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Unidad I

Tema N° 2
DISTINCIÓN ENTRE BIENES MUEBLES E INMUEBLES
SUMMA DIVISSIO RERUM
(Resumen y anotaciones de las clases y libros de Florencia Márquez de Krupij;
José Luis Aguilar Gorrondona; Gert Kummerov; Ovelio Piña Valles y Eloísa
Sánchez Brito)

Nociones Generales
La división de los bienes en muebles o inmuebles constituye lo que el
derecho francés denomina la Summa Divissio Rerum y, dada la influencia del
derecho napoleónico en la legislación civil venezolana, goza de gran relevancia en
el derecho patrio y, por tanto, constituye la principal clasificación en materia de
bienes.
Partiendo de lo señalado por Aguilar Gorrondona[1], desde los orígenes de la
distinción entre los bienes muebles e inmuebles se presentaban tres
características para lograr entender tal clasificación. Tales características serían:
1º) La limitación a los bienes corporales, 2º) Carecían de relevancia jurídica y, 3º)
radicaba la distinción en la naturaleza física de los mismos en cuanto a su carácter
estático o su movilidad.
De acuerdo a este planteamiento, la tercera característica se exterioriza a
través de un número de realidades, según lo indica Kummerov[2], realidades que
se resumen en las siguientes:
Son muebles todos los cuerpos móviles, es decir, aquéllos que pueden
moverse por sí mismos (semovientes) o los que pueden ser desplazados por una
fuerza externa.
Son inmuebles todas aquéllas entidades que no pueden desplazarse ni ser
desplazadas
Posteriormente, con el paso del tiempo, la distinción no solo abarcaba las
cosas corporales, sino que logró extenderse también a los derechos y acciones,
razón por la cual ya, en la actualidad, la clasificación en comento se modifica
sustancialmente y, por tanto, cambian las características tradicionales
mencionadas ut supra, por las planteadas, igualmente, por Aguilar[3], a saber: 1º)
Alcanza a las cosas, derechos y acciones, 2º) Goza de gran relevancia jurídica, 3º)
Se le brinda mayor importancia a los inmuebles y, 4º) Se debe entender la
distinción de acuerdo a lo dispuesto por las normas jurídicas positivas.

Clasificación de la Summa Divissio Rerum en el derecho venezolano


Tal y como se mencionó al principio de este tema, la legislación civil
venezolana está influenciada por el Código Napoleónico, es decir, el derecho civil
francés, el cual plantea la división de las cosas en muebles e inmuebles; se deja
ver este planteamiento en el artículo 525 del Código Civil Venezolano, dispositivo
técnico legal que forma parte del Título I del Libro Segundo, De los Bienes.
El referido artículo señala que “Las cosas que pueden ser objeto de
propiedad pública o privada son bienes muebles e inmuebles.”
Ahora bien, tal clasificación no puede quedar satisfecha con la mencionada
disposición. Cada categoría debe ser analizada por separado para lograr
comprender la extensión de la misma y el avance jurídico que se verifica en la
consagración de los derechos y las acciones junto a los bienes corporales, que va
mucho más allá del otrora y simple fundamento en lo material y movilidad.

1. Bienes Inmuebles
Definir el concepto de los bienes inmuebles llevaría a considerar que son
aquéllas entidades que no pueden moverse ni por sí solas, ni por una fuerza
externa, sin embargo, esta definición no satisface al amplio desarrollo que la
legislación venezolana ha dado al respecto.
En ese sentido, y tal como lo plantea Eloísa Sánchez Brito[4], resultaría más
puntual considerar como bienes inmuebles a aquéllas entidades que, por su
naturaleza, prestan su utilidad permaneciendo fijas y, también, las cosas que
brindan un servicio a su titular, sin que sea necesario que permanezcan fijas.
Con lo ya señalado, el artículo 526 del sustantivo civil indica que “Los bienes
son inmuebles por su naturaleza, por su destinación o por el objeto a que se
refieren.”, razón por la cual se hace necesario el estudio de cada una de las
categorías que indica la ley.

a) Inmuebles por su Naturaleza: De acuerdo a la tesis de Kummerov[5],


los inmuebles por su naturaleza son todas aquéllas entidades corporales cuya
movilización inmediata no puede realizarse, ni por sí solas, ni por una fuerza
externa.
Tiene su consagración legal en el artículo 527 del Código Civil Venezolano,
el cual se transcribe a continuación:
Artículo 527.- Son inmuebles por su naturaleza:
Los terrenos, las minas, los edificios y, en general, toda construcción adherida de
modo permanente a la tierra que sea parte de un edificio.
Se consideran también inmuebles:
Los árboles mientras no hayan sido derribados;
Los frutos de la tierra y de los árboles, mientras no hayan sido cosechados o
separados del suelo;
Los hatos, rebaños, piaras y, cualquier otro conjunto de animales de cría, mansos
o bravíos, mientras no sean separados de sus pastos o criaderos;
Las lagunas, estanques, manantiales, aljibes y toda agua corriente;
Los acueductos, canales o acequias que conducen el agua a un edificio o terreno
y forman parte del edificio o terreno a que las aguas se destinan.
Como se puede apreciar, destaca, en primera instancia, el suelo y todo
aquello que está adherido o sujeto a él, cuestión que es lógica, en virtud de que
los mismos no pueden desplazarse ni ser desplazados. Sin embargo, merece
especial atención el párrafo que hace mención a los conjuntos de animales.
En este aspecto, si bien es cierto que los animales, por su naturaleza, son
cosas muebles por poderse desplazar por sus propios medios, el legislador aplica
la regla de “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”. Es por tal motivo que se
consagra como inmueble a los animales que cumplen su función principal de
producir, siempre y cuando no estén separados de “sus pastos o criaderos”.
b) Inmuebles por su Destinación: Son entidades que, aún siendo
muebles por su naturaleza, su titular “destina” a favor de un fundo, es decir, un
inmueble por su naturaleza.
Es, como lo expresa Ovelio Piña[6], “una ficción legal”, puesto que,
nuevamente se aplica el principio que reza que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal. En ese orden de ideas, todos aquellos muebles que son destinados al
suelo, es decir, para beneficio del suelo, serán reputados también como
inmuebles, porque el titular así los ha destinado.
Esta categoría tiene su consagración legal en los artículos 528 y 529 del
Código Civil Venezolano, los cuales se transcriben para su conocimiento:
Artículo 528.- Son inmuebles por su destinación: las cosas que el propietario del
suelo ha puesto en él para su uso, cultivo y beneficio, tales como:
Los animales destinados a su labranza;
Los instrumentos rurales;
Las simientes;
Los forrajes y abonos;
Las prensas, calderas, alambiques, cubas y toneles;
Los viveros de animales.
Artículo 529.- Son también bienes inmuebles por su destinación, todos los objetos
muebles que el propietario ha destinado a un terreno o edificio para que
permanezcan en él constantemente, o que no se puedan separar sin romperse o
deteriorarse o sin romper o deteriorar la parte del terreno o edificio a que estén
sujetos.
Como se puede observar, concluyendo la información suministrada, los
inmuebles por su destinación son todos aquellos muebles por su naturaleza que el
propietario destina a un inmueble que también le pertenece.
Para ser considerados como tal se requiere:
Que exista un bien mueble y un bien inmueble por su naturaleza.
Que pertenezca a la misma persona, natural o colectiva.
Que el bien mueble esté destinado al servicio del inmueble, de acuerdo al
uso normal de las cosas.
Que la destinación tenga carácter permanente, aunque no quiere decir que
sea perpetuo.
Los bienes inmuebles por su destinación empiezan a ser reputados como tal
desde el momento en que, real y efectivamente, el propietario destina el bien
mueble al servicio del inmueble y dejará de serlo por tres causas, 1º) que el
propietario voluntariamente lo retire, 2º) que perezca el bien mueble y, 3º) cuando
cambie el destino de la cosa principal.
Esta modalidad de inmuebles tiene interés práctico en los siguientes
aspectos:
En relación con la los contratos de compra – venta, el artículo 1.495 del
Código Civil Venezolano compila al vendedor a hacer entrega de la cosa objeto
del negocio jurídico con todos aquellos accesorios y bienes destinados para su
uso.
Con relación al contrato de permuta, por ser un medio de transmisión de
la propiedad, el artículo 1.563, ejusdem, señala que la misma regla aplicada a los
contratos de compra – venta en el dispositivo técnico legal 1.495, señalado ut
supra, tendrá validez para la permuta.
En materia de legados, el artículo 393 del sustantivo civil dispone que si
se lega una cosa, se deberá entregar con todos los inmuebles por su destinación
que formen parte de ella, en caso de haberlos.
En materia de Hipoteca, dispone el artículo 1.880 que la hipoteca se
extiende también a todos los accesorios del inmueble hipotecado.

c) Inmuebles por el Objeto a que se refieren: He aquí la extensión de


la distinción a los derechos y acciones. Esta modalidad es precisamente la que
consagra a las cosas incorporales también como bienes inmuebles, siempre que
tengan por objeto cosas inmuebles.
Tiene su consagración positiva en el artículo 530, el cual reza lo siguiente:
Son inmuebles por el objeto a que se refieren:
Los derechos del propietario y los del enfiteuta sobre los predios sujetos a
enfiteusis;
Los derechos de usufructo y de uso sobre las cosas inmuebles y también el de
habitación;
Las servidumbres prediales y la hipoteca;
Las acciones que tiendan a reivindicar inmuebles o a reclamar derechos que se
refieran a los mismos.
Se entiende entonces que, si bien es cierto que es imposible catalogar a los
derechos y acciones como bienes muebles o inmuebles, el legislador ha querido
plasmarlos en esta categoría, atendiendo, como lo señala Aguilar[7], a la
naturaleza del objeto sobre el cual surte sus efectos.

2. Bienes Muebles: Una definición común tradicional o sencilla de los bienes


muebles pudiera tomarse del trabajo de Ovelio Piña[8], a saber, “Que se puede
mover”, “Susceptible de ser trasladado de un sitio a otro” o “Que puede cambiar de
lugar”. Sin embargo, suelen aplicarse las mismas reglas de los bienes inmuebles,
pues no solo debe atenderse al aspecto físico o a la posibilidad de movilización,
sino que también se consagran los derechos y acciones dentro de esta categoría,
como se verá oportunamente.
El legislador venezolano presenta dos clases de bienes muebles en el
artículo 531 del Código Civil, al estatuir que “Los bienes son muebles por su
naturaleza, por el objeto a que se refieren o por determinarlo así la Ley.”

a) Muebles por su Naturaleza: Le ley define claramente esta categoría,


de manera que el artículo 532 señala que “Son muebles por su naturaleza los
bienes que pueden cambiar de lugar, bien por sí mismos o movidos por una fuerza
exterior.”

b) Muebles por el Objeto a que se refieren o por Determinarlo así la


Ley: El razonamiento al respecto es idéntico al señalado en el artículo 530, el cual
estatuye los inmuebles por el objeto a que se refieren. Ciertamente, los derechos y
acciones que tienen por objeto bienes muebles con reputados también como
bienes muebles.
En ese sentido, el artículo 533 del Código Civil es el que brinda la
consagración legal de esta categoría en los siguientes términos.
Artículo 533.- Son muebles por el objeto a que se refieren o por determinarlo así la
Ley, los derechos, las obligaciones y las acciones que tienen por objeto cosas
muebles; y las acciones o cuotas de participación en las sociedades civiles y de
comercio, aunque estas sociedades sean propietarias de bienes inmuebles. En
este último caso, dichas acciones o cuotas de participación se reputarán muebles
hasta que termine la liquidación de la sociedad.
Se reputan igualmente muebles las rentas vitalicias o perpetuas a cargo del
Estado o de los particulares, salvo, en cuanto a las rentas del Estado, las
disposiciones legales sobre Deuda Pública.
En el artículo siguiente se deja una disposición que para algunos
doctrinarios, como es el caso de Florencia Márquez de Krupij[9], no es necesaria.
La misma señala que “Los materiales provenientes de la demolición de un edificio
y los reunidos para construir uno nuevo, son muebles mientras no se hubieren
empleado en la construcción.” Ciertamente es innecesaria, porque se deduce que
al construir un edificio, éste se adhiere a la tierra y pasa a ser un inmueble por su
naturaleza
El mismo legislador ha consagrado también algunas normas interpretativas,
de manera que en el ejercicio práctico no se presenten confusiones sobre la
materia mobiliaria. Dichas normas se encuentran contenidas en los artículos 535 y
536, teniendo como colofón el artículo 537.
Estos artículos rezan lo siguiente:
Artículo 535.- La palabra mueblaje, comprende los muebles destinados al uso y
adorno de las habitaciones, como tapices, camas, sillas, espejos, relojes, mesas,
porcelanas y demás objetos semejantes.
Comprende también los cuadros y las estatuas que forman parte de los muebles
de una habitación, pero no las colecciones de cuadros, estatuas, porcelanas, ni las
que ocupan galerías o cuartos particulares.
Artículo 536.- La expresión casa amueblada, comprende sólo el mueblaje; la
expresión casa con todo lo que en ella se encuentra, comprende todos los objetos
muebles, exceptuándose el dinero o los valores que lo representen, los créditos u
otros derechos, cuyos documentos se encuentren en la misma.
Artículo 537.- Las disposiciones contenidas en los dos artículos anteriores no
tendrán aplicación cuando las expresiones a que se refieren resulten con un
sentido diferente en la intención de quien las empleare.
Estas normas se consagran con el fin de interpretar la intención de quienes
hacen uso de ellas en instrumentos jurídicos y evitar los inconvenientes que se
presentaban comúnmente en la práctica al confundir las expresiones, quedando
inaplicables cuando tengan una sentido diferente, según lo dispone el citado
artículo 537.

Importancia práctica de la distinción


Tomando como base la obra de Eloísa Sánchez Brito[10], la clasificación de
los bienes en muebles e inmuebles presenta para el régimen jurídico venezolano
la siguiente importancia práctica:
1. En materia de publicidad formal y registral, todo acto entre vivos que
tengan por objeto bienes inmuebles deben ser registrados, solo los muebles como
vehículos, naves y aeronaves están sometidos a la misma formalidad. (Art. 1.920
C.C.V.)
2. La prescripción adquisitiva también varía de acuerdo a esta clasificación,
por lo que los inmuebles se prescriben al transcurrir 20 años, en el caso de
posesión legítima o al transcurrir 10 años, en el caso de posesión de buena fe (Art.
1.979 C.C.V.). Los bienes muebles se prescriben a los 2 años, conforme al artículo
1.986 del Código Civil.
3. Respecto del régimen de garantías, la hipoteca procede solo sobre bienes
inmuebles, en tanto que la prenda se configura sobre los bienes muebles.
Sin embargo, a pesar que, en principio, la hipoteca procede sobre bienes
inmuebles, la Ley de Hipoteca Mobiliaria y Prenda sin Desplazamiento de
Posesión dispone en su artículo 21 que pudiera recaer también sobre muebles, en
los siguientes términos:
Sólo podrán ser objeto de hipoteca:
1° Los establecimientos mercantiles o fondos de comercio.
2° Las motocicletas, automóviles y camionetas de pasajeros, autocares,
autobuses, vehículos de carga, vehículos especiales y otros aparatos aptos para
circular. Podrán también hipotecarse las locomotoras y vagones de ferrocarril.
3° Las aeronaves.
4° La maquinaria industrial.
5° El derecho de autor sobre las obras de ingenio y la propiedad industrial.
No son susceptibles de hipoteca el derecho de hipoteca mobiliaria ni los bienes
especificados en el artículo 51 de esta Ley.
Parágrafo Único: Las garantías sobre naves, serán objeto de una Ley especial.
Del mismo modo, la prenda se constituye sobre bienes muebles,
trasladándose la posesión plena de los mismos a quien se constituya como
acreedor prendario, no obstante, el
1º.- Los frutos pendientes y las cosechas esperadas.
2º.- Los frutos o productos ya cosechados o separados del suelo.
3º.- Los animales de cualquier especie, así como sus crías y productos derivados.
4º.- Los productos forestales cortados o por cortar.
5º.- Las máquinas, herramientas, aperos, útiles y demás instrumentos de las
explotaciones agrícolas, pecuarias y forestales.
6º.- Las máquinas y demás bienes muebles que, no reuniendo los requisitos
exigidos por el artículo 42 de esta Ley y no formando parte de una explotación
agrícola, pecuaria o forestal, sean susceptibles, sin embargo, de suficiente
identificación por razón de sus propias características, tales como marca, modelo,
número de fábrica u otras semejantes.
7º.- Las mercaderías, productos elaborados y materias primas almacenadas.
4. Con relación a las medidas preventivas o ejecutivas, los embargos
preventivos sólo pueden recaer sobre bienes muebles, no así con los embargos
ejecutivos, los cuales recaen sobre bienes muebles e inmuebles. La medida de
secuestro, igualmente, puede recaer sobre muebles e inmuebles, en tanto que la
prohibición de enajenar y gravar sólo se constituye sobre inmuebles.
5. Tiene interés también en materia de competencia judicial territorial. El
Código de Procedimiento Civil señala en su artículo 40 que las demandas relativas
a bienes muebles se interpondrán en el domicilio del demandante, en tanto que el
artículo 42 indica que los libelos sobre bienes inmuebles se presentarán 1º) En el
lugar donde se encuentre el bien, 2º) En el domicilio del demandado o, 3º) Donde
se haya celebrado el contrato, de encontrarse allí el demandado, todo a elección
del demandante.
6. En materia de posesión el artículo 794 del Código Civil otorga a la posesión
de buena fe sobre bienes muebles el mismo valor que el título sobre los
inmuebles.
Entre otras que se verán en el transcurso del desarrollo de la materia.

Casos de Patrimonio Separado en el ordenamiento jurídico venezolano

1. Patrimonio Separado por vía de la Herencia aceptada a Beneficio de


Inventario: Tomando en consideración lo pautado en el artículo 1.036 del
Código Civil Venezolano se evidencia, claramente, que el titular de la
herencia aceptada a beneficio de inventario solo está obligado al pago de
las deudas de la herencia o legados hasta la concurrencia de los bienes
tomados.

Artículo 1.036.- Los efectos del beneficio de inventario consisten en dar al


heredero las ventajas siguientes:

No estar obligado al pago de las deudas de la herencia ni al de los legados, sino


hasta concurrencia del valor de los bienes que haya tomado, y poder libertarse de
unas y otras abandonando los bienes hereditarios a los acreedores y a los
legatarios.
Tal definición reza, “Es la Universalidad de bienes muebles o inmuebles, que
conforman tanto el activo como el pasivo de una persona, sea natural o jurídica y
susceptibles de una valoración económica.”
Es decir, se conforma una masa, un conjunto de bienes que bien pudieran
ser el haber como el deber de una persona, que brinde la posibilidad de ser
valorados económicamente.

No confundir sus bienes personales con los de la herencia, y conservar contra ella
el derecho de obtener el pago de sus propios créditos.

2. Patrimonio Separado por vía de la Separación de los bienes del


causante y los del heredero a favor de los acreedores: En
contraposición a la herencia aceptada a beneficio de inventario, los
acreedores del causante pueden solicitar la separación de los bienes de
éste de los de los herederos, con el fin de garantizar el cumplimiento de sus
acreencias. Así lo señalan los artículo 1.049 y 1.050, ejusdem.

Artículo 1.049.- Los acreedores de la herencia y los legatarios, pueden pedir la


separación del patrimonio del de cujus y el del heredero, aun cuando tengan una
garantía especial sobre los bienes de la herencia.

Artículo 1.050.- La separación tiene por objeto el pago, con el patrimonio del de
cujus, a los acreedores y a los legatarios que la han pedido, con preferencia a los
acreedores del heredero.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL131

La responsabilidad patrimonial es el fenómeno por el cual los bienes del deudor están
sometidos a las acciones ejecutivas de sus acreedores, quienes pueden ver satisfechas
sus acreencias sobre los bienes del deudor, a raíz del incumplimiento de éste.
Consagrada en el artículo 1863 CC:"EI obligado personalmente está sujeto a cumplir
su obligación con todos sus bienes habidos y por haber". Con respecto a los bienes que
son objeto de la responsabilidad patrimonial, por cuanto el patrimonio es variable, se
ha afirmado que lo correcto sería señalar que el obligado responde por el
incumplimiento de sus obligaciones con los bienes que cuente para el momento en que
se produce la ejecución132, lo cual parece lógico, dado que la expresión bienes habidos,
que son los que tenía para el momento de contraer la obligación, atiende a un
momento pasado y por ello algunos podrían haber dejado de formar parte del
patrimonio por causas materiales o jurídicas (destrucción, venta, donación, etc.), para
el momento en que se hace efectiva la responsabilidad patrimonial de manera forzosa.

Como complemento de lo anterior, el artículo 1864 del CC venezolano indica: "Los


bienes del deudor son la prenda común de sus acreedores, quienes tienen en ellos un
derecho igual, si no hay causas legítimas de preferencia. Las causas legítimas de
preferencia son los privilegios y las hipotecas". La idea de la responsabilidad
patrimonial confirma que se responde con ese conjunto de relaciones patrimoniales,
esto es, el activo responde del pasivo, a los fines de satisfacer la agresión de los
acreedores. Aunque una persona puede llegar atener simultáneamente más de una
masa patrimonial, por constituir universalidades o patrimonios separados133.

Se afirma que el patrimonio es una institución jurídica que fue elaborada para explicar,
entre otros, los problemas o situaciones relativas a la responsabilidad patrimonial, la
subrogación real y la herencia134. El patrimonio constituye la llamada prenda común de
los acreedores, esto es, propicia la responsabilidad patrimonial del deudor con todos
sus bienes, excepto los que son inalienables o inembargables135. La persona no tiene
un derecho de propiedad sobre su patrimonio sino que es titular del mismo136. Se
aprecia asíque la idea de patrimonio está indisolublemente ligada la "responsabilidad
patrimonial", esto es, a la sujeción de los bienes del deudor frente a la agresión de sus
acreedores.

5. El Hogar legalmente constituido: El artículo 632 del sustantivo civil


dispone lo siguiente “Puede una persona constituir un hogar para sí y para
su familia, excluido absolutamente de su patrimonio y de la prenda común
de sus acreedores.” De acuerdo con Kummerov[9], el hogar constituye un
caso típico del patrimonio separado que lo excluye, totalmente, del
patrimonio del beneficiario y de la garantía general de los acreedores.
El objeto del hogar se desprende del artículo 635 “El hogar puede ser una
casa en poblado o fuera de él, o una casa con tierras de labor o cría, siempre que
esté destinada a vivienda principal de la familia.”

Requisitos para constituir un inmueble en Hogar

1. Requisitos de fondo

a. Que el constituyente sea mayor de edad y que tenga la libre


disposición de sus bienes.

b. Que el constituyente sea el legítimo propietario del inmueble.

c. Que el inmueble esté libre de gravamen.

2. Requisitos de forma

a. Solicitud. Artículo 637.- La persona que pretenda constituir hogar,


deberá ocurrir por escrito al Juez de Primera Instancia de la
jurisdicción donde esté situado el inmueble destinado para aquel
objeto, haciendo la declaración correspondiente con designación
clara y precisa de las personas a cuyo favor lo constituya, si tal fuere
el caso, y así mismo expresar la situación, cabida y linderos del
predio y demás datos que tiendan a describir dicho inmueble.

Con la solicitud mencionada acompañará su título de propiedad, y una certificación


expedida por el Registrador respectivo relativa a los últimos veinte (20) años, para
comprobar que no existe gravamen vigente sobre el inmueble que se va a
constituir en hogar.
b. Valoración. Artículo 638.- El Juez de Primera Instancia mandará a
valorar el inmueble por tres (3) peritos, elegidos uno por el
solicitante, otro por dicho Magistrado y el tercero por los mismos dos
peritos o por el Juez, cuando aquéllos no estuvieran de acuerdo. Sin
embargo, el interesado podrá convenir en que el justiprecio lo haga
un solo perito nombrado por el Juez.

El mismo Juez ordenará que se publique por carteles la solicitud, en un periódico


de la localidad, durante noventa (90) días, una vez cada quince (15) días, por lo
menos, y si no hubiese ningún periódico en ella, en el que se edite en alguna de
las poblaciones cercanas.

c. Declaratoria. Artículo 639.- Transcurridos los noventa días de la


publicación referida, y llenas las formalidades exigidas en los
artículos precedente, sin haberse presentado oposición de ningún
interesado, el tribunal declarará constituido el hogar en los términos
solicitados, separado del patrimonio del constituyente, y libre de
embargo y remate por toda causa u obligación, aunque conste de
documento público o de sentencia ejecutoriada; y ordenará que la
solicitud y declaratoria se protocolicen en la Oficina de Registro
respectiva, se publiquen por la prensa tres veces, por lo menos, y se
anoten en el Registro de Comercio de la jurisdicción.

Mientras no se haya cumplido con todas estas formalidades, el hogar no producirá


los efectos que le atribuye la Ley, y si ellas no se hubieren realizado en el término
de noventa días, quedará sin lugar la declaratoria del Tribunal.

Si antes de la declaración judicial hubiere oposición, el Tribunal la resolverá por


los trámites del juicio ordinario.
Efectos Jurídicos de la constitución de Hogar

Queda fuera de la prenda común de los acreedores.

Artículo 640.- El hogar no podrá enajenarse ni gravarse sin oírse


previamente a todas las personas en cuyo favor se haya establecido, o a
sus representantes legales, y con autorización judicial, que no dará el
Tribunal sino en el caso comprobado de necesidad extrema, y sometiéndola
a la consulta del Tribunal Superior.

Beneficiarios del Hogar

Figuran dentro de la legislación civil venezolana los siguientes:

Artículo 636.- Gozarán del hogar las personas en cuyo favor se haya constituido; y
si esto no consta claramente, serán beneficiarios el cónyuge, los ascendientes que
se encuentren en estado de reclamar alimentos, los hijos mientras permanezcan
solteros, y los hijos mayores entredichos o inhabilitados por defecto intelectual.

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