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Las fuerzas que experimentamos en nuestro día a día, como por ejemplo nuestro peso o el

rasguño que nos hacemos con una piedra, son en realidad manifestaciones macroscópicas de
las interacciones fundamentales que tienen lugar en el mundo de las partículas. En la
actualidad, se conocen cuatro formas fundamentales de interacción entre partículas.
Reciben este nombre ya que cualquier otro tipo de interacción puede explicarse en base
a estas.

 Interacción gravitatoria
 Interacción electromagnética
 Interacción nuclear fuerte
 Interacción nuclear débil

De las cuatro interacciones fundamentales, tan sólo se manifiestan a nuestros sentidos la


interacción gravitatoria y la electromagnética. Los efectos de las otras dos son despreciables
en el mundo macroscópico (aquel que podemos ver a simple vista).

Interacción gravitatoria
Este tipo de interacción es la responsable de mantener la estructura del universo, la formación
de estrellas, planetas, etc. Se trata de una interacción atractiva de alcance infinito entre
todos los cuerpos que poseen masa. Es la más débil de las interacciones fundamentales ya
que tiene una intensidad 10-39 menor que la interacción nuclear fuerte, por lo que el mundo
microscópico se puede explicar sin recurrir a ella. Además, dicha intensidad disminuye
rápidamente con la distancia. Al igual que todas las interacciones entre los cuerpos, esta
interacción se explica por medio del intercambio de partículas, en concreto en este tipo de
interacción se intercambian unas partículas denominadas gravitones.

Interacción electromagnética
Responsable de la mantener la estructura de la materia, la interacción electromagnética es
una interacción atractiva o repulsiva, de alcance infinito, que se produce entre cuerpos
que se encuentran cargados eléctricamente. La atracción o repulsión se produce dependiendo
del signo de las cargas que posean los cuerpos que interaccionan. Cargas con distinto signo
se atraen y mismo signo se repelen. Su intensidad es aproximadamente 100 veces menor que
el de la interacción nuclear fuerte, pero es mucho más intensa que la gravedad.
Se encarga de mantener los electrones orbitando alrededor del núcleo de los átomos y a
éstos, les permite unirse a otros átomos para conformar moléculas.

Las partículas intercambiadas en este tipo de interacción son los fotones.

Interacción nuclear fuerte


La interacción nuclear fuerte se encarga de mantener la estabilidad del núcleo de los átomos,
manteniendo unidos los protones y neutrones que lo conforman. Es atractiva, tiene un alcance
no mayor de 10-15 m y es la interacción fundamental más intensa.

Las partículas intercambiadas en este tipo de interacción son los denominados mesones y
gluones.

Interacción nuclear débil


Es la responsable de ciertos fenómenos radiactivos. Su alcance no supera los 10-17 m y su
intensidad es 10-14 veces más pequeña que la de la interacción nuclear fuerte. Las partículas
intercambiadas en este tipo de interacción son los bosones W+, W - y Z0.

La Historia Venezuela
se remonta a la llegada de los primeros españoles a finales del siglo XV, pero la historia
de lo que hoy se conoce como Venezuela comienza en realidad con el poblamiento del
territorio por las migraciones amerindias hace miles de años.

Venezuela fue residencia para estos importantes grupos tribales, como fueron los
caribes. Fue avistada por la civilización europea de la mano de Cristóbal Colón en 1498,
con lo que se dio inicio a su colonización y su proceso de mestizaje cultural. Venezuela
fue el primer país de Hispanoamérica en proclamar su independencia de la Corona
Española, proceso que se consolidó con la Batalla de Carabobo. Tras un largo capítulo
de conflictos civiles, la República halló su vía hacia la modernización de la mano de
gobiernos notoriamente autoritarios. A mediados del siglo XX se inició la lucha por un
sistema democrático, que se afianzó luego del derrocamiento del General Marcos
Pérez Jiménezen 1958. Debido a la bonanza petrolera, Venezuela vivió un período de
alto crecimiento económico, que se vio interrumpido por la crisis energética de los años
1980, suscitando una etapa de inestabilidad política y social alternada con altibajos
financieros.
Un sistema no biológico
Un ejemplo de mecanismo de regulación no biológico puede ser un sistema refrigerante (nevera,
aire acondicionado, congelador), en donde el sistema está representado por una caja de control,
un termostato o sensor de temperatura, una unidad de enfriamiento, y los cables o circuitos
eléctricos necesarios para conectar los diferentes componentes del sistema. Al conectarse el
sistema refrigerante a una toma de electricidad, la unidad de enfriamiento comienza a funcionar
de acuerdo a la temperatura que se desee obtener, al enfriar el aire dentro del sistema disipando
el calor del medio interno hacia el medio externo a través de un sistema de ventilación. Una vez
que se tiene la temperatura indicada, el sensor o termostato la detecta y envía una señal
eléctrica hacia la caja de control la cual hace que se apague tanto la unidad de enfriamiento
como el sistema de ventilación. Supongamos que el sistema refrigerante es un aire acondicionado
en una habitación, de manera que al entrar y salir las personas a la habitación provoca el
aumento de la temperatura en la misma, a su vez que el sensor al percibir el cambio envía de
nuevo una señal que en la caja de control encenderá la unidad de refrigeración para volver a
alcanzar la temperatura ya indicada, y así sucesivamente mientras esté conectado el aire
acondicionado a la toma eléctrica.

Organismos pluricelulares
. El adjetivo pluricelular se aplica a los seres vivos que disponen de más de
una célula en su organismo. Esto permite diferenciar entre los seres pluricelulares
(también conocidos como multicelulares) y los seres unicelulares, que sólo cuentan
con una célula.

Regulación de la temperatura interna


Estamos en verano y aunque España es un país acostumbrado en esta
época estival a sufrir elevadas temperaturas, sin embargo
la metereología advierte de la llegada de una ola de calor muy superior
a lo habitual. Las células de nuestros órganos, no obstante, no pueden
sufrir esos cambios bruscos de temperatura y tienen que mantener una
temperatura constante de alrededor de 36-37 ºC para que las células de
nuestro cuerpo, así como nuestras enzimas, proteínas y
demás estructuras moleculares puedan funcionar adecuadamente.
El control de la temperatura en el interior de nuestro organismo es
por lo tanto muy férreo y está principalmente regido desde
nuestro cerebro en una zona muy específica localizada en su base que se
denomina hipotálamo. Por lo tanto, en el hipotálamo reside
nuestro centro termorregulador y desde allí se aumenta o disminuye
la temperatura del interior de nuestro organismo en relación a las
condiciones ambientales.
La termoregulación es extremadamente importante para el
mantenimiento de nuestra existencia. Tanto es así, que si se rebasan unos
límites por arriba de 40ºC, el hipotálamo no es capaz de funcionar
adecuadamente, es como si sufriera un cortocircuito, pudiéndose
incluso originar la muerte por golpe de calor.
El organismo siente el calor a través de múltiples sensores
térmicos que tiene distribuidos fundamentalmente en la piel. Utilizando
estos sensores, conoce si tiene que ganar o perder calor para mantener la
temperatura corporal dentro de los rangos adecuados. Por ejemplo,
cuando tenemos frío temblamos. El movimiento muscular
del temblor hace que se genere calor.
A través de la piel podemos también perder calor. Esto ocurre a través de
diferentes mecanismos. Uno de estos mecanismos es la emisión de ondas
infrarrojas. Si en el ambiente hay una temperatura superior a la
corporal, el entorno irradiará calor hacia el cuerpo. Si es al revés
entonces nuestro cuerpo emitirá calor hacia el exterior. Otra forma de
regulación de la temperatura corporal es a través de la sudoración. La
evaporación de agua desde nuestro cuerpo supone que por cada gramo de
agua que pasa a estado gaseoso se pierden 0.58 kilocalorías.
La evaporación a través de la piel es la responsable del 22% de la
pérdida de calor corporal
Para disminuir la temperatura corporal el organismo utiliza también otros
mecanismos. Por ejemplo la dilatación de los vasos sanguíneos de
la pielpor lo que puede multiplicarse hasta 8 veces la cantidad de calor
que se transfiere a la piel y así el cuerpo pierde calor. También se crea
una una sensación psíquica de calor, lo que induce a que nos
refresquemos.
Hemos señalado que la sudoración es una forma de perder calor
internopero también lo es de eliminación de toxinas. Como curiosidad
decir que no todos los mamíferos como el ser humano puede perder
calor por sudoración. Por ejemplo, los perros no sudan y que no
tienen glándulas sudoríparas. La forma que ellos tienen de perder
calor es abrir la boca y así evaporan saliva teniendo para ellos una
sensación refrescante. Las toxinas son eliminadas por estos animales a
través de la orina y los excrementos. El único lugar por donde si sudan
los perros es en las almohadillas de sus patas donde existen
unas glándulas llamadas merocrinas.

El intento de refrescarse va unido a la historia del ser humano.


Los romanos y egipcios utilizaban nieve con fines terapeúticos. En
la península Ibérica fueron los árabes los que probablemente
introdujeron el concepto de la utilización de la nieve para conservar
carnes y pescados, refrescar bebidas, fabricar helados y usos medicinales.
Los árabes construyeron edificios específicos para conservar la nieve.

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