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AMPARO EN REVISIÓN PENAL: *****.

QUEJOSA Y RECURRENTE: *
PONENTE: LIC. JUAN CARLOS LÓPEZ SANTILLANES SECRETARIO
DE TRIBUNAL EN FUNCIONES DE MAGISTRADO.
SECRETARIO: LIC. MAX ADRIÁN GUTIÉRREZ LEYVA.

Culiacán Sinaloa, veintinueve de mayo de dos mil diecisiete.

VISTOS, para resolver, los autos del amparo en revisión penal


*****; y,

R E S U L T A N D O:

1. DEMANDA DE AMPARO INDIRECTO. Mediante escrito

presentado el veinticuatro de noviembre de dos mil dieciséis,

ante la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de

Distrito en el Estado de Durango, con sede en la ciudad de Durango,

**, por su propio derecho, solicitó el amparo y protección de la

Justicia Federal contra las autoridades y por el acto que a

continuación se señalan:

“III.- AUTORIDADES RESPONSABLES.-


Señalamos con tal carácter a las siguientes:
Con el carácter de ordenadora:
A).- C. Juez Octavo de Control. Con domicilio
ampliamente conocido en las oficinas
administrativas del Centro de Reinserción Social
Número Uno en el Estado, kilómetro seis de la
carretera Durango-Ciudad Lerdo de esta ciudad.
Con el carácter de ejecutora:
B.- C. Director del Centro de Readaptación
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Social Número Uno en el Estado de Durango, con


domicilio en kilómetro seis de la carretera Durango-
Ciudad Lerdo de esta ciudad.
IV.- ACTOS RECLAMADOS.- De las autoridades
señaladas como responsables y con el carácter de
ordenadora les reclamo la RESOLUCIÓN dictada en
audiencia en FECHA diecisiete de noviembre del dos
mil dieciséis, en cumplimiento a la resolución
emitida en el toca ** donde el AD QUEM en su
resolutivo único ordena la reposición del
procedimiento y en cumplimiento a esa resolución
del toca de apelación de fecha dieciocho de octubre
de dos mil dieciséis, el Juez Octavo de Control y
Enjuiciamiento del Primer Distrito Judicial con
residencia en esta ciudad, el diecisiete de
noviembre de dos mil dieciséis, resolvió que no ha
lugar a imponer la prisión preventiva domiciliaria a
la mencionada imputada, porque a criterio de dicho
Juzgador puede sustraerse a la acción de la
justicia”. (Fojas 2 a 5 del expediente de amparo indirecto
**).

2. TRÁMITE Y RESOLUCIÓN DE AMPARO INDIRECTO. El

veinticinco de noviembre de dos mil dieciséis, el Juez Segundo

de Distrito en el Estado de Durango, con sede en la ciudad de

Durango, admitió y registró la demanda en cuestión con el número

****; ordenó se tramitara por duplicado el incidente de suspensión;

señaló hora y fecha para la celebración de la audiencia

constitucional, tuvo como parte tercera interesada a **;


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requirió a las autoridades responsables su informe justificado; y,

ordenó emplazar al agente del Ministerio Público Federal de su

adscripción (fojas 6 y 7 ídem).

Seguido el juicio y trámites procesales, el diecinueve de

enero de dos mil diecisiete, se celebró la audiencia constitucional

y el diecisiete de febrero de la misma anualidad, se emitió la

resolución pertinente, cuyo punto resolutivo es del tenor siguiente:

“Único. La Justicia de la Unión no ampara ni


protege a **, contra los actos que reclamó de las
autoridades señaladas como responsables”. (Fojas
218 a 232 ídem).

3. TRÁMITE DEL RECURSO DE REVISIÓN ANTE EL JUEZ

DE DISTRITO. El tres de marzo de dos mil diecisiete,

inconforme con la resolución anterior, la parte quejosa *, por su

propio derecho, interpuso recurso de revisión (fojas 3 a 11 del

amparo en revisión **).

4. TRÁMITE DEL RECURSO DE REVISIÓN ANTE EL

TRIBUNAL AUXILIADO. En trece de marzo de dos mil

diecisiete, el presidente del Segundo Tribunal Colegiado del

Vigésimo Quinto Circuito, con sede en la ciudad de Durango,

Durango, admitió el recurso de revisión interpuesto por la parte

quejosa, quien lo radicó bajo el número de expediente ****


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(fojas 13 y 14 ídem).

En veintidós de marzo de dos mil diecisiete, se tuvieron

por rendidos los alegatos de la agente del Ministerio Público Federal

adscrita al órgano hoy auxiliado (foja 19 ídem).

En veintinueve de marzo de dos mil diecisiete, fue turnado

el asunto a la ponencia a cargo del Magistrado Juan Carlos Ríos

López, para la elaboración del proyecto de resolución (foja 21 ídem).

El siete de abril de dos mil diecisiete; en atención al oficio

STCCNO/093/2017, signado por la Secretaría Técnica de la Comisión

de Creación de Nuevos Órganos del Consejo de la Judicatura

Federal, el aludido tribunal auxiliado, ordenó remitir los autos a este

órgano jurisdiccional para el dictado de la resolución conducente

(foja 23 ídem).

5. TRÁMITE DEL RECURSO DE REVISIÓN ANTE EL

TRIBUNAL AUXILIAR. En diecisiete de abril de dos mil

diecisiete, este tribunal colegiado se avocó al conocimiento del

asunto, ordenó formar el cuaderno relacionado al recurso de

revisión, el cual se radicó bajo el número ***, turnándose el

expediente a la ponencia del Secretario de Tribunal en funciones de

Magistrado Juan Carlos López Santillanes para la elaboración del

proyecto de sentencia correspondiente (foja 24 ídem).


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C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. COMPETENCIA. Este Tercer Tribunal Colegiado de

Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta Región es legalmente

competente para conocer del presente recurso, de conformidad con

lo dispuesto en los artículos 107, fracción VIII, último párrafo, de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 81, fracción I,

inciso e) y 84 de la Ley de Amparo y 37, fracción IV, de la Ley

Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Así como en los Acuerdos Generales 52/2008, 42/2011 y

43/2011, del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal; y en el

punto quinto, apartado 5, del Acuerdo General 3/2013 del Pleno del

Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la determinación del

número y límites territoriales de los circuitos en que se divide la

República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y

especialización por materia de los Tribunales Colegiados y Unitarios

de Circuito y de los Juzgados de Distrito, modificado por el diverso

8/2013.

Ello, en virtud de que se interpone contra la resolución

constitucional pronunciada por el Juez Segundo de Distrito en el

Estado de Durango, con sede en la ciudad de Durango, en donde

este tribunal colegiado ejerce jurisdicción, toda vez que el

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conocimiento de la presente revisión le correspondió al Segundo

Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito, con sede en la

misma ciudad, órgano que la Comisión de Creación de Nuevos

Órganos del Consejo de la Judicatura Federal designó para que se le

auxilie en el dictado de sentencias.

SEGUNDO. OPORTUNIDAD. El recurso de revisión que se

analiza fue interpuesto oportunamente, de conformidad a lo

dispuesto por el artículo 86 de la Ley de Amparo, tal como se

advierte de la tabla siguiente:

20 de febrero de 2017.
Notificación
(Foja 240 del expediente de amparo indirecto).
21 de febrero de 2017.
Surtió efectos (Previsto por el artículo 31, fracción II, de la Ley de
Amparo).
Del 22 de febrero al 7 de marzo; ambos de 2017.
Cómputo
(Conforme el artículo 86 de la Ley de Amparo).
25 y 26 de febrero; 4 y 5 de marzo; todos de 2017.
Sábados y domingos
(Artículo 19 de la Ley de Amparo).
Día inhábil Ninguno.
3 de marzo de 2017.
Interposición del recurso
(Foja 4 del expediente de amparo en revisión).

TERCERO. SENTENCIA RECURRIDA Y AGRAVIOS. Se tiene

por reproducida la resolución recurrida, así como el escrito relativo al

recurso de revisión, cuyas transcripciones resultan innecesarias dado

que el artículo 74 de la Ley de Amparo que establece los requisitos

que deben contener las resoluciones no lo prevé así, ni existe

precepto legal alguno que establezca esa obligación.

Apoyan lo anterior la tesis y jurisprudencia de rubros:

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“SENTENCIAS DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE

CIRCUITO. AL EMITIRLAS NO SE ENCUENTRAN OBLIGADOS

A TRANSCRIBIR LA RESOLUCIÓN RECURRIDA”1; y,

“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR

CON LOS PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD

EN LAS SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU

TRANSCRIPCIÓN”.2

No obstante, agréguese al cuaderno de antecedentes formado

en este tribunal copia certificada del escrito de agravios y de la

sentencia recurrida, a efecto de que obren en el expediente auxiliar

*****.

CUARTO. ANTECEDENTES DEL ACTO RECLAMADO.

Previo al análisis de los agravios formulados por la recurrente y

para una comprensión adecuada del asunto, se impone citar algunos

antecedentes del acto reclamado, los cuales se obtuvieron de las

constancias que fueron remitidas por la autoridad responsable en vía

1 Tesis XVII.1o.C.T.30 K, emitida por el Primer Tribunal Colegiado en Materias


Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, a marzo de dos mil seis, visible a tomo
XXIII, página 2015.
2 Jurisprudencia número 58/2010, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, mayo de dos mil diez, visible a tomo XXXI, página 830.
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de informe justificado, así como de los discos ópticos relativos a las

audiencias que se celebraron en el juicio de origen, a saber:

1. El dieciocho de noviembre de dos mil quince -a petición

de la Agente del Ministerio Público adscrita a la Unidad Especializada

en Delitos contra el Patrimonio de la Coordinación General de

Ministerios Públicos-, se giró orden de aprehensión en contra de **,

por ser probable responsable del delito de fraude genérico previsto y

sancionado en los artículos 210 y 212, fracción IV, del Código Penal

del Estado de Durango, en agravio de ** (fojas 57 a 65 del juicio de

amparo indirecto **; disco: 057533).

2. En diez de junio de dos mil dieciséis, se ejecutó dicha

orden de aprehensión (fojas 66 a 73 ídem).

3. Luego, mediante proveído de veintiuno de junio de dos

mil dieciséis, se señaló fecha para la audiencia inicial de

formulación de imputación por orden de aprehensión ejecutada a *,

por el delito de fraude, cometido en perjuicio de * (foja 82 ídem).

4. En la audiencia de veintidós de junio de dos mil

dieciséis, la agente del Ministerio Público formuló imputación a **

por el delito de fraude genérico, previsto y sancionado en los

artículos 210 y 212, fracción IV, del Código Penal del Estado de

Durango vigente, cometido en perjuicio de **.

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En esa misma data, se impuso * la medida cautelar de prisión

preventiva (fojas 85 a 87 ídem; disco 057527).

5. Posteriormente, en audiencia de veintisiete de junio de

dos mil dieciséis, se dictó auto de vinculación a proceso en contra

de **, por el delito de fraude genérico previsto y sancionado en

los artículos 210 y 212, fracción IV, del Código Penal del Estado de

Durango (fojas 93 a 99 ídem; disco 057528).

6. Por escrito presentado el cinco de julio de dos mil

dieciséis, *, por su propio derecho, solicitó arresto domiciliario y,

por ende, en proveído de siete de julio de la misma anualidad,

se señaló fecha para la audiencia vinculada con dicha petición (fojas

104 a 106 ídem).

7. El ocho de julio de dos mil dieciséis, se llevó a cabo la

audiencia de mérito -resolución de medida cautelar-, en la cual se

determinó improcedente la medida cautelar de prisión preventiva

domiciliaria solicitada (fojas 110 a 112 ídem; disco **).

8. Contra dicha resolución, *, por su propio derecho, interpuso

recurso de apelación, el cual le tocó conocer a la Primera Sala Penal

Unitaria “C” del Nuevo Sistema de Justicia Penal del Tribunal

Superior de Justicia del Estado, bajo el toca de apelación ** (fojas

116 a 121 ídem).


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9. El dieciocho de octubre de dos mil dieciséis, dicho

tribunal de alzada resolvió el referido recurso de apelación en los

términos siguientes (fojas 143 a 150 ídem):

“ÚNICO. Se ORDENA LA REPOSICIÓN DEL


PROCEDIMIENTO, derivado de la causa penal
número **., iniciada contra *, por el delito de
FRAUDE GENÉRICO, contemplado en los artículos
210 y 212 fracción IV del Código Penal en vigor,
cometido en agravio de **, para los efectos de que
el licenciado ENRIQUE GUERRERO HUIZAR, Juez
Octavo de Control y Enjuiciamiento del Primer
Distrito Judicial del Estado:
1. Deje insubsistente la resolución QUE NIEGA
LA MODIFICACIÓN DE LA MEDIDA CAUTELAR DE
PRISIÓN PREVENTIVA, de fecha ocho de julio de
dos mil dieciséis; y
2. En observancia a los principios reguladores
del sistema acusatorio, emita nueva resolución en la
que analice la solicitud de la imputada con base en
los argumentos que las partes hayan planteado y
los datos allegados, pero en esta ocasión,
atendiendo los razonamientos que sustentan esta
sentencia, y con plenitud de jurisdicción resolver lo
que en derecho proceda, con la condicionante que
de insistir en el mismo sentido que la determinación
reclamada, deberá subsanar las omisiones que
ameritaron la emisión de la presente resolución”.

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10. En cumplimiento a dicha ejecutoria, en audiencia de

diecisiete de noviembre de dos mil dieciséis, el Juez Octavo de

Control y Enjuiciamiento del Primer Distrito Judicial del Estado de

Durango, con residencia en la Ciudad de Durango, decretó de nueva

cuenta improcedente la medida cautelar de prisión preventiva

domiciliaria solicitada (fojas 197 a 200; disco: *).

11. Inconforme con dicha determinación, **, por su propio

derecho, promovió el presente juicio de amparo indirecto que se

revisa, en el cual se determinó negar el amparo solicitado (fojas 219

a 232 ídem).

QUINTO. SÍNTESIS DE AGRAVIOS. La recurrente expresa

en vía de agravios, en esencia, lo siguiente:

El juez de Distrito inadvirtió que el juez de control

incorrectamente consideró que la imputada podía sustraerse de la

acción de la justicia y, por ende, negó la prisión preventiva

domiciliaria solicitada.

Ello es así, pues aduce que el juez de control no fundó ni

motivó porqué se cumplieron los requisitos contenidos en el artículo

168 del Código Nacional de Procedimientos Penales -respecto al

peligro de sustracción de la acción de la justicia-. No obstante, que

el delito por el cual se vinculó a proceso no es de los que


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amerita prisión preventiva oficiosa.

De igual forma, alega que en la audiencia de diecisiete de

noviembre de dos mil dieciséis, el juez de control no aplicó el criterio

de mínima intervención en materia de privación de la libertad por los

motivos siguientes:

● El Ministerio Público en ningún momento presentó ante el juez

de control los razonamientos de los actuarios en el sentido de que

nunca se le encontró en el domicilio y que se le haya citado y,

además, dichos razonamientos no se encuentran en la carpeta de

investigación ni en la carpeta administrativa.

● El juez de control no tomó en cuenta el arraigo que tiene en

la ciudad de Durango, así como tampoco el arraigo de su familia.

● Las ordenes de aprehensión que se giraron en su contra,

todas son en el sentido de que se realizaron sin previa cita.

● No quedó establecido que se hubiese inobservado alguna

medida cautelar previamente impuesta o el desacato a citaciones

para actos procesales realizados y de las autoridades.

A su vez, expresa que el A quo soslayó el estado de

vulnerabilidad, y si bien es cierto padece varias enfermedades que

no son graves o terminales, también lo es que sí son


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degenerativas y, además, está bajo la medida de prisión preventiva,

esto a pesar que el delito no es de los que se imponga prisión

preventiva oficiosa.

Además, destaca que en cumplimiento a una ejecutoria de

amparo, en la causa penal * se dictó auto de no vinculación a

proceso.

Invoca en apoyo a sus argumentos, las tesis de rubros:

“ADULTOS MAYORES. OPERA EN SU FAVOR LA SUPLENCIA

DE LA QUEJA DEFICIENTE, PREVISTA EN LA FRACCIÓN II

DEL ARTÍCULO 79 DE LA LEY DE AMPARO, POR TRATARSE

DE UN GRUPO VULNERABLE QUE MERECE ATENCIÓN

JURÍDICA ESPECIAL”; y, “ADULTOS MAYORES.

CONSIDERACIONES ESPECIALES QUE, CONFORME AL

MARCO JURÍDICO NACIONAL E INTERNACIONAL, DEBEN

RECIBIR DE LAS AUTORIDADES QUE PROCURAN Y

ADMINISTRAN JUSTICIA, CUANDO EN LOS PROCESOS

PENALES FIGURAN COMO AGRAVIADOS U OFENDIDOS,

INCULPADOS O SENTENCIADOS”.

SEXTO. ANÁLISIS DE AGRAVIOS.

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Los agravios anteriormente sintetizados son fundados y

suficientes para revocar la sentencia recurrida, aunque para que ello

se actualice sea necesario suplir la queja deficiente, en términos del

artículo 79, fracción III, inciso a), de la Ley de Amparo. Se explica.

Como cuestión previa a cualquier otra debe establecerse qué es

la medida cautelar de prisión preventiva y cuál es el trato especial

que deben recibir las personas “adultas mayores” en los procesos

penales de acuerdo al marco normativo jurídico nacional e

internacional.

◊ Medida cautelar de prisión preventiva.

En relación con la medida cautelar de prisión preventiva el

segundo párrafo del artículo 19 de la Constitución Política de los

Estados Unidos Mexicanos, establece:

“Artículo 19. (…)


El ministerio público sólo podrá solicitar al juez
la prisión preventiva cuando otras medidas
cautelares no sean suficientes para garantizar la
comparecencia del imputado en el juicio, el
desarrollo de la investigación, la protección de la
víctima, de los testigos o de la comunidad, así como
cuando el imputado esté siendo procesado o haya
sido sentenciado previamente por la comisión de un
delito doloso. El juez ordenará la prisión preventiva,

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AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

oficiosamente, en los casos de delincuencia


organizada, homicidio doloso, violación, secuestro,
trata de personas, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos
graves que determine la ley en contra de la
seguridad de la nación, el libre desarrollo de la
personalidad y de la salud.
(…)”.

Para dilucidar la naturaleza jurídica y alcance de tal medida

cautelar es ilustrativo transcribir la parte conducente de la ejecutoria

de la contradicción de tesis 36/2012, del Tribunal en Pleno de la

Suprema Corte de Justicia de la Nación, que al tenor dice:

“…De este modo, conviene definir como


cuestión previa la manera en que cobra aplicación la
reforma de junio de dos mil ocho, que introduce el
sistema procesal penal acusatorio en el territorio
mexicano.
Se estima necesario recordar que el artículo 19
de la Constitución Federal, fue modificado con
motivo de las reformas del mes de junio de dos mil
ocho, con el objeto de regular concretamente lo
relativo al sistema de prisión preventiva oficiosa,
como parte del sistema penal acusatorio, ello
acorde con el principio de presunción de inocencia,
habiéndose estimado conveniente establecer el
principio de subsidiariedad y excepcionalidad para
la procedencia de este instituto. En el dictamen de
la Cámara de Origen, se refirió lo siguiente:
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“Artículo 19
Cambio de denominación: auto de vinculación
En esta reforma se modifica el nombre del
tradicional auto de sujeción a proceso para
sustituirlo por el de auto de vinculación a proceso.
La idea de sujeción denota justamente una coacción
que por lo general lleva aparejada alguna
afectación a derechos; en cambio, vinculación
únicamente se refiere a la información formal que el
ministerio público realiza al indiciado para los
efectos de que conozca puntualmente los motivos
por los que se sigue una investigación y para que el
juez intervenga para controlar las actuaciones que
pudiera derivar en la afectación de un derecho
fundamental. Se continuará exigiendo, no obstante,
acreditar el supuesto material.
Estándar para el supuesto material
Al igual que en el caso del artículo 16
constitucional, la nueva redacción del artículo 19
constitucional se prevé modificar el estándar
probatorio para el libramiento del auto de
vinculación a proceso. La razón de ello es
fundamentalmente la misma que ya se expuso en su
oportunidad al abordar el artículo 16. En este punto
habría que agregar que el excesivo estándar
probatorio que hasta ahora se utiliza, genera el
efecto de que en el plazo de término constitucional
se realice un procedimiento que culmina con un
auto que prácticamente es una sentencia
condenatoria. Ello debilita el juicio, única fase en la

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que el imputado puede defenderse con efectivas


garantías, y fortalece indebidamente el
procedimiento unilateral de levantamiento de
elementos probatorios realizado por el ministerio
público en la investigación, el cual todavía no ha
sido sometido al control del contradictorio. La
calidad de la información aportada por el ministerio
público viene asegurada por el control horizontal
que ejerce la defensa en el juicio, en tal sentido, no
es adecuado que en el plazo de término
constitucional se adelante el juicio.
Medidas cautelares y prisión preventiva
Para los efectos de evitar los excesos cometidos
hasta ahora con la prisión preventiva, se acordó
establecer el principio de subsidiariedad y
excepcionalidad para la procedencia de este
instituto. La aplicación de medidas cautelares, las
cuales son auténticos actos de molestia, procederá
únicamente cuando exista la necesidad de cautela
del proceso o de protección de las víctimas. Esto
quiere decir que sólo cuando exista necesidad de
garantizar la comparecencia del imputado en el
juicio; el desarrollo de la investigación; la
protección de la víctima, de los testigos o de la
comunidad; cuando el imputado esté siendo
procesado o haya sido sentenciado previamente por
la comisión de un delito doloso, procederá la
aplicación de alguna medida cautelar de las que
prevea la ley. La prisión preventiva sólo procederá
cuando ninguna otra medida cautelar sea suficiente

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para el logro de los propósitos indicados.


Este nuevo diseño es acorde con el principio de
presunción de inocencia. Diversos procesalistas
clásicos y contemporáneos han hecho notar, con
razón, la inevitable antinomia que supone afectar
los derechos de las personas sometiéndolas a
prisión preventiva, sin que antes se haya derrotado
su presunción de inocencia en un juicio en el que se
respeten todas las garantías del debido proceso. La
antinomia es de por sí insalvable, pero para paliarla
en alguna medida se prevé que la procedencia de
tales afectaciones sea excepcional.
Otro de los elementos que se debe tener en
cuenta es que las medidas cautelares sean
proporcionales, tanto al delito que se imputa, como
a la necesidad de cautela. Los riesgos mencionados
con anterioridad admiten graduación y nunca son
de todo o nada, dependerán de cada caso concreto.
Por ello es que la necesidad de cautela siempre
deberá ser evaluada por el ministerio público y
justificada por él ante el juez, con la posibilidad de
que tanto el imputado como su defensor ejerzan su
derecho de contradicción en una audiencia.
Finalmente, la procedencia de las medidas
cautelares deberá estar regida por el principio de
subsidiariedad, de modo tal que siempre se opte por
aquella medida cautelar que sea lo menos intrusiva
para la esfera jurídica de los particulares. El
propósito en este caso será provocar la menor
afectación posible.

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Prisión preventiva y delitos graves


A la regulación de las medidas cautelares en
aquellos casos en los que se trate de delitos graves
y de delincuencia organizada se le da un
tratamiento diverso. Se pretende evitar que se
produzca con el tema de los delitos graves y la
delincuencia organizada, lo que hasta ahora ha
venido sucediendo, es decir, que sea el legislador
ordinario el que en definitiva decida a qué casos se
aplica la Constitución y cuáles requieren un
tratamiento excepcional por tratarse de delitos
graves o delincuencia organizada. Debe apreciarse
que se requiere una regulación especial de las
medidas cautelares cuando se trate de estos casos,
sin embargo, las excepciones tienen que estar
previstas en el propio texto constitucional, ya que si
se hace un reenvío a la ley, inevitablemente se
debilita el principio de supremacía constitucional.
Cuando por primera vez se creó el sistema de
delitos graves para la procedencia de la libertad
provisional bajo caución, se tenía el propósito de
que éstos fueran excepcionales. No obstante, la
experiencia estatal y federal ha mostrado que este
sistema excepcional ha colonizado el resto del
ordenamiento. Hoy por hoy existe un enorme abuso
de la prisión preventiva, toda vez que la mayoría de
los delitos están calificados como graves por la
legislación ordinaria. Con la finalidad de superar
este estado de cosas se impone que sea la propia
Constitución la que determine aquellos casos

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AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

excepcionales, para los que bastará acreditar el


supuesto material para que en principio proceda la
prisión preventiva.
El propio artículo 19 constitucional establece la
posibilidad de que los ordenamientos procesales de
las entidades federativas y de la Federación,
incorporen una excepción al diseño normativo de
las medidas cautelares y de la prisión preventiva
recién explicado. Se prevé que el juez aplique
prisión preventiva para los casos de delincuencia
organizada, homicidio doloso, violación, secuestro,
delitos cometidos con medios especialmente
violentos como armas y explosivos, así como delitos
graves que determine la ley en contra de la
seguridad de la nación, el libre desarrollo de la
personalidad y de la salud, si el ministerio público
logra acreditar, en audiencia, las condiciones
exigidas para vincular a proceso por esos delitos.
La decisión sobre medidas cautelares es
evidentemente revisable, tan es así que
expresamente se prevé que se podrá revocar la
libertad de los individuos ya vinculados a proceso,
cuando se acrediten los extremos previstos en la
propia Constitución y de conformidad con lo que
disponga la ley.
(…)
El artículo 19 señalado, fue reformado
nuevamente el catorce de julio de dos mil once, con
el objeto de introducir en la gama de delitos
respecto de los cuales el juez debe ordenar la

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AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

prisión preventiva de manera oficiosa, como parte


del sistema penal acusatorio, el delito de trata de
personas; en el dictamen de la Cámara de origen de
diez de febrero de dos mil once, se estableció lo
siguiente:
(…)
Ahora bien, de las transcripciones anteriores
podemos concluir que la única intención del
legislador al introducir la reforma de mérito, es en
forma general, regular de manera más específica y
cuidadosa el delito de trata de personas, atendiendo
a la repercusión actual que tiene en la sociedad;
atendiendo a lo anterior, de manera particular en el
segundo párrafo del artículo 19, se incluye dicho
delito en el catálogo de ilícitos respecto de los
cuales procede de manera excepcional la prisión
preventiva oficiosa, instaurada con las nuevas
formas, figuras y condiciones que se establecen en
el nuevo sistema penal.
(…)
Además, conforme a la nueva lógica del sistema
acusatorio en materia de prisión preventiva (esto
es, con la inversión de la regla en la prisión
preventiva, en la cual todos los imputados deben de
enfrentar su proceso en libertad y sólo de manera
excepcional procede la prisión preventiva),
desaparecen dos figuras del derecho penal clásico;
la libertad provisional bajo caución y el catálogo de
delitos graves.
(…)”.

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AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

De ese modo, en lo que trasciende al asunto sujeto a revisión

en esta vía constitucional, debe partirse de la premisa de que en el

sistema procesal penal acusatorio cuando no se trata de alguno de

los delitos para los que específicamente se definió como medida

cautelar oficiosa la prisión preventiva, los gobernados tienen la

prerrogativa de enfrentar en libertad el proceso penal instaurado en

su contra, por lo que sólo podrá emplearse de manera excepcional

siempre y cuando la imputación verse sobre un ilícito sancionado con

pena privativa de la libertad y existan datos que revelen que las

otras medidas cautelares menos gravosas no serían efectivas para

garantizar la comparecencia del imputado en el enjuiciamiento, el

desarrollo de la investigación, la protección de la víctima, de los

testigos o de la comunidad, así como cuando el imputado esté

siendo procesado o haya sido sentenciado previamente por la

comisión de un delito doloso.

Pues sólo así se respeta el derecho de presunción de inocencia

como regla de trato procesal, cuya esencia radica en ser tratado

como inocente en tanto no haya sido declarada la culpabilidad de un

individuo mediante sentencia judicial y se le haya seguido un

proceso con todas las garantías, ya que se debe evitar la aplicación

de medidas judiciales que impliquen una equiparación de hecho

entre imputado y culpable y, por tanto, cualquier tipo de


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AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

resolución judicial que suponga la anticipación de la pena.

Así lo estableció la Primera Sala de la suprema Corte de Justicia

de la Nación, en la jurisprudencia3 que dice lo siguiente:

“PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO REGLA DE


TRATO PROCESAL. La presunción de inocencia es un
derecho que puede calificarse de "poliédrico", en el
sentido de que tiene múltiples manifestaciones o
vertientes relacionadas con garantías encaminadas
a regular distintos aspectos del proceso penal. Una
de sus vertientes se manifiesta como "regla de trato
procesal" o "regla de tratamiento" del imputado, en
la medida en que este derecho establece la forma
en la que debe tratarse a una persona que está
sometida a proceso penal. En este sentido, la
presunción de inocencia comporta el derecho de
toda persona a ser tratado como inocente en tanto
no se declare su culpabilidad por virtud de una
sentencia condenatoria. Dicha manifestación de la
presunción de inocencia ordena a los jueces impedir
en la mayor medida posible la aplicación de
medidas que impliquen una equiparación de hecho
entre imputado y culpable, es decir, conlleva la
prohibición de cualquier tipo de resolución judicial
que suponga la anticipación de la pena”.

En congruencia con lo anterior el numeral 19 del Código

3 1a./J. 24/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la


Federación, Libro 5, Abril de 2014, Tomo I, Página 497, Décima Época, Registro
2006092.
23
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

Nacional de Procedimientos Penales también establece el derecho al

respeto a la libertad personal en los términos siguientes:

“Artículo 19. Derecho al respeto a la libertad


personal
Toda persona tiene derecho a que se respete su
libertad personal, por lo que nadie podrá ser
privado de la misma, sino en virtud de
mandamiento dictado por la autoridad judicial o de
conformidad con las demás causas y condiciones
que autorizan la Constitución y este Código.
La autoridad judicial sólo podrá autorizar como
medidas cautelares, o providencias precautorias
restrictivas de la libertad, las que estén establecidas
en este Código y en las leyes especiales. La prisión
preventiva será de carácter excepcional y su
aplicación se regirá en los términos previstos en
este Código”.

Asimismo, en lo que interesa es necesario invocar la regulación

que para esa medida cautelar se contempla en los arábigos 153,

154, 155, fracción XIV, 156 a 159, 165 a 168 y 171 del Código

Nacional de Procedimientos Penales, los cuales disponen lo

siguiente:

“Artículo 153. Reglas generales de las medidas


cautelares
Las medidas cautelares serán impuestas
mediante resolución judicial, por el tiempo
24
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

indispensable para asegurar la presencia del


imputado en el procedimiento, garantizar la
seguridad de la víctima u ofendido o del testigo, o
evitar la obstaculización del procedimiento.
Corresponderá a las autoridades competentes
de la Federación y de las entidades federativas,
para medidas cautelares, vigilar que el mandato de
la autoridad judicial sea debidamente cumplido”.
“Artículo 154. Procedencia de medidas
cautelares
El Juez podrá imponer medidas cautelares a
petición del Ministerio Público o de la víctima u
ofendido, en los casos previstos por este Código,
cuando ocurran las circunstancias siguientes:
I. Formulada la imputación, el propio imputado
se acoja al término constitucional, ya sea éste de
una duración de setenta y dos horas o de ciento
cuarenta y cuatro, según sea el caso, o
II. Se haya vinculado a proceso al imputado.
En caso de que el Ministerio Público, la víctima,
el asesor jurídico, u ofendido, solicite una medida
cautelar durante el plazo constitucional, dicha
cuestión deberá resolverse inmediatamente
después de formulada la imputación. Para tal
efecto, las partes podrán ofrecer aquellos medios de
prueba pertinentes para analizar la procedencia de
la medida solicitada, siempre y cuando la misma sea
susceptible de ser desahogada en las siguientes
veinticuatro horas”.
“Artículo 155. Tipos de medidas cautelares

25
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

A solicitud del Ministerio Público o de la víctima


u ofendido, el juez podrá imponer al imputado una o
varias de las siguientes medidas cautelares:
(…)
XIV. La prisión preventiva.
(…)”.
“Artículo 156. Proporcionalidad
El Juez de control, al imponer una o varias de
las medidas cautelares previstas en este Código,
deberá tomar en consideración los argumentos que
las partes ofrezcan o la justificación que el
Ministerio Público realice, aplicando el criterio de
mínima intervención según las circunstancias
particulares de cada persona, en términos de lo
dispuesto en el artículo 19 de la Constitución.
Para determinar la idoneidad y proporcionalidad
de la medida, se podrá tomar en consideración el
análisis de evaluación de riesgo realizado por
personal especializado en la materia, de manera
objetiva, imparcial y neutral en términos de la
legislación aplicable.
En la resolución respectiva, el Juez de control
deberá justificar las razones por las que la medida
cautelar impuesta es la que resulta menos lesiva
para el imputado”.
“Artículo 157. Imposición de medidas
cautelares
Las solicitudes de medidas cautelares serán
resueltas por el Juez de control, en audiencia y con
presencia de las partes.

26
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

El Juez de control podrá imponer una de las


medidas cautelares previstas en este Código, o
combinar varias de ellas según resulte adecuado al
caso, o imponer una diversa a la solicitada siempre
que no sea más grave. Sólo el Ministerio Público
podrá solicitar la prisión preventiva, la cual no
podrá combinarse con otras medidas cautelares
previstas en este Código, salvo el embargo
precautorio o la inmovilización de cuentas y demás
valores que se encuentren en el sistema financiero.
En ningún caso el Juez de control está
autorizado a aplicar medidas cautelares sin tomar
en cuenta el objeto o la finalidad de las mismas ni a
aplicar medidas más graves que las previstas en el
presente Código”.
“Artículo 158. Debate de medidas cautelares
Formulada la imputación, en su caso, o dictado
el auto de vinculación a proceso a solicitud del
Ministerio Público, de la víctima o de la defensa, se
discutirá lo relativo a la necesidad de imposición o
modificación de medidas cautelares”.
“Artículo 159. Contenido de la resolución
La resolución que establezca una medida
cautelar deberá contener al menos lo siguiente:
I. La imposición de la medida cautelar y la
justificación que motivó el establecimiento de la
misma;
II. Los lineamientos para la aplicación de la
medida, y
III. La vigencia de la medida”.

27
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

“Artículo 165. Aplicación de la prisión


preventiva
Sólo por delito que merezca pena privativa de
libertad habrá lugar a prisión preventiva. La prisión
preventiva será ordenada conforme a los términos y
las condiciones de este Código.
La prisión preventiva no podrá exceder del
tiempo que como máximo de pena fije la ley al
delito que motivare el proceso y en ningún caso
será superior a dos años, salvo que su prolongación
se deba al ejercicio del derecho de defensa del
imputado. Si cumplido este término no se ha
pronunciado sentencia, el imputado será puesto en
libertad de inmediato mientras se sigue el proceso,
sin que ello obste para imponer otras medidas
cautelares”.
“Artículo 166. Excepciones
En el caso de que el imputado sea una persona
mayor de setenta años de edad o afectada por una
enfermedad grave o terminal, el Órgano
jurisdiccional podrá ordenar que la prisión
preventiva se ejecute en el domicilio de la persona
imputada o, de ser el caso, en un centro médico o
geriátrico, bajo las medidas cautelares que
procedan.
De igual forma, procederá lo previsto en el
párrafo anterior, cuando se trate de mujeres
embarazadas, o de madres durante la lactancia.
No gozarán de la prerrogativa prevista en los
dos párrafos anteriores, quienes a criterio del Juez

28
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

de control puedan sustraerse de la acción de la


justicia o manifiesten una conducta que haga
presumible su riesgo social”.
“Artículo 167. Causas de procedencia
El Ministerio Público sólo podrá solicitar al Juez
de control la prisión preventiva o el resguardo
domiciliario cuando otras medidas cautelares no
sean suficientes para garantizar la comparecencia
del imputado en el juicio, el desarrollo de la
investigación, la protección de la víctima, de los
testigos o de la comunidad así como cuando el
imputado esté siendo procesado o haya sido
sentenciado previamente por la comisión de un
delito doloso, siempre y cuando la causa diversa no
sea acumulable o conexa en los términos del
presente Código.
En el supuesto de que el imputado esté siendo
procesado por otro delito distinto de aquel en el que
se solicite la prisión preventiva, deberá analizarse si
ambos procesos son susceptibles de acumulación,
en cuyo caso la existencia de proceso previo no dará
lugar por si sola a la procedencia de la prisión
preventiva.
El Juez de control en el ámbito de su
competencia, ordenará la prisión preventiva
oficiosamente en los casos de delincuencia
organizada, homicidio doloso, violación, secuestro,
trata de personas, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos
graves que determine la ley contra la seguridad de

29
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

la Nación, el libre desarrollo de la personalidad y de


la salud.
Las leyes generales de salud, secuestro y trata
de personas establecerán los supuestos que
ameriten prisión preventiva oficiosa.
La ley en materia de delincuencia organizada
establecerá los supuestos que ameriten prisión
preventiva oficiosa.
Se consideran delitos que ameritan prisión
preventiva oficiosa, los previstos en el Código Penal
Federal de la manera siguiente:
I. Homicidio doloso previsto en los artículos 302
en relación al 307, 313, 315, 315 Bis, 320 y 323;
II. Genocidio, previsto en el artículo 149 Bis;
III. Violación prevista en los artículos 265, 266
y 266 Bis;
IV. Traición a la patria, previsto en los artículos
123, 124, 125 y 126;
V. Espionaje, previsto en los artículos 127 y
128;
VI. Terrorismo, previsto en los artículos 139 al
139 Ter y terrorismo internacional previsto en los
artículos 148 Bis al 148 Quáter;
VII. Sabotaje, previsto en el artículo 140,
párrafo primero;
VIII. Los previstos en los artículos 142, párrafo
segundo y 145;
IX. Corrupción de personas menores de
dieciocho años de edad o de personas que no tienen
capacidad para comprender el significado del hecho

30
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

o de personas que no tienen capacidad para


resistirlo, previsto en el artículo 201; Pornografía de
personas menores de dieciocho años de edad o de
personas que no tienen capacidad para comprender
el significado del hecho o de personas que no tienen
capacidad para resistirlo, previsto en el artículo
202; Turismo sexual en contra de personas menores
de dieciocho años de edad o de personas que no
tienen capacidad para comprender el significado del
hecho o de personas que no tienen capacidad para
resistirlo, previsto en los artículos 203 y 203 Bis;
Lenocinio de personas menores de dieciocho años
de edad o de personas que no tienen capacidad para
comprender el significado del hecho o de personas
que no tienen capacidad para resistirlo, previsto en
el artículo 204 y Pederastia, previsto en el artículo
209 Bis;
X. Tráfico de menores, previsto en el artículo
366 Ter;
XI. Contra la salud, previsto en los artículos
194, 195, 196 Bis, 196 Ter, 197, párrafo primero y
198, parte primera del párrafo tercero.
El juez no impondrá la prisión preventiva
oficiosa y la sustituirá por otra medida cautelar,
únicamente cuando lo solicite el Ministerio Público
por no resultar proporcional para garantizar la
comparecencia del imputado en el proceso, el
desarrollo de la investigación, la protección de la
víctima y de los testigos o de la comunidad. Dicha
solicitud deberá contar con la autorización del

31
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

titular de la Procuraduría o el funcionario que en él


delegue esa facultad”.
“Artículo 168. Peligro de sustracción del
imputado
Para decidir si está garantizada o no la
comparecencia del imputado en el proceso, el Juez
de control tomará en cuenta, especialmente, las
siguientes circunstancias:
I. El arraigo que tenga en el lugar donde deba
ser juzgado determinado por el domicilio, residencia
habitual, asiento de la familia y las facilidades para
abandonar el lugar o permanecer oculto. La
falsedad sobre el domicilio del imputado constituye
presunción de riesgo de fuga;
II. El máximo de la pena que en su caso pudiera
llegar a imponerse de acuerdo al delito de que se
trate y la actitud que voluntariamente adopta el
imputado ante éste;
III. El comportamiento del imputado posterior
al hecho cometido durante el procedimiento o en
otro anterior, en la medida que indique su voluntad
de someterse o no a la persecución penal;
IV. La inobservancia de medidas cautelares
previamente impuestas, o
V. El desacato de citaciones para actos
procesales y que, conforme a derecho, le hubieran
realizado las autoridades investigadoras o
jurisdiccionales”.
“Artículo 171. Pruebas para la imposición,
revisión, sustitución, modificación o cese de la

32
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

prisión preventiva
Las partes podrán invocar datos u ofrecer
medios de prueba con el fin de solicitar la
imposición, revisión, sustitución, modificación o
cese de la prisión preventiva.
En todos los casos se estará a lo dispuesto por
este Código en lo relativo a la admisión y desahogo
de medios de prueba.
Los medios de convicción allegados tendrán
eficacia únicamente para la resolución de las
cuestiones que se hubieren planteado”. (Lo
subrayado es de este órgano colegiado).
El anterior marco normativo permite colegir que si dentro del

plazo constitucional el Ministerio Público solicita que se imponga al

imputado la medida cautelar de prisión preventiva, el resolutor debe

avocarse al estudio de esa cuestión en audiencia con presencia de

las partes, en la que en observancia al principio de contradicción

podrán alegar y ofrecer medios de prueba sobre ese aspecto, y

emitirá resolución atendiendo a los criterios de mínima intervención,

idoneidad y proporcionalidad, exponiendo de manera fundada y

motivada si se justifica su imposición para cumplir con las finalidades

que enmarca la Carta Magna, los lineamientos para su aplicación y

su vigencia, además es indispensable que en los casos en que el

Ministerio Público arguya que existe peligro de que el imputado se

sustraiga de la acción de la Justicia, el juez de control debe hacer un

estudio ponderado de las circunstancias siguientes:


33
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

a) El arraigo que tiene donde será juzgado, lo que se

determina por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y

las facilidades para abandonar el lugar o permanecer oculto, y en

caso de que se demuestre que dio un domicilio falso operará en su

contra la presunción de riesgo de fuga;

b) El máximo de la pena que en su caso pudiera llegar a

imponerse de acuerdo al delito de que se trate y la actitud que

voluntariamente adopte;

c) El comportamiento del imputado posterior al hecho cometido

durante el procedimiento o en otro anterior, en la medida que

indique su voluntad de someterse o no a la persecución penal;

d) La inobservancia de medidas cautelares previamente

impuestas, o

e) El desacato de citaciones para actos procesales y que,

conforme a derecho, le hubieran realizado las autoridades

investigadoras o jurisdiccionales.

◊ Trato especial que deben recibir las personas “adultas

mayores” en los procesos penales de acuerdo al marco

normativo jurídico nacional e internacional.

La consideración especial hacia los derechos de las personas


34
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

mayores ha sido garantizada no sólo en la legislación local y federal

del país, sino además, en diversas recomendaciones y tratados

celebrados ante organismos internacionales.

Estas recomendaciones y acuerdos sobre los derechos de las

personas de la tercera edad están basados en las premisas

fundamentales establecidas por documentos como la Carta de las

Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos

Humanos.

Debe decirse que si a alguna de las partes en un juicio le

corresponde la condición de persona adulta mayor, el juzgador debe

analizar las disposiciones legales aplicables al caso y atender al

mayor beneficio que pudiera corresponder al interesado.

Ello es así, pues el artículo 1° de la Constitución General señala

que todas las personas gozan de los derechos que la misma

establece independientemente de la edad que tengan4, tal

reconocimiento implica por un lado, que cualquier negación de

4 Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de
los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las
garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni
suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.
(…)
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o
cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular
o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
35
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

derechos con base en la categoría de edad se presume

inconstitucional y, por otro, que se justifica la protección reforzada

de los derechos tanto de los menores de edad como de los adultos

en edad avanzada.

Si bien no puede equiparse la vulnerabilidad de los niños con la

de los adultos mayores, ambos grupos se encuentran en una

situación de debilidad respecto al resto de la población.

Ello encuentra sustento en las declaraciones y compromisos

internacionales como los Principios de las Naciones Unidas a favor de

las personas de edad, adoptado por la Asamblea General de las

Naciones Unidas el dieciséis de diciembre de mil novecientos

noventa y uno en la Resolución 46/91; la Declaración sobre los

Derechos y Responsabilidades de las Personas de Edad adoptada por

la Asamblea General de las Naciones Unidas de mil novecientos

noventa y dos o los debates y conclusiones en foros como la

Asamblea Mundial del Envejecimiento en Viena en mil novecientos

noventa y dos, la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos en

mil novecientos noventa y tres (de la que emanó la Declaración

citada), la Conferencia Mundial sobre Población de El Cairo en mil

novecientos noventa y cuatro, y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo

Social de Copenhague en mil novecientos noventa y cinco.

36
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

Tales instrumentos llevan a este órgano de control

constitucional a concluir que los adultos mayores constituyen

un grupo vulnerable que merece especial protección por

parte de los órganos del Estado, entre ellos los

jurisdiccionales, ya que por su avanzada edad necesitan una

protección reforzada de sus derechos.

Dicha consideración especial hacia los derechos de las personas

mayores, también se encuentra contenida en diversos instrumentos

internacionales, como es en los artículos 25, párrafo 1 de la

Declaración Universal de Derechos Humanos5; así como el artículo

17 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre

Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y

Culturales, “Protocolo de San Salvador”6.

5 “Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia
por circunstancias independientes de su voluntad”.
6 “Artículo 17
Protección de los ancianos
Toda persona tiene derecho a protección especial durante su ancianidad. En tal
cometido, los Estados Partes se comprometen a adoptar de manera progresiva
las medidas necesarias a fin de llevar este derecho a la práctica y en particular
a:
a. Proporcionar instalaciones adecuadas, así como alimentación y atención
médica especializada a las personas de edad avanzada que carezcan de ella y
no se encuentren en condiciones de proporcionársela por sí mismas;
b. Ejecutar programas laborales específicos destinados a conceder a los
ancianos la posibilidad de realizar una actividad productiva adecuada a sus
capacidades respetando su vocación o deseos;
c. Estimular la formación de organizaciones sociales destinadas a mejorar la
37
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

En el ámbito interno, la Ley de los Derechos de las Personas

Adultas Mayores garantiza el ejercicio de los derechos de las

personas adultas mayores.

Así, en su artículo 5° se establece un listado no limitativo de los

derechos que adquieren relevancia en tratándose de éste grupo,

entre los mismos destacan: el derecho a tener una vida con calidad,

libre de violencia con respeto a su integridad física, psicoemocional y

sexual; así como el derecho a recibir un trato digno y apropiado en

cualquier procedimiento judicial que los involucre, ya sea en calidad

de agraviados, indiciados o sentenciados7.

calidad de vida de los ancianos”.


7 “Artículo 5o. De manera enunciativa y no limitativa, esta Ley tiene por objeto

garantizar a las personas adultas mayores los siguientes derechos:


I. De la integridad, dignidad y preferencia:
a. A una vida con calidad. Es obligación de las Instituciones Públicas, de la
comunidad, de la familia y la sociedad, garantizarles el acceso a los programas
que tengan por objeto posibilitar el ejercicio de este derecho.
b. Al disfrute pleno, sin discriminación ni distinción alguna, de los derechos que
ésta y otras leyes consagran.
c. A una vida libre sin violencia.
d. Al respeto a su integridad física, psicoemocional y sexual.
e. A la protección contra toda forma de explotación.
f. A recibir protección por parte de la comunidad, la familia y la sociedad, así
como de las instituciones federales, estatales y municipales.
g. A vivir en entornos seguros dignos y decorosos, que cumplan con sus
necesidades y requerimientos y en donde ejerzan libremente sus derechos.
II. De la certeza jurídica:
a. A recibir un trato digno y apropiado en cualquier procedimiento judicial que
los involucre, ya sea en calidad de agraviados, indiciados o sentenciados.
b. A recibir el apoyo de las instituciones federales, estatales y municipales en el
ejercicio y respeto de sus derechos.
c. A recibir asesoría jurídica en forma gratuita en los procedimientos
administrativos o judiciales en que sea parte y contar con un representante
legal cuando lo considere necesario.
d. En los procedimientos que señala el párrafo anterior, se deberá tener
atención preferente en la protección de su patrimonio personal y familiar y
cuando sea el caso, testar sin presiones ni violencia.
38
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

De acuerdo con lo expuesto, debe decirse que si en un

procedimiento judicial alguna de las partes tiene la categoría de

adulto mayor, es decir, si tiene más de sesenta años años8, el

juzgador debe analizar las disposiciones legales aplicables al caso en

seguimiento de los principios establecidos en los ordenamientos

mencionados, proporcionando el mayor beneficio que pudiera

corresponder al adulto en edad avanzada.

Las anteriores consideraciones se obtienen la tesis 1a.

CCXXIV/2015 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de

la Nación9, que establece:

“ADULTOS MAYORES. AL CONSTITUIR UN


GRUPO VULNERABLE MERECEN UNA ESPECIAL
PROTECCIÓN POR PARTE DE LOS ÓRGANOS DEL
ESTADO. Del contenido de los artículos 25, párrafo
1, de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; así como del artículo 17 del Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos en Materia de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de

(…)”.
8 “Artículo 3o. Para los efectos de esta Ley, se entenderá por:
I. Personas adultas mayores. Aquellas que cuenten con sesenta años o más de
edad y que se encuentren domiciliadas o en tránsito en el territorio nacional;
(…)”.

9Publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 19, Junio


de 2015, Tomo I, Página 573, Décima Época, Registro 2009452.
39
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

San Salvador", se desprende la especial protección


de los derechos de las personas mayores. Por su
parte, las declaraciones y compromisos
internacionales como los Principios de las Naciones
Unidas a Favor de las Personas de Edad, adoptado
por la Asamblea General de las Naciones Unidas el
16 de diciembre de 1991 en la Resolución 46/91; la
Declaración sobre los Derechos y Responsabilidades
de las Personas de Edad, adoptada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas de 1992 o los
debates y conclusiones en foros como la Asamblea
Mundial del Envejecimiento en Viena en 1982, la
Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos en
1993 (de la que emanó la Declaración citada), la
Conferencia Mundial sobre Población de El Cairo en
1994, y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social
de Copenhague en 1995, llevan a concluir que los
adultos mayores constituyen un grupo vulnerable
que merece especial protección por parte de los
órganos del Estado, ya que su avanzada edad los
coloca con frecuencia en una situación de
dependencia familiar, discriminación e incluso
abandono. Lo anterior no implica, sin embargo, que
en todos los casos en los que intervengan deba
suplirse la deficiencia de la queja”.

Por ello, cuando se trate una persona adulta mayor -como en el

caso en concreto-, es necesario que la interpretación de las normas

que prevean y garanticen los derechos humanos de ese grupo

vulnerable, se realice con esa perspectiva y en su mayor


40
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

beneficio, lo que resulta obligatorio atendiendo al compromiso que el

Estado Mexicano adoptó con el fin de proteger los derechos de las

personas que tienen esa calidad.

Resulta ilustrativa al caso, la tesis aislada10 que dispone lo

siguiente:

“ADULTOS MAYORES. EL JUZGADOR DEBE


TENER EN CUENTA LA CONSIDERACIÓN ESPECIAL
HACIA LOS DERECHOS DE AQUÉLLOS,
GARANTIZADA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y EN DIVERSAS
RECOMENDACIONES Y TRATADOS CELEBRADOS
ANTE ORGANISMOS INTERNACIONALES. La
consideración especial hacia los derechos de las
personas mayores ha sido garantizada no sólo en la
legislación local y federal del país, sino además, en
diversas recomendaciones y tratados celebrados
ante organismos internacionales. Estas
recomendaciones y acuerdos sobre los derechos de
las personas de la tercera edad están basados en las
premisas fundamentales establecidas por
documentos como la Carta de las Naciones Unidas y
la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
De acuerdo con lo expuesto, debe decirse que si a
alguna de las partes en el juicio le corresponde la

10Tesis: I.5o.C.5 K (10a.), emitida por el Quinto Tribunal Colegiado en Materia


Civil del Primer Circuito, publicada en el semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Libro XXI, Junio de 2013, Tomo 2, Décima Época, Página 1226,
Registro 2003811.
41
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

condición de persona adulta mayor, el juzgador


debe analizar las disposiciones legales aplicables al
caso en seguimiento de los principios establecidos
en los ordenamientos mencionados, así como en el
artículo 1o., párrafo segundo, de la Ley
Fundamental del país y atender al mayor beneficio
que pudiera corresponder al interesado”.

En efecto, el marco jurídico internacional y nacional que se

ocupa de los adultos mayores y de esas consideraciones especiales,

es el siguiente:

En el Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre

Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y

Culturales "Protocolo de San Salvador" celebrado en San Salvador, el

diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y ocho, como se

aprecia específicamente en su numeral 17, que dice:

“Artículo 17
Protección de los ancianos
Toda persona tiene derecho a protección
especial durante su ancianidad. En tal cometido, los
Estados Partes se comprometen a adoptar de
manera progresiva las medidas necesarias a fin de
llevar este derecho a la práctica y en particular a:
a. Proporcionar instalaciones adecuadas, así
como alimentación y atención médica especializada
a las personas de edad avanzada que carezcan de
ella y no se encuentren en condiciones de

42
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

proporcionársela por sí mismas;


b. Ejecutar programas laborales específicos
destinados a conceder a los ancianos la posibilidad
de realizar una actividad productiva adecuada a sus
capacidades respetando su vocación o deseos;
c. Estimular la formación de organizaciones
sociales destinadas a mejorar la calidad de vida de
los ancianos”.

En cumplimiento a lo establecido en el protocolo, el Estado

Mexicano emitió la Ley de los Derechos de las Personas Adultas

Mayores, que en sus numerales 1º, 2°, fracción I, 3°, fracción I, 4°,

fracción V, y 5°, fracción II, ilustran lo que aquí se viene señalando,

pues al efecto establecen:

“Artículo 1o. La presente Ley es de orden


público, de interés social y de observancia general
en los Estados Unidos Mexicanos. Tiene por objeto
garantizar el ejercicio de los derechos de las
personas adultas mayores, así como establecer las
bases y disposiciones para su cumplimiento,
mediante la regulación de:
I. La política pública nacional para la
observancia de los derechos de las personas adultas
mayores;
II. Los principios, objetivos, programas,
responsabilidades e instrumentos que la
administración pública federal, las entidades
federativas y los municipios deberán observar en la

43
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

planeación y aplicación de la política pública


nacional, y
III. El Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores”.
“Artículo 2o. La aplicación y seguimiento de
esta Ley, corresponde a:
I. El Ejecutivo Federal, a través de las
Secretarías de Estado y demás dependencias que
integran la Administración Pública, así como las
Entidades Federativas, los Municipios, los Órganos
Desconcentrados y paraestatales, en el ámbito de
sus respectivas competencias y jurisdicción;
(…)”.
“Artículo 3o. Para los efectos de esta Ley, se
entenderá por:
I. Personas adultas mayores. Aquellas que
cuenten con sesenta años o más de edad y que se
encuentren domiciliadas o en tránsito en el
territorio nacional;
(…)”.
“CAPÍTULO I
DE LOS PRINCIPIOS
Artículo 4o. Son principios rectores en la
observación y aplicación de esta Ley:
(…)
V. Atención preferente. Es aquella que obliga a
las instituciones federales, estatales y municipales
de gobierno, así como a los sectores social y privado
a implementar programas acordes a las diferentes

44
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

etapas, características y circunstancias de las


personas adultas mayores”.
“CAPÍTULO II
DE LOS DERECHOS
Artículo 5o. De manera enunciativa y no
limitativa, esta Ley tiene por objeto garantizar a las
personas adultas mayores los siguientes derechos:
(…)
II. De la certeza jurídica:
a. A recibir un trato digno y apropiado en
cualquier procedimiento judicial que los involucre,
ya sea en calidad de agraviados, indiciados o
sentenciados.
b. A recibir el apoyo de las instituciones
federales, estatales y municipales en el ejercicio y
respeto de sus derechos.
c. A recibir asesoría jurídica en forma gratuita
en los procedimientos administrativos o judiciales
en que sea parte y contar con un representante
legal cuando lo considere necesario.
d. En los procedimientos que señala el párrafo
anterior, se deberá tener atención preferente en la
protección de su patrimonio personal y familiar y
cuando sea el caso, testar sin presiones ni
violencia”. (Lo subrayado es de este órgano colegiado).

Cabe indicar que en la referida ley se prevé en sus artículos 1° y

2°, que es de orden público, de interés social y de observancia

general en toda la República Mexicana y su aplicación corresponde a

los gobiernos Federal, de las entidades federativas y


45
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

municipales, por ser precisamente una ley general, que conforme al

artículo 133 de la Carta Magna, está jerárquicamente por encima de

la Leyes Federales y Estatales, siguiendo la idea jurídica contenida

en la tesis P.VII/2007 del Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación11, que estatuye lo siguiente:

“LEYES GENERALES. INTERPRETACIÓN DEL


ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL. La lectura del
precepto citado permite advertir la intención del
Constituyente de establecer un conjunto de
disposiciones de observancia general que, en la
medida en que se encuentren apegadas a lo
dispuesto por la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, constituyan la "Ley Suprema de
la Unión". En este sentido, debe entenderse que las
leyes del Congreso de la Unión a las que se refiere el
artículo constitucional no corresponden a las leyes
federales, esto es, a aquellas que regulan las
atribuciones conferidas a determinados órganos con
el objeto de trascender únicamente al ámbito
federal, sino que se trata de leyes generales que
son aquellas que pueden incidir válidamente en
todos los órdenes jurídicos parciales que integran al
Estado Mexicano. Es decir, las leyes generales
corresponden a aquellas respecto a las cuales el
Constituyente o el Poder Revisor de la Constitución
ha renunciado expresamente a su potestad

11Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXV,


Abril de 2007, Novena época, Página 5, Registro 172739.
46
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

distribuidora de atribuciones entre las entidades


políticas que integran el Estado Mexicano, lo cual se
traduce en una excepción al principio establecido
por el artículo 124 constitucional. Además, estas
leyes no son emitidas motu proprio por el Congreso
de la Unión, sino que tienen su origen en cláusulas
constitucionales que obligan a éste a dictarlas, de
tal manera que una vez promulgadas y publicadas,
deberán ser aplicadas por las autoridades federales,
locales, del Distrito Federal y municipales”.

En esas condiciones, se concluye que del análisis sistemático y

funcional de la normatividad transcrita, relacionada con artículo 1º

constitucional y 17 del Protocolo Adicional a la Convención

Americana Sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos

Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador", ya

que el Estado Mexicano se obligó a proteger los derechos de las

personas consideradas adultos mayores (sesenta años o más de

edad), para cuyo efecto emitió la Ley de los Derechos de las

Personas Adultas Mayores, en la que se establece que su aplicación

corresponde como una “Ley General”, es claro que para cumplir uno

de sus principios rectores que es la atención preferencial a ese tipo

de personas, tales directrices deben aplicarse en los procesos

penales federales, en donde se vean inmiscuidos, ya sea como

parte agraviada u ofendida, inculpada o sentenciada.

47
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

Consideraciones especiales, que implican correlativamente un

derecho del adulto mayor y una obligación de las autoridades de

investigación y judiciales que tienen que ver con la procuración y

administración de justicia, que pueden ser de manera enunciativa las

siguientes:

a) A gozar de la presunción de ser adulto mayor, salvo prueba

en contrario;

b) Dar mayor celeridad en la realización de las diligencias que

se ordenen en los procesos penales;

c) Monitoreo constante de los niveles de salud física y mental

del procesado adulto mayor, a través del auxilio de las autoridades

de salud correspondientes;

d) Trato preferencial en los horarios para comparecer ante el

juez de la causa;

e) Analizar con detenimiento si la edad del inculpado adulto

mayor fue determinante para la comisión de los hechos que le

imputen;

f) En caso de dictarse en su contra una sentencia absolutoria,

velar por la inmediata libertad del adulto mayor, bajo la óptica de

corroborar previamente sus condiciones alimentarias y de


48
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

salud, así como el de que al ser puesto en libertad no se le exponga

a las inclemencias del tiempo o a la soledad de su retiro del centro

de reclusión en horarios impropios para la facilidad del traslado;

g) De igual manera, establecer el modo y lugar de

internamiento tanto para la prisión preventiva como cuando cumple

la pena corporal impuesta, tomando en consideración que la edad

para ser considerado adulto mayor es la de sesenta años o más, de

acuerdo a lo establecido en el artículo 3° de la Ley de los Derechos

de las Personas Adultos Mayores; y,

h) En determinados supuestos, con derecho a sufrir prisión

preventiva o a purgar condena de prisión, pero en ambos casos en

sus propios domicilios particulares.

Las hipótesis antes citadas, deben entenderse de manera

orientadora, no limitativas y deben ser tomadas en consideración

para preservar los derechos humanos de los adultos mayores que

fueron reconocidos por el Estado Mexicano.

Sustenta lo anterior, la jurisprudencia12 de rubro y texto

siguientes:

12Tesis: VII.4o.P.T. J/4 (10a.), pronunciada por el Cuarto Tribunal Colegiado en


Materias Penal y de Trabajo del Séptimo Circuito, publicada en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 9, Agosto de 2014, Tomo III, Décima
Época, Página 1397, Registro: 2007244.
49
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

“ADULTOS MAYORES. CONSIDERACIONES


ESPECIALES QUE, CONFORME AL MARCO JURÍDICO
NACIONAL E INTERNACIONAL, DEBEN RECIBIR DE
LAS AUTORIDADES QUE PROCURAN Y
ADMINISTRAN JUSTICIA CUANDO EN LOS
PROCESOS PENALES FIGURAN COMO AGRAVIADOS
U OFENDIDOS, INCULPADOS O SENTENCIADOS.
Conforme a los artículos 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 17 del
Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San
Salvador", el Estado Mexicano se obligó a proteger
los derechos de las personas consideradas adultos
mayores (sesenta años o más de edad), para cuyo
efecto emitió la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, en la que en sus artículos 1o., 2o.,
fracción I, 3o., fracción I, 4o., fracción V y 5o.,
fracción II, entre otras cosas, se establece que su
aplicación corresponde, acorde a su naturaleza de
ser una "ley general", a la Federación, entidades
federativas y Municipios, por lo que para cumplir
uno de sus principios rectores, que es la atención
preferencial a ese tipo de personas, tales directrices
deben aplicarse en los procesos penales en donde
figuren como parte agraviada u ofendida, inculpada
o sentenciada. Estas consideraciones especiales
implican, correlativamente, un derecho del adulto
mayor y una obligación de las autoridades de
investigación y judiciales que tienen que ver con la

50
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

procuración y administración de justicia, y pueden


ser de forma enunciativa las siguientes: a) A gozar
de la presunción de ser adulto mayor, salvo prueba
en contrario; b) Dar mayor celeridad en la
realización de las diligencias que se ordenen en los
procesos penales; c) Monitoreo constante de sus
niveles de salud física y mental con auxilio de las
autoridades correspondientes; d) Trato preferencial
en los horarios para comparecer ante el Juez de la
causa; e) Analizar con detenimiento si su edad fue
determinante para la comisión de los hechos que le
imputan; f) En caso de dictarse sentencia
absolutoria, velar por su inmediata libertad,
corroborando previamente sus condiciones
alimentarias y de salud, así como que al salir no se
le exponga a las inclemencias del tiempo o a la
soledad de su retiro del centro de reclusión en
horarios impropios para la facilidad del traslado; g)
Establecer el modo y lugar de internamiento tanto
para la prisión preventiva como cuando cumple la
pena corporal impuesta, tomando en consideración
la edad de sesenta años o más; y, h) En
determinados supuestos, tener derecho a sufrir
prisión preventiva o a purgar condena de prisión, en
sus domicilios particulares. Las hipótesis citadas,
deben entenderse de manera orientadora, para
preservar los derechos humanos de estas personas
que fueron así reconocidas en el marco jurídico
nacional e internacional”.

En suma a lo expuesto, a juicio de este órgano colegiado, la


51
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

supremacía normativa de la Constitución y de los instrumentos

internacionales sobre derechos humanos de los que México es parte,

no se manifiesta sólo en su aptitud de servir como parámetro de

validez de todas las demás normas jurídicas, sino también en la

exigencia de que tales normas, a la hora de ser aplicadas, se

interpreten en cumplimiento al imperativo prescrito en el artículo 1o.

de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que

obliga a toda autoridad, en el ámbito de su competencia, a

promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de

conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,

indivisibilidad y progresividad; de forma que, en caso de que existan

varias posibilidades de interpretación de la norma en cuestión, se

elija aquella que favorezca a la persona y a sus derechos humanos.

En otras palabras, esa supremacía intrínseca no sólo opera en el

momento de la creación de las normas inconstitucionales, cuyo

contenido ha de ser compatible con la Constitución en el momento

de su aprobación, sino que se prologan, ahora como parámetro

interpretativo, a la fase de aplicación de esas normas.

A su eficacia normativa directa se añade su eficacia como marco

de referencia o criterio dominante en la interpretación de las

restantes normas.

52
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

Este principio de interpretación conforme de todas las normas

del ordenamiento a la Constitución, reiteradamente utilizado por la

Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una consecuencia

elemental de la concepción del ordenamiento como una estructura

coherente, como una unidad o contexto.

Es importante advertir que esta regla interpretativa opera con

carácter previo al juicio de invalidez, es decir, que antes de

considerar a una norma jurídica contraria a la constitución,

es necesario agotar todas las posibilidades de encontrar en

ella un significado que la haga compatible y que le permita,

por tanto, subsistir dentro del ordenamiento; de manera que sólo en

el caso de que exista una clara incompatibilidad o una contradicción

insalvable, procedería declararla inconstitucional o inaplicarla.

En esta lógica, el intérprete debe evitar en la medida de lo

posible ese desenlace e interpretar las normas de tal modo que la

contradicción no se produzca y la norma pueda salvarse.

El juez ha de procurar, siempre que sea posible, huir del vacío

que se produce cuando se niega validez a una norma y, en el caso

concreto, de ser posibles varias interpretaciones, debe preferirse

aquella que salve la aparente contradicción.

Asimismo, el principio de interpretación conforme de


53
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

todas las normas del ordenamiento a la constitución y a los tratados

sobre derechos humanos, se ve reforzado por el principio pro

persona, contenido en el artículo 1o. de la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos, el cual obliga a maximizar la

interpretación conforme en aquellos escenarios en los cuales, dicha

interpretación permita la efectividad de los derechos fundamentales

de las personas frente al vacío legislativo que puede provocar una

inaplicación o declaración de inconstitucionalidad de la norma.

El principio pro persona, es un criterio hermenéutico que

informa todo el derecho internacional de los derechos humanos, en

virtud del cual debe acudirse a la norma más amplia, o a la

interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos

protegidos e, inversamente, a la norma o a la interpretación más

restringida cuando se pretenda establecer restricciones permanentes

al ejercicio de los derechos o su suspensión extraordinaria.

Luego, dicho principio tiene dos variantes, la primera, como

preferencia interpretativa, conforme a la cual ante dos o más

interpretaciones de la norma válidas y razonables, el intérprete debe

preferir la que más proteja al individuo u optimice un derecho

fundamental y, la segunda, como preferencia normativa, conforme a

la cual si pueden aplicarse dos o más normas a un determinado

caso, el intérprete debe preferir la que más favorezca a la


54
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

persona, independientemente de la jerarquía entre ellas.

Sirve de apoyo, la jurisprudencia13 cuyos rubro y texto dicen:

“PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN MÁS


FAVORABLE A LA PERSONA. SU CUMPLIMIENTO NO
IMPLICA QUE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES
NACIONALES, AL EJERCER SU FUNCIÓN, DEJEN DE
OBSERVAR LOS DIVERSOS PRINCIPIOS Y
RESTRICCIONES QUE PREVÉ LA NORMA
FUNDAMENTAL. Si bien la reforma al artículo 1o. de
la Constitución Federal, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 10 de junio de 2011,
implicó el cambio en el sistema jurídico mexicano
en relación con los tratados de derechos humanos,
así como con la interpretación más favorable a la
persona al orden constitucional -principio pro
persona o pro homine-, ello no implica que los
órganos jurisdiccionales nacionales dejen de ejercer
sus atribuciones y facultades de impartir justicia en
la forma en que venían desempeñándolas antes de
la citada reforma, sino que dicho cambio sólo
conlleva a que si en los instrumentos
internacionales existe una protección más benéfica
para la persona respecto de la institución jurídica
analizada, ésta se aplique, sin que tal circunstancia
signifique que, al ejercer tal función jurisdiccional,

13Tesis: 2a./J. 56/2014 (10a.), sustentada por la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación, Libro 6, Mayo de 2014, Tomo II, Décima Época, Página 772,
Registro 2006485.
55
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

dejen de observarse los diversos principios


constitucionales y legales -legalidad, igualdad,
seguridad jurídica, debido proceso, acceso efectivo
a la justicia, cosa juzgada-, o las restricciones que
prevé la norma fundamental, ya que de hacerlo, se
provocaría un estado de incertidumbre en los
destinatarios de tal función”.

Bajo el contexto plasmado y acorde con el principio pro persona

como criterio de interpretación de derechos humanos, en relación

con las consideraciones especiales que, conforme al marco jurídico

nacional e internacional, los adultos mayores deben recibir de las

autoridades que administran justicia, este tribunal de control

constitucional procede al análisis de la legalidad del acto reclamado

en esta vía constitucional, el cual consiste la resolución dictada en la

audiencia de diecisiete de noviembre de dos mil dieciséis14,

por el Juez Octavo de Control y Enjuiciamiento del Primer Distrito

Judicial del Estado de Durango, con residencia de la ciudad de

Durango, en los autos de la causa penal *; misma que en lo que

interesa, se resolvió lo siguiente:

◊ El juez de control responsable al realizar una interpretación

de los artículos 16615 y 16816 del Código Nacional de Procedimientos


14Tal resolución se pronunció en cumplimiento a la resolución de dieciocho de
octubre de dos mil dieciséis, dictada por la Primera Sala Penal Unitaria “C”
del Nuevo Sistema de Justicia del Tribunal Superior de Justicia del Estado, con
residencia en la ciudad de Durango, en el toca de apelación **.
15“Artículo 166. Excepciones
En el caso de que el imputado sea una persona mayor de setenta años de edad
56
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

Penales y de acuerdo a los argumentos de debate planteados por las

partes, determinó que si bien se demostró que la imputada es una

persona mayor de setenta años de edad -requisito de procedencia-,

también lo es que consideró que la misma podía sustraerse de la

acción de la justicia y, por ende, negó la prisión preventiva

domiciliaria solicitada, esto bajo los argumentos torales siguientes:

1) El domicilio proporcionado para llevar a cabo la prisión

preventiva domiciliaria -calle *número **del Fraccionamiento **, de

la ciudad de Durango-, no es un domicilio donde se pueda localizar a

la imputada, ya que existen diversos razonamientos en los cuales el

o afectada por una enfermedad grave o terminal, el Órgano jurisdiccional podrá


ordenar que la prisión preventiva se ejecute en el domicilio de la persona
imputada o, de ser el caso, en un centro médico o geriátrico, bajo las medidas
cautelares que procedan.
De igual forma, procederá lo previsto en el párrafo anterior, cuando se trate de
mujeres embarazadas, o de madres durante la lactancia.
No gozarán de la prerrogativa prevista en los dos párrafos anteriores, quienes a
criterio del Juez de control puedan sustraerse de la acción de la justicia o
manifiesten una conducta que haga presumible su riesgo social”.
16 “Artículo 168. Peligro de sustracción del imputado
Para decidir si está garantizada o no la comparecencia del imputado en el
proceso, el Juez de control tomará en cuenta, especialmente, las siguientes
circunstancias:
I. El arraigo que tenga en el lugar donde deba ser juzgado determinado por el
domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y las facilidades para
abandonar el lugar o permanecer oculto. La falsedad sobre el domicilio del
imputado constituye presunción de riesgo de fuga;
II. El máximo de la pena que en su caso pudiera llegar a imponerse de acuerdo
al delito de que se trate y la actitud que voluntariamente adopta el imputado
ante éste;
III. El comportamiento del imputado posterior al hecho cometido durante el
procedimiento o en otro anterior, en la medida que indique su voluntad de
someterse o no a la persecución penal;
IV. La inobservancia de medidas cautelares previamente impuestas, o
V. El desacato de citaciones para actos procesales y que, conforme a derecho, le
hubieran realizado las autoridades investigadoras o jurisdiccionales”.
57
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

actuario estableció que * no tenía su domicilio en dicho lugar.

Personas que habitan en el domicilio manifestaron que no era su

domicilio.

2) Existen diversas causas desde el año dos mil quince, en

donde no había podido ser ejecutada orden de aprehensión en su

contra.

3) Que del oficio del **, se advierte que **, había viajado a

Estados Unidos de América en el mes de julio de dos mil quince.

4) Que se sigue en contra de ** las causas penales **, *, ** y

*, por la supuesta comisión del delito de fraude (delito patrimonial).

5) El máximo de la pena que se puede llegar a imponer es de

ocho años de prisión (artículo 212, fracción IV, del Código Penal

vigente).

6) Que la captura de **, se llevó a cabo por medio de una

orden cateo localizado en un diverso domicilio al que dice la defensa,

por lo que no se tiene la certeza de un domicilio cierto donde pueda

ser localizada.

▪ Cabe destacar que las anteriores consideraciones se

obtuvieron de la reproducción del video óptico (disco: ****).

Este órgano de control constitucional considera que las


58
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

anteriores consideraciones dadas por la autoridad responsable,

vulneran el principio de legalidad en perjuicio de la quejosa (hoy

recurrente), entendido como garantía del derecho humano a la

seguridad jurídica, cuya adopción para el orden jurídico nacional se

refleja en el primer párrafo del artículo 16 de la Constitución Política

de los Estados Unidos Mexicanos.

En efecto, el derecho fundamental de legalidad previsto en el

artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos

Mexicanos, obliga a cualquier autoridad a fundar y motivar sus

resoluciones debidamente; única forma del gobernado de conocer

las causas que originan la determinación y poder combatirla

legalmente.

Una determinación está fundada, cuando en ella se expresa

con precisión el precepto legal aplicable al caso y está motivada,

cuando se señalan, con exactitud, las circunstancias especiales,

razones particulares o causas inmediatas, que tuvieron en

consideración para la emisión del acto; según el cual, quien lo

emitió, llegó a la conclusión de que el acto concreto se ajustó a las

prevenciones de determinadas disposiciones legales; siendo

necesario, además, que exista adecuación entre los motivos

aducidos y las normas aplicadas, es decir, que en el caso concreto se

configure la hipótesis normativa.


59
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

La fundamentación implica que el precepto citado debe ser

aplicable al caso, pues no basta expresar cualquier artículo para

tener por colmado ese requisito, sino es menester que ese numeral

aplique en el supuesto; por lo que corresponde a la motivación, ésta

debe ser completa y muy clara, pues no basta que el acto de

autoridad apenas observe una motivación de forma, pues como se

dijo, debe ser suficiente, esto es, plasmar lo estrictamente necesario,

para acreditar el razonamiento en el que se sustenta la

determinación17.

17 Resultan aplicables, los criterios siguientes: “FUNDAMENTACIÓN Y


MOTIVACIÓN. De acuerdo con el artículo 16 de la Constitución Federal, todo
acto de autoridad debe estar adecuada y suficientemente fundado y motivado,
entendiéndose por lo primero que ha de expresarse con precisión el precepto
legal aplicable al caso y, por lo segundo, que deben señalarse, con precisión,
las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se
hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario,
además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis
normativas”. (Jurisprudencia 204, de la Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, página 166, del tomo VI, Apéndice al Semanario Judicial
de la Federación 1917-2000). “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL
ASPECTO FORMAL DE LA GARANTÍA Y SU FINALIDAD SE TRADUCEN
EN EXPLICAR, JUSTIFICAR, POSIBILITAR LA DEFENSA Y COMUNICAR
LA DECISIÓN. El contenido formal de la garantía de legalidad prevista en el
artículo 16 constitucional relativa a la fundamentación y motivación tiene como
propósito primordial y ratio que el justiciable conozca el "para qué" de la
conducta de la autoridad, lo que se traduce en darle a conocer en detalle y de
manera completa la esencia de todas las circunstancias y condiciones que
determinaron el acto de voluntad, de manera que sea evidente y muy claro
para el afectado poder cuestionar y controvertir el mérito de la decisión,
permitiéndole una real y auténtica defensa. Por tanto, no basta que el acto de
autoridad apenas observe una motivación pro forma pero de una manera
incongruente, insuficiente o imprecisa, que impida la finalidad del conocimiento,
comprobación y defensa pertinente, ni es válido exigirle una amplitud o
abundancia superflua, pues es suficiente la expresión de lo estrictamente
necesario para explicar, justificar y posibilitar la defensa, así como para
comunicar la decisión a efecto de que se considere debidamente fundado y
motivado, exponiendo los hechos relevantes para decidir, citando la norma
habilitante y un argumento mínimo pero suficiente para acreditar el
razonamiento del que se deduzca la relación de pertenencia lógica de los
60
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

Cabe destacar que la violación al derecho fundamental de

motivación puede presentarse de diversas formas, a saber:

a) Formal. Cuando hay omisión total o incongruencia del

argumento explicativo, o éste es tan insuficiente que el destinatario

no puede conocer lo esencial de las razones que informan el acto, de

manera que esté imposibilitado para cuestionarlo y defenderse

adecuadamente.

b) Material. Cuando la explicación o razones dadas son

insuficientes o indebidas, pero dan noticia de las razones, de modo

que se pueda cuestionar el mérito de lo decidido.

Por tanto, las posibilidades de defensa deben analizarse en

función de las irregularidades o ilegalidades inherentes a la citada

garantía, es decir, si derivan de:

1) Omisión de la motivación, o de que ésta sea

incongruente, lo cual se configura cuando no se expresa argumento

que permita reconocer la aplicación del sistema jurídico o de criterios

racionales.

hechos al derecho invocado, que es la subsunción”. (Jurisprudencia I.4o.A.


J/43, del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo
XXIII, Mayo de 2006, Novena Época, página 1531).
61
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

2) Motivación insuficiente, que se traduce en la falta de

razones que impiden conocer los criterios fundamentales de la

decisión, es decir, cuando se expresan ciertos argumentos pro

forma, que pueden tener ciertos grados de intensidad o variantes y

determinar, bien una violación formal tal que impida defenderse o,

en cambio, una irregularidad en el aspecto material que, si bien,

permite al afectado defenderse o impugnar tales razonamientos,

resultan exiguos para tener conocimiento pleno de los elementos

considerados por la autoridad en la decisión administrativa.

3) Indebida motivación, que acontece cuando las razones de

la decisión no tienen relación con la apreciación o valoración de los

hechos que tuvo en cuenta la autoridad, o el precepto en el que se

subsumen es inadecuado, no aplicable o se interpreta

incorrectamente o se aplica indebidamente.

Ahora bien, como ya se anticipó, efectivamente existe una

violación al artículo 16 de la Constitución Política de los Estados

Unidos Mexicanos, ya que los argumentos por los cuales el juez de

control responsable consideró que la aquí recurrente (imputada en el

juicio de origen) podía sustraerse de la acción de la justicia,

por sí solos son insuficientes para justificar la negativa de la

prisión preventiva domiciliaria solicitada -prevista en el artículo 166

62
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

del Código Nacional de Procedimientos Penales-; tal como se explica

a continuación.

En relación al primer argumento18, el juez de control

incorrectamente determinó que con base en diversos

razonamientos del actuario, se acreditaba que el domicilio que

proporcionó la imputada (recurrente) no era el suyo -personas que

habitan en el domicilio manifestaron que no era su domicilio-.

Lo anterior se estima así, porque contrario a lo que decretó el

juez responsable, en relación a las constancias de notificación el

ministerio público en la audiencia de ocho de julio de dos mil

dieciséis, específicamente en el etapa de debate, no refirió que de

las mismas se advertía que no era el domicilio de la imputada

(recurrente), o bien, que era falso, sino únicamente manifestó que

se deducía que una persona de nombre * declaró que la señora

*(imputada) había salido fuera de la ciudad y, además, que no tenía

buena relación con ella.

Lo anterior se evidencia de la videograbación de la audiencia de

ocho de julio de dos mil dieciséis -resolución de medida

cautelar-, específicamente en el minuto cincuenta y dos con

18El domicilio proporcionado para llevar a cabo la prisión preventiva domiciliaria


-calle *número *del Fraccionamiento **, de la ciudad de Durango-, no es un
domicilio donde se pueda localizar a la imputada, ya que existen diversos
razonamientos en los cuales el actuario estableció que * no tenía su domicilio
en dicho lugar. Personas que habitan en el domicilio manifestaron que no era
su domicilio.
63
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

cuarenta y dos segundos (disco: **), donde el ministerio público

adujo que “…antes de que la imputada ** fuera aprehendida se

estuvo solicitando formulaciones de imputación en el domicilio que

ella les proporcionaba a las víctimas, que es el calle * del ***. A las

mismas el mismo actuario notificador cuando iba a notificar en dicho

domicilio, asentaba que de dicho domicilio salía una persona de

nombre * quien manifestaba que la señora ** había viajado fuera de

la ciudad, que no tenía buena relación con su señora madre, así está

asentada en las notificaciones hechas por los actuarios

notificadores”. Esto se reiteró en el minuto cincuenta y siete de la

videograbación.

De ahí que, si en la audiencia de mérito el representante social

no expresó que de las razones actuariales se advertía que la persona

con quien se atendió las diligencias, manifestó que no era el

domicilio de la imputada -tal como lo determinó el juez de control

responsable-, es claro que les otorgó un alcance demostrativo que

no les correspondía, pues se reitera, únicamente se dijo que

informaron “que ** había viajado fuera de la ciudad y no se tenía

buena relación con ella”, mas no así, que no fuera el domicilio donde

habita o reside.

Además, se considera que el hecho de que se haya asentado en

diversas razones actuariales que la imputada se encontraba fuera


64
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

de la ciudad, ello deviene insuficiente para crear convicción de que

efectivamente no radicaba en el domicilio proporcionado, esto de

acuerdo al requisito previsto en la fracción I del artículo 168 del

Código Nacional de Procedimientos Penales19.

Incluso, en la audiencia en comento la defensa de la imputada

ofertó para acreditar la existencia del domicilio proporcionado, el

original de un comprobante del domicilio, sin que la representación

social lo haya objetado específicamente.

Luego, por lo que respecta a los argumentos segundo20, cuarto21

y quinto22, también se consideran indebidos, porque el hecho de

que existan diversas causas penales en contra de la imputada

(recurrente) por la supuesta comisión del delito fraude y, además,

que el máximo de la pena sea de ocho años de prisión, ello no

implica un peligro patente de que la aquí recurrente pueda

19“Artículo168. Peligro de sustracción del imputado


Para decidir si está garantizada o no la comparecencia del imputado en el
proceso, el Juez de control tomará en cuenta, especialmente, las siguientes
circunstancias:

I. El arraigo que tenga en el lugar donde deba ser juzgado determinado por el
domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y las facilidades para
abandonar el lugar o permanecer oculto. La falsedad sobre el domicilio del
imputado constituye presunción de riesgo de fuga;”
20Existen diversas causas desde el año dos mil quince, en donde no había
podido ser ejecutada orden de aprehensión en su contra.

21 Que se sigue en contra de ** las causas penales **, **, ** y **, por la
supuesta comisión del delito de fraude, así como la causa que se resuelve
(delito patrimonial).

22 El máximo de la pena que se puede llegar a imponer es de ocho años de


prisión (artículo 212, fracción IV, del Código Penal vigente).
65
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

sustraerse de la acción de la justicia, sino al contrario vulnera el

principio de presunción de inocencia, en su vertiente de regla de

trato procesal.

En efecto, el artículo 20, apartado B, fracción I, de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconoce el

derecho fundamental de presunción de inocencia cuya vertiente de

"regla de trato procesal", ha sido interpretada por la Primera Sala de

la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 1a./J.

24/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la

Federación, Décima Época, Libro 5, Tomo I, abril de 2014, página

497, de rubro: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA COMO REGLA DE

TRATO PROCESAL", en el sentido de que toda persona sometida a

un proceso penal debe ser tratada como inocente en tanto no se

declare su culpabilidad por virtud de una sentencia condenatoria, lo

que constriñe a los Jueces a impedir, en la mayor medida, la

aplicación de disposiciones que impliquen una equiparación de hecho

entre imputado y culpable, es decir, conlleva la prohibición de

cualquier tipo de resolución judicial que suponga la anticipación de la

pena.

Sobre esta base, la negativa de la prisión preventiva domiciliaria

solicitada en términos del artículo 166 del Código Nacional de

Procedimientos Penales, bajo los argumentos de que por la


66
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

existencia de diversas causas penales (delito de fraude) en contra de

la imputada y, además, que la pena máxima es de ocho años de

prisión, esta podría sustraerse de la acción de la justicia, esto viola el

mencionado principio de presunción de inocencia, pues dichos

razonamientos presuponen la anticipación de la pena (culpabilidad),

lo cual constitucionalmente está proscrito en la actuar de los

juzgadores, en atención a la vertiente de regla de trato procesal.

A su vez, cabe precisar que la sola existencia de diversas causas

penales, no pueden generar convicción al juzgador en el sentido de

que la imputada pueda sustraerse de la acción de la justicia, pues

como ya se dijo, la presunción de inocencia comporta el derecho de

toda persona a ser tratado como inocente en tanto no se declare su

culpabilidad por virtud de una sentencia condenatoria.

Del mismo modo, se destaca que la sola existencia de diversas

causas penales (delito patrimonial) y, además, que el máximo de la

pena es de ocho años de prisión, no actualizan los supuestos

contenidos en las fracciones II y III del artículo 168 del Código

Nacional de Procedimientos Penales23, ya que no se aportaron datos


23“Artículo168. Peligro de sustracción del imputado
Para decidir si está garantizada o no la comparecencia del imputado en el
proceso, el Juez de control tomará en cuenta, especialmente, las siguientes
circunstancias:
(…)
II. El máximo de la pena que en su caso pudiera llegar a imponerse de acuerdo
al delito de que se trate y la actitud que voluntariamente adopta el imputado
ante éste;
III. El comportamiento del imputado posterior al hecho cometido durante el
67
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

sobre el comportamiento de la imputada en los procesos, esto es,

que indiquen su voluntad de no someterse a la persecución penal.

En ese mismo orden de ideas, se estiman incorrectos los

argumentos tres24 y seis25, en virtud de que la sola existencia de un

oficio del * que informe que la imputada (recurrente) viajó a los

Estados Unidos de América en el mes de julio de dos mil quince y,

además, que la captura de ésta se llevó a cabo por medio de una

orden de cateo en un diverso domicilio al proporcionado por la

defensa, no genera la certidumbre de que pueda sustraerse de la

acción de la justicia.

Ello es así, porque de acuerdo con el artículo 11 de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos26, toda

persona tiene derecho a la libertad de tránsito.

procedimiento o en otro anterior, en la medida que indique su voluntad de


someterse o no a la persecución penal;”
24 Que del oficio del **, se advierte que *, había viajado a Estados Unidos de
América en el mes de julio de dos mil quince.
25 Que la captura de *, se llevó a cabo por medio de una orden cateo localizado

en un diverso domicilio al que dice la defensa, por lo que no se tiene la certeza


de un domicilio cierto donde pueda ser localizada.

26 “Artículo 11. Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de
ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de
seguridad, pasaporte, salvoconducto u otros requisitos semejantes. El ejercicio
de este derecho estará subordinado a las facultades de la autoridad judicial, en
los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad
administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre
emigración, inmigración y salubridad general de la República, o sobre
extranjeros perniciosos residentes en el país.
Toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo. El reconocimiento de la
condición de refugiado y el otorgamiento de asilo político, se realizarán de
conformidad con los tratados internacionales. La ley regulará sus procedencias y
68
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

La libertad de tránsito es el derecho que goza todo individuo

para desplazarse por el territorio nacional, sin necesidad de

autorización o permiso previo de la autoridad, pasaporte o

salvoconducto, carta de seguridad o cualquier otro requisito

semejante; así como la libertad para entrar y salir del país, sin

autorización o permiso previo.

De modo que, si la imputada viajó al extranjero en el mes de

julio del año dos mil quince, no actualiza un peligro de sustracción

de la justicia, pues se reitera, atendiendo al derecho fundamental de

tránsito que goza toda persona, está tenía la libertad de entrar y

salir del país, sin autorización o permiso previo.

Tampoco actualiza dicho supuesto el hecho de que haya sido

detenida con motivo de una orden de cateo en un diverso domicilio

al proporcionado, ya que atendiendo a tal derecho fundamental

-libertad de tránsito- la imputada podía localizarse en cualquier

lugar.

Inclusive, ello no acredita que el domicilio proporcionado para

cumplir con la medida cautelar de prisión preventiva domiciliaria

solicitada, no sea el de la imputada, o bien, sea falso.

excepciones”.
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AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

Máxime, que no se proporcionaron datos que demostraran que

el viaje al extranjero en el mes de julio de dos mil quince y la

captura de la imputada en un diverso domicilio, hubiese sido porque

estaba huyendo de la acción de la justicia; de ahí, lo incorrecto de

los argumentos.

A mayor abundamiento, es oportuno destacar que atendiendo a

las consideraciones especiales que, conforme al marco jurídico

nacional e internacional, los adultos mayores deben recibir de las

autoridades que administran justicia, el juez responsable al resolver

de nueva cuenta la solicitud de prisión preventiva domiciliaria

-prescindiendo de los argumentos por medio de los cuales estimó se

actualizaba el peligro de sustracción de la justicia-, deberá ponderar,

de acuerdo a todos los videos, el estado de salud de la imputada,

esto es, las dificultades que ha habido para la realización de las

audiencias.

Por último, resulta innecesario analizar los alegatos formulados

por la agente del Ministerio Público Federal adscrita al órgano

colegiado auxiliado (fojas 12 a 18 del amparo en revisión *), toda

vez que la materia de la litis en el recurso de revisión ha sido

resuelta a la luz de los agravios esgrimidos por la hoy recurrente en

confrontación con la resolución constitucional impugnada y no se

advierte alguna causal de improcedencia.


70
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

Sirve de apoyo, la jurisprudencia27 que dice lo siguiente:

“ALEGATOS. NO FORMAN PARTE DE LA LITIS EN


EL JUICIO DE AMPARO. Esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la jurisprudencia publicada
con el número 42, en la página 67, de la Octava
Parte, del Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-1985, sostuvo el criterio de que el
Juez de Distrito exclusivamente está obligado a
examinar la justificación de los conceptos
violatorios contenidos en la demanda
constitucional, en relación con los fundamentos del
acto reclamado y con los aducidos en el informe con
justificación; pero, en rigor, no tiene el deber de
analizar directamente las argumentaciones que se
hagan valer en los alegatos, ya que no lo exigen los
artículos 77 y 155 de la Ley de Amparo; este criterio
debe seguir prevaleciendo, no obstante que con
posterioridad mediante decreto de treinta de
diciembre de mil novecientos ochenta y tres,
publicado el dieciséis de enero de mil novecientos
ochenta y cuatro, se hubiera reformado el artículo
79 de la Ley de Amparo, que faculta a los Tribunales
Colegiados de Circuito y a los Jueces de Distrito
para corregir los errores que adviertan en la cita de
los preceptos constitucionales y legales que se
estimen violados, así como examinar en su conjunto

27Tesis: P./J. 27/94, emitida por el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de


Justicia de la Nación, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Núm. 80, Agosto de 1994, Octava Época, Página 14, Registro
205449.
71
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

los conceptos de violación y los agravios, "así como


los demás razonamientos de las partes", a fin de
resolver la cuestión efectivamente planteada, pues
basta el análisis del citado precepto para advertir
que no puede estimarse que tal reforma tuvo como
finalidad incorporar forzosamente los alegatos
dentro de la controversia constitucional, sino que
exclusivamente está autorizando la interpretación
de la demanda con el objeto de desentrañar la
verdadera intención del quejoso, mediante el
análisis íntegro de los argumentos contenidos en la
misma y de las demás constancias de autos que se
encuentren vinculadas con la materia de la litis,
como lo son: el acto reclamado, el informe
justificado, y las pruebas aportadas, en congruencia
con lo dispuesto por los artículos 116, 147 y 149 de
la invocada ley, ya que sólo estos planteamientos
pueden formar parte de la litis en el juicio
constitucional, además, de que atenta la naturaleza
de los alegatos, estos constituyen simples opiniones
o conclusiones lógicas de las partes sobre el
fundamento de sus respectivas pretensiones, sin
que puedan tener la fuerza procesal que la propia
ley le reconoce a la demanda y al informe con
justificación, por lo que no puede constituir una
obligación para el juzgador entrar al estudio de los
razonamientos expresados en esos alegatos”.

En esa tesitura, ante lo fundado de los agravios (suplidos en

su queja deficiente), lo procedente es revocar la sentencia sujeta a

72
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

revisión y conceder el amparo y protección de la justicia federal

solicitado, para el efecto de que la autoridad responsable:

1) Deje insubsistente la resolución dictada en la audiencia de

diecisiete de noviembre de dos mil dieciséis -mediante la cual

se negó la prisión preventiva domiciliaria-;

2) En su lugar, emita otra en la que prescinda en determinar los

argumentos por medio de los cuales estimó que se actualizaba el

peligro de sustracción a la acción de la justicia, tomando en cuenta

las consideraciones de la presente ejecutoria; y,

3) Hecho lo anterior, con libertad de jurisdicción, emita la

resolución que conforme a derecho proceda.

Concesión que se hace extensiva, respecto de los actos de

ejecución atribuidos al **, por no reclamarse por vicios propios.

Es aplicable al caso, la jurisprudencia28 que establece:

“AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE. NO


RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS. Si la sentencia
de amparo, considera violatoria de garantías una
resolución, igual declaración debe hacerse respecto
de los actos de autoridad que pretendan ejecutarla,

28Emitida por el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, publicada en


la Gaceta del Semanario Judicial de la federación, tomo 55, julio de 1992,
página 41.
73
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

si no se reclaman, especialmente, vicios de tal


ejecución”.

Por lo expuesto y fundado, se

R E S U E L V E:

PRIMERO. Se revoca la sentencia recurrida.

SEGUNDO. La Justicia de la Unión ampara y protege a * contra

las autoridades y por los actos que han quedado precisados en el

resultando primero y de conformidad con los razonamientos y para

los efectos señalados en el último considerando de esta ejecutoria.

Notifíquese; como lo determine el Tribunal Colegiado auxiliado.

Engrósese la presente ejecutoria a los autos, remítase estos

junto con el disco que la contiene, por conducto de la Oficina de

Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con

sede en esta ciudad, al Tribunal Auxiliado y hágase la anotación en

el libro electrónico de registro correspondiente.

Así, lo resolvió el Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del

Centro Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en Culiacán,

Sinaloa, por unanimidad de votos de los Magistrados Ricardo

Guevara Jiménez y José Luis Zayas Roldán; así como del

licenciado Juan Carlos López Santillanes, secretario de


74
AMPARO EN REVISIÓN PENAL ***

tribunal en funciones de magistrado de circuito, en

términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder

Judicial de la Federación, en relación con el numeral 40, fracción V,

del Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal,

que reglamenta la organización y funcionamiento del propio consejo,

según autorización de la Comisión de Carrera Judicial, acordada en

sesión de catorce de junio de dos mil dieciséis, y en términos del

oficio CCJ/ST/2522/2016, de esa fecha. Siendo presidente el primero

de los nombrados y, ponente el tercero, quienes firman con el

secretario de acuerdos que autoriza y da fe.

MAGISTRADO PRESIDENTE

RICARDO GUEVARA JIMÉNEZ

MAGISTRADO

JOSÉ LUIS ZAYAS ROLDÁN

75
AMPARO EN REVISIÓN PENAL *****

SECRETARIO PONENTE EN FUNCIONES DE


MAGISTRADO

JUAN CARLOS LÓPEZ SANTILLANES

SECRETARIO DE ACUERDOS

JOSÉ ANTONIO FLORES PÉREZ

Esta foja corresponde a la parte final de la ejecutoria dictada en el amparo en revisión penal ***, interpuesto por
**, por su propio derecho, en donde este Tercer Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Quinta
Región, en sesión de veintinueve de mayo de dos mil diecisiete, determinó por unanimidad de votos revocar la
sentencia recurrida y conceder el amparo. Conste.
COTEJO: LIC. MAX ADRIÁN GUTIÉRREZ LEYVA.

76
El licenciado(a) Ulises Santos Castro, hago constar y certifico que en términos
de lo previsto en los artículos 8, 13, 14, 18 y demás conducentes en lo relativo
de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública
Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada
legalmente como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento
mencionado. Conste.

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