La bondad y las recompensas de Dios no están almacenada para “algún día” en el
cielo; están destinadas para su pueblo ahora en sus pruebas actuales. Dios dice que recompensará nuestra fe. Y él quiere que lo busquemos por esas recompensas ahora en medio de nuestras crisis. ¿Estás buscando una señal de esperanza para un hijo o hija rebelde? ¿Necesitas ver tan sólo un receso en las nubes de tu tormenta financiera? Clama al Señor con fe; él vendrá a ti con consuelo y fortaleza. Él quiere recompensarte con una esperanza renovada y proporcionarte toda la fuerza en tu inundación actual. ¡Su voz es más alta que toda inundación! La Palabra de Dios deja perfectamente claro que no debemos preocuparnos por las crisis mundiales actuales. No debemos preocuparnos por la economía. Él quiere eliminar todo nuestro estrés por nuestros seres queridos, nuestras familias, nuestras heridas y nuestras pruebas. Y nos ha dado la razón para tener este gran consuelo y seguridad: ¡Nuestro Dios es grande y digno de ser en gran manera alabado!