero, por cuanto lo que realmente es productivo en nosotros tiene su parte de
ejecución material en este instrumento.

Según estas características, el fichero de decantación tiene que ser de dimensiones similares
a las del fichero conceptual. Asimismo, debe estar organizado como el fichero conceptual en
cuanto a fichas guía, en las cuales se pondrán fechas que marquen lapsos suficientemente
largos para que se produzca la "maduración" necesaria de los conceptos e ideas. Por ejemplo,
puede hacerse una división en lapsos quincenales o mensuales, que sirve de titulación para
las fichas guía, y que al colocarse el fichero determina y delimita espacios que van a ser
ocupados por las fichas de conceptos e ideas propias según las fechas en que se produjeron.

De tiempo en tiempo, y en épocas programadas de antemano si se desea, iremos a nuestro


fichero de decantación para revisar y criticar nuestros conceptos, producidos quince días o
un mes antes. Este procedimiento debería hacerse para una misma ficha en dos o tres
oportunidades sucesivas, es decir, en dos o tres fechas que correspondan a lapsos sucesivos,
para así copar todas las posibilidades de crítica y estar más seguros de que los conceptos e
ideas que al final sobrevivan son buenos y merecen, por tanto, integrar el fichero conceptual
junto con los conceptos e ideas de los autores que nos han servido de orientación en nuestro
conocimiento.

En consecuencia, el sistema de clasificación que se impone para este fichero es el


cronológico, tan simple o más que el alfabético y que por lo mismo no merece mayores
explicaciones fuera de las que se le han otorgado.
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II. CONCLUSIONES

Podemos hacer, para finalizar este corto pero importante ítem, unas cuantas consideraciones
en dos sentidos: uno, desde el punto de vista de la funcionalidad total, de los ficheros, y otro,
en cuanto a las posibilidades de adquisición y construcción de estos instrumentos.

Nótese que los diferentes tipos y modalidades de fichas de estudio y las tres clases de ficheros
que se han visto, constituyen un conjunto estructural cuya funcionalidad depende en alto
grado de cada uno de los elementos particulares que lo conforman. Esto quiere decir que no
podemos contentarnos con usar unos cuantos de estos elementos y dejar de lado los demás,
porque ni estos pocos elementos nos prestarán un buen servicio en sí mismos, ni obtendremos
las ventajas que se pretenden.
En otras palabras, estos elementos constituyen, desde el punto de vista funcional, un conjunto
integrado que en última instancia se manifiesta en la serie tripartita de los ficheros. Su
interpretación y uso en este sentido facilitará enormemente el trabajo, lo acelerará una vez
que nos hayamos habituado al sistema, y proporcionará las demás ventajas que comportan.

Además, en cuanto a las posibilidades que el estudiante tiene para adquirir o construir estos
elementos, debe anotarse que en cualquier ciudad medianamente grande existen siempre
almacenes especializados en esta rama, y por consiguiente pueden comprarse fichas y
ficheros, con todos sus implementos y en todas las dimensiones que se deseen. Sin embargo,
es aconsejable mandar timbrar las fichas con el nombre de las personas que van a utilizarlas,
y, además, debe tenerse presente que, por más que se compren elementos a discreción,
siempre habrá que organizar los ficheros, por ejemplo, titular las fichas guía con los
respectivos títulos o nomencladores. Estas labores son muy útiles porque lo que más
comprensión proporciona acerca de algo es la praxis.
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III. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

 Hernández Díaz, F. (1996). METODOLOGÍA DE ESTUDIO (Segunda ed.). Bogotá,


Colombia: McGRAW-HILL.

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