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Anotaciones iniciales, a manera de mapear el terreno, del cuarto

capítulo de Sobre la Pluralidad de Mundos.

Buenas o malas preguntas, como respuestas a Kripke.


-Lewis menciona que, según Peter van Inwagen, el problema de la identidad a
través de los mundos posibles es un problema que no merece atención. La opinión
central es la de Alvin Plantinga.
-Lewis acepta la opinión de van Inwagen y, por lo tanto, la de Alvin Plantiga.
-Lewis sostiene que el problema tiene distintas formulaciones y que, a menudo,
estas se prestan a malinterpretaciones y a respuestas incorrectas.
-La primera anotación que debe hacerse es sobre el nombre del problema: está
incorrectamente nombrado. Así como es posible que una aerolínea se llame
“Transmundana”, eso no quiere decir que haga viajes a otros mundos.
-La segunda anotación es que no se debe suponer que existe un problema sobre el
concepto de identidad: “Nunca lo hemos tenido”.
-La identidad puede resumirse de esta forma: “Todo es idéntico a sí mismo, no hay
nada nunca que se idéntico a ninguna otra cosa excepto a sí mismo; nada puede
dejar de serlo nunca. Dos cosas no pueden ser idénticas”.
-Es posible plantear varios problemas en términos de identidad, pero esto, como se
ha dicho de las Aerolíneas Transmundanas, no son necesariamente problemas
sobre identidad.
-Un primer problema, en términos de identidad, es el siguiente: ¿Alguna vez, dados
dos mundos, tiene una sola parte en común? Reformulando: ¿Sucede alguna vez
que una parte que pertenece a un mundo es idéntica a una parte que pertenece a
otro mundo? Esta es la pregunta del traslape en términos de identidad. Para Lewis,
no es una pregunta sobre identidad.
-Una segunda buena pregunta es la siguiente: ¿Puede una cosa estar parcialmente
en dos mundos? Es decir, ¿puede haber identidad entre cosas que están en
mundos distintos? Reformulando para su mejor entendimiento. Dado un mundo A y
un mundo B, ¿existe una entidad x, tal que x se encuentre tanto en A como en B al
mismo tiempo? De otra manera: ¿una entidad x en A es idéntica a la entidad x en
B? Esta pregunta es sobre mereología, es decir, sobre la relación entre las partes y
el todo. En sentido mereológico: ¿La suma mereológica debe ser restringida a un
mundo?
-Una pregunta de interés para el realista modal como para el sustitutivista es la
siguiente: ¿Existe alguna entidad que exista de acuerdo con dos mundos posibles?
En términos identitarios: ¿Existe identidad entre alguna entidad x que existe en un
mundo A y una entidad r que existe en un mundo B? Para Lewis la respuesta es
positiva: sí y sucede muy seguido. La respuesta es sencilla. Supongamos a Donald
Trump de este mundo y de otros mundos, son idénticos; el Trump de este mundo
ganó las elecciones y el Trump de otro mundo no resultó victorioso. Esto no debe
generar atención o no merece ser un problema real.
-Un problema que sí merece importancia es el siguiente: ¿Qué significa que Donald
Trump exista de acuerdo con un mundo?, ¿qué es la representación de re?, ¿cómo
es que un mundo, lo que sea que este es, representa a Donald Trump? La respuesta
inmediata es que Trump es parte de un mundo y también lo es de otros mundos,
por lo tanto, varios mundos se traslapan para tener a Trump como parte. ¿Cuál es
el problema con esta propuesta? Que Trump tendría distintas propiedades a la vez
en mundos que se traslapan y estas pueden entrar en conflicto. Mediante una
representación visual:

w1 w2

w3

Tanto en w1, w2 y w3, Trump (x) es representado con distintas propiedades (a la


vez), es decir, en w1 Trump tiene la propiedad de medir un metro con 90 centímetros,
pero en w2, Trump tiene la propiedad de medir un metro con 50 centímetros. ¿Cómo
es que esto puede ser una respuesta satisfactoria? Para Lewis no lo es.
-Una mejor respuesta es que otros mundos representan a Trump in absentia de la
misma forma en la que una figura de cera puede representar a Trump en este
mundo. A estas representaciones en otros mundos, Lewis las llama “contrapartes”.
Una contraparte puede ser una figura de cera en otro mundo o un holograma; todas
estas formas representan de re a Trump: “Esta es la teoría de contrapartes, la
respuesta que yo defiendo a la pregunta sobre cómo un mundo representa de re”.
-Lewis critica a la teoría sustitutivista pues, según algunos filósofos, recupera mejor
la intuición sobre la modalidad de re tiene que ver con la cosa misma y no, por
ejemplo, con alguna contraparte. Esto es lo que Kripke sostuvo en El Nombrar y la
Necesidad con la popular Humprey Objection.
-Lewis sostiene que tanto realistas modales como sustitutivistas están de acuerdo
que existen otros mundos (concretos o sustitutos), según los cuales Trump no es
presidente de Estados Unidos pero el Trump de este mundo no forma parte de todos
esos mundos distintos: es justo porque no es este Trump, que Trump en otros
mundos puede ser representado como no siendo presidente.
-La teoría de contrapartes posibilita la atribución de propiedades modales al Trump
actual, es decir, que valida decir con verdad de Trump, que pudo perder.
Inversamente, una contraparte perdedora de Trump tiene la propiedad modal de ser
presidente.
-Para Lewis, la teoría de contrapartes puede recuperar, hasta cierto punto, la
intuición de que Trump mismo (este Trump) es también el mismo que pierde en otro
mundo posible. ¿Cómo lo hace? Afirmando que “Donald Trump” nombra a la suma
mereológica irrestricta de todos los Trumps a través de los mundos posibles. Así,
sería correcto afirmar que Trump se encuentra en varios mundos de manera parcial
pero no de forma completa; Lewis terminará por rechazar esta posición por más
satisfactoria que parezca.
-Una última pregunta y, al parecer la más relevante, versa sobre la posible
identificación entre la representación de re y la representación cualitativa. Dado que
hay una diferencia (el menos conceptual) entre estas, Lewis se pregunta si lo
cualitativo determina a la representación de re. ¿Qué son estas formas de
representación? Mientras la vía cualitativa es una forma de representar, de acuerdo
con un mundo, que los elementos conformantes son dados de cierta manera,
acomodados en algún sentido y con relaciones causales de cierto tipo, la
representación de re se ocupa de lo que es verdadero en un mundo, de acuerdo
con ciertas entidades (como Trump). En suma, Lewis se cuestiona si la
representación de re es condicionada por lo cualitativo, en el sentido de si es
verdadero que Trump puede ser representado de re, a través de descripciones
cualitativas. Este es el tema del ecceitismo.
-En suma, retomando las claras palabras de Eduardo García- Ramírez (traductor al
español de On the Plurality of Worlds):
De acuerdo con la formulación del propio Lewis en SPM, aceptar el ecceistimo es
aceptar la tesis de que puede haber diferencias entre los individuos aun si no hay
diferencias cualitativas entre invididuos. Así, por ejemplo, podemos imaginar un
mundo donde Nixon tiene todas las propiedades cualitativas de Kripke en el mundo
actual, de manera que el Nixon de este mundo y el Kripke del nuestro son
cualitativamente indistinguibles. No obstante, según esta hipótesis, son objetos
distintos. Todo parece indicar que la teoría de la referencia de Kripke, junto con su
noción de designación rígida, tienen como consecuencia la aceptación de esta tesis
ecceitista.

-Las secciones posteriores se encargarán de ofrecer una respuesta en contra del


traslape, es decir, que un individuo se encuentre en uno y varios mundos (que es
una de las preguntas relevantes para Lewis) así como exponer en qué sentido el
traslape es parte de la lógica modal cuantificada y una posición contraria al
ecceitismo.
-La conjunción de estas tesis lewisianas se tomarán como la respuesta al trabajo de
Kripke que se desarrollaría en el capítulo dos de la tesina.

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