Marco teórico.

La infraestructura de los planteles educativos comprende aquellos servicios y espacios que

permiten el desarrollo de las tareas educativas. Las características de la infraestructura física de las

escuelas contribuyen a la conformación de los ambientes en los cuales aprenden los alumnos y,

por tanto, funcionan como plataforma para prestar servicios educativos promotores del aprendizaje

que garantizan su bienestar. Diversos estudios informan que el ambiente físico, conformado por la

infraestructura, es en sí una fuente rica de información para los estudiantes, pues éste influye en

su aprendizaje y desarrollo. Aun cuando se reconoce que los servicios educativos se pueden prestar

bajo condiciones de ausencia, insuficiencia o inadecuación de la infraestructura, es deseable que

el entorno donde se encuentran los alumnos, independientemente de la escuela a la que asistan,

tenga características que permitan garantizar su bienestar y facilitar la realización de los procesos

de aprendizaje y enseñanza, ya que es considerado en la actualidad como el tercer educador. Los

inicios sobre la educación fueron hace 200 a.c y fueron realmente aplicadas por la alfabetización,

las clases iniciaron de una cultura a otro y los primeros lugares de enseñanza eran muy diferentes

a los conocidos hoy en día, estos tuvieron un cambio paulatino al paso de los años, pues, aunque

ahora se cuenta con aulas mejores equipadas, las estructuras físicas iniciales no han cambiado

mucho. Actualmente en nuestra institución se observan áreas que requieren de un mantenimiento

y/o equipamiento para el desarrollo satisfactorio de las actividades de los alumnos, como lo son

algunas áreas verdes, aulas de especialidad y las áreas deportivas que por cuestiones desconocidas

se han ignorado.