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Crecimiento

económico

Economía
Argentina

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Crecimiento económico
Desde una perspectiva de largo plazo, se puede destacar que la Batalla de
Caseros enfrentó a dos grupos antagónicos con concepciones diferentes
respecto del modelo de país que se deseaba: el liderado por Rosas, que
consideraba que la economía debía tener su base exclusivamente en la
actividad ganadera, y el dirigido ideológicamente por Alberdi, que pretendía
el desarrollo económico pleno del capitalismo a través del comercio, la
industria y la inmigración de capital y mano de obra. Se puede concluir, de
este modo, con que el triunfo de Caseros es el triunfo de las ideas modernas
sobre la organización política, económica y social del país.
La Constitución Nacional de 18531 creó las bases para el desarrollo de la
economía argentina y su posterior integración a la división internacional del
trabajo. Se produjo la unidad del mercado interno y se reglamentó el libre
tránsito terrestre y fluvial.

El Código Civil2 de la Nación aseguraba una serie de condiciones que


posibilitan la incorporación de las tierras a la producción destinada a
satisfacer las necesidades del mercado interno y externo y sienta las bases
jurídicas para el desarrollo del capitalismo en Argentina.

Cincuenta años de gran expansión

A partir de 1880, Argentina se incorporó plenamente a la división


internacional del trabajo como país periférico productor de materias primas,
abasteciendo las necesidades crecientes de los países centrales, en especial
de Inglaterra.

La designación de Buenos Aires como capital del país y la fundación de la


ciudad de La Plata como capital de la provincia bonaerense en 1881 sentaron
las condiciones institucionales para que, durante 50 años, la República
Argentina experimentara un sostenido desarrollo.

El producto bruto de la economía, entre 1900 y 1928, creció a una tasa del 5
% anual acumulativa; la población pasó de 1 737 000 habitantes en 1869 a

1 Constitución de la Confederación Argentina. (1853). [Aprobada por Asamblea Constituyente].


Recuperado de https://goo.gl/LoazRr
2 Ley 340. (1869). Código Civil. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

https://goo.gl/tUZWUv

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11 600 000 en 1929, creciendo a una tasa del 3,2 % anual acumulativa. El
capital fijo existente tuvo una expansión vigorosa, que pasó de 44 606
millones de pesos en el quinquenio 1900-1904 a 140 280 millones de pesos
en el período 1925-1929.

Las causas que provocaron esta modificación fundamental en la estructura


económica argentina durante este período fueron:

1) El crecimiento en los mercados europeos de la demanda y el precio de los


productos agropecuarios.
2) La inmigración de mano de obra, cuyo origen principal fue España e Italia,
y la inmigración de capitales, que provinieron fundamentalmente de Gran
Bretaña.
3) La incorporación de las tierras de la Pampa húmeda para su explotación
con una estructura de tenencia de la tierra que trajo aparejada una
definida estructura social en el sector agropecuario.
4) La definitiva organización del país con la federalización de la ciudad de
Buenos Aires y la unificación de la moneda en 1880.

Argentina se desarrolla económicamente en este período en estrecha


dependencia de los países europeos, en especial de Inglaterra, cumpliendo
el papel de país productor de materias primas.

La estabilidad institucional y la unificación monetaria

Todos los factores apuntados fueron fundamentales para que nuestro país
se incorporara definitivamente a la división internacional del trabajo, pero
diversos hechos de tipo institucional jugaron también un rol importante.

La organización nacional definitiva permitió una estabilidad institucional que


aseguraba el beneficio de los capitales invertidos y posibilitaba la
inmigración de mano de obra.

Otro de los factores institucionales que obraron a favor del rápido desarrollo
económico fue la unificación de la moneda. Antes de 1880 en el interior del
país circulaban monedas chilenas, peruanas y bolivianas, además de
monedas de tipo provincial y nacional, que provocaban un inconveniente en
las transacciones entre las provincias y la capital del país. En 1881 se prohibió
la circulación de monedas extranjeras con el objetivo de que circulara una
moneda nacional. A fines de 1883, Argentina tuvo un sistema monetario
practicable que permitió la definitiva unificación del mercado interno sin
trabas de ningún tipo.

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La demanda externa como factor dinámico del
crecimiento de la producción

En el período que transcurre desde 1880 a 1930, la demanda externa fue la


variable más significativa en la explicación del crecimiento de la economía
argentina.

A fines del siglo XIX, la demanda de productos agropecuarios experimentó


una notable expansión cuantitativa, modificándose además la composición
de las exportaciones: trigo, maíz y lino comenzaron a adquirir gran
importancia. A su vez, los cambios tecnológicos que se produjeron en los
medios de transporte posibilitaron que Argentina pudiera comerciar con el
mercado inglés, en una primera etapa, carne congelada, y en una segunda
etapa, carne enfriada.

Durante el decenio 1900-1910, se produjo una notable expansión como


consecuencia del incremento en los precios de los productos agropecuarios
en los mercados europeos, lo que trajo un mayor beneficio al comercio de
exportación argentino.

Argentina, entre 1900 y 1914, fue beneficiada con un significativo


incremento en los precios de los productos agropecuarios, el índice de
precios de exportaciones generales creció en un 38 % durante ese período,
el precio de las exportaciones de granos creció en un 34 % y el índice de
productos pecuarios creció, con altibajos, un 40 % hasta 1914.

El precio de los bienes exportados no era fijado por los productores


domésticos, sino que dependía exclusivamente del mercado europeo.
Argentina era tomadora de precios debido a que no podía controlar el precio
de los productos exportados.

La demanda externa dependía de las fluctuaciones de las economías de los


países europeos: en épocas de auge, se producía una fuerte demanda de
productos agropecuarios, lo que provocaba un incremento en la producción
y en las exportaciones de nuestro país. Esto implicaba un aumento en el
ingreso nacional. El proceso se revertía cuando se producía una crisis en los
países centrales, la cual traía aparejada una contracción en la demanda de
productos agropecuarios, lo que a su vez ocasionaba una disminución en las
exportaciones y la consiguiente caída en el ingreso nacional.

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Las dos variables más relevantes del crecimiento del país (la demanda de los
productos agropecuarios y los precios de dichos productos) no podían ser
manejadas por las autoridades nacionales, lo cual hacía que la economía
interna fuera vulnerable al mercado mundial.

Argentina, aprovechando la situación internacional, incrementó su


producción de carnes enfriadas y congeladas con base en las inversiones
directas en frigoríficos que realizaron los ingleses y los norteamericanos. De
esta manera, un conjunto de factores exógenos e incontrolables fueron los
que posibilitaron el gran auge en la industria frigorífica, lo que hizo que la
carne comenzara a tener una participación importante dentro del total de
exportaciones a partir de 1899.

También, a principios del siglo XX, la agricultura comienza a destacarse como


actividad destinada a satisfacer la demanda externa de productos. El gran
auge de la agricultura se desarrolla a partir de la crisis ganadera de 1920.
Este cambio de la ganadería por la agricultura también afectó el uso del
suelo, por lo que se aumentaron las hectáreas de tierra dedicada a la
agricultura en desmedro de las destinadas al ganado bovino.

El período de rápida expansión 1880-1914

La tasa de crecimiento de la economía en este período fue la más elevada y


la más larga de la historia argentina. Más allá de las fluctuaciones cíclicas y
de la caída del producto durante la crisis de 1890 y la de 1900, que bajaron
la producción ganadera, la construcción, el comercio y el sector estatal, la
actividad económica se expandió de modo sostenido durante treinta y
cuatro años a una tasa promedio aproximada del 6 %.

El notable crecimiento que se produjo entre 1880 y 1914 tuvo su base en la


incorporación de factores de la producción: tierra, capital y trabajo, y, en
una magnitud menor, también tuvo su base en el aumento de la
productividad de los factores.
Enumeremos las instituciones fiscales y monetarias que favorecieron el
ingreso de los factores de la producción:

 El acuerdo de San Nicolás y la sanción del artículo 4 de la Constitución


Nacional de 18533 permitieron llegar a un pacto que recién pudo
concretarse en 1862, que dividió las atribuciones fiscales entre la nación
y las provincias, con lo que concluyó el conflicto que había fragmentado
al país durante cinco décadas. La Constitución estableció de este modo
3 Constitución de la Confederación Argentina. (1853). [Aprobada por Asamblea Constituyente].
Recuperado de https://goo.gl/LoazRr

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las atribuciones respectivas en lo que se llamó un pacto fiscal, que desde
1862 tuvo un amplio consenso y fue la base de las nuevas instituciones
fiscales que aseguraron los derechos de propiedad.
 Consolidación de las deudas públicas.
 Creación del crédito público.
 Creación de un fondo de amortización durante la presidencia de Mitre.
 El establecimiento de un régimen jurídico moderno con una corte de
justicia independiente y justicia federal para todo el país.
 Los mecanismos que servirían para impedir el financiamiento del
Gobierno con emisión monetaria fueron: la creación en 1899 de la Caja
de Conversión y la creación en 1890 de nuevos impuestos por parte del
Estado. Estos aspectos pusieron orden a las finanzas públicas y
permitieron una sustancial reducción de la tasa de interés de la deuda
pública.

La Caja de Conversión fue el instrumento con el que el país entró


definitivamente en un régimen monetario estable (patrón oro), que prohibió
el financiamiento del Gobierno mediante creación de dinero y fue la
condición más evidente para la afluencia de capitales en los años previos a
la Primera Guerra Mundial.

Un régimen fiscal con base en impuestos tributarios que gravaban el


consumo (impuesto a las importaciones), el ordenamiento de la deuda (la
relación deuda-recaudación), que mostraba la posibilidad de pagarla con la
recaudación corriente, y las instituciones monetarias, que aseguraban la
estabilidad de la moneda y que el Gobierno no pudiera monetizar su déficit,
permitieron un flujo continuo de capital y trabajo con la seguridad de que
sus remuneraciones se acercarían a sus productividad marginal y, dado que
esta era mayor en Argentina que en los países más viejos, fue la causa de ese
desplazamiento que aumentó la cantidad de factores y crecimiento.

Características del crecimiento

En el período de 1875 a 1912, la agricultura y la industria fueron las


causantes de la mayor parte del crecimiento, seguidas por la construcción.
La agricultura sufrió fluctuaciones debido a las condiciones climáticas, y la
construcción fluctuó aún más profundamente: hasta 1913 creció un 6,4 %
anual y el transporte un 10 % anual. La mayor parte de este crecimiento se
debió a las inversiones. Casi todo el desarrollo de infraestructura, incluyendo
construcción pública y privada, se llevó a cabo durante las últimas décadas
del siglo XIX y principios del siglo XX. El ritmo de crecimiento del comercio se
produjo a partir del aumento de la actividad en el resto de la economía.

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La producción ganadera experimentó un índice de crecimiento del 2,9 %. En
1885, el valor agregado del ganado representó un 11 % del total, y en 1914
alcanzó el 15 %.

Las exportaciones constituyeron el motor de crecimiento: durante el


período 1901-1913, el PBI (producto bruto interno) creció prácticamente a
las mismas tasas que las exportaciones, o sea, cerca del 5,7 % anual. A su
vez, el motor del crecimiento tuvo que ser apoyado por otros bienes y
servicios y alimentado por la incorporación al proceso de tierra, mano de
obra y capital.

El análisis del comercio exterior argentino evidencia que, a


pesar del incipiente desarrollo industrial, la economía seguía
un patrón de crecimiento basado en producir bienes
primarios e intercambiarlos en el exterior… Si bien los
números varían según las fuentes, es probable que a
principios de siglo la suma de las importaciones y
exportaciones representara alrededor de la mitad del PBI.
(Gerchunoff y Llach, 2018, p. 50).

El crecimiento de la economía argentina fue más elevado que el de Australia,


Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países europeos. Antes de la
Primera Guerra Mundial, el PBI per cápita creció a un promedio del 6,5 %
anual, mientras que para el mismo período Australia, Canadá y Estados
Unidos crecieron entre un 3,5 % y 4 % anual. Este mayor crecimiento
argentino respecto de los otros países se debió a la mayor capacidad de
adaptación de las exportaciones argentinas. Durante 1875 y 1879, las
exportaciones argentinas estaban constituidas fundamentalmente por
lanas, cueros y carne salada.

Entre 1890 y 1904, el maíz y el lino habían adquirido tanta importancia como
los cueros y, entre 1910 y 1914, las exportaciones de carne congelada eran
tan importantes como las de lanas.

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Referencias
Constitución de la Confederación Argentina. (1853). [Aprobada por
Asamblea Constituyente]. Recuperado de
https://www.wipo.int/edocs/lexdocs/laws/es/ar/ar147es.pdf

Gerchunoff, P. y Llach, L. (2018). La generación del progreso (1880-1914).


En Autores, El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo de políticas
económicas argentinas (pp. 15-70). Buenos Aires, AR: Paidós.

Ley 340. (1869). Código Civil. Honorable Congreso de la Nación Argentina.


Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=109481

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