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PHOOL ANDHERSON

HAY UN POETA EN MÍ

Editorial Autómata
Hay un poeta en mí
©2019, Phool Andherson
www.phoolandherson.com

©2019, Editorial Autómata


Editorial Autómata de Eduardo Félix Pucho Verdura
Jirón Martín Oviedo 206 Pueblo Libre, Lima 21.
editorialautomata@gmail.com
Teléfono: 936402774
Diseño de cubierta: Yamuna Designs
Diagramación: editorialautomata@gmail.com
www.editorialautomata.com

Primera edición: julio de 2019


Tiraje: 500 ejemplares
Hecho en el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2019-04794
ISBN: 9786124757976
Editor: Eduardo Félix Pucho Verdura

Se terminó de imprimir en abril de 2019 en Lima-Perú.


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Para ella…
Para que sepa que todavía la pienso.
Que en donde quiera que esté,
sigue viva entre mis recuerdos.
"Y ya no necesito más,
contigo a mi lado y un lápiz en la mano
puedo encontrar la felicidad".

Phool Andherson.
Prefacio: Antecedente

Coloqué su mano derecha entre la mía y con mi dedo pulgar


comencé a acariciar suavemente sus nudillos, como queriendo
trasmitir la melancolía de la tarde lluviosa y gris en la que
estuve ahí, parado frente a ella.

—¿Así que éste es el adiós? —le pregunté con una profunda


congoja.

—Es lo mejor para ambos. Estoy demasiado quebrada y no


quiero arrastrarte conmigo.

—Entonces si este es el adiós —suspiré —. Destrúyeme una


última vez con tu sonrisa, el caos se produce cuando en tus
labios se dibuja esa perfecta curvatura.

—No hagas más difícil esto para mí, por favor —replicó
soltándose de mi mano y de mi vida.

—Sonríeme solo una última vez —repetí —. Quiero guardar tu


imagen con esa sonrisa en mi mente para siempre. Serás la
inspiración de mis versos.

—Tú podrás escribir conmigo o sin mí, eso no lo dudo.

—No lo dudes, pero todo me saldrá mejor cuando tu recuerdo


me invada los sentidos.
En ese momento, después de lo último que dije, una gran
sonrisa se dibujó en su rostro.

Si pudieran observar con sus propios ojos aquella sonrisa que


hasta hoy vive en mi mente entenderían porque todas mis
letras le pertenecen.

—¿Y ahora qué?

—Ahora mis mejores armas serán un lápiz, un papel y mis


letras. Las llevaré a todos lados porque cuando tu recuerdo
ataque mi mente en el momento menos esperado, es ahí
donde te convertiré en poesía.

—No sé si lo merezca —me respondió desviándome la mirada


y perdiéndola entre las calles sin fin de la ciudad.

—Tú mereces todo lo de este puto mundo, pero yo te daré lo


más preciado que me queda, mis escritos porque mi vida te la
estás llevando hoy con tu partida.

Suspiró con profundo pesar y comentó en voz baja.

—Espero entonces algún día poder leerlas todas.

—Lo harás, créeme que sí.

—¿Y por dónde comenzarás?


—Escribiré de todo, mi pluma no conocerá límites, pero mi
línea de partida siempre serás tú y mi último verso siempre
morirá en ti.

—Entiendo.

—Te amé, te amo y te amaré Je… —iba a pronunciar su


nombre, pero en ese momento me desperté de aquel raro, pero
a la vez tan real sueño.

Por fin sabía cómo comenzar este poemario,


por el final de todo.
Por el amor que expiró,
pero que hoy me motiva a convertirme en poeta.
Amor Expirado

Entre juego y juego

Te empecé a enamorar

Y al caer el ocaso, de aquel otoño,

sin querer, me empezaste a amar.

II

El amor era parte de nosotros,

Estaba presente en el día a día.

Yo acurrucado en tu regazo

Y tus manos, aprisionándome las mías.

III

Los meses iban pasando

Y tu sonrisa se iba desdibujando

¿Qué es lo que te estaba pasando?

Jamás te lo preguntaría.
IV

Pasábamos menos tiempo juntos

Y ya no me cogías de la mano.

Entonces aquel ocaso, de aquel otoño,

Ya nunca más regresaría.

Nuestro amor había expirado,

Mas nadie se atrevía a dar el primer paso.

Los besos eran fríos

Y tu sonrisa falsa, fingida.

VI

A los pocos días todo terminó,

Sin ningún adiós, sin ninguna despedida.

Aquella noche fue tétrica

Y mi corazón en pedazos se deshacía.


VII

Hace poco te vi con otro;

Feliz, cogida de la mano.

Ambos cruzamos las miradas,

Pero seguimos, sin inmutarnos.

VIII

Esa misma tarde recibí tu llamada

Y empezamos a platicar;

Me pediste una cita

Y yo acepté sin preguntar.

IX

Estabas hermosa como siempre,

Nos volvimos a besar.

Caí una vez más en tu juego

Y una vez más me volviste a dejar.


X

Decidí olvidarte para siempre

Y en otro camino volver a empezar;

Tú sigues otro camino

Y nunca más nos volvimos a encontrar.

XI

Me han contado que estas sola,

Que otro daño has vuelto a realizar.

Que deambulas triste por el mundo

Sin nada más que tu andar.

XII

Ahora lo comprendo todo,

Tú no le perteneces a nadie,

Tú le perteneces a la vida.

No mereces sentir el verdadero amor,

Ni que yo termine esta poesía.


Puta Poesía

Vendo rimas en cada esquina,

Ya sea por un sol o tu sonrisa.

Voy prostituyendo versos en la vida,

Haciendo siempre puta poesía.

II

Puta poesía que nunca llega a enamorarte;

Puta poesía con la cual no logro encontrarte...

III

Voy dejando rimas en cada hotel

Y muchos versos por doquier,

Esperanzado que en una de esas

Mis letras te encuentren y te hagan el amor hasta desfallecer.


VI

Pero en la noche regresan todas tristes

Y se acurrucan junto conmigo y el papel,

Desdibujándome toda su tristeza

Y desfragmentándome mi ser.

¡Qué importa cuánto me inspire si tú nunca las leerás!

¡Qué importa cuando te busque!

Si al encontrarte a mi lado ya no estarás.

Jamás fuiste mía totalmente

Y en el futuro, nunca lo serás.

VI

Solo me queda aferrarme a mi puta poesía

De la cual es la única que me puedo sostener;

Así violen mis versos y manchen mis rimas,

Seguirá siendo mi eterna puta,

La eterna mía.
Escondidas

Jugando a las escondidas nunca pude hallarte.


Jugando a las escondidas te perdí en nuestro juego interminable.
Ahora me toca jugar solo y esconder lo único que me queda...
Esconder tras mis pensamientos todos los sueños que tenía para
darte.
Esconder tras mi puta poesía todo lo que ya no puedo expresarte.
Y esconder tras mi corazón todos los sentimientos que algún día
pensé en entregarte.

***

Ven, regresa, cuenta hasta 50.


Ahora tú la llevas.
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