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Síntesi bioètica i nfermeria

año III z número 8 z abril/juny 2005

E Editorial
H
Hablemos

La colaboración de algunas
60 años después enfermeras alemanas con
Este año se cumplen los 60 años de la rendición alemana
en la Segunda Guerra Mundial, y es abundante lo mucho
el nazismo
que se ha dicho y escrito sobre las causas y las consecuen- En un momento en que se alzan voces que defienden que el
cias del nazismo. Seis miliones de hombres, mujeres y ni- Holocausto no existió o que quieren minimizarlo a través de
ños judíos y muchas otras personas como discapacitados, comparaciones con otras manifestaciones de genocidio de
gitanos, homosexuales, “inadaptados sociales“... fueron los aliados, aún hoy la pregunta que en el ámbito sanitario
asesinados a conciencia bajo el mandato de Adolf Hitler, resuena con fuerza es la siguiente: ¿Por qué médicos y en-
desde el año 1933 hasta 1945. fermeras, participaron en la matanza de miles de inocentes?
Laurence Rees en Auschwitz: los nazis y la “solución
final”, un libro admirable que debería ser leído por todos En este artículo queremos recordar en primer lugar algunos
aquellos que quieran saber qué pasó realmente en de los programas genocidas del nacional socialismo, desa-
Auschwitz, escribe:“A medida que nos adentramos en el rrollados en Alemania durante los años 1933-1945, en se-
viaje que los nazis y aquellos a quienes persiguieron em- gundo lugar nos centraremos en la colaboración de las en-
prendieron, aprendemos también muchas cosas sobre la fermeras en la ejecución de atentados a la persona, y los
condición humana. Y casi todo lo que encontramos es argumentos que hicieron servir las enfermeras implicadas para
negativo. Si bien, muy de vez en cuando, encontramos justificar su conducta. Finalmente, terminaremos con una
personas extraordinarias que actuaron con bondad, esta reflexión que nos hará ver que los errores del pasado deben
página de la historia es, en gran medida, una página de servir como lección para que las enfermeras, sea cual sea la
degradación”. Viktor E. Frankl, un superviviente de los cam- situación social y política, no vuelvan a cometer atentados
pos de concentración, autor del célebre y magnífico libro tan graves contra la dignidad de la persona humana.
El hombre en busca de sentido, también hace hincapié en
el aspecto negativo de la condición humana, pero a pesar Programa de esterilización forzosa
del sufrimiento infringido por los nazis es capaz de descu-
brir al mismo tiempo la grandeza de la condición humana, El año 1924 Adolf Hitler escribía en Mein Kampf (Mi lucha):
y cierra su libro haciendo referencia a este aspecto: “Nuestra “Todos los que en este mundo no son de buena raza, no
generación es realista, pues hemos llegado a saber lo que valen nada” y añadía: “si un hombre sano probaba de poner
realmente es el hombre. Después de todo, el hombre es de pie un grupo de lisiados, y consumiera su energía en sos-
ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, tenerlos, él también acabaría lisiado”. Las tesis de este libro
pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con hicieron que una de las primeras leyes promulgadas por los
la cabeza erguida”. nazis en 1933 fuera la esterilización forzosa de las personas
Esta página de degradación de la historia, en palabras con enfermedades hereditarias, tales como la esquizofrenia,
de Rees, no sólo es responsabilidad de los altos mandata- la epilepsia hereditaria, la Corea de Huntington, la ceguera
rios, de los miembros de la Gestapo o de las SS, sino tam- o sordera hereditarias, las deformaciones físicas… Las vícti-
bién, y de una manera muy especial, de los profesionales mas no contaban para nada y la esterilización era obligato-
sanitarios: médicos, enfermeras, psiquiatras... que colabo- ria. Por extensión también se esterilizaron gitanos, negros,
raron decididamente con el proyecto nazi. Es lo que vere- “inadaptados sociales”, como personas sin techo, prostitu-
mos en el artículo que viene a continuación. tas, pequeños criminales y personas sin trabajo durante un
largo período de tiempo. Los nazis promovieron la Ley para
la prevención del surgimiento de las en- legal, el programa de eutanasia era total- La participación de algunas enferme-
fermedades hereditarias con la intención mente secreto. A finales de Octubre de ras en el programa de eutanasia
de hacer un bien a la sociedad. En este 1939 Hitler firmó un decreto secreto,
contexto todo el personal sanitario: mé- antedatado a 1 de Septiembre de 1938 En un libro alemán de 1987 Opfer und
dicos, enfermeras, psiquiatras… eran en el cual autorizaba poner fin –de ma- Täterinnen (Víctimas y criminales) se
adoctrinados con la ideología racial nazi, nera piadosa– a la vida de pacientes con- encuentra un capítulo que relata las
es decir, recibían consignas sobre la eu- siderados “incurables” (vidas sin valor). historias de aquellas enfermeras que
genesia o la higiene racial. Se mataron niños y niñas con minusvalía, fueron sometidas a procedimientos ju-
síndrome de Down, hidrocefalias… (Pro- diciales después de la guerra, por su
Al empezar la Segunda Guerra Mundial grama de eutanasia infantil), y se elimi- participación en la muerte de los
(1939) Hitler, y todos los que le apoya- naron a los adultos y ancianos considera- 10.000 pacientes del hospital psiquiá-
ban, utilizaron la maquinaria propagan- dos “incurables” (Programa de eutanasia trico Meseritz-Obrawalde.
dista para convencer a la población que para adultos).
era mejor destinar mas recursos al ejér- Los principales argumentos que utiliza-
cito que no gastarlos con las personas En 1941 se calcula que había 200.000 ron las enfermeras implicadas en la ma-
consideradas “inferiores” (enfermos psi- alemanes con algún tipo de discapa- tanza para cambiar su papel o rol cui-
quiátricos, discapacitados físicos y/o psí- cidad, de los cuales médicos y enferme- dador por el de asesinas fueron los si-
quicos, personas mayores dependien- ras alemanes mataron a unos 90.000 a guientes:
tes). También convencieron a los alema- través de distintos métodos: hambre, in-
nes de que era necesario que los médi- yecciones letales, cámaras de gas… A 1) Sumisión a la ideología nacional
cos y enfermeras que se ocupaban de pesar de las estrictas medidas para ocul- socialista: el adoctrinamiento permitía
la atención de estas “vidas que no me- tar las atrocidades nazis, al cabo de dos a las enfermeras que fueran capaces de
recían ser vividas” debían destinar sus años, muchos alemanes eran conscien- distanciarse de los pacientes trasladados
conocimientos y habilidades a los sol- tes de lo que estaba pasando. Era de a estos centros de exterminio. No había
dados heridos en el frente. dominio público que había hospitales ninguna muestra de compasión para ali-
donde se llevaba a cabo el programa de viar el sufrimiento de aquellos niños y
eutanasia. Los habitantes de los lugares adultos desnutridos y en estados muy
más cercanos a las cámaras de gas se decadentes. Según la ideología nazi es-
Hitler firmó daban cuenta de que las víctimas que tas personas “inferiores” debían ser eli-
entraban en los campos de exterminio minadas, y las enfermeras actuaban de
un decreto secreto, eran incineradas. Los nazis explicaban, acuerdo con esta ideología.
antedatado a 1 de sin convencer a nadie, que las incinera-
Septiembre de 1938 ciones se hacían para evitar epidemias.
Ante las presiones del pueblo alemán y
en el cual autorizaba de las protestas puntuales de algunos
Según la ideología
poner fin –de manera médicos y pastores protestantes Hitler nazi estas
ordenó suspender el programa de euta-
piadosa– a la vida nasia en Agosto de 1941.
personas “inferiores”
de pacientes debían ser
considerados A partir de esta experiencia Hitler com- eliminadas,
prendió que no era posible llevar a cabo
“incurables” (vidas el exterminio total de los judíos en Ale-
y las enfermeras
sin valor) mania, y debía buscar nuevas alternati- actuaban de
vas. Por eso, en seguida, trasladó las cá-
maras de gas a Polonia. Sin embargo, el
acuerdo con esta
programa de eutanasia dentro de Ale- ideología
mania se reorganizó y las matanzas con-
Programa de eutanasia nazi tinuaron de manera no oficial en distin-
tos hospitales germánicos. Uno de estos
La idea según la cual quienes no podían centros era el Hospital oficial psiquiátri- 2) Subordinación a los médicos que tra-
ayudar a la nación era mejor que mu- co Meseritz-Obrawalde en el territorio bajaban al servicio del III Reich: las en-
rieran derivó en una nueva iniciativa. En prusiano de Pomerania, donde en 1941 fermeras acusadas sostuvieron en el jui-
el invierno de 1939-1940 el régimen tubo lugar la matanza programada de cio que habían sido entrenadas para obe-
nazi instauró un programa de eutanasia más de 10.000 personas con la coope- decer las órdenes de los médicos, y su
con el fin de eliminar aquellas vidas “in- ración de médicos y enfermeras. En responsabilidad era hacia los médicos y
curables”, y por tanto “vidas sin valor”. 1942, llegaban trenes y camiones con no hacia los pacientes. La colaboración
Mientras el programa de esterilización pacientes discapacitados de todos los rin- de las enfermeras en el programa de eu-
se llevaba a cabo de manera abierta y cones de Alemania. tanasia, igual que los médicos, era vo-

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luntaria. Sin embargo la mayoría de las presente, que las enfermeras alemanas
enfermeras que trabajaban en estos cen- que participaron en la matanza no te-
tros de exterminio, y que contaban con nían ningún estatus profesional y esta- La profesión de
una dilatada experiencia profesional, ban totalmente sometidas a las órde-
como los médicos, creían y defendían con nes de los médicos. Afortunadamente, enfermería tiene su
firmeza la ideología nazi, y eran indife- hoy tanto el contexto social y político propio bien interno:
rentes al valor de la vida humana, por eso como el profesional han cambiado. En
decidieron participar, ya que no conside- el ámbito social y político se ha amplia- servir a los enfermos.
raban que sus acciones fuesen inmora- do la conciencia del respeto a los dere- Se debe evitar
les. chos humanos, es decir, el respeto a la
dignidad, a la vida, a la libertad…, y que de todas formas que
3) Falsa compasión: alguna enfermeras había estado totalmente ausente duran- se desvíe hacia bienes
justificaron su actuación escudándose en te la Segunda Guerra Mundial. En el
la idea de que las muertes de aquellos ámbito profesional las enfermeras han externos, porque la
pacientes se llevaban a cabo de una ma- hecho un salto cualitativo muy impor- crueldad del nazismo
nera compasiva. Producirles la muerte era tante hacia la profesionalización. Esto ha
una manera de ayudarlos, y por eso las permitido que ganaran en autonomía
puede reaparecer bajo
enfermeras no se sentían culpables, ya profesional y dejaran a un lado su sub- formas diferentes
que veían aquellas muertes como una li- ordinación incondicional a los médicos,
beración para los pacientes y no como para ponerse verdaderamente al servi-
un asesinato. cio de lo que es esencial en la profe-
sión: el bien a los pacientes.
Bibliografía
Las enfermeras Esta mirada hacia el pasado no se pue-
-Philippe AZIZ, Doctors of death. (Vol.
de rebajar a una simple curiosidad his-
no se sentían tórica, en la que algunos tuvieron mala I) Geneva, Ferni Publishers, 1976, p.
68-91.
culpables, ya que suerte y perdieron la vida, sino que esta
mirada al pasado es la oportunidad para -Susan BENEDICT, Nurses participation
veían aquellas examinar la actuación de aquellas en- in the nazi euthanasia programs.
muertes como una fermeras germánicas y preguntarse qué Western Journal of Nursing Research,
se puede hacer hoy, y en el futuro, para April 1999, 21(2), 246-263.
liberación para evitar que los pacientes, sobre todo, los -George J. Annas & Michael A. Grodin,
los pacientes y más vulnerables, no vuelvan a ser, nun- The nazi doctors and the Nuremberg
ca más, víctimas de atrocidades, y reci- Code. New York, Oxford University
no como un ban siempre el trato adecuado a su dig- Press, 1992.
asesinato nidad. Así nos lo recuerda acertadamen-
-Derek HUMPHRY y Ann WICKETT, El
te una enfermera historicista alemana,
derecho a morir. Comprender la euta-
Hilde Steppe: “Tenemos una obligación
nasia. Barcelona, Tusquets, 2005, p. 41-
moral hacia los millones de víctimas del
He aquí tres razones que no tienen nada 56.
nacional-socialismo; aunque esto sólo
que ver con la profesión de enfermería, signifique que, mediante la investigación -Sylvia Anne HOSKINS, Nurses and
pero que terminan por condicionarla de histórica, nos aseguremos de que no sean national socialism –a moral dilemma:
un modo determinante, y en este caso olvidadas. Haciéndonos responsables de one historical example of a route to
de un modo muy negativo: en lugar de esta parte de la historia podemos llegar euthanasia. Nursing Ethics 2005 12(1),
estar al servicio del paciente se termina a ser más sensibles de cara al futuro, con 79-91.
siendo un enemigo del paciente. los ojos y los oídos abiertos a todas las -Eugen KOGON, El estado de las SS. El
injusticias sociales.” sistema de los campos de concentra-
Responsabilidad moral de las en- ción alemanes. Barcelona, Alba, 2005.
fermeras La profesión de enfermería tiene su pro-
-Laurence REES, Auschwitz: els nazis i
pio bien interno: servir a los enfermos.
la “solució final”. Barcelona, Columna,
La historia nos dice que sin la colabora- Se debe evitar de todas formas que se
2005.
ción de los médicos y de las enfermeras desvíe hacia bienes externos, porque la
tanto el programa de esterilización como crueldad del nazismo puede reaparecer
el de eutanasia hubiera sido muy difícil bajo formas diferentes en los lugares ESTER
de llevar a la práctica. Asimismo la actua- más impensables. Para las enfermeras BUSQUETS ALIBÉS
ción de aquellas enfermeras –y esto no el respeto de la persona humana debe- Diplomada en Enfermería.
es ninguna justificación– se debe situar ría ser del todo innegociable, sea cual Licenciada en Filosofía.
en un contexto social y político determi- sea la ideología y el régimen político de Responsable de Enfermería
nado. Además, también hay que tener turno. del IBB.

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