DESARROLLO SINDICAL

El inicio del sindicalismo empezó cuando el hombre necesito ejercer una actividad para el

sustento de él y su familia. Al paso de los siglos el hombre se adaptó al sistema de

producción del capitalismo. Por parte del trabajador como el exceso de tiempo de trabajo,

sueldos con poca remuneración las condiciones laborales inapropiadas. Influyeron a

desencadenar las difíciles condiciones de trabajo. Así pasó a ser vital el desempeño de una

actividad económica como trabajador. Pero donde el empleador cometía atropellos y

arbitrajes con sus trabajadores.

Nadie pone en duda que el sindicato es una categoría socio- histórica y que, como tal,

sufre ambiguos procesos de formación y transformación a medida que hace su historia y se

transforma la sociedad de la que es expresión parcial. Forman parte de la historia de una

sociedad concreta, que se encuentra a su vez en continuo proceso de cambio, y el contexto en

que se desarrollan impone límites y restricciones a sus estrategias

A causa de esto la fuerza obrera le desarrollaron mecanismos de control por parte del

gobierno al empleador Así logrando un equilibrio de beneficios por parte del trabajador. Si

miramos desde el ojo de la historia podremos decir que Desde el siglo 20. Surge formalmente

en Colombia el movimiento sindical a través de una serie de factores laborales como el

desarrollo ferrocarril y actividades de barco en el río magdalena. Se produjeron en aquel

entonces huelgas donde los protagonistas fueron los trabajadores ferroviarios, mineros,

petroleros, textiles. Al finalizar los años 20 estos grupos de huelga de distintos sectores
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económicos se impulsaron a conformar un sindicato bien fomentado ante el marco jurídico

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del estado. (De la Garza Toledo, E. (2005).

 Según dirigentes lo que se ha logrado con el sindicalismo es: Hacer parte de la

legislación interna del país y de convenios internaciones de la Organización Internacional Del

Trabajo, por ejemplo los acuerdos 87 y 98 que implementan libertad sindical, negociación

colectiva y derecho de asociación. Se estableció el salario mínimo legal, primas

extralegales, vacaciones pagas y el pago de horas extras y dominicales.

Como vemos a diario en los medios de comunicación desde las diferentes perspectivas los

gremios sindicalistas trabajan desde las esferas particulares mientras que los trabajadores

siguen en lo mismo, se enfrentan a conflictos que deja la huelga pero a la hora de discutir

razones se dejan comprar con propuestas que no dan resultados

En Colombia la mayoría de la veces le damos un mal uso a los beneficios institucionales o

mecanismos de protección que nos brinda el estado, por que mal interpretamos la norma, y le

buscamos fallas jurídicas que nos permitan pasar por encima de la norma y burlarnos de ella.

Cabe destacar que el gobierno no tiene ningún derecho a señalar o degradar a funcionario que

tenga sentido crítico ni mucho menos decir que son enemigos del estado. A causa de todo

esto el vicepresidente angelino garzón se pedirá perdón por dichas acusaciones en aquel

momento se dará lugar en suiza con la compañía de la onu, delegados sindicales y

gubernamentales ante la conferencia OIT. Con estos hechos un gran paso de transparencia

nos muestra el sindicalismo en Colombia y un ejemplo para Latinoamérica que los derechos

sindicales no se vulnera ni se difama por poseer una jerarquía de alto nivel como es el

gobierno y sus dirigentes

Tienen en el mundo los sindicatos razones valederas para estructurar objetivos que

demuestren la transparencia de su trabajo pero lamentablemente los intereses de las esferas

mundiales son otros y cambian las razones de la lucha.

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 Los sindicatos son más que un estorbo. Por décadas se le ha inculcado a la gente que la

asociación de trabajadores en sindicatos es necesaria. Se aseguraba que era útil tanto para sus

asociados como para el resto de la comunidad; que quienes combatían el sindicalismo lo

hacían solo por el perverso egoísmo de los “explotadores” y que los huelguistas siempre

tenían la razón. (Thatcher llamaba a los líderes sindicales “castas privilegiadas de sacerdotes

estatales”. 2002)

Se les ha enseñado a los jóvenes que la membrecía en un sindicato es el acto social más

importante. Los sindicalistas, por su parte, estimulan la creencia de que las organizaciones

sindicales se tratan, simplemente, de una reivindicación del derecho de asociación y de la

declaratoria de huelga. El atractivo fundamental del sindicalismo para los trabajadores es su

convencimiento en que este gremio tiene éxito en lograr salarios más altos a largo plazo para

sus asociados. Pero la teoría económica, tanto marxista como socialista, categóricamente

demuestra que esto no es verdad.

Es cierto que el estándar de vida de las masas ha ido mejorando sostenidamente en los

últimos cien años. Pero se ha demostrado que se debe al progreso del capitalismo, a la

acumulación progresiva del capital y al aumento en la productividad marginal del trabajo.

La idea fundamental del sindicalismo es la destrucción del orden capitalista y no su eventual

reforma. Violencia como medio. El recurso de la violencia se inició con la filosofía del

sindicalismo. Fue la comprensión del verdadero significado del sindicalismo y su

funcionamiento lo que inspiró en los franceses pertenecientes a este movimiento que la

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violencia es el medio que los partidos políticos deben usar para conquistar el poder.
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 Carlos Marx le señaló el rumbo al sindicalismo mundial. En un discurso en 1865 ante el

Consejo General de “la Internacional”, Marx afirmó todo lo que pudo a favor del

sindicalismo, pero tuvo mucho cuidado de no aceptar que el papel del sindicalismo en la

lucha contra el capitalismo consistía en mejorar la situación económica de los trabajadores.

(Santella, A. (2014)

Declaró tajantemente que la tarea fundamental del sindicalismo era la de liderar la lucha

contra el capitalismo y no de mejorar los salarios de los sindicalistas. Los instó a abandonar

el eslogan de “un salario justo por un día de trabajo” de sus pancartas. “Deben sustituirla:

‘Por la abolición del sistema de salarios’”. (Santella, A. (2014).

Criticó a los sindicalistas porque “en general, fallan en su meta al limitarse de llevar a

cabo una simple guerra de guerrillas contra las consecuencias del sistema actual en vez de

luchar por su transformación”.

Es cierto que a través del tiempo se han dado logros significativos a través de las luchas y las

huelgas pero hay que tener en cuenta que en cada batalla la razón es el interés general y es ahí

donde se debe fundamentar el sindicalismo y veremos los resultados apuntados hacia los

objetivos de una comunidad en pie de lucha.

A raíz del desvanecimiento social como colectividad del sindicalismo en la última década,

“los escenarios de representación política podrían constituir una alternativa para el

fortalecimiento de su objeto en la sociedad, una estrategia para la conservación de sus

actuales reivindicaciones o una acción que evite su desaparición”. ( Marco Fidel

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Agudelo,2009)
Ese desvanecimiento se debe, en parte, según el experto, a los cuestionamientos que se le

hacen desde la sociedad civil al sindicalismo “por su insuficiente capacidad de articulación

social, su limitada fuerza gremialista y su deficiente representación de los intereses públicos y

sociales de los trabajadores y del conjunto de la sociedad”.

Podemos argumentar entonces que el sindicalismo no ha estado representado como una

masa dentro de la sociedad ya que los diferentes gremios tienen diferentes metas que no les

han permitido llevar un interés general sino más bien particular sin mirar en las esferas de la

economía nacional y mundial, que fortalezca el Estado Social de Derecho” y no como se ha

hecho que siempre busca evitar incluir en su lucha necesidades sociales por fuera de su

núcleo de trabajo” (Iriarte, 1991)

Podemos concluir entonces que el sindicalismo desde tiempos en que se formó no ha tenido

una estructura o columna vertebral que forme una cultura ciudadana enfocada en el

establecimiento de los derechos sociales de los trabajadores y no los intereses particulares y

políticos que han mediado entre estas fuerzas que llevan a la violencia y el resultado son

acciones quimeras que con el paso de los días son peores que las que se llevaban, las

soluciones siguen perjudicando directamente al trabajador y sus necesidades.

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