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Capı́tulo 7: Lógica de predicados y cuantificadores

por G3

Agosto 2014

Resumen
A menudo interesa afirmar que todos, o que solo algunos individuos
de cierto universo, o solo uno, cumplen alguna propiedad. El cálculo
proposicional no es suficiente para expresar todas las afirmaciones
que requerimos en estos casos, ni para decidir sus valores de verdad.
Introducimos aquı́ los elementos básicos del cálculo de predicados y
los cuantificadores lógicos, como las herramientas para abordar esta
problemática.

1 Motivación
Pensemos el siguiente (tı́pico) razonamiento:

Todos los hombres son mortales. Sócrates es un hombre.


Por tanto Sócrates es mortal.

Nadie podrı́a dudar de la validez de este argumento.


Intentemos formalizarlo según el cálculo proposicional: Definimos las
proposiciones

p : Todos los hombres son mortales.


q : Sócrates es un hombre.
r : Sócrates es mortal

1
Entonces el razonamiento del párrado anterior es del tipo siguiente:

p
q (1)
∴ r.

Luego, el razonamiento sobre la mortalidad de Sócrates es válido únicamente


si (1) es V en todo caso. Pero eso no sucede, puesto que la implicación
(1) es contingente. La lógica proposicional es entonces incompetente para
fundamentar este ejemplo sencillo.
Pensemos en otro (tı́pico) razonamiento:

Sócrates es un hombre. Sócrates es griego. Por lo tanto, algunos


hombres son griegos.

Solo un loco pondrı́a en duda la validez de este argumento.


No obstante, del mismo modo que antes, podemos ver rápidamente de
que la lógica proposicional no sirve para fundamentar la validez efectiva de
este argumento.
¿Qué sucede aquı́? Vemos que la estructura del primer razonamiento es
del tipo

Todos los X son Y .


Z es X.
Por tanto X es Z.

Mientras que el segundo es del tipo

X es Y .
X es Z.
Por tanto, existe algún Y tal que es Z.

No podemos demostrar la validez de estos argumentos sólo con la lógica


proposicional, porque ésta no depende de las relaciones entre las premisas
y la conclusión, sino de relaciones entre ciertos objetos que satisfacen las
proposiciones que intervienen en las premisas y la conclusión.
En estas notas exploraremos, muy básicamente, las herreamientas que
nos permiten dilucidar la validez de estos argumentos.

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2 Predicados
Definición 1. Un predicado es un enunciado que expresa una propiedad
entre ciertos objetos. Un predicado se denota con el sı́mbolo p(x) (también
usamos q(x), s(x), P (x), Q(x), etc.) donde p representa la propiedad en
cuestión, y x es una variable que representa a los objetos a los que se
refiere el predicado p. En general, si un predicado se refiere a n objetos,
entonces escribimos p(x1 , ..., xn ).

Usamos predicados para representar propiedades de un solo objeto, o


bien propiedades y relaciones entre diversos objetos.

Ejemplo 1. Los siguientes son ejemplos de predicados:

1. p(x) : x2 − 7x + 10 = 0. 4. r(x) : x es un conjunto finito.

2. q(x, y) : x es divisor de y. 5. T (x, y, z) : si x ≤ y y y ≤ z entonces x ≤ z.

3. S(x) : x2 es impar. 6, u(x) : x > 0.

3 Predicados y proposiciones
Los predicados no son por sı́ mismos proposiciones. Un predicado p(x) no
significa nada, a menos que ubiquemos la variable x dentro de un rango de
significados.
Por ejemplo, los predicados

“p(x) : x ≥ 5” y “q(x, y) : 3x = y”

no son proposiciones puesto que no se puede afirmar de ellas ningún valor


de verdad. En cambio, si tomamos x = 0, entonces “p(0) : 0 ≥ 5” es una
proposición F , pero “p(10) : 10 ≥ 5” es V. También “q(1, 2) : 3 · 1 = 2” es
F, pero “q(0, 0) : 3 · 0 = 0” es V.
Por otra parte, serı́a bastante absurdo si la variable x fuese elegida dentro
del rango dado por los siete colores del arcoiris. No esperamos que una
expresión como “azul ≥ 5” tenga sentido.

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Hemos motivado ası́ la siguiente definición.
Definición 2. Si p(x) es un predicado, llamaremos universo local de significa-
dos (o simplemente universo de significados, o bien, universo de intrepretación)
al rango U de valores que puede tomar la variable x, de tal forma que, para
cada valor particular x = c dentro del universo de significados U, p(c) es
una proposición, que puede interpretarse desde U como V o F .
Ejemplo 2. Consideremos
p(x, y) : x es divisor de y.
Si nuestro universo de significados es el conjunto de los números enteros Z,
entonces p(−2, 6) es una proposición verdadera y p(12, 6) es falsa.
Ejemplo 3. Sea
p(x) : 2 < 3.
Sobre el universo de los números naturales N, (o cualquier otro universo que
contenga a N y admita la relación de orden usual, como por ejemplo R), se
tiene que para cualquier x, p(x) es de hecho una proposición V. A este tipo
de predicados suele llamárseles predicados “constantes”, o de “aridad” cero.
Observación 1. Note que según los ejemplos anteriores, para una misma
proposición podemos considerar más de un universo de significados.
Observación 2. El universo de significados puede ser un conjunto, como
los números enteros Z o los números reales R. Otras veces el universo
local es tan grande que no puede ser abarcado en ningún conjunto (como el
“conjunto” de todos los conjuntos, el cual en realidad, no es un conjunto).
Veremos más detalles de esta observación un poco adelante en el curso.
Convención. Si queremos decir que para algún x sucede que p(x) es
una proposición verdadera, a veces sólo escribimos p(x), y obviamos la frase
“es verdadera”. Si en cambio, queremos decir que p(x) es falsa, entonces
algunas veces sólo escribimos ¬p(x). Por ejemplo, consideremos el predicado
“p(x) : x es par”, sobre el universo de los números naturales N. Si tomamos
x como algún múltiplo de 6, entonces p(x). Si por el contrario, tomamos
x algún impar, entonces ¬p(x). Más especı́ficamente, tenemos por ejemplo
que p(12) y ¬p(9).

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4 Cuantificadores
A partir de un predicado y un universo de significados podemos construir
nuevas proposiciones mediante un proceso que llamamos de “cuantificación”.
Cuantificador universal ∀. Sea p(x) un predicado. Si nos intersa
afirmar que todos los elementos de un determinado universo local satisface
p(x), entonces bastará escribir cualquiera de la siguientes frases
“para todo x, p(x)”,
“p(x), para cualquier x”,
“p(x), para cada x”.
Todas estas frases se abrevian usando el sı́mbolo ∀, el cual se lee “para todo”,
escribiendo la cadena de sı́mbolos:
∀ x (p(x)). (2)
El sı́mbolo ∀ es conocido como cuantificador universal. En una expresión
como (2), decimos que la variable x está gobernada por el cuantificador
universal.
Valor de verdad del cuantificador universal ∀. Dentro de un uni-
verso de significados, la fórmula (2) es una proposición (aquella que afirma
que p(x) es V, para cada x). El valor de verdad de dicha proposición depen-
derá de si, en efecto, p(x) es V sin importar el valor que asuma x dentro del
universo local que estemos considerando. Por tanto, postulamos el siguiente
principio:

 es V si, y sólo si, p(x) es V para cada x.

∀x(p(x))
 es F si, y sólo si, p(x) es F para al menos un x.

Cuantificador existencial ∃. Si en cambio sólo nos intersa afirmar


que existe al menos un valor para x para el cual p(x) es una proposición V,
entonces bastará escribir cualquiera de las siguientes frases:
“existe x tal que p(x)”,
“para algún x, p(x)”,
“p(x), para al menos un x”.

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Lo cual se abrevia con sı́mbolo ∃, el cual se lee “existe”, escribiendo

∃ x (p(x)). (3)

El sı́mbolo ∃ es conocido como cuantificador existencial. En una expresión


del tipo (3), decimos que la variable x está gobernada por el cuantificador
existencial.
Valor de verdad del cuantificador existencial ∃. Dentro de un uni-
verso de significados, la fórmula (3) es una proposición (aquella que afirma
que p(x) es V, para al menos un x). El valor de verdad de dicha proposición
dependerá de si, en efecto, existe al menos un valor para x para el cual p(x)
es una proposición V. Por tanto, postulamos el siguiente principio:

 es V si, y sólo si, p(x) es V para algún x.

∃x(p(x))
 es F si, y sólo si, p(x) es F para cada x.

Cuantificador existencial único ∃!. Es común también la necesidad


de afirmar que existe un único objeto x para el cual la proposición p(x) es
V. Esto es denotado como
∃!x(p(x)), (4)

lo cual se lee “existe un único x tal que p(x)”.


Valor de verdad del cuantificador único existencial ∃!. Dentro
de un universo de significados, la fórmula (4) es una proposición (aquella
que afirma que p(x) es V, para un único x). El valor de verdad de dicha
proposición dependerá de si, en efecto, existe exactamente un valor para x
para el cual p(x) es una proposición V. Por tanto, postulamos el siguiente
principio:

 es V si, y sólo si, p(x) es V para un único x.






es F si, y sólo si, p(x) es F para cada x,

∃x!(p(x))
o bien p(x) y p(y) son proposiciones V,






para al menos dos x y y distintos.

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Ejemplo 4. Sobre el universo de los números reales R,

1. ∀x(x2 ≥ 0) es una proposición V,

2. ∃x(x2 + 1 = 0) es una proposición F,

3. ∃!x(x2 = 0) es una proposición V.

5 Formación de predicados y proposiciones por


medio de predicados
Un predicado es también llamado fórmula bien formada, abreviado fbf. Hay
reglas sintácticas precisas para construir predicados (fbf’s). Aquı́ no nos
detendremos nosotros en esos detalles. Confiaremos siempre en nuestra
experiencia y buen sentido para construir e indentificar predicados (fbf’s).
Únicamente mantendremos siempre presente la siguiente observación
para formar predicados: Supongamos que p(x) es un predicado. Sea q
cualquier proposición que pueda interpretarse sobre algún universo de sig-
nificados. Entonces los siguientes son también predicados:

p0 (x) : ¬p(x)
p1 (x) : p(x) ∨ q,
p2 (x) : p(x) ∧ q,
p3 (x) : p(x) ⇒ q
p4 (x) : q ⇒ p(x).

En general, si F es cualquiera de los conectivos binarios, entonces son pred-


icados.
p(x)Fq y qFp(x)

Más generalmente, si p(x) y q(x) son predicados, y F es un conectivo


binario, entonces

p(x)Fq(x) y q(x)Fp(x),

son también predicados.

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Ejemplo 5. Supongamos que p(x), q(x) y r(s) son predicados. Entonces
los siguientes son también predicados:

p(x) ∧ q(x) ⇒ r(x), p(x) ⇔ q(x), p(x) ∨ [q(x) ⇒ r(x)].

Por otro lado, si p(x, y) es un predicado con dos variables, entonces


podemos formar nuevos predicados con los cuantificadores, de la siguiente
manera,
q(y) : ∀ x (p(x, y)) y r(y) : ∃ x (p(x, y)).
Note que en estos casos, solo la variable x de p(x, y) está gobernada por
alguno de los cuantificadores. Decimos que y es una variable libre

Ejemplo 6. Sea
p(x, y) : x es divisor de y,
sobre el universo de los números enteros Z. Entonces el predicado

q(y) : ∀ x (p(x, y)),

se interpreta como: “todo entero es divisor de y”. Obviamente, no importa


cual sea el valor de y, q(x) es una proposicón falsa.
Por otra parte, el predicado

r(y) : ∃ x (p(x, y)),

se interpreta con la oración: “existe un divisor de y”. Obviamente, no


importa cual sea el valor de y, r(y) es una proposición verdadera.

Ejemplo 7. Sea p(x, y) : x + y = 0 y consideremos el conjunto Z como


universo. Entonces la proposición

∀x∃y!(p(x, y)),

la cual se lee “para todo entero x, existe un único entero y, tal que x+y = 0,
es verdadera.

Los predicados y los cuantificadores sirven también para representar


simbólicamente propiedades inherentes a un determinado universo local. Las
herramientas son los conectivos de la lógica proposicional que ya estudiamos.

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Ejemplo 8. Sean los predicados

p(x, y, z) : xy = z,
q(x, y) : x = y,
r(x, y) : x > y.

Consideremos como universo local el conjunto Z de los números enteros.


Traduciremos a lenguaje simbólico las siguientes proposiciones.

1. Si y = 1, entonces xy = x para cualquier x.


 
∀y q(y, 1) ⇒ ∀x(p(x, y, x)) .

2. Si xy 6= 0, entonces x = 0 y y = 0.
 
∀x∀y ¬p(x, y, 0) ⇒ ¬q(x, 0) ∧ ¬q(0, y) .

3. 5x = 0 si, y sólo si, x = 0.



∀x p(5, x, 0) ⇔ q(x, 2)].

4. No existe solución para x2 = y, a menos que y ≥ 0.



∀y r(0, y) ⇒ ¬(∃x(p(x, x, y)].

5. No es cierto que x = y y x < y.


 
∀x∀y ¬q(x, y) ∧ r(y, x) .

Algunas veces un predicado p(x) puede contener parámetros, los cuales


no son necesariamente elementos del universo de significados desde donde
interpretamos p(x). Tales parámetros determinan también el valor de verdad
que asignamos a p(x) para cada x. Enlistamos un par de ejemplos:

Ejemplo 9. Sea f : R → R una función. Sobre le universo de los números


reales, el valor de verdad de los enunciados

(1) ∀x(f es continua en x) y (2) ∃x(f es continua en x),

9
depende de las caracterı́sticas propias de f . En este caso, el predicado

p(x) : “f es continua en x”,

contiene el parámetro f , el cual pertenece al universo de todas las funciones


reales de variable real. Note entonces que, de hecho, (1) y (2) son predicados
que interpretamos sobre dicho universo.
Por ejemplo, si f (x) = x2 , entonces las proposiciones (1) y (2) se con-
virten en proposiciones verdaderas.
Pero si f (x) = max{n ∈ Z : x < n} (la función escalón), entonces (1)
es F pero (2) es V (¿por qué?).

Ejemplo 10. Sean a, b ∈ R. Sobre el universo de los números reales, el


valor de verdad de los enunciados

(1) ∀x(ax + b = 0) y (2) ∃x(ax + b = 0),

depende de a y b. En este caso, el predicado,

p(x) : ax + b = 0

contiene los parámetros a y b. Note entonces que, de hecho, (1) y (2), son
predicados que interpretamos sobre el universo R2 = R × R.
Por ejemplo, si a = 0 y b = 0, entonces (1) y (2) son proposiciones
verdaderas. Si a = 1 y b = 0, entonces (1) es F y (2) es V. Si a = 0 y b = 1,
entonces (1) y (2) son F.

6 Cálculo de predicados
Sobre el cálculo de predicados y cuantificadores pueden probarse reglas
generales, del mismo modo que hicimos para el cálculo proposicional.

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Primero enunciamos una regla de reemplazo para cuantificadores.

Teorema 1 (Reemplazo). Sean p(x) y q(x) predicados. Sobre un mismo


universo de significados cualquiera, si para todo valor particular de x, p(x)
es (lógicamente) equivalente a q(x), entonces se cumplen las equivalencias

∀x(p(x)) ≡ ∀x(q(x))
∃x(p(x)) ≡ ∃x(q(x)).

Demostración. Si para cada x, p(x) tiene la misma tabla de valores de verdad


que q(x), entonces ∀x(p(x)) tiene la misma tabla que ∀x(q(x)).
Ahora, supongamos que ∃x(p(x)) es V, entonces p(x) es V para algún
x, por lo cual, q(x) es V para ese mismo valor x, ası́ que ∃x(q(x)) es V. De
modo recı́proco, si ∃x(p(x)) es F, entonces para cada x, p(x) es F, por lo
cual, q(x) para cada x. Ası́ que ∃x(q(x)) es F.

Ahora mostramos que los cuantificadores ∀ y ∃ son operadores recı́procos


en el sentido siguiente.

Teorema 2 (Negación de los cuantificadores, Leyes de De Morgan). Sea


p(x) un predicado. Entonces, independientemente del universo de significa-
dos, se cumplen las equivalencias

¬∀x(p(x)) ≡ ∃x(¬p(x)),
¬∃x(p(x)) ≡ ∀x(¬p(x)).

Demostración. Para la primera equivalencia, mostraremos que ¬∀x(p(x)) y


∃x(¬p(x)) tienen la misma tabla de valores de verdad. Supongamos que
¬(∀x(p(x))) es V. Entonces ∀x(p(x)) es F. Por lo tanto, debe existir algún x
tal que no cumple p(x), es decir, para algún x, ¬p(x). Por tanto, ∃x(¬p(x))
es V.
En cuanto a la segunda equivalencia, tenemos,

∃x(p(x)) ≡ ∃x(¬(¬p(x))) (reemplazo)


≡ ¬∀x(¬p(x)). (primera equivalencia).

Por lo tanto,
¬(∃x(p(x))) ≡ ∀x(¬p(x)).

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Ejemplo 11. Sea la proposición (sobre el universo R)

∀x∀y∃z(x < z < y).

Construimos la negación de esta proposición como sigue:

¬∀x∀y∃z(x < z < y) ≡ ∃x(¬∀y∃z(x < z < y))


≡ ∃x∃y(¬∃z(x < z < y))
≡ ∃x∃y∀z¬(x < z < y).

Ahora,
(x < z < y) ≡ (x < z) ∧ (z < y).

Por lo tanto,
¬(x < z < y) ≡ (z ≤ x) ∨ (y ≤ z).

De este modo,

¬∀x∀y∃z(x < z < y) ≡ ∃x∃y∀z((z ≤ x) ∨ (y ≤ z)).

Ahora mostramos una forma equivalente para el cuantificador existencial


único, a partir de los cuantificadores universal y existencial

Teorema 3. Sea p(x) un predicado. Entonces sobre cualquier universo de


significados se cumple la equivalencia

∃!x(p(x)) ≡ [∃x(p(x))] ∧ [∀x∀y(p(x) ∧ p(y) ⇒ x = y)].

Demostración. Supongamos que ∃!x(p(x)) es V. Es claro ası́ que ∃x(p(x))


es V. Pero la condición de existencia es única, por lo que para cada x y cada
y, no puede ocurrir que x 6= y, al mismo tiempo que ocurre p(x) y p(y). Es
decir, la proposición ¬[(p(x) ∧ q(y)) ∨ ¬(x = y)] es V. Pero,

[p(x) ∧ q(y) ⇒ x = y] ≡ ¬[(p(x) ∧ q(y)) ∨ ¬(x = y)].

De modo que ∀x∀y(p(x) ∧ p(y) ⇒ x = y) es V.

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De modo análogo, supongamos que ∃!x(p(x)) es F. Entonces, o bien
∃x(p(x)) es F, o bien, ∃x∃y(p(x) ∧ p(y) ∧ (x 6= y)) es V. En este último caso,
note que

(p(x) ∧ p(y)) ∧ (x 6= y) ≡ ¬[¬(p(x) ∧ q(x)) ∨ (x = y)]


≡ ¬(p(x) ∧ q(x) ⇒ x = y].

de donde

∃x∃y(p(x) ∧ p(y) ∧ (x 6= y)) ≡ ∃x∃y ¬(p(x) ∧ q(x) ⇒ x = y)


≡ ∃x[¬∀y(p(x) ∧ q(x) ⇒ x = y)]
≡ ¬∀x∀y(p(x) ∧ q(x) ⇒ x = y).

Por lo tanto, ∀x∀y(p(x) ∧ q(x) ⇒ x = y) es F .

Enunciamos otras equivalencias importantes.

Teorema 4. Sea p(x) un predicado y sea q una proposición. Entonces se


cumplen las siguientes equivalencias (independientemente del universo de
significados).

(i) ∀x[p(x) ∨ q] ≡ [∀x(p(x))] ∨ q.

(ii) ∃x[p(x) ∨ q] ≡ [∃x(p(x))] ∨ q

(iii) ∀x[p(x) ∧ q] ≡ [∀x(p(x))] ∧ q.

(iv) ∃x[p(x) ∧ q] ≡ [∃x(p(x))] ∧ q.

Demostración. (i). Probaremos que ∀x[p(x) ∨ q] y [∀x(p(x))] ∨ q tienen


la misma tabla de valores de verdad. Supongamos que ∀x[p(x) ∨ q] es V.
Entonces para cada x, p(x) ∨ q es V. Por tanto, para todo x, p(x) es V, o
bien q es V. Analizamos entonces dos casos:
Caso 1. Si ∀x(p(x)) es V, entonces es claro que [∀x(p(x))] ∨ q es V.
Caso 2. Si ∀x(p(x)) es F (i.e., no es cierto que p(x) es V para todo x),
entonces q es V, pero esto implica de inmediato que [∀x(p(x))] ∨ q es V.
En ambos casos, concluimos que [∀x(p(x))] ∨ q] es V.

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Supongamos que ∀x[p(x) ∨ q] es F, entonces para al menos un x, sucede
que p(x) ∨ q es F. Se sigue que para al menos un x, p(x) es F y q es F. Luego,
∀x(p(x)) es F y q es F. Esto es, [∀x(p(x))] ∨ q es F.
Para probar (ii), mostraremos también que ∃x[p(x) ∨ q] y [∃x(p(x))] ∨ q
tienen la misma tabla de valores de verdad. Supongamos que ∃x[p(x) ∨ q] es
V. Significa esto que para algún x, p(x) ∨ q es V, es decir, p(x) es V o bien
q es V. Analizamos dos casos:
Caso 1. Supongamos que ∃x(p(x)) es F. Entonces, p(x) es F, para todo x.
Ası́ que q es V, y por tanto, [∃x(p(x))] ∨ q es V.
Caso 2. Si ∃x(p(x)) es V, es inmediato que [∃x(p(x))] ∨ q es V.
De forma análoga, si ∃x[p(x) ∨ q] es F, entonces p(x) ∨ q es F, para todo
x. Esto es, para cada x, tanto p(x) como q son F. Luego, ∃x(p(x)) es F y q
es F, y por tanto [∃x(p(x))] ∨ q es F.
Para probar (iii), procedemos ası́:

∀x[p(x) ∧ q] ≡ ∀x[¬¬p(x) ∧ ¬¬q]


≡ ∀x[¬(¬p(x) ∨ ¬q)]
≡ ¬∃x(¬p(x) ∨ ¬q)
≡ ¬ ([∃x(¬p(x))] ∨ ¬q)
≡ [¬∃x(¬p(x))] ∧ ¬¬q
≡ [∀x(¬¬p(x)] ∧ q
≡ [∀x(p(x))] ∧ q.

Para probar (iv) se procede de forma análoga. Se deja como ejercicio.

Corolario 1. Sea p(x) un predicado y q una proposición. Entonces se


cumplen las siguientes equivalencias, independientemente del universo de
significados:

i) [∀x(p(x))] ⇒ q ≡ ∃x[p(x) ⇒ q]

ii) ∀x[q ⇒ p(x)] ≡ q ⇒ [∀x(p(x))].

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Demostración. (i). Tenemos,

[∀x(p(x))] ⇒ q ≡ ¬[∀x(p(x))] ∨ q (reemplazo)


≡ [∃x(¬p(x))] ∨ q (De Morgan)
≡ ∃x[¬p(x) ∨ q] (teorema anterior)
≡ ∃x[p(x) ⇒ q] (reemplazo).

La prueba de (ii) es análoga, se deja como ejercicio.

Desde luego, podemos enunciar y probar reglas de inferencia usando


predicados.

Ejemplo 12. Sen p(x) y q(x) predicados. Probaremos que el siguiente ra-
zonamiento es válido (independientemente del universo de significados)

∀x(p(x) ⇒ q(x))
p(a)
∴ q(a).

Debemos probar que la implicación

[∀x(p(x) ⇒ q(x))] ∧ p(a) ⇒ q(a),

es tautologı́a.
Pues bien, la única manera en que esta implicación sea F es que la
proposición [∀x(p(x) ⇒ q(x))] ∧ p(a) sea V y q(a) sea F. Veamos si esto es
posible:
Si [∀x(p(x) ⇒ q(x))]∧p(a) es V, entonces ∀x(p(x) ⇒ q(x)) y p(a) son V.
Es decir, por un lado, para todo x, si p(x) entonces q(x) es una afirmación
V. En particular, si p(a) entonces q(a), es una afirmación V. Como p(a) es
V, se sigue que q(a) es V. De modo que [∀x(p(x) ⇒ q(x))] ∧ p(a) ⇒ q(a)
nunca es F, y por ello es una tautologı́a.

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