¿Qué reservas para ti?

Lectura base: Juan 3:16 Marcos 14:3-9

INTRODUCCIÓN
En la vida muchos de nosotros cuando nos entregamos al Señor siempre tenemos un
guardadito en el que nosotros pensamos de la siguiente manera: Esto es mío o como
decía mi hermano en Cristo Geovanni: muchas veces le decimos al Señor hasta aquí
puedes llegar, a partir de esta línea yo, entonces nos reservamos una parte y no dejamos
que el Señor gobierne nuestra vida.

Desarrollo:
Nosotros al aceptar a Jesucristo le decimos que le entregamos nuestra vida, aunque
realmente hay áreas(afanes) de nuestra vida que no dejamos que él las gobierne y por
eso no alcanzamos la madurez espiritual y no encontramos la gran bendición que tiene
el servir a Dios con nuestra vida. Las áreas podrían ser: el trabajo, el dinero, el estudio,
las preocupaciones, ETC., afanados por aquellas cosas que nos separan de Dios porque
nos las reservamos para nosotros el señor dice en 1ª pedro 5:7 que depositemos en Él
toda ansiedad, recordemos también que Mateo 6:33 dice que busquemos primeramente
el reino de Dios. Por ello es necesario que nuestra entrega sea cada vez más completa,
nuestro Dios conoce que necesidades tenemos, pero también sabe cuándo nosotros
podemos servirle y no lo hacemos.

En la medida que vallamos permitiéndole al Señor que nos llene por medio de nuestra
entrega, veremos más cerca la mano de Él sobre nuestras vidas, Dios no se reservó
nada, si no por amor a nosotros entregó a su hijo para que hoy tengamos esperanza de
vida eterna así lo dice Juan 3:16.

También hay una historia de sacrificio y de entrega cuando María derrama el vaso de
alabastro o perfume sobre Jesús según Marcos 14:3-9, Mateo 26:6-13; Juan 12:1-8: a
pesar de que este perfume era muy carísimo(300 denarios) a ella no le importo, incluso otros
la molestaban, ahora cómo podemos entregar todo por Jesús, pues de la manera que lo
hacia María porque si escudriñamos la escritura encontramos que ella escuchaba
atentamente a Jesús, inclusive tenía problemas con su hermana Marta por no ayudarla
en los quehaceres, pero Jesús le contesta a Marta según: Lucas 10:38-42 “42Pero sólo
una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” si
nosotros le buscáramos con tal ahínco entonces tendríamos la respuesta del Señor
veamos 2ª Crónicas 7:14 –15. Él dice que nos escuchará y nos dará la bendición.

Conclusión:
Vengamos hoy como María y ofrezcamos ante Dios lo único que tenemos, nuestra
voluntad y rindámonos completamente a él, para que el obre en nosotros como él quiera.

Tenemos que derramar todo lo que llevamos dentro y ponerlo ante el altar, humillarnos
ante su presencia, decirle todo lo que sentimos, lo que pensamos, y entregarnos por
completo a él, sin reservas, para que él nos transforme, nos limpie, nos consuele y nos
levante. Tenemos que ungirlo con ese aceite fresco de nuestra adoración y alabanza,
para que llegue delante de su presencia como un olor fragante, y sea llena (Juan 12:1) toda
la casa de la gloria de nuestro Dios.