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Matrícula

profesional

Práctica
profesional III
(Corretaje)
La matrícula del martillero y
corredor público
Introducción
La Constitución Nacional faculta a las provincias para gobernarse por sí mismas.
Para ello, deben cumplir el requisito de dictar su Constitución Provincial bajo el
sistema representativo y republicano, y conforme a lo que determina la misma
Constitución Nacional; asimismo, deben establecer y asegurar su
administración de justicia, régimen municipal y educación primaria. De esta
forma, los poderes de cada provincia surgen de su respectiva constitución.
Además, por medio del Poder Legislativo cada provincia dicta sus propias leyes,
las que regirán dentro de sus territorios, con las excepciones impuestas según
lo consignado por la Constitución Nacional.

Según Eduardo Lapa (2005), “dichas leyes deben acatar la mejor ordenación y el
fiel cumplimiento de las leyes nacionales, y nunca podrán violentar o
desnaturalizar las facultades conferidas a la Nación. Por ello, no conservan
ninguna potestad para dictar ni modificar los códigos de fondo ni las leyes
nacionales que los contemplan. Conservan, no obstante, la facultad de darse
sus propias instituciones y regirse por ellas, siendo un ejemplo preciso los
colegios profesionales”.

A modo de ejemplo, se incluye a continuación lo que expresa la Constitución de


la provincia de Córdoba con respecto al ejercicio de las profesiones y su
regulación:

La provincia puede conferir el gobierno de las profesiones y el


control de su ejercicio a las entidades que se organicen con el
concurso de todos los profesionales de la actividad…, tienen a su
cargo la defensa y promoción de sus intereses específicos y
gozan de las atribuciones que la ley estime necesarias para el
desempeño de sus funciones6.

Cuando se habla de “gobernar”, la matrícula hace referencia a guiar, ordenar,


conducir, mandar, como así también sustentar, allanar y componer. Es por ello
que los colegios profesionales tienen facultades plenas para regir dentro de los
límites legales del territorio provincial y reglar en su conjunto a todos sus

6Art. 37 –Constitución Provincia de Córdoba. Convención Constituyente de Córdoba, reforma el


14 del 09 del 2001.
colegiados, marcando los recaudos para el ejercicio correcto de la actividad. Al
mismo tiempo, aportan lo necesario para solucionar los problemas que sus
miembros puedan enfrentar y brindan lo que sea requerido por estos para
poder preservar su real condición de matriculados. Por otra parte, contribuye
también a generar otros sistemas para la integración y el crecimiento social de
sus colegiados, logrando así la creación, por ejemplo, de mutuales, entre otros
posibles servicios.

La matrícula

Normativa local
Son diversas las clases de obligaciones que tiene el corredor público. Algunas
de ellas dependen de la ley nacional 20.266/73, del Código Civil y Comercial, de
El futuro profesional las legislaciones complementarias (AFIP) y de la normativa de colegiación
deberá tomar provincial. Es posible enumerar, a manera de ejemplo algunas actividades sobre
conocimiento preciso las que recaen estas normativas: matricularse, llevar los libros conforme a la
de la normativa local, circunstancia que fija la ley, verificar la certeza de los títulos invocados,
conforme a su convenir con el comitente las condiciones económicas y jurídicas de los contratos,
abstenerse de ofrecer en venta inmuebles ubicados en loteo no autorizado,
domicilio de
indicar en la publicidad el número de matrícula profesional, verificar que los
residencia, si es que
inmuebles vendidos por su intervención no posean deuda de impuestos, entre
allí ejecutará la
otros.
actividad profesional,
para comenzar a La obligación inicial del corredor público, como punto de partida a la vida
preparar los profesional, es la matriculación; este es un requerimiento obligatorio. Su
antecedentes que se importancia radica en que no puede ejercer sus funciones sin estar
requieren, y así matriculado. El incumplimiento de la gestión de la matrícula implica tanto la
carencia de derechos profesionales como la posibilidad de que se apliquen
obtener la
sanciones al corredor.
correspondiente
habilitación.

Respecto de la matriculación, Eduardo Lapa (2005) expresa que:

En suma, debemos recordar que la matriculación que obliga la


norma comentada es el registro fiel en el que se inscribe la
persona que ha cumplido con todos los requisitos legales
exigentes para ejercer las funciones determinadas por la ley.
Solo ello otorga capacidad profesional para exigir el
cumplimiento de terceros, sin olvidar los requisitos esenciales
que exige el titulo inscripto. (p. 46).
Las normativas locales son las que establecen los requisitos y procedimientos
de matriculación en cada provincia argentina. Debido a ello, se deben considerar,
sobre la base de la legislación nacional, ciertas características generales:

Todos los martilleros y corredores públicos que ejerzan la actividad en el


ámbito provincial deberán inscribirse en sus respectivos Colegios Profesionales
de Martilleros y Corredores Públicos, organismos que ejercerán el gobierno de
la matrícula, poder de policía y potestades disciplinarias.

Ahora bien, para la inscripción en los Colegios Profesionales deberán


cumplimentarse los siguientes requisitos:

a) Acreditar identidad personal.

b) Poseer título universitario de Martillero y/o Corredor Público

d) Declarar bajo juramento al momento de la inscripción, no


estar comprendido por las inhabilidades o incompatibilidades
previstas en la ley.

e) Denunciar domicilio real y constituir domicilio legal en la


provincia, el que será válido a los efectos de las relaciones con
sus comitentes, la Administración de Justicia y el Colegio
Profesional.

f) Constituir, a la orden del Colegio Profesional, una fianza7.

Cabe destacar que los colegios profesionales elaboran legajos de los matriculados
y que, además de lo enunciado ut supra, suelen requerir certificados de buena
conducta expedidos por una autoridad competente, entre otros requisitos,
cuestiones que dependerán de cada colegio profesional provincial su exigencia.

7Véase a modo de ejemplo el art. 12, cap. VI de la Ley 7191/83 de Córdoba, requisitos que son
coincidentes entre los distintos colegios profesionales del país, que surgen sobre la base de la
Ley 20.266/73 modificada por Ley 25.028/99.
Ley 20.266 (modificatoria 25.028)
En el planteo legal de la evolución del corretaje se destaca que: “La regulación
tradicional del mismo, en el Derecho Argentino, ha estado contenida en los
artículos 88 al 112 del Código Mercantil hasta hace pocos años” (Ley 2637 del
año 1889)8, pues específicamente el texto original de los Arts. 88 y 89 del
Código de Comercio regulaban las condiciones que debía cumplir quien
pretendiera ser corredor, a saber:

 la mayoría de edad;

 el ejercicio del comercio por sí mismo o bien en alguna casa de corredor


o de comerciante al por mayor, en calidad de socio o gerente, o al
menos de tenedor de libros con buen desempeño y honradez, entre otros
requisitos; establecía, además, que aquel que desarrollara la actividad sin
estar habilitado para ello no tendría derecho al cobro de comisión alguna,
como así también quedaba manifiesto expresamente que la
intermediación, en el cumplimiento de sus funciones, era esencialmente
personal y, por lo tanto, se impuso la prohibición de integrar sociedades.

La sanción de la ley 23.282 en el año 1985 reformó el art. 88 del Código de


Ley 20.266
(modificada por ley
Comercio y modificó sustancialmente las condiciones habilitantes para ejercer
25.028) esta función, determinando que el aspirante a ejercer como corredor debía
poseer título de enseñanza secundaria, conforme las reglamentaciones
Recuerda: tras la vigentes en educación; exigía, además, la aprobación de un “examen de
unificación de los idoneidad” profesional, el que debía rendirse ante cualquier tribunal de alzada
Códigos Civil y del país, con competencia en materia comercial, ya sea nacional o provincial,
Comercial fueron facultado a expedir la certificación de los conocimientos en la materia que lo
derogados los arts. habilitaran a la función de corredor en todo el territorio argentino. En cuanto al
36, 37 y 38, por lo resto de los lineamientos generales de regulación del corretaje, se mantuvieron
igual en nuestro Código.
que se complementa
la función a partir del En 1999, con la sanción del nuevo régimen legal para el corretaje, se
art. 1.345 del nuevo establecieron las condiciones habilitantes en la Ley modificatoria 25.028/99 la
Código Unificado. cual derogó las normas del Código de Comercio que regulaban dicha materia. El
mencionado dispositivo legal introdujo, además, reformas al régimen jurídico
de los martilleros establecido por el DL 20.266/73, en el cual se incorporó,
como Capítulo XII, un conjunto de normativas concernientes a la profesión de

8 El antecedente histórico nace con Código de Comercio (1859) de Vélez Sarsfield/Valentín


Alsina aprobado por el Poder Ejecutivo del Estado de Bs.As, el que se modifica por Ley 15
(1962) del Senado para regir en la Prov. de Bs.As. en la presidencia de Mitre.- Con la reforma de
Ley 2637 (1889) por H. Congreso de la Nación comienza a regir en 1890 para todo el país.
Actualmente derogados por vigencia del Código unificado (el 1ro de agosto de 2015).
Corredor Público. Cabe agregar que la Ley 25.028 modificó al DL 20.266
respecto a las condiciones habilitantes para ser corredor:

 La primera medida se basa en la regulación anterior: el aspirante a


corredor debe ser mayor de edad y no debe encontrarse comprendido
dentro de las inhabilidades (art. 32, inc. a, de la ley 20.266, con la
reforma de ley 25.028). Dichas causales de inhabilidades se comprenden
en el art. 2 de la ley 20.266.

 La segunda condición impuesta se destaca por encima de todo lo


regulado en la oportunidad dentro del Código de Comercio, ya que
ahora para ejercer como corredor se debe poseer título universitario
expedido conforme a las reglamentaciones vigentes (art. 32, inc. b, Ley
20.266, modif. 25.028).

Evidentemente, la disposición legal tiende a jerarquizar la actividad


profesional del corretaje, ya que exige mayor capacitación en razón de la
importante función social que desempeñan estos profesionales como
intermediarios en el mercado de comercialización de bienes, ya sean muebles,
inmuebles o semovientes.

Asimismo, se observan los siguientes aspectos en el actual régimen legal:

a) El art. 33 de la ley 20.266 (modif. 25.028), el que regula sobre la inscripción


Ley 20.266
en la matrícula, expresa que reunidas las condiciones, el profesional que
Los requisitos desee ejercer la actividad debe inscribirse en la matrícula de la jurisdicción
fundamentales están correspondiente, acreditando para tales fines: mayoría de edad, poseer
determinados por la título universitario, domicilio real en la jurisdicción por más de un año,
Ley 20.266, la que constituir fianza prevista en art. 3 inc. “d” con los alcances que determina
también indica la el art. 6 de la presente norma; además de los requisitos exigidos por la
necesidad de reglamentación que establezca cada jurisdicción provincial.
cumplimentar con las
exigencias de la b) Ejercicio del corretaje sin la matrícula pertinente: La actual legislación ha
norma local. mantenido lo regulado por el Código de Comercio, pues en el art. 33 in fine
de la ley se ratifica que quienes ejerzan el corretaje sin las calidades y
requisitos pertinentes, no tendrán acción para cobrar remuneración ni
retribución de ninguna especie.

c) En cuanto a las sociedades, la actual legislación admite su conformación.


La ley 25.028 ha eliminado la prohibición contenida en el derogado art.
105 del Código de Comercio, pues anteriormente se prohibía el ejercicio
del corretaje en
forma societaria, ya que en la norma se jerarquizaba la responsabilidad y la
actividad en forma personal o individual de esta profesión. En tiempos actuales,
la nueva reglamentación, en consonancia a principios elementales de
razonabilidad, se permite el funcionamiento de las sociedades de corredores en
virtud de que no hay motivo moral ni de interés público como para negar esta
alternativa. (Orgaz, 2007, p. 15).

En cuanto a las referencias sobre la Ley 20.266, cabe decir que el 10 de abril de
1973 se sancionó este decreto-ley y, en virtud a lo estipulado en su art. 28, se
aplicó en todo el territorio de la República. Su texto quedó incorporado al
Código de Comercio y derogó los arts. 113 a 122 del mismo mediante la
implementación de la nueva normativa estipulada en su art. 30. Esto nos lleva a
establecer que el decreto-ley equivale en fuerza de ley al Código de Comercio o
ley sustancial, a pesar de que pueda contener normas de distinta naturaleza.

Cabe mencionar, avanzando en el tiempo, la sanción de la ley 23.282 en el año


1985, la cual reformó el art. 88 del Código de Comercio y modificó
sustancialmente las condiciones habilitantes para ejercer la función de
corredor, tal como se explicó ut supra.

Por su parte, en 1999, con la sanción del nuevo régimen legal del corretaje se
establecieron las condiciones habilitantes en la Ley 25.028, la cual derogó las
normas del Código de Comercio que regulaban dicha materia; se introdujeron,
además, reformas a la Ley 20.266, en la cual se incorporó la regulación al
corretaje (en el Capítulo XII).

Finalmente, la unificación de los Códigos Civil y Comercial derogó los artículos


36, 37 y 38 de la Ley 20.266, y define que: “hay contrato de corretaje cuando una
persona, denominada corredor, se obligue ante otra, a mediar en la negociación
y conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o
representación con ninguna de las partes” (Art. 1.345; 2015) Complementa la
regulación de la actividad en los artículos siguientes.

Requisitos y procedimiento para la inscripción


Cabe señalar que algunas legislaciones provinciales pueden aún conservar el
“antiguo trámite sumario” que se conformaba para poder acceder a la
matriculación, es decir, aquel que tomaba todos los recaudos legales conforme
a la legislación e iniciaba el proceso ante la Justicia a fin de requerirle al juez
que ordenara la Inscripción en el Registro Público de Comercio. La inscripción
consistía en los siguientes requisitos y procedimientos:
a) El trámite se promovía ante el Juez de Primera Instancia y con jurisdicción
sobre el domicilio legal del requirente, acompañado por el Certificado de
antecedentes expedido por la Policía de la Provincia y la constancia de no hallarse
inhibido ni encontrarse comprendido en el régimen de inhabilidades e
incompatibilidades establecidas en la Ley 20.266/73. En algunos casos, se exigía
la acreditación de haber rendido examen de idoneidad, o bien un certificado de
estudios superiores no universitarios (terciarios) de formación profesional.

b) Admitida la petición por el Juez, se ordenaba, entonces, la publicación de


edictos por tres días en el Boletín Oficial de la Provincia y el periódico de mayor
circulación de la Circunscripción Judicial que corresponda, lo que consigna el
objeto del pedido, nombre, documento de identidad y domicilio real del
solicitante.

c) Durante la tramitación podía formular oposición cualquier persona o entidad


dentro de los diez (10) días de la última publicación de edictos, a la que se le
brindaba trámite de juicio verbal, siendo un ejemplo una base de regulación en
Córdoba comprendida en el art. 14, inc. g, de la Ley 7.191/839 y lo regulado en la
9445/08.

d) A su vez, a los colegios profesionales se los consideraba parte necesaria en la


solicitud de inscripción, ya que eran los encargados de efectuar observaciones
ante el pedido de inscripción del futuro colegiado.

e) En caso de no deducirse oposición o rechazarse la misma, el Juez en audiencia


pública es quien tomaba juramento al martillero o corredor y ordenaba su
inscripción en el Registro Público de Comercio.

En actualidad lo expresado ut supra quedaría sin efecto, ya que a partir de la reforma


introducida por la ley modificatoria 25.028 del Decreto Ley 20.266, se indica tanto
para los martilleros (art. 3) y corredores públicos (art. 33) que “deberán inscribirse
en la matrícula de la jurisdicción correspondiente”10; ello implica que debe llevarse
a cabo ante la institución que gobierna la matrícula, y que la normativa establecerá
los requisitos esenciales, sumados a lo que exija la reglamentación local.
Referencias
Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. (2014). [Comentarios del Dr.
Ricardo Luis Lorenzetti]. (1° ed.). Buenos Aires: Rubinzal Culzoni.

Código de Comercio de la República Argentina. (2011) 32ª edición. Buenos Aires:


Abeledo Perrot S.A

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Ibañez, M. A. (2012). Manual del Martillero Público. Córdoba: Alveroni.

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