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L2 Matricula Profes (1 Aula 1)
L2 Matricula Profes (1 Aula 1)
profesional
Práctica
profesional III
(Corretaje)
La matrícula del martillero y
corredor público
Introducción
La Constitución Nacional faculta a las provincias para gobernarse por sí mismas.
Para ello, deben cumplir el requisito de dictar su Constitución Provincial bajo el
sistema representativo y republicano, y conforme a lo que determina la misma
Constitución Nacional; asimismo, deben establecer y asegurar su
administración de justicia, régimen municipal y educación primaria. De esta
forma, los poderes de cada provincia surgen de su respectiva constitución.
Además, por medio del Poder Legislativo cada provincia dicta sus propias leyes,
las que regirán dentro de sus territorios, con las excepciones impuestas según
lo consignado por la Constitución Nacional.
Según Eduardo Lapa (2005), “dichas leyes deben acatar la mejor ordenación y el
fiel cumplimiento de las leyes nacionales, y nunca podrán violentar o
desnaturalizar las facultades conferidas a la Nación. Por ello, no conservan
ninguna potestad para dictar ni modificar los códigos de fondo ni las leyes
nacionales que los contemplan. Conservan, no obstante, la facultad de darse
sus propias instituciones y regirse por ellas, siendo un ejemplo preciso los
colegios profesionales”.
La matrícula
Normativa local
Son diversas las clases de obligaciones que tiene el corredor público. Algunas
de ellas dependen de la ley nacional 20.266/73, del Código Civil y Comercial, de
El futuro profesional las legislaciones complementarias (AFIP) y de la normativa de colegiación
deberá tomar provincial. Es posible enumerar, a manera de ejemplo algunas actividades sobre
conocimiento preciso las que recaen estas normativas: matricularse, llevar los libros conforme a la
de la normativa local, circunstancia que fija la ley, verificar la certeza de los títulos invocados,
conforme a su convenir con el comitente las condiciones económicas y jurídicas de los contratos,
abstenerse de ofrecer en venta inmuebles ubicados en loteo no autorizado,
domicilio de
indicar en la publicidad el número de matrícula profesional, verificar que los
residencia, si es que
inmuebles vendidos por su intervención no posean deuda de impuestos, entre
allí ejecutará la
otros.
actividad profesional,
para comenzar a La obligación inicial del corredor público, como punto de partida a la vida
preparar los profesional, es la matriculación; este es un requerimiento obligatorio. Su
antecedentes que se importancia radica en que no puede ejercer sus funciones sin estar
requieren, y así matriculado. El incumplimiento de la gestión de la matrícula implica tanto la
carencia de derechos profesionales como la posibilidad de que se apliquen
obtener la
sanciones al corredor.
correspondiente
habilitación.
Cabe destacar que los colegios profesionales elaboran legajos de los matriculados
y que, además de lo enunciado ut supra, suelen requerir certificados de buena
conducta expedidos por una autoridad competente, entre otros requisitos,
cuestiones que dependerán de cada colegio profesional provincial su exigencia.
7Véase a modo de ejemplo el art. 12, cap. VI de la Ley 7191/83 de Córdoba, requisitos que son
coincidentes entre los distintos colegios profesionales del país, que surgen sobre la base de la
Ley 20.266/73 modificada por Ley 25.028/99.
Ley 20.266 (modificatoria 25.028)
En el planteo legal de la evolución del corretaje se destaca que: “La regulación
tradicional del mismo, en el Derecho Argentino, ha estado contenida en los
artículos 88 al 112 del Código Mercantil hasta hace pocos años” (Ley 2637 del
año 1889)8, pues específicamente el texto original de los Arts. 88 y 89 del
Código de Comercio regulaban las condiciones que debía cumplir quien
pretendiera ser corredor, a saber:
la mayoría de edad;
En cuanto a las referencias sobre la Ley 20.266, cabe decir que el 10 de abril de
1973 se sancionó este decreto-ley y, en virtud a lo estipulado en su art. 28, se
aplicó en todo el territorio de la República. Su texto quedó incorporado al
Código de Comercio y derogó los arts. 113 a 122 del mismo mediante la
implementación de la nueva normativa estipulada en su art. 30. Esto nos lleva a
establecer que el decreto-ley equivale en fuerza de ley al Código de Comercio o
ley sustancial, a pesar de que pueda contener normas de distinta naturaleza.
Por su parte, en 1999, con la sanción del nuevo régimen legal del corretaje se
establecieron las condiciones habilitantes en la Ley 25.028, la cual derogó las
normas del Código de Comercio que regulaban dicha materia; se introdujeron,
además, reformas a la Ley 20.266, en la cual se incorporó la regulación al
corretaje (en el Capítulo XII).
Ibañez, M.A. (2014). Manual del Corredor Público Inmobiliario. Córdoba: Alveroni.
Lapa, E. (2005). Manual del Martillero Público y del Corredor. Buenos Aires: Lexis Nexis.