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Control del crecimiento y desarrollo de plantas ornamentales

La regulación del crecimiento de las plantas ornamentales con fines comerciales es un aspecto vital en
la producción ornamental, puesto que permite mejorar su calidad visual (tamaño, compacidad,
ramificación, color, etc.) y su calidad fisiológica (resistencia a estreses, salida del reposo, mejorar la
poscosecha, etc.). Los primeros pasos de la regulación del crecimiento se basaron en el control del
riego, temperatura y abonado, hasta que en la primera mitad del siglo XX se estableció que el desarrollo
de las plantas estaba controlado por hormonas vegetales producidas en la propia planta.
A principios del siglo XX se vio la posibilidad de influir en el comportamiento vegetal mediante la
aplicación de compuestos que afectaban al sistema hormonal, comprobándose que la aplicación de
fitorreguladores era muy eficaz para regular el desarrollo con fines comerciales, complementando a las
primeras prácticas.
Sin embargo, actualmente hay una mayor sensibilidad que hace años hacia el desarrollo de una
agricultura más sostenible, que hace que el uso de fitorreguladores no esté muy bien visto. A pesar de
ello, la aplicación de fitorreguladores sigue siendo una técnica de regulación del crecimiento eficaz, y
no es posible una rápida eliminación, porque todavía es necesaria para obtener producciones de
calidad en diversos cultivos. Las nuevas tendencias exigen que la aplicación de fitorreguladores deba
adaptarse a este cambio de gestión hortícola respetuosa con el medio ambiente, adaptación que pasa
por tres aspectos principales: (1) el desarrollo de nuevos productos menos contaminantes; (2) la
mejora de nuestro conocimiento en la aplicación y uso de fitorreguladores; (3) optimizar con las
primeras técnicas de regulación. En este tercer punto sugerimos volver al pasado, sin embargo, a
diferencia de antes, hoy día disponemos de importantes avances en la tecnología de los invernaderos,
riego, climatización, fertilización, etc., que facilitan y permiten una mayor eficacia de estas técnicas. El
manejo de la temperatura, luz, humedad relativa, fertilización, riego, e incluso la estimulación mecánica,
son importantes herramientas para dirigir el crecimiento y desarrollo de las plantas, y pueden usarse
independientemente o de forma complementaria a los fitorreguladores.

Tipos de fitorreguladores
Dentro de los actuales sistemas de producción vegetal es bastante usual aplicar productos fitosan-
itarios, para controlar plagas, enfermedades, malas hierbas y regular el desarrollo de las plantas. Para
este último aspecto se utilizan los fitorreguladores y bioestimulantes, productos que en las últimas
décadas vienen desempeñando un papel valioso en la agricultura, tanto en los cultivos ornamentales
como en los de

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